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Dormimos como bebés, las camas son cómodas y no entra el ruido de fuera. El despertador suena a las 9 y nos ponemos en funcionamiento. Salimos del hostel en dirección a la Plaza del Mercado, vamos con una mochila semivacía para llenarla con agua, chocolatinas para picar y algún regalito; y lo primero que hacemos es buscar donde desayunar. En el hostel nos dan un plano bastante apañado, os dejo el link de uno increíble que os puede servir de referencia para planificar vuestro viaje a Cracovia: www.orangesmile.com/ ...-map-1.jpg
Para llegar al centro debemos cruzar el Planty, un parque que se extiende rodeando todo el Stare Miasto (ciudad medieval amurallada) por el trazado de la antigua muralla medieval, una muy buena solución urbanística al derribo de la misma.
En la calle principal del centro histórico, Ulica Floriańska, encontramos un sitio para desayunar, se llama Zarowka y nos tomamos un café grande y un trozo de pastel también grande (nos acordamos de la foto cuando ya lo estábamos acabando) y muy rico por 16 zlotys (4€, desayunar es practicamente tan caro como comer en Cracovia, no encontramos nada más barato)
Esta calle desemboca en la archiconocida Rynek Główny y la estampa es preciosa.
Y tras pasear la calle hasta el final llegamos a la Plaza del Mercado, la Rynek Główny, la mayor plaza medieval de Europa. Falta un rato para que empiece el Free Tour y nos damos una vuelta para verla. En el centro tenemos aún hoy el Sukiennice (Mercado de paños), que acoge un enorme supermercado de souvenirs dirigido a los turistas.
En una esquina tiene el edificio más conocido, la Bazylika Mariacka (Basílica de Santa María), toda una referencia del centro de Cracovia con su enorme torre. La vemos solo por fuera (entraríamos dentro esa tarde por la parte de los fieles y el lunes pagando para ver el interior) y alucinamos con la grandiosidad de este templo gótico mandado erigir por Casimiro el Grande allá por principios del siglo XIV. Sobre la puerta hay un contador del tiempo que falta para las JMJ que tendrán lugar en Cracovia el verano que viene, en agosto de 2016.
Bajo las torres de la iglesia empieza el Free Tour a las 10:30. Nos inclinamos por la empresa Free Walking Tours, que ofrece visitas guiadas diarias a las 10:30 para conocer el centro histórico (haríamos también la de la tarde del Barrio Judío y la de la noche de la Cracovia Macabra). Nos tocó como guía Majek, alias "Machete", un auténtico crack. Un cracoviano que aprendió nuestro idioma como mochilero por Sudamérica y que hizo que las casi 3 horas de tour nos parecieran media llenándolo de datos históricos intercalados con anécdotas y muchas bromas. Para mí (y también para mi amigo Diego) el mejor guía que he tenido nunca.
Bueno, empieza el tour en la propia plaza, después de contarnos brevemente la historia de la ciudad y de Polonia nos enseña uno de las obras más feas de la ciudad (nombrada así por los propios ciudadanos), un intento de imitación de la pirámide del Louvre parisino en plena plaza central.
De ahí nos lleva a la entrada del mercado de paños, donde nos comenta la diferencia entre los sistemas de seguridad del edificio entre el medievo y la actualidad. El actual salta a la vista, y tras la cámara tenemos un cuchillo, el sistema medieval, recordando desde ahí arriba a los posibles ladrones lo que les esperaba si les pillaban (robo menor un dedo, si la cosa iba a mayores la mano entera; no se andaban con tonterías en la Polonia medieval no...)
La verdad es que el edificio y todo lo que lo rodea es precioso, lo de Cracovia fue un flechazo, en cuanto la empezamos a patear nos encantó.
Delante del mercado de paños nos encontramos con la estatua de Adam Mickiewicz, presente en la plaza desde 1898. Este poeta fue un gran patriota (tras luchar contra la ocupación rusa de su región natal debió vivir en el exilio) y el creador del movimiento romántico polaco; si bien se discute su nacionalidad al ser reclamado tanto por polacos como por lituanos y bielorrusos.
