Me he pasado de precavido y he llegado al tren del Cristo de Corcovado casi una hora antes. Hay que reconocer que el transporte público es más que eficiente. De mi alojamiento al tren de Corcovado es medio Río y tiene como tres líneas con muchísimas frecuencias por menos de 1€.
Me he plantado en el tren de Corcovado sin haber visto el Cristo desde lejos aún, aunque en la cola se deja entrever un poco entre los árboles. Según pasaba el tiempo, ha ido llegando la gente hasta formarse una buena cola, la mitad de la cual es gente que viene de empalmada, destrozados, pero imagino que siendo turista no te puedes perder el Cristo por mucha fiesta que te pegues. A las 8 ha subido el tren, recuerda un poco el sistema al de Machupichu. Desde el tren ya se ven algunas vistas bonitas, pero es cuando llega arriba cuando las vistas te tiran para atrás. Sin duda, son lo mejor del Cristo Redentor. Es que mires a donde mires es una imagen famosa que todos tenemos metida en la cabeza cuando se habla de Río. La estatua del Cristo es bonita, pero es el conjunto de donde está y las vistas que hay lo que lo hacen muy espectacular. Si fuera solo por el Cristo, en Murcia tenemos al de Monteagudo, que son primos hermanos y, aunque el de Rio es más grande, tampoco le lleva mucho. Son prácticamente contemporaneos pero el de Murcia se sitúa sobre un castillo del siglo XI por lo que minipunto para Murcia. Cuñadismos aparte la ubicación y las vistas del de Río de Janeiro le pega mil patadas al de Murcia.
La plataforma del Cristo es bastante pequeña y hay una cantidad de gente tremenda. Hay un ángulo en el que la gente se echa la foto famosa con el Cristo detrás, pues había cola para hacerse la foto y un tío del personal organizando a la gente, una cola facil de 10 minutos para la foto. ¡El mundo se va a la mierda!
La visita al Cristo se hace rápida si prescindes del postureo. En 15 minutos lo tienes visto. Respecto a las vistas abarcan una postal en los cuatro puntos cardinales. Al este, Río con el Pan de Azúcar presidiendo; al norte, el estadio de Maracaná en la base del parque de Tijuca; al sur, Copacabana, Ipanema y el lago Freiras; y al oeste, la Piedra Bonita y la de Gávea, a la que con suerte subiré pasado mañana. Para mí, es la panorámica más impresionante de una ciudad que nunca he visto, sin duda. La panorámica de La Paz, en Bolivia, encajonada en el valle con el nevado Illimani de fondo en su día me impactó también mucho, pero esto es otro nivel, es una panorámica espectacular los 360 grados.
Me he bajado del Cristo y me he pillado un bus hasta el barrio de Urca. Este barrio es donde se encuentra la playa Vermelha, famosa por estar a los pies del morro Pan de Azúcar. Es un barrio con una avenida enorme que conduce hasta el teleférico que sube al Pan de Azúcar. Me he puesto en la cola del teleférico cuando me he dado cuenta de que subir cuesta 35€. ¿Estamos locos? ¡Si el Cristo han sido 20! Me he salido de la cola y mirando en internet he visto que se puede subir andando hasta el morro que está frente al Pan de Azúcar, el morro de Urca.
He echado un rato por la playa y desde ahí he cogido la ruta que sube hasta el morro. La senda va por un bosque bastante bien conservado para la cantidad de gente que soporta diariamente. Se pasa por un par de miradores y se termina llegando al morro, en el que básicamente han puesto un centro comercial al aire libre. Hay hasta un helipuerto desde el que salen constantemente helicópteros. Por 180€, viaje de 10 minutos hasta el Cristo y volver, no me parece tan caro.
En el morro, las vistas vuelven a ser lo que hace que merezca la pena. La bahía de Botafogo llena de barquitos y el Pan de Azúcar al frente. Merece la pena la subida, está bonita y, aun habiendo mucha gente, no me parece turistada.
Del morro de Urca me he ido andando hasta el barrio de Botafogo. Mirando en el programa del carnaval hay un bloco programado. Un "bloco" en el Carnaval de Río es básicamente lo que da forma al carnaval mas allá del sambódromo. Es una gran fiesta callejera. Se junta mucha gente alrededor de una banda o un autobus con la banda de música arriba y se arma la fiesta. Los blocos pueden ser pequeños, con unas pocas personas, o enormes, con miles de participantes. Cuando he llegado a la calle donde se supone estaba programado eso era un fiestón. ¡Qué ambientazo más bueno! Primero hacen la concentración en la que se va uniendo gente y se van animando con samba y música brasileña. Hay veces que tocan canciones que todo el mundo canta como si les fuera la vida en ello, sobre todo Ivette Sangalo, todos se saben las canciones. Viendo el ambiente, me he pillado mi cerveza. Aún así esto, yendo solo, está descafeinado. Acompañado vestiría muchísimo más, solo es como quedarse con la miel en los labios porque el ambiente está especial para echarse 20 cervezas. Cuando llevaban una hora de calentamiento, el autobús se ha puesto en marcha y ha ido avanzando poco a poco con la gente bailando y cantando, cuando tocan la del "pais tropical" o la de "Areré" la explosión de fiesta es una locura, imposible no contagiarse aun yendo solo. Al final llega a una calle en la que los músicos dan paso a musicote electrónico y la gente ya solo le queda desfasar. En ese momento, me he ido para el alojamiento pillando un bus.
He llegado al alojamiento casi a las 15. Me he hecho unos macarrones y hasta me he echado una siesta. Para tres cervezas tristes que me he echado y me han dejado roto.
Después de la siesta, me he ido para el centro a seguir viendo el ambiente. El ambiente por la calle es 100% festivo. Todo el mundo en bikini o en calzoncillos, todos con brilli-brilli. La gente solo está donde hay un bloco o un bar con música. Por el resto de calles no hay apenas gente y solo se ve gente que va de un bloco a otro. Para saber dónde hay un bloco, solo hay que seguir a los vendedores de cerveza. Muchos de los blocos son simplemente el autobús en un callejón o calle pequeña con música electrónica o samba y la gente bailando y bebiendo alrededor del bus. Me he pasado por el barrio de Lapa y hay ambiente de bares y donde más desfasada va la gente. Después de dar veinte vueltas, me he vuelto a pasar por un bloco que había en el barrio de Lapa. De noche, el ambiente de fiesta se multiplica y se llega ya a ver gente de pinta regular. La moda del twerking le hace competencia importante a los pasos de samba. Se hacen filas de tías y a menear el culo. Da igual la canción que suene, les vale todas. Si el carnaval de por sí está bastante sexualizado, por la noche ya no hay barreras, vía libre, es una locura.
Viendo el panorama, o me ponía a hacer twerking o para el alojamiento porque poco pintaba más ya de noche y con el cansancio que llevo. Estoy andando más que por el monte.
Mañana tenía intención de hacer la ruta de trekking, pero se ve que es el cierre de carnaval y hay un megabloco que parece ser muy famoso, a las 8 de la mañana empieza la fiesta. "Monobloco". El hombre de mi alojamiento me ha dicho que si o si tengo que ir, que es un fiestón.