Hoy hemos visitado antes de nada Sultanahmed. Era una de las primeras visitas pero no fue posible, así que decidimos no postergarla más por eso de que al final no habría tiempo.
La cola era impresionante, daba la vuelta al patio, pero iba rápida. Es impresionante tanto por fuera como por dentro.
Después de estar contemplándola un buen rato decidimos coger el ferry hasta Eyüp. El ferry más barato tiene la taquilla pasada la taquilla para hacer el crucero por el Bósforo. Hay que pasar el puente Gálata hasta llegar a unos aparcamientos a mano derecha. Caminando a través de él está el muelle.
Contemplar Eyüp desde el barco es impresionante: creo que no había visto un cementerio tan grande. El cementerio es un parque donde puedes comer, tomarte una shisha... Es impresionante. Estuvimos horas observando el paisaje. El restaurante en el que comimos fue el Ayazid. Pedimos dos platos de cordero buenísimos. Las vistas son preciosas y puedes contemplar todas las mezquitas.
Bajamos con el funicular hasta el pueblo. No fuimos a ver la mezquita porque ya era un poco tarde y y era cuestión de seguir la ruta marcada. Siguiente parada: Salvador en Chora.
Para ir a Salvador en Chora se puede hacer de varias formas. Aquí contaremos la que NO se debe hacer. Fuimos andando por la costa hasta llegar a la muralla bizantina. Pues bien, hay un jardín que da a una de las tumbas más importantes de Estambul. Si sigues caminando sales al otro lado de la muralla.
Iba buscando Salvador en Chora y mi pareja me decía que no debía ser el camino porque no estaba indicado... Pensé que no importaba el camino si uno llega a donde quiere llegar... Craso error. llegamos a Ivaz Camii y allí, al no encontrar nuestro objetivo, decidí preguntar. La chica que nos ayudó le preguntó a otra que no sabía nada de inglés y se ofreció a acompañarnos. A medida que íbamos adentrándonos por el barrio me iba dando cuenta que algo fallaba, no sólo por las casas pintadas y las chabolas ya que toda gran ciudad tiene barrios similares, si no por cómo nos miraban y nos hablaban. A mí particularmente me interesan estos barrios porque ves la otra cara de la moneda y puedes comparar entre lo bueno y lo no tan bueno, pero llegó un momento que ninguno de los dos estábamos convencidos de que aquella caminata mereciera la pena.

De todos modos seguimos la marcha. Cuando más nos adentrábamos más pensaba que la vuelta por esas calles a según qué hora no debía ser recomendable y tenía la esperanza de dar con la calle principal que después llevaba a Fatih. Pero aquello parecía interminable. Después de intentarme comunicar con la muchacha sin resultado decidimos que lo mejor era dar media vuelta e intentarlo por otro lado.
Salimos de aquel barrio conscientes de la diferencia que había a todos los niveles respecto a lo que habíamos visto en general. Habíamos visto algún barrio dejado y alguno similar pero sin llegar a esta situación en concreto. La verdad es que fue como despertar de un sueño y darse de bruces con una realidad existente e innegable. A pesar de que he buscado información sólo encontré un artículo de un portugués que indicaba que no era aconsejable caminar por la barriada pegada a la muralla bizanina.
Seguimos el camino del río y llegamos a Balat, con su iglesia de hierro (impresionante) y su iglesia ortodoxa. Llegó un punto en que no podíamos seguir el curso del río así que decidimos seguir por una carretera muy ancha que nos llevó hasta el acueducto de Valente. Ver pasar los coches entre el acueducto no tiene precio

Creo que ha sido uno de los días más interesantes y con más contraste que hemos tenido.
Mañana: compras, compras, más compras... y las mezquitas restantes que de tiempo a ver.


