Fez el Bali alberga la mayoría de monumentos y sitios de interés del vieja medina, que funciona desde hace 12 siglos, es un auténtico laberinto con cerca de 9.400 calles. Es difícil orientarse, pero está señalizada, siguiendo las dos calles principales, Talaa Kbira y Talaa Sghira y desviándote lo justo por las laterales, puedes recorrerla sin perderte, y eso te lo digo yo, que para perderme soy única.
Cada barrio tenía obligatoriamente cinco atributos, una mezquita, un horno de pan, un hammam, tiendas y una fuente.
Son las 7 de la mañana, arriba se están duchando pero a base de bien, eso anula nuestra idea de que no hay agua caliente, al mismo tiempo se nos deleita con un recital de ronquidos a todo volumen, en fin…
A las 7’30 o’clock está Mustafá en la puerta esperándonos para nuestro recorrido, dice que hoy montan mercado, más tarde estará todo a petar.
Miro el cielo y lo veo un poco nublado, ay Dios! Que se van a cumplir las predicciones el tiempo y mañana nos llueve.
Iniciamos el recorrido por la medina con nuestro guía, se nota que está acostumbrado, porque corre que no veas, vamos a rebufo detrás, la medina está desierta, salvo por algunos niños que van con sus bolsas y mochilas, el silencio… es un lujo, el transitar por esas limpias callejuelas empedradas desiertas te transporta a otro tiempo, la verdad ha valido la pena madrugar por respirar ese ambiente.
Vemos varias cosas en nuestro recorrido por Talaa Sghira, pero prácticamente no paramos más que unos pocos minutos, yo no entiendo muy bien esas prisas, pero más tarde lo entendería.
Plaza Neyarin, es muy bonita, tiene una fuente decorada con azulejos, como casi todo, con un tejadillo. Aquí está la puerta del Museo Neyarin, dedicado a la artesanía de madera, interesante.
Mausoleo de Moulay IdrissII, no podemos entrar, pero si asomarnos.
Mustafa dice que primero vamos a ver al barrio de los curtidores, es la curtiduría más grande e importante de Fez, nos avisa de que ya se aprecia el olor… unas callejuelas más adelante paramos, se acerca a una puerta, es la entrada de la curtiduría, habla con un hombre que va a ser nuestro guía allí dentro, él no entra porque dice que tiene alergia…JA!!! Lo que huele es a perro muerto que tira p’atrás.
Oler, oler huele, pero si eso, pues va oliendo y va no oliendo, vamos, que lo peor es la vista de las pieles por el suelo, unido al olor, porque a rosas no huele, pero que se puede soportar, es una visita exprés, tan apenas 15 minutos, pero vamos que no es como para disfrutar del ambiente.
Tal y como vamos subiendo por las estrechas y oscuras escaleras va haciendo menos olor, el espectáculo es impresionante, aunque supongo que la afluencia de turistas hace que sea un poco menos auténtico, los curtidores llevan pantalones cortos y se sumergen en las tinas,cuyos colores dejan sus piernas coloreadas. Ahora los tintes ya no son naturales como antiguamente.

Subimos a la última terraza, desde allí se aprecian todas las zonas de trabajo de la curtiduría, desde las cubetas de cal, las de agua, las de sal marina que le proporcionan elasticidad, y el curtido, evidentemente manual con movimientos rápidos y vigorosos, después se deposita en una mezcla de aceites para por fin teñirla de colores, es una pasada, parecen pequeños cráteres de colores, las azoteas llenas de pieles teñidas de amarillo tendidas para su secado.
Nuestro curtidor nos pide algo de España, así que como no llevamos nada, le damos medio paquete de Camel y el mechero. Nos acompaña a la salida donde nuestro guía le da unas monedas y seguimos el recorrido.
Vamos a un pequeño espacio donde hay ubicada una barra de metro y medio y un par de mesas con cuatro sillas, nos sentamos a tomar café, el café por cierto buenísimo, oscuro, denso, con su espumita, pero no amargo, es una delicia. Mustafá nos dice que es la mejor hora para ver la curtiduría, que más tarde es cuando llegan los turistas y ya pega el sol y el olor es insoportable, que mejor ir sin desayunar, y tiene toda la razón el jodio, así y todo solo nos entra un café, llevamos el olor impregnado.
Llegamos a la Mezquita -Mausoleo de Sidi Ahmed Tiyani, este santo creó una de las más importantes cofradías islámicas. No podemos entrar. Es un santo de color, hasta aquí peregrinan los fieles del África negra, visitarla equivale a peregrinar a la Meca
Enfrente una panadería, nos invitan amablemente a entrar para que veamos como trabajan, Angel no se hace de rogar, y cámara en ristre filma todos los detalles del cocido de pan del pequeño establecimiento.
