DIA 2 (15-Mar-08):
Nos levantamos, duchamos y bajamos a desayunar, el buffet del 'Domina Inn Fiesta' está muy bien, bastante variado y en un bonito sótano del hotel. Cuando terminamos salimos hacia el metro, fuimos hasta Kalvin ter, las calles estaban vacías era sábado y fiesta nacional. Pudimos ver la bonita fachada del Mercado Central pero estaba cerrado, otro día lo visitaríamos. Teníamos pensado coger el tranvía que te deja en la plaza Moricz Zsigmond y allí coger el autobús que sube al monte Gellert (nº 27) pero están haciendo obras para la nueva línea 4 de metro (va a dejar perfectamente provisto de metro todo el centro de Budapest) y el puente Szabadság estaba cortado. Así que atravesamos el puente esquivando andamios y llegamos hasta el Balneario Gellert
BALNEARIO GELLERT DESDE EL PUENTE DE LA LIBERTAD
Desde allí subimos a la Iglesia Rupestre, excavada en la roca donde comienza el monte. Una vez finalizada la visita volvimos a bajar cerca del puente y cogimos el primer autobús que pasó en dirección a la plaza Moricz Zsigmond con la fortuna de nuestro lado, el autobús paró en la plaza. Una vez allí seguimos lo planeado, coger el autobús, y tras unas cuantas cuestas y curvas cerradas estábamos a 10 minutos a pie de la Ciudadela del Monte Gellert. Según vas caminando comienzas a ver puestecitos hasta que uno llega a la entrada de la ciudadela.
ENTRADA A LA CIUDADELA DE MONTE GELLERT
Tras la puerta que se ve en la foto hay unas taquillas para pagar la entrada al bunker que hay dentro de la ciudadela, los alemanes lo construyeron tiempo atrás para aguantar las envestidas de los comunistas (menudos elementos han tenido que aguantar los pobres húngaros, primero a los austriacos, después los nazis y como guinda y durante más de 30 años a los comunistas rusos). En el interior del bunker se pueden ver documentos de la época, trajes y sobre todo fotografías bastante fuertes de la época en la que los nazis tomaron la ciudad. Con un nudo en la garganta salimos del bunker y nos sentamos en un muro de la ciudadela para contemplar las maravillosas vistas. Tras unos minutos respirando aire puro e intentando extraviar las terribles imágenes que habíamos visto salimos al exterior de la ciudadela. Unos cañones antiaéreos con los que está permitido juguetear quedan como recuerdo un poco antes de llegar al Monumento a la Liberación que corona la ciudad.

MONUMENTO A LA LIBERACIÓN NAZI
Desde allí hay unas escaleras que descienden hasta el balneario, como habíamos decidido ir a los baños Szechenyi solo pagamos la entrada de visitante y vimos el interior. Mi opinión es que no merece la pena, o se va uno a bañar o se ve por fuera.
Cuando salimos al exterior ya había mucho más movimiento de gente, caminamos un rato junto al Danubio hasta que conseguimos coger un autobús que nos acercó al centro, fuimos a comer, no podíamos retrasarnos mucho porque a las 15.00 queríamos hacer la visita guiada a la Ópera. Tras la comida nos acercamos con la intención de sacar las entradas, yo había escrito un mail para consultar si a pesar de ser fiesta habría visitas, me respondieron que no habría sesiones de ópera pero si visitas. En el tablón de información que hay en uno de los laterales del edificio junto a unos leones pude comprobar como, o habían cambiado de opinión y estaban chapoteando en el balneario o me engañaron de mala manera porque en un cartel bien grande decía 'Próximo día de visitas Domingo 16', como somos gente de recursos rápidamente cambiamos los planes y decidimos ir a ver las iglesias que hay al Norte del Castillo en la ribera del Danubio, era buena opción para un día de fiesta así que nos metimos al metro y nos presentamos en Batthyány ter a la altura de la iglesia de Santa Isabel para ir andando hacia el Puente de las Cadenas y poder ver a nuestro paso la iglesia de Santa Ana, la Calvinista y la de los Capuchinos a la par de unas preciosas vistas del Danubio y el Parlamento.
Finalmente llegamos al Puente de las Cadenas que estaba cortado al tráfico por celebrarse sobre él actos del día de la independencia, había gente vestida de época con artilugios antiguos, cantando y celebrando que por fin se habían librado de los austriacos para siempre. Así que nos unimos a la fiesta.
CELEBRACIONES EN EL PUENTE DE LAS CADENAS
Las piernas pesaban tras todo el día andando así que fuimos al hotel a descansar, eso si, pasando antes por el Spoon, un restaurante que hay cerca del puente, frente al hotel Intercontinental para hacer una reserva para el día siguiente.
Esa noche fuimos a cenar al 'Vista Café', un restaurante en Paulay utca que alguien había recomendado en el foro y con el que acertó de lleno. Calidad-precio está fenomenal.
También cerca del hotel en la misma Kiraly utca está el Queen, un bar de copas y cocktails donde no pude resistirme a tomar una copichuela antes de irnos al sobre.
Próximo día->ISLA MARGARITA.