Para hoy tuvimos que dedicar el día entero a Auscwhitz. Contratamos la excursión con la empresa See Krakow, y es que es la única que ofrecía las visitas en español, y preferíamos pagar un poco más pero entenderlo todo bien y sin esfuerzo. Os dejo el link: www.seekrakow.com/es/
Si tenéis intención de visitar el campo de concentración por vuestra cuenta esta etapa no os será de mucha utilidad, unicamente las explicaciones que doy sacadas de nuestro guía. Vuestra etapa de referencia debería ser esta, de todo un viajero por libre como es Kotis: www.losviajeros.com/ ...hp?e=25518
Nos recogían a las 10.55 en el Polonia Hotel, justo frente a nuestro hostel, y ahí estaba ya el bus. Tras varias paradas por la ciudad el bus salió lleno hacia Oświęcim, el desconocido nombre polaco de un pueblo que se conoce por su nombre en alemán: Auschwitz. Nuestro guía en español era muy bueno, nos explicó a lo largo de toda la visita además de lo que veíamos en Auschwitz-Birkenau aspectos varios del nazismo, el Holocausto e incluso ciertas explicaciones que contravienen toda la Historia estudiada en los libros de texto pero que le doy la razón por tener una lógica aplastante. En vez de estructurar esta etapa como otras de la historia al principio y luego la visita, al estar tan entrelazado todo iré intercalando todo a la vez. Unicamente resaltar que el Campo de concentración de Auschwitz-Birkenau es Patrimonio de la Humanidad desde 1979 en virtud del criterio VI (Estar directa o tangiblemente asociado con eventos o tradiciones vivas, con ideas o con creencias, con trabajos artísticos y literarios de destacada significación universal)
NOTA: He decidido incluir algunas afirmaciones históricas, aún a riesgo de poder ser polémicas, ya que son meros resúmenes de lo que nos contó el guía y están documentadas, no son simples opiniones personales. La historia es la que es, y simplemente me apoyo sobre ella para explicar lo ocurrido aquí.
La entrada al campo es dura, ya desde el principio está todo tan visto en películas, documentales, artículos... que sin falta de que nadie abra la boca para contarte lo que pasó aquí ni lo que estamos viendo se nos hace un nudo en la garganta.
Este primer campo es Auschwitz, es el primero que se construyó (en 1940) y es cien veces más pequeño que el segundo campo (Birkenau, al que iríamos por la tarde) En la foto se ve el mapa donde aparecen ambos campos y el tranquilo pueblo de Oswiecim
En principio no estaba pensado para acoger a judíos, y aquí había presos políticos y prisioneros de guerra que estaban más bien en un campo de trabajo, como se recoge en la archiconocida inscripción de la puerta: "Arbeit macht frei"; que significa "El trabajo hace libre"
Los barracones están vallados, y en principio como ya dije esto era un campo de trabajo, no había apenas condenas a muerte, aunque muchos prisioneros fallecían por la dureza de las condiciones de vida: jornadas de trabajo duras y de hasta 16 horas, frío, mala alimentación, epidemias...
Muchos de los barracones funcionan como museos, y en ellos encontramos de todo. Entramos en unos pocos y algunos tienen meramente datos históricos, pero otros son totalmente escalofriantes. Aunque no quiero adelantar acontecimientos, ya iréis viendo.
Entramos al 15, que acoge un museo histórico. Aquí nos da el guía las explicaciones históricas que me sorprendieron, y mucho. Os cuento. Para empezar el porqué de la subida de Hitler al poder (aparte de por la crisis económica y de la hiperinflación): Tras la Primera Guerra Mundial, como todos sabréis, Francia impuso unas enormes y exageradas sanciones de todo tipo a Alemania y Austria; ambos países de cultura germánica. Así favoreció en Europa del Este la formación de una muralla de países eslavos, arrebatando grandes territorios a Alemania y 9/10 de Austria; creando nuevos estados eslavos (Polonia, Checoslovaquia, Yugoslavia) y dando grandes tierras a otros como Ucrania, Lituania o Rumanía. Esto generó que millones de personas de origen germánico se vieron de golpe en un país extranjero donde se quedaron en una posición marginal. Hitler aprovechó esto para crear un sentimiento nacional germánico, pidiendo un Espacio Vital, una ampliación de Alemania hacia el Este, y produciendo un intercambio de población (los eslavos de ese territorio podrían ocupar los lugares de los alemanes que vivían fuera y que se fueran a vivir a ese espacio vital) Así, recibió el apoyo tanto de los alemanes de Alemania como de los de fuera; y se convirtió en el líder de la cultura germánica, y no solo de Alemania); con el gran riesgo que eso conlleva, y que acabaría explotando cuando las victorias militares se tornaron en derrotas.