Y así dieron las 11, y como en todas las horas en punto un bombero tocó una breve melodía de trompeta desde lo alto de la torre de la Iglesía de Santa María; según cuentan todos los guías y libros es debido a que en la Edad Media un bombero asomado en lo alto para tratar de localizar fuegos vio llegar a los tártros y alertó a la ciudad tocando la trompeta, siendo asesinado con una precisa flecha lanzada por los invasores. Sin embargo esto es un mito nacido hace más de un siglo, cuando un periodista estadounidense de viaje en Cracovia preguntó a su guía local el porqué de esta tradición, improvisando el guía esta historia sobre la marcha. El periodista escribió un libro al volver a los Estados Unidos y el mito se empezó a aceptar como verdad.
Realmente es simplemente una tradición cracoviana.
Volvemos a patear Ulica Floriańska, ahora en dirección a la Barbacana, y se nota que es más tarde, la calle está llena de gente y todos los comercios están abiertos y con muchos turistas comprando souvenirs.
Llegamos al final de la calle, donde nos encontramos con la Brama Floriańska, la Puerta de Florianska, que se encontraba en la antigua muralla defensiva. Tiene bajo ella el arco que era la entrada. Unos metros más cerca tenemos otros dos arcos amarillos, los del primer McDonald's de toda Polonia. Machete nos cuenta que el día de su apertura, justo tras la caída del comunismo se formaron colas de 5-6 horas para comprar una hamburguesa que con la inflación galopante suponía un 5-10% del sueldo mensual de un obrero (ojo a la caja que tuvieron que hacer...) porque como bien explicó esas hamburguesas sabían a libertad tras más de medio siglo de opresión de unos (nazis) y otros (comunistas)
La puerta en sí es bonita.
Y bajo ella dos acordeonistas pidiendo dinero con el traje regional típico. Graciosa la estampa.
Desde el exterior la puerta aparenta una enorme solidez, bueno, realmente es que es muy sólida.
Y en la parte exterior está la Barbacana, un método de defensa de origen italiano muy común en la Europa Medieval y consistente en hacer girar a los atacantes una vez pasaban la primera línea defensiva, para así poder atacarles con facilidad desde lo alto de las murallas y cortando el impulso que podían dar a sus arietes. Después de su construcción Cracovia no volvió a ser tomada por ningún ejército (hasta el cambio de las reglas del juego en combate con la llegada de innovaciones técnicas en los siglos XVI-XVII)
Nos vamos hacia el Barrio Universitario, el medieval claro, ahora los estudiantes se asientan en Kazimierz, pasando por una serie de calles preciosas y tranquilas, alejadas del bullicio de la Rynek Glowny y Florianska.
Y volvemos a salir a la Rynek Główny, esta vez a la parte trasera del Mercado de Paños, rodeada en esta parte de los típicos edificios comerciales hanseáticos (me impactó mucho, era la primera vez que veía edificios así y fue como volver a varios años atrás, cuando me echaba tardes enteras con mi padre jugando al Patrician, un juego de ordenador basado en la Liga Hanseática)
En una esquina de la plaza encontramos una escultura de una cabeza, obra del artista polaco Igor Mitoraj, se llama Eros Bendato y se quedó aquí tras una exposición temporal del escultor. Se la regaló a la ciudad a cambio de que la dejaran instalada aquí, y la ciudad de Cracovia aceptó.
Abandonamos la plaza central y nos perdemos por más calles preciosas del Barrio Universitario, Machete se conoce todos los rincones de la ciudad y los ilustra todos con fantásticas anécdotas.
Y entramos al Collegium Maius (Gran Colegio), el edifico histórico de la Universidad de Cracovia, construido en estilo gótico en 1364 y que se convirtió en el lugar de preparación de las principales mentes de la Polonia medieval y moderna; siendo el más notable Nicolás Copérnico (Mikołaj Kopernik en polaco), el celebérrimo astronómo que dio la vuelta al geocentrismo medieval al retomar el heliocentrismo, creando así el modelo heliocentrista, considerado como una de las teorías más importantes de toda la historia de la ciencia occidental; pero que sin embargo no fue capaz a acabar ninguna carrera universitaria.