Mientras caminamos nos pregunta que tipo de artesanía nos gusta, cerámica, metal, alfombras…total que acaba llevándonos a las alfombras, Angel dice que tiene alergia, que no podemos tener alfombras en casa, pero el hábil vendedor nos dice que no hay problema, que hacen alfombras de cactus, 100%vegetales, nos ha jodío mayo!!!
Total que se pone a enseñarnos alfombras, y nosotros que no y él, solo mirar… vamos lo habitual, para no alargar más el tema elegimos una, porque es el protocolo, mientras no lo hagamos no dejará de sacarnos una pieza detrás de otra y por lo menos abreviamos el tema, porque ya sabemos que la cosa deriva en que eliges una y regateas. Así que cumplimos el protocolo reglamentario, nos pide 100€ y mi marido, 20, el hombre se tira de los pelos, ja,ja,ja, y vuelta a empezar, y 20, total que después del tira y afloja subimos a 30, y que no, que la familia bereber tiene que comer, que necesita vender la alfombra…bla,bla,bla, total que le decimos que es el primer día y que no queremos gastar dinero por si nos hace falta, el tío que no problema, pago con tarjeta… que no, que no llevamos tarjetas, ya casi lo teníamos en un renuncio cuando sube nuestro guía, y dice que es la primera venta del día, y yo le acabo la frase, que es la de la buena suerte… suerte para él que vende, o no???
Ahí ya lo dejo descolocado, y mientras Angel acuerda 450DH por la alfombra. Al salir Mustafá quiere enseñarnos más cosas, pero le decimos que no, que ya esta bien, le pagamos y nos vamos.
Son la leche, por mas que vayas entrenado siempre te la pegan, pero bueno, nosotros queríamos una pequeña alfombra para el comedor, así que ya tenemos una, y encima no es de lana, por lo que los pelos de Poker no se pegaran demasiado, pero eso de que es de cactus… nosotros pensamos que es de pita, de lo que antiguamente se hacían los cordeles, pero igual es de fibra o algo así… en fin, ya tenemos alfombra para el comedor nuevo.
De camino al Dar, vemos los taxis de la medina, y también al butanero…compramos unos bollitos en una paraeta, están acabados de hacer y huelen de bien, ummm….seguimos por Talaa Sghira, en esta zona están empezando a abrir las tiendecitas, ropa, productos de limpieza, perfumerías, zapatos…en fin, la parte mas comercial, y, al final, ahora si, ahora si que encontramos la puerta, allí está Bab Boujloud, la puerta verde, la entrada principal a la medina, estamos en la bulliciosa plaza Serrajine, tras ella en la parte de fuera, la mezquita Boujloud, y la otra parte de la puerta, decorada en azul, allí nos abordan los petittaxi, claro, la puerta estaba a la derecha del pequeño callejón que une las dos Talaas, pero… no hay manera, o vamos muy para abajo o tenemos que pasar necesariamente por la zona de la carnicería, así que nos hacemos el ánimo y vamos hacia allí. Ahora por la mañana es menos tétrico que ayer, pero no deja de impresionar, es como si nos estuviéramos metiendo en sus propias casas, lo veo algo tan íntimo y cotidiano para ellos que noto como si no tuviéramos derecho a pasar por allí. Hoy el olor no es el mismo, llevamos impregnado el olor de la curtiduría y después de eso cualquier cosa huele a rosas.
Llegamos a la puerta del Dar, Angel no encuentra las llaves, busca y rebusca por todos los bolsillos, por la funda de la cámara… ay Dios ¿Dónde están las llaves??. Llamamos al timbre y allí no viene nadie, yo creo que ni va, porque no lo hemos oído sonar, mira que ya me veo en la calle!! Al final nos tranquilizamos y hacemos una reconstrucción de los hechos, y buscamos con paciencia, las tenia en el bolsillo, debajo de la cartera…bufff, menos mal, y mira que le dije que las pusiera en el bolsillo de la funda de la cámara… si es que no me hace caso!!
Son las 9’30 y estamos dando buena cuenta de nuestros bollos, todavía nos quedan muchas horas por delante, estar aquí es como si no corriera el tiempo.
Como espero que mañana no vendrá Mustafá, para ir a Meknés y Volúbilis… porque aunque no quedamos en nada, es muy espabilao, pero creo que después de lo de la alfombra no aparecerá, y aunque lo hiciera, cogemos un petit taxi hasta la estación de tren para confirmar los horarios que vi en Internet, y aprovechamos para dar una vuelta por la Fez moderna.
Paseamos a lo largo del a Vda. Hassan II, flanqueada por cafeterías, bancos y edificios oficiales.
A lo tonto a lo tonto, se hace la hora de comer, en una la esquina vemos el puente bajo el que pasamos para venir a la parte nueva y las murallas, y como somos bastante caminadores, pensamos que la vieja medina está cerca, que dando un paseo llegamos.