¿Por qué Hitler mantuvo el apoyo popular? Pese a las cosas malas del Nazismo (previas al Holocausto, que empezó a finales de 1942) como el racismo, el antisemitismo (luego hablaremos de porqué el odio hacia los judíos) los moderados (como siempre, la amplia mayoría de la población) no retiraron su apoyo a Hitler, y es que reconocían que había cosas mal, pero veían que por fin alguien se preocupaba por las aberraciones de Versalles (las exageradísimas sanciones francesas fueron, aunque les duela, la principal razón de la Segunda Guerra Mundial), por los alemanes marginados por toda Europa, por la crisis económica... Y claro, con tanto odio acumulado, cualquier tarado radical parece un salvador.
(En la foto tenemos las ciudades de las que salieron los judíos que llegaron a este campo de concentración)
¿Por qué los judíos? Nada mejor que el miedo y el odio para unir a un pueblo. Y así Hitler pensó en los judíos como enemigos de su pueblo. En Alemania y Austria no había apenas (un 0.2% de la población era judía), pero en las regiones ahora en países eslavos con una gran población germana (Transilvania, Polonia...) había un importante sector judío de la población (entre el 15 y el 25%) Hitler en realidad odiaba sobre todas las cosas a los franceses, pero es más fácil inculcar el odio a tu vecino de puerta que alguien que vive a 3.000 kilómetros de distancia, por ello le fue sencillo que los alemanes de fuera de Alemania temieran y odiaran sus vecinos; fue pura estrategia política. El principal problema fue el de la gestión de este odio, mientras que las cosas iban bien para la Alemania nazi (victorias militares, conquistas de territorios, prosperidad económica...) los alemanes se veían superiores y marginaban a los judíos de los puestos de poder. Cuando la situación empezó a cambiar el odio se transformó en pánico y empezaron las locuras. Guetos, campos de concentración, exterminio... Cuando se inculca el odio y el miedo las consecuencias son imprevisibles, y aquí vemos como es algo que jamás se debe hacer, pero que no sirvió como lección puesto que a lo largo del siglo XX y el XXI se siguieron inculcando con resultados igual de desastrosos (Guerra de Yugoslavia, todos los problemas de Oriente Medio...)
(En la foto una familia judía llega a Auschwitz)
Aquí, entre ambos campos de concentración, está documentado que perdieron la vida un millón cien mil personas, si bien se cree que la cifra puede ser del doble. Cuando los generales y soldados vieron que la liberación del campo por el Ejército Rojo era inminente destruyeron todo lo que pudieron. Los soldados soviéticos entraron en enero de 1945 a Auscwhitz, y se impresionaron al ver kilos de cenizas, los últimos seres humanos que fueron quemados en los hornos de este campo de la muerte.
De todos modos, y como bien nos recordó el guía, aquí no acontecieron las mayores barbaridades de la historia mundial. Hace un par de décadas en Ruanda y Burundi murieron tres millones de personas (el triple que en Auschwitz) de machetazos en la cabeza en menos de 6 meses (10 veces menos tiempo que la existencia de los campos de concentración); pero sí la muestra de la mayor matanza cometida a sangre fría, con fines políticos, buscando el sufrimiento y de forma totalmente orquestada y metódica.
En esta sala hay una maqueta de como era Auschwitz cuando los prisioneros vivían allí. Era un sitio estremecedor. En el viaje en bus fui leyendo un artículo que descargué de testimonios. Me llamó mucho la atención que todos hablan de un tema en común: Ninguno puede olvidar el olor, un penetrante olor a muerte...
Y llegamos a la parte que más me impactó de todo el día (y seguramente de mi vida). La de los objetos que encontraron los rusos al liberar el campo. Primero vemos botes de gas.