Nos acercamos hasta la Bazylika Franciszka (Basílica de San Francisco), la iglesia de un monasterio franciscano creado en el siglo XII.
Justo enfrente se encuentra el edificio donde se alojó el Papa Juan Pablo II en su primera visita ya como papa a Polonia, a la ciudad donde inició sus estudios en el seminario y donde fue obispo, antes de ser expulsado del país por las autoridades gubernamentales por su lucha anticomunista. Volvió a casa en 1979 (el gobierno no se atrevió a negar la entrada al Papa por miedo a un levantamiento en un país donde el comunismo siempre tuvo que ceder ante el profundo catolicismo de los habitantes) y pese a las trabas gubernamentales para evitar un acto masivo congregó a unos dos millones de ciudadanos en una misa en las afueras de Cracovia.
Y de aquí nos vamos en dirección al Castillo, pasando por una amplia y bonita avenida.
Y llegamos a Wavel, una colina al sur del centro donde se instaló en la Edad Media el castillo que defendía la ciudad, acogiendo hoy además del Castillo Real la Catedral, donde descansan eternamente los principales héroes polacos de toda la historia nacional. Aquí se encontraron vestigios de un asentamiento en la Edad de Piedra y es donde se supone que vivía el dragón que simboliza hoy en día la ciudad.
Al hacerse el Castillo se amuralló la colina para poder defenderla mejor, y hoy en día se entra por una antigua puerta, con varios escudos de la Polonia-Lituania medieval.
Y en la muralla placas que conmemoran a las personas de todo el mundo que financiaron la reconstrucción de todos los edificios históricos de Wavel que quedaron destrozadas tras la ocupación austriaca de 1850.
Justo al entrar a la colina nos encontramos con la Catedral de Cracovia, Machete nos recomienda entrar, y lo apuntamos para entrar en todo el tiempo que nos queda en los siguientes dos días libre por Cracovia (entro a contar más cositas de la Catedral en la última etapa, cuando la visitamos por dentro)
Solo decir que casi cada obispo y noble importante de la ciudad la aumentaron para dejar huella, dejando desde el exterior una estampa casi única que deja ver retazos de varios estilos artísticos superpuestos uno sobre otro.
Enfrente tiene un antiguo palacio de ladrillos que tiene su encanto
Y justo entre ambos, y mirando la Catedral, nos encontramos una estatua del Papa Juan Pablo II, de frente al lugar donde empezó a cobrar fama en la Iglesia Católica.
La colina es bastante amplia y es preciosa, ajardinada en el centro y con diversos edificios históricos rodeándola.
Entramos al patio del Castillo Real, construido en el siglo XIV por Casimiro III (Casimiro el Grande), quien construyó media Cracovia como podréis ver. Es un castillo gótico y es el lugar cultural más importante de toda Polonia, al acoger hoy en día una gran pinacoteca que cuenta incluso con un cuadro de Leonardo da Vinci (La Dama del Armiño); y que historicamente fue durante varios siglos la residencia de los reyes polacos.
