Lo peor de los viajes es el día que toca regresar y eso es lo que hemos de hacer este 3 de enero. Pero, bueno, el vuelo sale a las 16:40h y teniendo en cuenta que Vueling no tiene activado el "check in" por la app en el aeropuerto de Atenas y que la distancia hasta allí es de unos 20km, reservé un taxi vía booking para que nos recogiera a las 14:00h en el apartamento. Es decir, tuvimos un buen rato para las últimas visitas.
El apartamento debíamos dejarlo a las 11:00h, aunque lo abandonamos algo antes de las 10:00h, dejamos las maletas en recepción despidiéndonos del más que agradable personal. Programamos unas visitas relativamente cercanas para no ir con excesivas prisas y nos salió perfecto.
Nuestro último recorrido
Desde el apartamento fuimos al norte por Leof. Vouliagmenis, luego giramos a la derecha hacia Ardittou y llegamos en unos 13' (950m) al fantástico Panathenaic Stadium
Horario de invierno (noviembre a marzo): de 08:00h a 15:00h
Precio: 10€, 5€ para estudiantes.
El Estadio Panathinaikó, también conocido como el Kallimármaro (Καλλιμάρμαρο, es decir, el "mármol hermoso"), es el estadio de atletismo que acogió la primera edición de los Juegos Olímpicos Modernos en Atenas 1896. Reconstruido a partir de los restos de un antiguo estadio griego, el Panathinaikó es el único estadio importante en el mundo construido enteramente de mármol blanco (del Monte Pentélico) y uno de los estadios más antiguos del mundo.
En tiempos antiguos fue utilizado para alojar la parte atlética de los Juegos de las Panateneas, en honor de la diosa Atenea. Durante la época clásica el estadio tenía asientos de madera. Fue reconstruido en mármol, por el Arconte Licurgo, en el año 329 a.C. y fue ampliado y renovado por Herodes Ático, en el año 140 d. C., con una capacidad de 50.000 asientos. El tiempo hizo que el recinto que originariamente había sido levantado para acoger pruebas atléticas entrara paulatinamente en decadencia, llegando a acoger luchas de gladiadores durante la ocupación romana y terminando en ruinas antes de que este multiusos prestara un último servicio como cantera. El nuevo estadio sacó del olvido el espíritu que motivó su construcción genuina y reverdecieron los laureles de los atletas que participaron en los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, en 1896, que tuvieron como sede oficial el Estadio Panathinaiko. La estructura actual fue diseñada por Anastasios Metaxás, siguiendo fielmente la última remodelación de Herodes Ático, perteneciente al siglo II d.C. Tiene unas dimensiones de 204 metros de longitud por 83 metros de ancho. Los restos de la antigua estructura fueron excavados y restaurados, con fondos proporcionados por Evangelis Zappas para el renacimiento de los Juegos Olímpicos. Evangelis Zappas patrocinó los Juegos Olímpicos que se celebraron en 1870 y 1875. El estadio fue renovado por segunda vez en 1895 para los Juegos Olímpicos de 1896, con financiamiento proporcionado para su finalización por el benefactor griego George Averoff, cuya estatua de mármol ahora está en la entrada.
El estadio fue construido mucho antes de que las dimensiones de lugares de atletismo fueran estandarizadas y su trayectoria y su diseño siguen la horquilla como el antiguo modelo. Anteriormente podía albergar a unos 80.000 espectadores en sus 50 filas de gradas de mármol, actualmente tiene capacidad para 45.000 espectadores.
Se encuentra en el centro de Atenas, en el distrito de Pangrati al este del Jardín Nacional de Atenas y el Záppeion, al oeste del barrio residencial Pangrati y entre dos colinas cubiertas de pinos de Ardettos y Agra. Hasta la década de 1950, el Río Ilissos corrió frente a la entrada del estadio.
En los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, el Estadio Panathinaiko fue sede de la competencia de tiro con arco, y la final del maratón; ya que, por sus medidas no pudo acoger pruebas de atletismo.
Se encuentra en el centro de Atenas, en el distrito de Pangrati al este del Jardín Nacional de Atenas y el Záppeion, al oeste del barrio residencial Pangrati y entre dos colinas cubiertas de pinos de Ardettos y Agra. Hasta la década de 1950, el Río Ilissos corrió frente a la entrada del estadio.