Luego 2 toneladas de pelo humano rapado a los muertos, no me impactó tanto como pensaba. Pero ver las maletas con nombres y direcciones hizo que se me cayera el alma a los pies y que una cortina de lágrimas me impidiera ver con claridad.
Los zapatos de niños tampoco son agradables la verdad, se me hizo durísimo este breve rato viendo los objetos personales.
Pero había muchas más cosas, los nazis se la quitaban a sus dueños para repartirlas entre los ciudadanos alemanes y los colonos germanos que se habían instalado en los territorios conquistados provenientes de toda Europa, había de todo: Gafas, piernas ortopédicas, vajillas...
Un inciso, sé que os lo estáis preguntando: ¿Cómo podían aceptar los campesinos alemanes gafas de un judío muerto en Auschwitz? Es sencillo de entender, simplemente pensad de dónde salió la batería del móvil que tenéis ahora mismo en el bolsillo o las Nike que tenéis en la entrada de casa. (Suena cruel, es la respuesta que dio el guía a un chico que le hizo esa misma pregunta. Nos quedamos todos mudos)
Salimos al gélido exterior con un mal cuerpo tremendo y viéndolo todo de otra manera. Ahora somos conscientes de estar en un campo de muerte y sufrimiento. En uno de los mayores cementerios del mundo. Creo que todo el mundo debería ir a un sitio así al menos una vez en la vida.
Entramos a la antigua prisión militar, restaurada para ver como era en su momento. Aquí tuvieron lugar los primeros experimentos con gas en Centroeuropa (había 5 campos en territorio de la URSS que eran mucho mayores que este y donde se introdujo el gas para exterminar a prisioneros de guerra).
Lo primero que vemos es la sala de juicios militares.
También vemos una celda.
E incluso la lavandería.
Pero lo más brutal está en el sótano (donde no se pueden hacer fotos) Hay celdas de 1x1 (1 metro cuadrado) donde pasaban la noche 5 presos tras todo un día de trabajo. Pero no era una noche aislada, eran todas y cada una de las noches de lo que les quedaba de vida. Hicimos la prueba con otros 2 chicos del grupo y aún teniendo huecos en los lados (no llegan las paredes hasta el techo en la actualidad) tras 30 segundos empezamos a sentirnos ahogados y claustrofóbicos. No me quiero imaginar lo que pudieron sufrir esos pobres prisioneros... También está la celda donde falleció de inanición uno de los presos más conocidos del campo, San Maximiliano María Kolbe, un párroco polaco que era preso político en Auschwitz en 1941; a la vuelta de una jornada de trabajo los nazis se percataron de que un preso se había fugado; el castigo era matar de hambre a 10 presos por cada uno que huyera. Uno de los 10 elegidos empezó a llorar suplicando clemencia al ser buen preso y tener una familia, por lo que Maximiliano pidió a los nazis que lo cambiaran por él y así fue condenado a muerte. El Papa Juan Pablo II visitó su celda y le dejó una vela, que sigue ahí aún hoy.
Salimos al patio de esta pequeña cárcel, donde fusilaban a los prisioneros de guerra condenados a muerte.
Nos vamos a la otra punta de Auscwhitz para visitar la única cámara de gas que queda en pie de todo el complejo. Se me hace cada vez más duro pasear por aquí, pero repito, es una experiencia totalmente recomendable.
La valla estaba fuertemente vigilada, y los guardias abrían fuego a cualquier prisionero que se acercara
Al fondo está el poste donde murió Rudolf Hess, el cerebro de las mayores locuras ocurridas en Auschwitz. Fue reconocido casualmente por un soldado británico en un tranquilo pueblo de Alemania Occidental haciéndose pasar por un campesino más. Tras ser juzgado fue condenado a morir ahorcado mirando a su campo de concentración.
Y junto al poste está la única cámara de gas que queda en pie de Auschwitz-Birkenau. Fue la primera y es un almacén convertido a cámara de gas; cuando construyeron las 4 en Birkenau volvió a su función inicial y por eso no fue destruida por los nazis.