Y aquí se acaba el Free Tour, nos llevó casi toda la mañana y se nos pasó volando, le dejamos una buena propina a Majek que nos dio un plano con muchísima información y nos invitó a acompañarle en el tour de Cracovia Macabra que tendría lugar a las 20:30 (obviamente al momento acordamos ir) y nos fuimos rapidamente a comer, y es que en una hora y media nos empezaba otro Free Tour. Vamos hacia el Rynek y vemos un restaurante (Good Food) con menú del día muy barato (15 zlotys -3€-), comemos muy bien, de primero una especie de puré de lentajas y carne de cerdo regado con una cerveza por 20 zlotys (4€). Muy recomendable, repetiríamos el último día. Sin embargo aquí pillo Wifi y tengo un mensaje de un amigo recomendándome que no vayamos a Auschwitz por nuestra cuenta (tenía ya entradas gratuitas para ir el lunes por la tarde), nos recomienda una empresa (SeeKrakow) que ofrece visitas guiadas en español muy buenas (tiene razón como veríamos) Lo malo es el precio, 115 zlotys (27€), es bastante dinero para un par de estudiantes, pero nos decidimos a hacerle caso. A Auschwitz se va una vez en la vida, estamos bastante desinformados de qué pasó allí y creemos que por invertir un poco de dinero vamos a impresionarnos de verdad y que puede merecer la pena (la merció) Además tiene lo bueno de la comodidad, nos recogen justo enfrente de nuestro hostel (en el Polonia Hotel) Así que cambio de planes y decidimos ir después de comer a por entradas a la Oficina de Turismo para ir a las Minas de Sal el domingo.
Nos vamos a Turismo (al lado del Rynek) y nos dicen que la agencia que vende las entradas de Wieliczka abre solo de lunes a viernes, y no queremos contratar otra excursión organizada, así que el lunes nos proponemos estar allí antes de las 9 para asegurarnos entradas a la visita en español de las 16:20
Nos vamos a hacer tiempo hasta las 3 (la comida la sirvieron superrápido), compramos algunos detalles en tiendas de souvenirs y entramos a la Bazylika Mariacka (la iglesia de la Rynek Glowny) por los pies, es la entrada para fieles y es gratis, lo hacemos para ver si merece la pena entrar y vemos que sí, que el interior es espectacular. La apuntamos junto a la Catedral para entrar el lunes por la mañana y verla bien a fondo (ahí os contaré más cositas de esta iglesia)
Salimos y está ya la guía del Free Tour de la Cracovia Judía, es una chica polaca que aprendió español en Sevilla haciendo un Erasmus. Se llama Ella (o algo así) y sabe mucho de historia, pero le falta la chispa de Majek y no nos entretuvimos mucho en este tour la verdad, nos acabamos aburriendo. Caminamos una larga avenida (Starowislna) y llegamos a Kazimierz, el Barrio Judío, una ciudad independiente de Cracovia fundada, como no, por Casimiro el Grande (lleva su nombre) y donde se asentó esta enorme comunidad (en el periodo de entreguerras eran más de un cuarto de la población de Cracovia) Es una judería muy distinta a las que estamos acostumbrados a ver por España, y sinceramente me decepcionó, tanto Kazimierz como el Free Tour en sí (le da mucha más importancia a las sinagogas que a todo lo acontecido en el Ghetto)
La plaza principal es amplia y está llena de vestigios judíos.
Al ser sábado nos encontramos con todas las sinagogas cerradas, otro punto en contra de este barrio. Por fuera no tienen ningún interés aparte de la historia que encierran. Lo siento si no soy muy objetivo, conozco gente a la que les encantó este barrio, pero a mí sinceramente entre lo vacío de las explicaciones y el estar todo cerrado (puede que sumado a la pateada de la mañana) no acabé de coger el punto a Kazimierz.
Las calles están empedradas, pero son anchas y los edificios son demasiado modernos.
La guía nos lleva a un patio que aparece en la película La Lista de Schindler, la verdad es que es igual. Es una escena en la que un soldado ayuda a una madre y una hija a esconderse al conocerlas.
Y esta es la escena en la película. Por si a alguno os hace ilusión el tema de estar en este escenario de película decir que está en Ulica Jozefa, 12; y que tiene acceso libre.
Me gustó la Iglesia del Corpus Christi, la primera que se construyó en la ciudad, allá por el siglo XIV antes de que llegaran los judíos expulsados de Cracovia en masa y empezara a ser el barrio judío de Cracovia.
Junto a ella está la Rynek Glowny de Kazimierz, la antigua plaza del mercado, una plaza muy bonita y con mucho encanto (esta parte de Kazimierz me gustó), pero la guía tiró de largo y ni siquiera se pasó, lo vimos de pasada y de casualidad. Tiene el antiguo ayuntamiento al fondo en un bonito edificio.
