Hoy dejamos Tokyo.
5 noches después dejamos la megaurbe. Nos lo vamos a tomar con calma, ya que nos vamos 2 noches a Kawaguchiko y lo que queremos ver es a un ritmo tranquilo.
Lo primero que hacemos, antes de dejar el hotel, es hacer uso del servicio takkyubin. Nunca antes lo habíamos utilizado y, la verdad, es un lujo. Este servicio, del que la mayoría de hoteles disponen, gestiona el envío de las maletas del hotel donde estés al que tú desees. En nuestro caso, ya que íbamos a estar 2 noches en Kawaguchiko, decidimos enviar las maletas a Nagoya, así sólo íbamos con las mochilas, mucho más ligeros de peso. Ponemos 3 mudas en las mochilas, comida, aseo personal, cargadores y vamos a recepción a gestionar el envío de las maletas.
2 maletas grandes por 4500Y
Este año, a diferencia de 2013 y 2014, tenemos una conexión directa entre Tokyo y Kawaguchiko. Lo primero que hacemos es ir a la estación de Shinjuku y, desde ahí, existe el Fuji Excursion Train. Este tren te evita tener que hacer transbordo en Otsuki y te lleva directamente a Kawaguchiko. Nosotros, como he dicho, no tenemos JRP, pero el trayecto no está cubierto completamente para los que lo tengáis. El precio, sin JRP, es de 4000Y los adultos y 2000Y el niño. La duración es de 1 hora y 50 minutos.
Una vez en Kawaguchiko, nos acercamos a Toyota-rent-a-car, 5 minutos andando desde la estación. Hemos alquiliado un coche. NUNCA he conducido un coche por el lado derecho y me tiene algo inquieto. Menos mal que lo hemos cogido en zona de montaña, poco transitada, y puedo ir con calma. Nos dan un Toyota familiar, mucho más grande de lo que necesitamos. Pero la reserva ya la había hecho desde Barcelona, así que no pongo objeción alguna.
Lo primero que me pasa, cuando quiero poner el intermitente se activa el limpiaparabrisas. Los botones también están cambiados! Esto va a ser un show... Pero en verdad no. Conducir en Japón es MUY fácil. No se permiten velocidades elevadas (no pasé de 50), está todo muy bien señalizado, los japoneses son muy pacientes... En definitiva, la experiencia ha sido muy positiva. Recomendable.
Nos acercamos al hotel y confirmamos que el parking es gratuito. Como es un poco temprano para el checkin, nos dirigimos a nuestro punto del día: Fuji-Q Highland.

Se trata de un parque de atracciones cerca de la base del monte Fuji. Tiene varias montañas rusas, así como dos atracciones encantadas: el Hospital Encantado, la atracción encantada más grande del mundo, y la Fortaleza Sin Esperanza. Otras atracciones incluyen Thomas Land, un área para niños o NarutoxBoruto Hidden Leaf Village, una zoma temática basada en Naruto.
Nosotros cogimos la entrada reducida, a partir de las 14.00, y acertamos de lleno. No hay mucha gente, podemos disfrutar de muchas atracciones y, sobre todo, con tranquilidad. Lo primero que hacemos al entrar es comer en una hamburguesería y de postre, sorpresa!

Parecerá una tontería, pero me hace gracia ver un producto tan español en la otra parte del mundo, así de sorpresa.
Nos acercamos a lo que hemos venido, a la zona de Naruto. Bien bien parece Konoha, con la mayoría de personajes presentes. Encontramos actividades y atracciones diferentes, como lanzamiento de shurikens, dioramas, atracciones 4D,... Es toda una experiencia y mi hijo, y yo






Una de las zonas tematizadas en Fuji-Q es Thomas Land. A mi hijo le coge un poco mayor, pero de pequeño estaba obsesionado con Thomas y sus amigos. En parte le hace ilusión visitar la zona, subirse a las atracciones, aunque la zona está orientada a niños y niñas más pequeños.


El Mt. Fuji está relativamente cerca y, pese a que está anocheciendo, mi hijo y yo decidimos subir a la noria del parque a ver si sacamos una buena foto. Pero como dije en la etapa anterior, el Fuji es escurridizo, así que cuando llegamos a la parte de arriba del todo lo encontramos bien tapadito.

Ya nos tiene acostumbrados, pero bueno, estaremos un par de días por aquí, así que seguro tendremos la oportunidad de verlo y fotografiarlo.
Bajamos de la noria y nos acercamos al 7eleven que hay dentro del parque.
En Kawaguchiko también cenamos en la habitación. No es que lo hagamos por gusto, pero la celiaquía de mi mujer nos obliga a ello, en parte. Llegamos al hotel, hacemos el checkin y subimos a la habitación.

Va a ser la primera experiencia de Kenzo, así se llama nuestro hijo, en un futón. Mi espalda me recordará que no es mi primera vez...
Lo mejor del hotel deberían ser las vistas pero, al haber anochecido, no será hoy cuando las disfrutemos.
Hoy, sin embargo, cambiaría un poco nuestro viaje. Recibo un mensaje de una amiga preguntando que como estamos, que si hemos notado el terremoto. Es la primera noticia que tengo sobre el terremoto ocurrido en el sur, en la isla de Kyushu. Pero no es el terremoto en sí lo que empieza a preocuparnos. Japón, prudentes donde no los haya, emite una alerta de megaterremoto. En 2011, en los días previos al terremoto de Fukushima, se produjo un terremoto de 7.2 al que parece ser no echaron muchas cuentas. 2 días más tarde se vino la tragedia. Así que la Agencia Meteorológica de Japón ha decidido emitir la alerta de megaterremoto el mismo día, debido a la inestabilidad en la fosa Nankai.

Y así, seguimos nuestro viaje con 2 alertas permanentes, alerta de calor y alerta de megaterremoto...