Por dentro me dejó algo frío, está reconstruida y no me hizo sentir nada. Es simplemente una habitación grande con 4 agujeros en el techo; para los miedosos una vez aquí ya habéis superado lo peor, es el barracón con objetos personales. Lo demás es pura historia pero no te deja ni de lejos tan mal cuerpo (al menos a nosotros dos es el efecto que nos dejó el campo)
Tras cruzar una puerta llegamos a una sala un poco más descorazonadora, nos encontramos dos grandes hornos donde introducían a los muertos tras quitarles toda su ropa, pelo e incluso dientes de oro.
Y aquí se acaba la visita a Auschwitz, nos volvemos al bus tras pasar por la tienda de libros a llevarnos uno de recuerdo (son baratos y para financiar la conservación del campo) y nos dejan tiempo para comer. Hay hambre pero no nos entra mucho la comida, así que comemos un par de chocolatinas cada uno para aguantar y nos llevan en bus al segundo campo, a Birkenau, el famoso con la vía de tren a la entrada, otro escenario archiconocido por aparecer en muchas películas.
Este campo se construyó una vez planeada la Solución Final (exterminio de la máxima población judía posible) al quedarse pequeño Auschwitz para los planes nazis. En 1944 y ante lo lleno que estaba prolongaron las vías del tren hasta dentro del campo, y es que el campo no podía soportar todos los judíos que llegaban al campo. Al bajarse del tren en numerosas ocasiones un médico separaba los válidos para trabajara de los que no lo eran, siendo conducidos estos segundos directamente a las cámaras de gas (al fondo de la foto), siendo su estancia en Auschwitz muy breve, por debajo de la hora. Los demás eran conducidos a los inhumanos barracones (a izquierda y derecha) y trabajaban hasta morir de agotamiento, hambre o enfermedad.
El lugar es terrible por su historia, si bien es solo eso, aquí no hay nada (solo un barracón reconstruido por dentro). Se me hizo muchísimo más duro Auschwitz siendo sincero.
A ambos lados de la entrada se extiende una enorme llanura llena de barracones (la mayoría solo indicados, ya no se mantienen en pie) Da mucho que pensar como a alguien se le pudo ocurrir esto...
Al fondo de las vías hay un monumento conmemoratorio para todos los muertos en Auschwitz. Ningún español murió aquí (sí en otros campos), pero sí lo hicieron muchos sefardíes (judíos expulsados de la Península en 1492 y que mantuvieron un idioma similar al español durante siglos) por lo que una de las inscripciones es totalmente legible.
Y una escultura en recuerdo de las víctimas. Aquí al lado había un grupo de chavales israelíes cantando para conmemorar a sus muertos; en todo el campo vimos a muchos judíos. Tengo que meter mi opinión, que si no reviento, me dio mucho coraje verlos enarbolar su bandera nacional (la de Israel), y es que si bien fueron las grandes víctimas y los eternos perdedores de todas las etapas históricas (les echaron de todos lados hasta llegar a esta gran salvajada) no fueron capaces de aprender nada y en cuanto pueden hacen cosas bien parecidas (Gaza). Lo siento por opinar (al principio dije que no lo haría), pero creo que TODOS debemos aprender, y que por lo visto NADIE lo hizo en realidad.
Al lado de este homenaje nos encontramos las 4 grandes cámaras de gas de Birkenau, donde murieron cientos de miles de seres humanos (no solo judíos, también gitanos, homosexuales, polacos y disidentes)
Los nazis las volaron unos días antes de la liberación soviética para eliminar pruebas intentándose salvar de los inminentes juicios.
Vamos caminando por entre los barracones y el frío es muy intenso, el viento helador del norte cala en los huesos, no me quiero imaginar un invierno entero aquí con apenas una manta raída...
Hay uno restaurado según los relatos de los supervivientes e impresiona. Aquí vivían. Sobran todos los comentarios. Solo un dato: En cada hueco dormían entre 6 y 8 personas. Tremendo...
Y aquí se acaba la visita, nos vamos al bus y de vuelta a Cracovia. La sensación es rara, salimos realmente impresionados del campo de concentración la verdad.
Nada que no pudiera arreglar una buena ducha caliente en el hostel y una cena muy agradable de nuevo con Gadiemp en el Coco, un tranquilo restaurante a dos pasos del Rynek en el que cenamos un buen menú regado con cerveza por menos de 5 euros. Muy recomendable (Gadiemp ya había ido y repitió con nosotros)
Se nos acababa el tiempo en esta increíble ciudad (la noche siguiente nos íbamos a Budapest) y nos dimos un tranquilo paseo de vuelta al hostel.