En los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, el Estadio Panathinaiko fue sede de la competencia de tiro con arco, y la final del maratón; ya que, por sus medidas no pudo acoger pruebas de atletismo.
Luego y por Leof. Vasilissis Olgas, en un paseo de 10', llegamos a la entrada del Templo de Zeus Olímpico o Olympieion (Ναός του Ολυμπίου Διός), una maravilla que actualmente se encuentra en trabajos de mantenimiento llena de andamios, pero que igualmente vale la pena y que proporciona unas maravillosas vistas de la Acrópolis.
Horario en invierno (noviembre a marzo) de: 08:00h a 15:00h
Precio (invierno): 4€, los menores de 25 años de la UE, gratis
Sus cimientos fueron colocados en el sitio de un primer templo por el tirano Pisístrato en 515 a. C., pero el trabajo fue abandonado cuando su hijo, Hipias, fue derrocado en 510 a. C. Durante los años de la democracia ateniense, el templo fue dejado incompleto, porque se pensó que atentaba contra la hybris (concepto estilístico griego que significaba "desmesura") construir a tal escala. Aristóteles, en la Política, citó el templo como un ejemplo de cómo las tiranías atraían al pueblo a grandes obras de estado y lo dejaban sin tiempo, energía o medios para rebelarse.
El trabajo fue reanudado en 174 a. C., durante la dominación macedonia de Grecia, bajo el patrocinio del rey helenístico Antíoco IV Epífanes, que contrató al arquitecto romano Cosucio para diseñar el templo más grande del mundo conocido. Cuando Antíoco murió en 164 a. C. el trabajo estuvo paralizado otra vez.
En 86 a. C., después de que las ciudades griegas cayeran bajo dominio romano, el general Sila llevó dos columnas del templo inacabado a Roma, para adornar el templo de Júpiter en la Colina Capitolina. Estas columnas influyeron en el desarrollo del estilo corintio en Roma. En el siglo II, el templo fue retomado por el emperador Adriano, un gran admirador de la cultura griega, quien finalmente lo llevó a su conclusión en 129 (algunas fuentes dicen que en 131). No se sabe cuándo fue destruido el edificio, pero, como muchos edificios grandes de Grecia, es probable que ocurriera debido a un terremoto en la Edad Media. La mayor parte de sus ruinas se usaron como materiales de construcción.
El templo fue construido en mármol del monte Pentélico. Medía 96 m de largo en sus lados mayores y 40 m a lo ancho de sus caras oriental y occidental. Contaba de 104 columnas corintias, cada una de 17 m de alto, de 2,6 m de diámetro y un peso aproximado de 364 toneladas; de las cuales 48 estaban colocadas en filas triples bajo los frontones y 56 en filas dobles en los lados. Solo 16 de estas columnas sobreviven hoy, 13 de ellas, en el lado este, en pie. De las tres restantes, en el lado oeste, una se derrumbó en 1852 y está todavía tendida donde cayó. Adriano dedicó el templo a Zeus. También erigió una enorme estatua de marfil de Zeus en la cella del templo. Los frontones estaban adornados con muchas estatuas, pero también en todo el templo había estatuas y bustos de hombres famosos. Los atenienses, para mostrar su gratitud a Adriano, erigieron una estatua de él detrás del templo. Desafortunadamente, ninguna de las esculturas que adornaban el templo, o de su interior, ha sobrevivido. No se sabe exactamente cuándo fue destruido el templo, pero se especula que, como otros grandes edificios en Atenas, probablemente fue destruido por un terremoto durante los años bizantinos y sus ruinas se utilizaron para construir otros edificios.
Al salir del recinto pasamos, por última vez, por la puerta de Adriano y nos acercamos hasta una de las cafeterías que rodean la Linterna de Lisícrates. De ahí al apartamento y en pocos minutos nos recoge el taxi hacia el aeropuerto donde hacemos el check in en el mostrador y a esperar a nuestro vuelo.
Pues hasta aquí nuestra escapada de fin de año. Tendremos que volver ; puesto que nos hemos dejado de ver muchas cosas, como por ejemplo: subir al monte Likabeto, recorrer el barrio de Kolonaki con su Monasterio Asomoton y su estatua del corredor, visitar los museos Benaki y el de Bizancio y Cristiano, adentrarnos en el Jardín Nacional con el Zappeion y el Palacio presidencial, ....