Objetivo principal del día: Helihike en Franz Josef.
Esta actividad, muy cara y muy popular entre los turistas, consiste en subir en helicóptero al glaciar, y dar un paseo sobre el hielo de alrededor de 2 horas.
Como ya he comentado llueve mucho en la costa oeste de Nueva Zelanda por lo que en muchísimos casos la excursión se suspende, sin embargo siguiendo con nuestra racha de buen tiempo y buena suerte, amaneció totalmente despejado cuando llegó nuestro turno.
La excursión comienza en la base de THE HELICOPTER LINE, empresa que organiza numerosas excursiones y vuelos panorámicos en los alpes neozelandeses. Cuando llegamos a su local nos sorprendió la gran cantidad de gente que esperaba para realizar alguna de sus actividades. Lo tienen todo bastante organizado...demasiado, si lo que te gusta es un poco de aventura.
Primero te pesan, luego firmas varios consentimientos sobre tu seguridad, y posteriormente te llevan a la helisuperficie donde te equipan con botas, calcetines, chubasquero, crema solar, y una riñonera al más puro estilo Torrevieja, que contiene los crampones. Tras una charla de seguridad te asignan un grupo y un asiento en el helicóptero. Como yo soy bastante pequeña tanto en la subida como en la bajada del glaciar pude ir junto al piloto.
No era la primera vez que subía en helicóptero y sin embargo las vistas del glaciar desde el aire fueron mucho más espectaculares que las de las Tierras de Castilla. Además para dar algo de emoción al vuelo el piloto realizó varias cabriolas en el aire.
Desde el helicóptero.






Para evitar cualquier emoción, los guías van equipados con un pico, y allí donde ven una zona más complicada fabrican unos escalones rápidamente.


El glaciar es precioso, no es muy grande y no tiene comparación en cuanto a tamaño con algunos glaciares europeos o con el Perito Moreno. Pero tiene la particularidad de que desciende hasta prácticamente el nivel del mar, en una zona de bosque lluvioso.


Hokitika por otro lado no tiene el mayor interés, salvo una famosa fiesta que se celebra en marzo Wildfood Festival. Se trata de un festival de comida asquerosa donde lo más sencillito que puedes encontrar son gusanos a la plancha.
Llegamos pronto a THE BREAKERS, un maravilloso alojamiento enclavado en un acantilado al borde de la playa, escondido en el bosque. Desde luego ha sido el Bed&Breakfast que más me ha gustado, ya que nuestra habitación tenía una enorme puerta de cristal con las vistas más maravillosas del oceano. El lugar tenía algunas particularidades como que era preciso ir descalzo por todas las habitaciones y por el salón comedor.

Tras tantos días agotadores decidimos no movernos durante la tarde, dar un pequeño paseo en la playa y disfrutar de la belleza y la tranquilidad de la costa de Tasmania.




Ruta Franz Josef - Greymouth 172 km.