Si tenéis intención de visitar el campo de concentración por vuestra cuenta esta etapa no os será de mucha utilidad, unicamente las explicaciones que doy sacadas de nuestro guía. Vuestra etapa de referencia debería ser esta, de todo un viajero por libre como es Kotis: www.losviajeros.com/ ...hp?e=25518
Nos recogían a las 10.55 en el Polonia Hotel, justo frente a nuestro hostel, y ahí estaba ya el bus. Tras varias paradas por la ciudad el bus salió lleno hacia Oświęcim, el desconocido nombre polaco de un pueblo que se conoce por su nombre en alemán: Auschwitz. Nuestro guía en español era muy bueno, nos explicó a lo largo de toda la visita además de lo que veíamos en Auschwitz-Birkenau aspectos varios del nazismo, el Holocausto e incluso ciertas explicaciones que contravienen toda la Historia estudiada en los libros de texto pero que le doy la razón por tener una lógica aplastante. En vez de estructurar esta etapa como otras de la historia al principio y luego la visita, al estar tan entrelazado todo iré intercalando todo a la vez. Unicamente resaltar que el Campo de concentración de Auschwitz-Birkenau es Patrimonio de la Humanidad desde 1979 en virtud del criterio VI (Estar directa o tangiblemente asociado con eventos o tradiciones vivas, con ideas o con creencias, con trabajos artísticos y literarios de destacada significación universal)
NOTA: He decidido incluir algunas afirmaciones históricas, aún a riesgo de poder ser polémicas, ya que son meros resúmenes de lo que nos contó el guía y están documentadas, no son simples opiniones personales. La historia es la que es, y simplemente me apoyo sobre ella para explicar lo ocurrido aquí.
La entrada al campo es dura, ya desde el principio está todo tan visto en películas, documentales, artículos... que sin falta de que nadie abra la boca para contarte lo que pasó aquí ni lo que estamos viendo se nos hace un nudo en la garganta.
Este primer campo es Auschwitz, es el primero que se construyó (en 1940) y es cien veces más pequeño que el segundo campo (Birkenau, al que iríamos por la tarde) En la foto se ve el mapa donde aparecen ambos campos y el tranquilo pueblo de Oswiecim
En principio no estaba pensado para acoger a judíos, y aquí había presos políticos y prisioneros de guerra que estaban más bien en un campo de trabajo, como se recoge en la archiconocida inscripción de la puerta: "Arbeit macht frei"; que significa "El trabajo hace libre"
Los barracones están vallados, y en principio como ya dije esto era un campo de trabajo, no había apenas condenas a muerte, aunque muchos prisioneros fallecían por la dureza de las condiciones de vida: jornadas de trabajo duras y de hasta 16 horas, frío, mala alimentación, epidemias...
Muchos de los barracones funcionan como museos, y en ellos encontramos de todo. Entramos en unos pocos y algunos tienen meramente datos históricos, pero otros son totalmente escalofriantes. Aunque no quiero adelantar acontecimientos, ya iréis viendo.
Entramos al 15, que acoge un museo histórico. Aquí nos da el guía las explicaciones históricas que me sorprendieron, y mucho. Os cuento. Para empezar el porqué de la subida de Hitler al poder (aparte de por la crisis económica y de la hiperinflación): Tras la Primera Guerra Mundial, como todos sabréis, Francia impuso unas enormes y exageradas sanciones de todo tipo a Alemania y Austria; ambos países de cultura germánica. Así favoreció en Europa del Este la formación de una muralla de países eslavos, arrebatando grandes territorios a Alemania y 9/10 de Austria; creando nuevos estados eslavos (Polonia, Checoslovaquia, Yugoslavia) y dando grandes tierras a otros como Ucrania, Lituania o Rumanía. Esto generó que millones de personas de origen germánico se vieron de golpe en un país extranjero donde se quedaron en una posición marginal. Hitler aprovechó esto para crear un sentimiento nacional germánico, pidiendo un Espacio Vital, una ampliación de Alemania hacia el Este, y produciendo un intercambio de población (los eslavos de ese territorio podrían ocupar los lugares de los alemanes que vivían fuera y que se fueran a vivir a ese espacio vital) Así, recibió el apoyo tanto de los alemanes de Alemania como de los de fuera; y se convirtió en el líder de la cultura germánica, y no solo de Alemania); con el gran riesgo que eso conlleva, y que acabaría explotando cuando las victorias militares se tornaron en derrotas.
