Nos despertamos en nuestro hotel de Matosinhos, nos separan apenas 12 minutos del parking del aeropuerto. Nos subimos al coche y llegamos sin mas problema al P-7 del aeropuerto en donde tenemos reservada plaza de aparcamiento hasta la madrugada del 1 de julio (56,00 €). El parking es de larga estancia, la realidad es que en menos de 5 minutos a pié llegamos a la entrada de la terminal de salidas.
Pasamos el control de seguridad y buscamos la puerta de embarque. Hemos calculado el tiempo al límite



El avión parte a la hora prevista. A las 13:15 hora local estamos aterrizando en Milán (una hora de diferencia horaria con Portugal), por la ventanilla vemos como llueve. Tenemos que caminar por la pista bajo la lluvia y una temperatura de sólamente 17 grados, parece que el verano se ha quedado en Portugal. La terminal ya la conocemos, nos dirigimos hacia el parking de los coches de alquiler para recoger nuestro coche alquilado a Sicily by car. Muy recomendable, 328 € por 9 días con un seguro ampliado para tener una franquicia de sólo 300 €. La retirada del vehículo es rápida y el coche nos espera muy cerquita de las oficinas.
Tomamos la A8 dirección Milán para más adelante enlazar con la A4 Torino - Trieste, llueve, cada vez más. Decidimos hacer una pequeña parada para tomarnos un cafetito y alguna cosita dulce. Nuestro primer café italiano nos sienta de maravilla.
Volvemos a la ruta, nuestro destino es el apartamento alquilado en Mestre, nuestra base de operaciones para visitar Venecia. Cuando programamos el viaje decidimos no dedicar esta primera tarde en Italia a Venecia porque entre unas cosas y otras, no llegaríamos al apartamento hasta después de las 6 de la tarde, entre esto y el cansancio del viaje, decidimos hacer una pequeña parada en Sirmione, a orillas del Lago di Garda, lo que nos supone aumentar el tiempo de viaje en apenas 20 minutitos, pero poder aprovechar nuestras primeras horas italianas.
Sirmione es un precioso pueblo a orillas del Lago di Garda, destaca por un turismo de alto poder adquisitivo en un entorno privilegiado. El pueblo es pequeño y a su casco antiguo, una estrecha península que se adentra en el lago, sólo se puede acceder a pié o en bici, por eso aparcamos el coche en el Parcheggio Monte Baldo, desde aquí hasta la entrada al casco histórico son poco mas de 5 minutos a pié.
Si durante el trayecto a ratos parecía que se nos venía encima el diluvio universal, según nos vamos acercando al lago, la lluvia va disminuyendo en intensidad. Cuando aparcamos el coche no cae una sola gota aunque la temperatura no supera los 18 grados y las piscinas que se han formado en algunos puntos del parking dan fe de que ha llovido de lo lindo. Parece que estamos de suerte.
Según nos acercamos al Castillo Scaligero el tiempo mejora y cada vez se ven mas visitantes que se atreven a sacar la cabeza. El castillo es, junto con la antigua villa romana de Grotte di Catullo, las postales más famosas de la villa.
Nos damos un agradable paseo por la localidad, aunque hay gente se respira un ambiente relajado, la ausencia de tráfico rodado y los múltiples hoteles, restaurantes y tiendas hacen de Sirmione un muy agradable destino.
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Para terminar el paseo nos tomamos unos refrigerios y volvemos a buscar el coche que todavía tenemos una hora y media de trayecto hasta nuestro apartamento en Mestre. Media hora antes de llegar llamamos a nuestro anfitrión y nos confirma que estará para recibirnos.
Cuando llegamos a la dirección indicada no hay nadie, tras llamar de nuevo al anfitrión nos dice que está allí pero no conseguimos verlo. Una vecina nos dice que el supuesto apartamento es una clínica dental y otro vecino, muy simpático, nos hace saber que no es la primera vez que llegan allí huespedes buscando un alojamiento, que, en realidad, está en otra localidad cercana en donde hay una calle con el mismo nombre, camino de Treviso, a 8 kms de distancia.
Volvemos a hablar con el anfitrión, le contamos lo sucedido y le decimos que llegaremos en 15 minutos una vez que nos ha mandado la localización exacta. Llegamos sin mas contratiempo. El cambio de alojamiento nos traerá algún pequeño inconveniente a la hora de acercarnos a Venecia, pués por allí no va el tranvía número 1 (pasaba al lado del supuesto alojamiento de Mestre) y tendremos que ir en tren, a cambio, el apartamento es una maravilla. Está en el bajo de un gran chalet con una buen finca privada, se accede con el coche a través de un portalón automático y tiene aparcamiento en la misma finca, a 10 metros del apartamento. Consta de cocina - comedor, dos habitaciones grandotas y un baño muy chulo, además tiene una mesa exterior, en el jardín que seguro aprovechamos. 355,00 € por cuatro noches nos parece un precio insuperable.
www.booking.com/ ...bility_msg
Entre una cosa y otra se ha hecho de noche, buscamos algo de comida para salir del paso (espaguetti, atún y tomate) en un super 24 horas y nos vamos a descansar que nos lo merecemos.