Como no, en cuanto vemos un Mac Donals allá vamos, aquí tienen una especie de croquetas de queso con pimiento verde picante…ummmmm buenísimas. Esta en un edificio, que no tiene nada que ver con los prefabricados que tenemos aquí, y con unas vistas espectaculares a los jardines, y a lo que creo que es la Kasbah Cherarda. Pensamos pasear hasta allí después de comer, pero mi marido prefiere hacer una siesta, por lo que damos media vuelta y nos dirigimos hacia el puente, y hacia las murallas…. Seguimos por las murallas, giramos y más murallas y garitas con militares y después de 20 minutos aceptamos que nos hemos perdido, y nos dirigimos hacia las imponentes puertas del Palacio Real, por lo menos no perdemos el tiempo y ya que teníamos que ir más tarde o más temprano, siguiendo la acera nos metemos en una calle llena de comercios, estamos en el mellah, el barrio judío, lo recorremos por su calle principal hasta llegar a la plaza de la estación de autobuses… ahí si que nos damos cuenta de que estamos perdidos… paramos un petit taxi y nos lleva hasta la vieja medina, ahora, después de una hora de pateo ya me apetece hacer la siesta, cosa que aquí no conocen ni los nativos ni los extranjeros, porque vaya griterío por la calle.
Una vez descansados, nos damos un agüilla (interprétese como duchita rápida y ligera, porque el agua sale tan apenas tibia) y nos vamos a seguir nuestras aventuras por la vieja medina plano en mano, para no perdernos, descendemos por Talaa Kbira, vamos buscando los lugares señalados con total tranquilidad, cosa fácil aquí, puesto que los vendedores no te agobian para nada, debe de ser porque hay pocos puestos dedicados a souvenirs para los turistas, y además, con decir no y obsequiarles con una sonrisa te dejan en paz. Que diferencia con esta mañana, las calles están con todas sus tiendas abiertas y llenas de gente y de bullicio.
Llegamos a la Mezquita Cherabliyin, la de los babucheros, construida en eL siglo XIV por los mariníes.
Más adelante, entramos en el Zoco Attarin, (todos los lugares están señalizados, solo has de buscar el cartel, que contiene un poco de información del lugar y un plano de situación,) techado con cañas, es el más famoso de la ciudad, antiguamente vendían esclavos, ahora un poco de todo, más adelante está el Souk Potterie, una peculiar placita dos dos grandes árboles, y todo tipo de cacharros
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De vuelta nos asomamos el Fondouk Kaat Smen, donde venden mantequilla, miel, aceite y aceitunas.
Entramos a visitar la Madrassa Attarin, que está restaurada, dicen que es la más bonita de las madrazas de Fez,, la construyeron los mariníes en el siglo XIV, su patio tiene una fuente central y esta bordeado por arcos simétricos, está decorada con el típico estuco, con unos artesonados de madera muy trabajados y como no, por azulejos, es un trabajo excelente. El interior está bordeado en su parte superior por vidrieras.
La entrada nos cuesta 10DH.
Siguiendo nuestro recorrido nos encontramos con el típico vendedor del “después” esa especie existente en todos los zocos del mundo mundial, ya ni nos acordábamos de él, pero el si que se acordaba de nosotros…
Comienza el ritual, amigos, entrar, solo mirar… y le pregunta a Angel de que parte de Marruecos es…,ja,ja,ja en el aeropuerto también lo confundieron con un paisano!!,ja,ja,ja, le dice que no es moro, pero si cordobés, y en ese punto ya la liamos, que si sangre cordobesa en Fez, que si hermanos, que si tenemos el mismo padre y la misma madre…. Y mientras se hermanaban los dos, yo intentaba encontrar algo que me hiciera gozo, peor es que no me apetecía nada, así que le pregunto por una babuchita de cerámica, que yo ha había visto que valía 120DH, Dios!!! Ni que fuera cerámica de Alcora!! Total que no llegamos a un acuerdo, así que nos despedimos pero eso si eh?, sin perder la amistad. Aquí no son tan porculeros como en Túnez, no sé porque, igual es porque las tiendas de cacharrillos para los turistas están mezcladas con las suyas propias.
Bajamos hasta la Pza. Serrajine para tomar algo, y por fín!! Allí vemos el Rte. La Kasbbah, no será porque no es grande, subimos a una de las terracitas y decidimos quedarnos a cenar, acompañados por los gatos marroquies, que se unen a nuestra mesa.
Hay mucho ambiente en la plaza, desde aquí se ve la terraza del otro restaurante, el Panorama Bouanania, y el resto están abajo en la calle, están llamando a la oración en la mezquita Boujloud, pero buff, nada que ver con lo que estamos acostumbrados, esos cantos que te ponen la piel de gallina, hay que ver que mal lo hace el jodío, es un suplicio oírlo berrear.
Cenamos espléndidamente un tajin de verduras y una tortilla de queso, después un té y a las 9 y poco ya estamos en el dar, tenemos curiosidad por ver como discurre el culebron chino, pero como se va poniendo violento cambiamos a la 2 y vemos una peli de la Julia Roberts.