¿Por qué Hitler mantuvo el apoyo popular? Pese a las cosas malas del Nazismo (previas al Holocausto, que empezó a finales de 1942) como el racismo, el antisemitismo (luego hablaremos de porqué el odio hacia los judíos) los moderados (como siempre, la amplia mayoría de la población) no retiraron su apoyo a Hitler, y es que reconocían que había cosas mal, pero veían que por fin alguien se preocupaba por las aberraciones de Versalles (las exageradísimas sanciones francesas fueron, aunque les duela, la principal razón de la Segunda Guerra Mundial), por los alemanes marginados por toda Europa, por la crisis económica... Y claro, con tanto odio acumulado, cualquier tarado radical parece un salvador.
(En la foto tenemos las ciudades de las que salieron los judíos que llegaron a este campo de concentración)
¿Por qué los judíos? Nada mejor que el miedo y el odio para unir a un pueblo. Y así Hitler pensó en los judíos como enemigos de su pueblo. En Alemania y Austria no había apenas (un 0.2% de la población era judía), pero en las regiones ahora en países eslavos con una gran población germana (Transilvania, Polonia...) había un importante sector judío de la población (entre el 15 y el 25%) Hitler en realidad odiaba sobre todas las cosas a los franceses, pero es más fácil inculcar el odio a tu vecino de puerta que alguien que vive a 3.000 kilómetros de distancia, por ello le fue sencillo que los alemanes de fuera de Alemania temieran y odiaran sus vecinos; fue pura estrategia política. El principal problema fue el de la gestión de este odio, mientras que las cosas iban bien para la Alemania nazi (victorias militares, conquistas de territorios, prosperidad económica...) los alemanes se veían superiores y marginaban a los judíos de los puestos de poder. Cuando la situación empezó a cambiar el odio se transformó en pánico y empezaron las locuras. Guetos, campos de concentración, exterminio... Cuando se inculca el odio y el miedo las consecuencias son imprevisibles, y aquí vemos como es algo que jamás se debe hacer, pero que no sirvió como lección puesto que a lo largo del siglo XX y el XXI se siguieron inculcando con resultados igual de desastrosos (Guerra de Yugoslavia, todos los problemas de Oriente Medio...)
(En la foto una familia judía llega a Auschwitz)
Aquí, entre ambos campos de concentración, está documentado que perdieron la vida un millón cien mil personas, si bien se cree que la cifra puede ser del doble. Cuando los generales y soldados vieron que la liberación del campo por el Ejército Rojo era inminente destruyeron todo lo que pudieron. Los soldados soviéticos entraron en enero de 1945 a Auscwhitz, y se impresionaron al ver kilos de cenizas, los últimos seres humanos que fueron quemados en los hornos de este campo de la muerte.
De todos modos, y como bien nos recordó el guía, aquí no acontecieron las mayores barbaridades de la historia mundial. Hace un par de décadas en Ruanda y Burundi murieron tres millones de personas (el triple que en Auschwitz) de machetazos en la cabeza en menos de 6 meses (10 veces menos tiempo que la existencia de los campos de concentración); pero sí la muestra de la mayor matanza cometida a sangre fría, con fines políticos, buscando el sufrimiento y de forma totalmente orquestada y metódica.
En esta sala hay una maqueta de como era Auschwitz cuando los prisioneros vivían allí. Era un sitio estremecedor. En el viaje en bus fui leyendo un artículo que descargué de testimonios. Me llamó mucho la atención que todos hablan de un tema en común: Ninguno puede olvidar el olor, un penetrante olor a muerte...
Y llegamos a la parte que más me impactó de todo el día (y seguramente de mi vida). La de los objetos que encontraron los rusos al liberar el campo. Primero vemos botes de gas.
Luego 2 toneladas de pelo humano rapado a los muertos, no me impactó tanto como pensaba. Pero ver las maletas con nombres y direcciones hizo que se me cayera el alma a los pies y que una cortina de lágrimas me impidiera ver con claridad.
