MIÉRCOLES 17 DE FEBRERO DE 2010
Otra vez suena el móvil de Asun. Otra vez a las 07:00. Otra vez alguien que quiere venderle la moto. Otra vez que cuelgan despavoridos al enterarse de que estamos en NY. Pero esta vez en lugar de una, el teléfono suena hasta en tres ocasiones más (aunque Asun no volvió a contestar).
No había nada que hacer. Si los elementos se conjuran para que madruguemos, eso sería lo correcto. Desayunamos y llamamos por teléfono al parking para avisar de que íbamos a recoger el coche (es de esos que ponen los vehículos uno encima del otro, y necesitan tiempo para sacarlos), y fuimos paseando hasta allí.
Primero visitamos la Catedral de Saint John The Divine, la Universidad de Columbia y el Memorial al General Grant.



Desde allí salimos en dirección a Trenton para ir a una especie de centro comercial, donde se encuentra una de nuestras tiendas favoritas en USA: Ross Dress for Less (somos unos enfermos, sí, pero no podemos hacer nada).
Esta vez yo no compré nada porque ya estaba bien servido, pero Asun sí que picó con unas cuantas cosas. Comimos en un sitio de comida rápida y regresamos de vuelta, pero esta vez con destino a Coney Island.




Vimos la feria que nos pareció que tenía su encanto, la playa cubierta de nieve y, aunque teníamos el coche alquilado hasta la mañana siguiente, decidimos devolverlo esa tarde para ahorrarnos así un día de parking.
Nos quedaba echar un vistazo a las compras, y empezar a organizar las maletas (todo esto nos llevó más tiempo de lo que pensamos en un principio).
Se acababan nuestras vacaciones, pero el sabor de boca era inmejorable