Nuestro primer día de viaje tiene muy poco interés turístico (o viajero); ya que, como he dicho en la etapa introductoria, salimos de BCN con el vuelo de Vueling de las 15:45 y llegamos al aeropuerto de Atenas Eleftherios Venizelos a las 19:35h, hora local.
El aeropuerto de Atenas es bastante grande por lo que anduvimos durante un buen rato desde que aterrizamos en la terminal principal hasta la salida por el módulo B. Cuando salimos al exterior nuestro chófer nos estaba ya esperando, nos acompañó hasta el parking y luego nos llevó hasta nuestro alojamiento en un trayecto de unos 40', cómodo y eficiente.
El aeropuerto de Atenas es bastante grande por lo que anduvimos durante un buen rato desde que aterrizamos en la terminal principal hasta la salida por el módulo B. Cuando salimos al exterior nuestro chófer nos estaba ya esperando, nos acompañó hasta el parking y luego nos llevó hasta nuestro alojamiento en un trayecto de unos 40', cómodo y eficiente.
Como también he dicho antes, nuestro alojamiento, aunque algo alejado de los principales puntos de interés, resultó muy recomendable. Desde este alojamiento hicimos todas las visitas caminando. Así, por ejemplo, desde el Athesense Suites la distancia hasta diferentes puntos de interés, es:
- Al Museo de la Acrópolis, 10'
- A la Acrópolis (entrada al recinto) 13'
- Al Arco de Adriano, 11'
- A la plaza Monastiraki, 23'
Cuando llegamos, a eso de las 21:00h, el recepcionista nos dio unas breves indicaciones del uso del código de acceso de la puerta principal, de las normas de uso del jacuzzi y de la terraza del último piso y nos acompañó hasta nuestro apartamento. Muy amable y simpático el personal del establecimiento.
El apartamento es estupendo para nosotros cuatro. Tiene una habitación con cama bastante grande y cómoda, un salón con sofá cama doble, una estancia donde está la mesa para las comidas, cocina y lavabo perfectamente equipados. Pero lo mejor de todo, sin duda, son las vistas que tenemos desde la terraza del último piso.
- Al Museo de la Acrópolis, 10'
- A la Acrópolis (entrada al recinto) 13'
- Al Arco de Adriano, 11'
- A la plaza Monastiraki, 23'
Cuando llegamos, a eso de las 21:00h, el recepcionista nos dio unas breves indicaciones del uso del código de acceso de la puerta principal, de las normas de uso del jacuzzi y de la terraza del último piso y nos acompañó hasta nuestro apartamento. Muy amable y simpático el personal del establecimiento.
El apartamento es estupendo para nosotros cuatro. Tiene una habitación con cama bastante grande y cómoda, un salón con sofá cama doble, una estancia donde está la mesa para las comidas, cocina y lavabo perfectamente equipados. Pero lo mejor de todo, sin duda, son las vistas que tenemos desde la terraza del último piso.
Antes de salir de Barcelona había hecho reserva en Strofi, un restaurante recomendado en este foro, a las 22.00h; pero vista la hora de llegada al alojamiento y que teníamos un camino de unos 20' hasta el restaurante, decidí anular esa reserva. En nuestra próxima visita sí que iremos
A esas horas y siendo sábado noche, los supermercados cercanos estaban ya cerrados a excepción de los de la cadena Kiosky's Athens que están abiertos 24h todos los días. No tienen mucho surtido, pero te saca de un apuro. A 200m de nuestro apartamento teníamos uno de esta cadena. Lo que sí nos sacó del apuro de la primera cena fue el puesto ambulante de comida que se coloca en la entrada de la sala de fiestas Cozmo. Bocadillos y pinchos a la parrilla más que aceptables y además nos regaló la bebida. Así que nos lo subimos a nuestra terraza y cenamos tranquilamente contemplando el Partenón.
A esas horas y siendo sábado noche, los supermercados cercanos estaban ya cerrados a excepción de los de la cadena Kiosky's Athens que están abiertos 24h todos los días. No tienen mucho surtido, pero te saca de un apuro. A 200m de nuestro apartamento teníamos uno de esta cadena. Lo que sí nos sacó del apuro de la primera cena fue el puesto ambulante de comida que se coloca en la entrada de la sala de fiestas Cozmo. Bocadillos y pinchos a la parrilla más que aceptables y además nos regaló la bebida. Así que nos lo subimos a nuestra terraza y cenamos tranquilamente contemplando el Partenón.
Pasado un buen rato, bajamos ya a dormir para empezar el día siguiente nuestros recorrido por esta maravillosa ciudad.