Los zapatos de niños tampoco son agradables la verdad, se me hizo durísimo este breve rato viendo los objetos personales.
Pero había muchas más cosas, los nazis se la quitaban a sus dueños para repartirlas entre los ciudadanos alemanes y los colonos germanos que se habían instalado en los territorios conquistados provenientes de toda Europa, había de todo: Gafas, piernas ortopédicas, vajillas...
Un inciso, sé que os lo estáis preguntando: ¿Cómo podían aceptar los campesinos alemanes gafas de un judío muerto en Auschwitz? Es sencillo de entender, simplemente pensad de dónde salió la batería del móvil que tenéis ahora mismo en el bolsillo o las Nike que tenéis en la entrada de casa. (Suena cruel, es la respuesta que dio el guía a un chico que le hizo esa misma pregunta. Nos quedamos todos mudos)
Salimos al gélido exterior con un mal cuerpo tremendo y viéndolo todo de otra manera. Ahora somos conscientes de estar en un campo de muerte y sufrimiento. En uno de los mayores cementerios del mundo. Creo que todo el mundo debería ir a un sitio así al menos una vez en la vida.
Entramos a la antigua prisión militar, restaurada para ver como era en su momento. Aquí tuvieron lugar los primeros experimentos con gas en Centroeuropa (había 5 campos en territorio de la URSS que eran mucho mayores que este y donde se introdujo el gas para exterminar a prisioneros de guerra).
Lo primero que vemos es la sala de juicios militares.
También vemos una celda.
E incluso la lavandería.
Pero lo más brutal está en el sótano (donde no se pueden hacer fotos) Hay celdas de 1x1 (1 metro cuadrado) donde pasaban la noche 5 presos tras todo un día de trabajo. Pero no era una noche aislada, eran todas y cada una de las noches de lo que les quedaba de vida. Hicimos la prueba con otros 2 chicos del grupo y aún teniendo huecos en los lados (no llegan las paredes hasta el techo en la actualidad) tras 30 segundos empezamos a sentirnos ahogados y claustrofóbicos. No me quiero imaginar lo que pudieron sufrir esos pobres prisioneros... También está la celda donde falleció de inanición uno de los presos más conocidos del campo, San Maximiliano María Kolbe, un párroco polaco que era preso político en Auschwitz en 1941; a la vuelta de una jornada de trabajo los nazis se percataron de que un preso se había fugado; el castigo era matar de hambre a 10 presos por cada uno que huyera. Uno de los 10 elegidos empezó a llorar suplicando clemencia al ser buen preso y tener una familia, por lo que Maximiliano pidió a los nazis que lo cambiaran por él y así fue condenado a muerte. El Papa Juan Pablo II visitó su celda y le dejó una vela, que sigue ahí aún hoy.
Salimos al patio de esta pequeña cárcel, donde fusilaban a los prisioneros de guerra condenados a muerte.
Nos vamos a la otra punta de Auscwhitz para visitar la única cámara de gas que queda en pie de todo el complejo. Se me hace cada vez más duro pasear por aquí, pero repito, es una experiencia totalmente recomendable.
La valla estaba fuertemente vigilada, y los guardias abrían fuego a cualquier prisionero que se acercara
Al fondo está el poste donde murió Rudolf Hess, el cerebro de las mayores locuras ocurridas en Auschwitz. Fue reconocido casualmente por un soldado británico en un tranquilo pueblo de Alemania Occidental haciéndose pasar por un campesino más. Tras ser juzgado fue condenado a morir ahorcado mirando a su campo de concentración.
Y junto al poste está la única cámara de gas que queda en pie de Auschwitz-Birkenau. Fue la primera y es un almacén convertido a cámara de gas; cuando construyeron las 4 en Birkenau volvió a su función inicial y por eso no fue destruida por los nazis.
Por dentro me dejó algo frío, está reconstruida y no me hizo sentir nada. Es simplemente una habitación grande con 4 agujeros en el techo; para los miedosos una vez aquí ya habéis superado lo peor, es el barracón con objetos personales. Lo demás es pura historia pero no te deja ni de lejos tan mal cuerpo (al menos a nosotros dos es el efecto que nos dejó el campo)
Tras cruzar una puerta llegamos a una sala un poco más descorazonadora, nos encontramos dos grandes hornos donde introducían a los muertos tras quitarles toda su ropa, pelo e incluso dientes de oro.
