A las 6 me he ido para la estación con las calles totalmente desiertas, con charcos, pero el cielo despejado.
El bus han sido 5 horas, pero son buses ultracómodos, hasta con toma de USB. Los tiempos de los buses locos me parece a mí que se han acabado. Desde Nicaragua no cojo uno de esos. Brasil en este sentido se nota muy por encima de todos los demás.
La llegada a Río se hace de rogar con el tráfico y barrios infinitos de casas bajas. Tampoco se ve la miseria que me esperaba y, con las nubes, tampoco se deja ver el Cristo Redentor. La estación a la que llego es enorme y parece un aeropuerto. Al salir hay una cola de Ubers y taxis tremenda. Me he metido en la app de Uber y no sé por qué solo me deja motos. Hay una app que se llama Moovit, que te dice cómo moverte con transporte público; me indica que a dos minutos hay una parada de bus y parece que todos van para el centro. Me he ido para allá ya con paso ligero y en el primer bus que ha pasado me he subido.
Me he bajado a 10 minutos del alojamiento, en una avenida enorme que bien podría ser Madrid o Buenos Aires, la avenida Presidente Vargas. Con tanto miedo que le meten a uno sobre Río de Janeiro me he bajado como si fuera a la guerra, pero a los 5 minutos me he dado cuenta de que esto no es ni de lejos la guerra que me pintaban. Es un ambiente normal y corriente, muchísima gente, pero ni de lejos la inseguridad que te venden. En los primeros 15 minutos por el centro no está ni en el top 3 de ciudades chungas. Buenos Aires se veía con más mal rollo, Guayaquil ni te cuento, Ciudad de Guatemala infinítamente mas mal rollera, y en Addis Abeba nos intentaban robar niños cada 30 minutos. Aquí se ve algún indigente, pero no muchos más de los que se ven en Madrid. Sí que es cierto que la gente va en su mayoría con la mochila al frente; imagino que habrá buen equipo de carteristas, pero nada que no haya en Madrid.
He llegado al alojamiento y me ha recibido un hombre que habla español por trabajar en cruceros por el Mediterráneo. El apartamento es un estudio pequeñito en una planta 17 con unas vistas increíbles."Studio no Largo da Carioca" muy recomendable. Varios rascacielos al frente, uno de ellos famoso por lo que leo, el edificio de Petrobras, jardines y el barrio de Lapa al fondo que parece totalmente Oporto. El hombre me ha dicho que los días fuertes de Carnaval son el sábado y el domingo, que hoy está mas relajado porque la gente va cansada del finde pasado. Me dice que no hay problemas de asaltos, pero mucho cuidado con los carteristas, de lujo.
Me he acomodado y me he ido a un súper a comprar comida. Las calles me recuerdan un montón al ambiente de Lavapiés, pero más hechas mierda. He comprado en el súper y me he vuelto al apartamento a comer. Ya comido me he ido para el centro. Mochila con la cámara, el dinero justo y el móvil.
He empezado por la parte de la Catedral de Río. La catedral es muy bonita, me encanta. Estilo brutalista, como la que vi en El Salvador de Nuestra Señora del Rosario AQUÍ LA ENTRADA DE ESE DÍA. Es un edificio piramidal enorme y dentro está lo que es la iglesia con unas vidrieras muy bonitas y un Cristo colgando en la zona del altar. De la iglesia me he ido andando para el centro por avenidas, hasta llegar a la zona del puerto. Conciertos en la calle, skaters y grupos haciendo el free tour.
Del puerto he pasado otra vez por el alojamiento y me he ido al barrio de Lapa. Este barrio es como el casco antiguo, es donde más turistas y ambiente de fiesta hay. El parecido con Oporto es bastante, hasta en las iglesias con azulejos. Está la famosa escalera Selarón que hace las delicisias de las instagramers. Es curisoso que siendo una escalera tan peculiar y con azulejos tan bizarros Instagram ha conseguido que llame mas la atención las poses forzadas de pseudoinfluencers, hacen hasta colas enormes por una foto en puntos concretos.
Aquí en lapa a la noche se supone que aquí iba a haber uno de los famosos blocos, pero viendo que se había hecho ya de noche, la reventada que llevaba del bus y de andar y que el número de borrachos chungos es el mismo que el de turistas, pues vuelta para el apartamento. Ya tendré más oportunidad de ver el ambiente de día, voy a echar en río 4 días en total. Mañana visito el cristo.