Y aquí se acaba la visita a Auschwitz, nos volvemos al bus tras pasar por la tienda de libros a llevarnos uno de recuerdo (son baratos y para financiar la conservación del campo) y nos dejan tiempo para comer. Hay hambre pero no nos entra mucho la comida, así que comemos un par de chocolatinas cada uno para aguantar y nos llevan en bus al segundo campo, a Birkenau, el famoso con la vía de tren a la entrada, otro escenario archiconocido por aparecer en muchas películas.
Este campo se construyó una vez planeada la Solución Final (exterminio de la máxima población judía posible) al quedarse pequeño Auschwitz para los planes nazis. En 1944 y ante lo lleno que estaba prolongaron las vías del tren hasta dentro del campo, y es que el campo no podía soportar todos los judíos que llegaban al campo. Al bajarse del tren en numerosas ocasiones un médico separaba los válidos para trabajara de los que no lo eran, siendo conducidos estos segundos directamente a las cámaras de gas (al fondo de la foto), siendo su estancia en Auschwitz muy breve, por debajo de la hora. Los demás eran conducidos a los inhumanos barracones (a izquierda y derecha) y trabajaban hasta morir de agotamiento, hambre o enfermedad.
El lugar es terrible por su historia, si bien es solo eso, aquí no hay nada (solo un barracón reconstruido por dentro). Se me hizo muchísimo más duro Auschwitz siendo sincero.
A ambos lados de la entrada se extiende una enorme llanura llena de barracones (la mayoría solo indicados, ya no se mantienen en pie) Da mucho que pensar como a alguien se le pudo ocurrir esto...
Al fondo de las vías hay un monumento conmemoratorio para todos los muertos en Auschwitz. Ningún español murió aquí (sí en otros campos), pero sí lo hicieron muchos sefardíes (judíos expulsados de la Península en 1492 y que mantuvieron un idioma similar al español durante siglos) por lo que una de las inscripciones es totalmente legible.
Y una escultura en recuerdo de las víctimas. Aquí al lado había un grupo de chavales israelíes cantando para conmemorar a sus muertos; en todo el campo vimos a muchos judíos. Tengo que meter mi opinión, que si no reviento, me dio mucho coraje verlos enarbolar su bandera nacional (la de Israel), y es que si bien fueron las grandes víctimas y los eternos perdedores de todas las etapas históricas (les echaron de todos lados hasta llegar a esta gran salvajada) no fueron capaces de aprender nada y en cuanto pueden hacen cosas bien parecidas (Gaza). Lo siento por opinar (al principio dije que no lo haría), pero creo que TODOS debemos aprender, y que por lo visto NADIE lo hizo en realidad.
Al lado de este homenaje nos encontramos las 4 grandes cámaras de gas de Birkenau, donde murieron cientos de miles de seres humanos (no solo judíos, también gitanos, homosexuales, polacos y disidentes)
Los nazis las volaron unos días antes de la liberación soviética para eliminar pruebas intentándose salvar de los inminentes juicios.
Vamos caminando por entre los barracones y el frío es muy intenso, el viento helador del norte cala en los huesos, no me quiero imaginar un invierno entero aquí con apenas una manta raída...
Hay uno restaurado según los relatos de los supervivientes e impresiona. Aquí vivían. Sobran todos los comentarios. Solo un dato: En cada hueco dormían entre 6 y 8 personas. Tremendo...
Y aquí se acaba la visita, nos vamos al bus y de vuelta a Cracovia. La sensación es rara, salimos realmente impresionados del campo de concentración la verdad.
Nada que no pudiera arreglar una buena ducha caliente en el hostel y una cena muy agradable de nuevo con Gadiemp en el Coco, un tranquilo restaurante a dos pasos del Rynek en el que cenamos un buen menú regado con cerveza por menos de 5 euros. Muy recomendable (Gadiemp ya había ido y repitió con nosotros)
Se nos acababa el tiempo en esta increíble ciudad (la noche siguiente nos íbamos a Budapest) y nos dimos un tranquilo paseo de vuelta al hostel.