Y por calles amplias vamos saliendo de Kazimierz en dirección al Ghetto.
Y así llegamos al Wisla (Río Vístula), uno de los principales ríos polacos y que discurre por la antigua capital del país. Del otro lado está el Ghetto judío instaurado por los nazis.
Un río siempre hace más bonita a una ciudad, aunque en este caso rodea la ciudad por el sur, tanto Kazimierz como Stare Miasto (está debajo del Wavel), por lo que tiene el encanto solo en una de las orillas, la norte.
Y tras el río llegamos al Ghetto, un barrio de la ciudad que fue cercado por los nazis en el distrito de Podgorze, donde vivían 3.000 personas antes de marzo de 1941 (cuando los nazis instauraron el Ghetto) y donde tras el cerco se establecieron forzosamente unos 18.000 judíos (los cristianos que vivían en el barrio fueron reubicados en las casas vacías que quedaron en Kazimierz), buen indicador del nivel de vida que debían llevar en este barrio superpoblado y donde no había viviendas para todos, debiendo vivir unas 8-10 personas por habitación e incluso algunas familias debían vivir al raso incluso en el durísimo invierno polaco. Hoy en día impresiona muchísimo pasear por estas calles, las de uno de los 5 grandes guetos nazis.
Los nazis utilizaban a los judíos del Gueto como mano de obra semiesclava en fábricas (como la de Schindler, que de angelito tenía poco...) como obteniendo materia prima en los campos de trabajo cercanos a Cracovia.
La Plac Bohaterów Getta es donde ocurrieron los hechos más vergonzosos y lamentables de toda la locura vivida aquí. Es la plaza central, y aquí es donde los nazis separaron en varias ocasiones, y según sus palabras, a la paja (niños, ancianos y enfermos que no podían trabajar y que eran conducidos a campos de concentración para su exterminio) del grano (las personas capaces de trabajar y que podían seguir en el Gueto)
Este silencioso homenaje, de sillas vacías en representación a los miles de muertos que malvivían aquí, deja una sensación extraña (como los zapatos en el Danubio en Budapest) e impresiona bastante.
En la esquina de la plaza hay una farmacia, uno de los emblemas del Gueto y de toda la histeria que aquí se vivió, y es que Tadeus Pankiewicz, el farmacéutico de esa tienda, decidió quedarse pese a no ser judío, para ayudar en lo que podía a los "encarcelados" allí dentro. Así las cosas, al tener el permiso nazi para entrar y salir todos los días les llevaba medicamentos, comida y correspondencia a los judíos encerrados; además de ser un testigo excepcional de todo lo acontecido en la plaza central, escribiendo al final un libro en el que recogió todas las atrocidades que veía día a día, estando así documentado todo lo acontecido en el Gueto de Cracovia.
La ciudad de Cracovia decidió dejar ciertas partes del Muro que rodeaba el Gueto y del que escaparon varias docenas de judíos, la verdad es que no es demasiado alto y no es difícil saltarlo, pero claro, con guardias armados no es tan fácil.
También hay edificios que siguen como estaban durante esta vergonzosa época, esta parte de la ciudad sí que me impresionó, y fue tan solo el aperitivo de todo lo que sentiría el día siguiente en Auschwitz.
Y tras un paseo llegamos a la famosa Fábrica de Schindler, donde la empresa Free Tours organiza un tour de pago al que no fuimos por el precio (10€ en total entre entrada y guía) y el cansancio; pero fuera y antes de acabar el tour la guía nos contó que no era un angelito ni mucho menos, era un esclavista que tenía a unos 1000 judíos como mano de obra en condiciones de esclavitud, y que al ver que el Ejército Rojo empezaba a expulsar a los nazis de Rusia decidió cambiar para salvarse de los inminentes juicios contra la humanidad (los Juicios de Nuremberg) y se llevó a sus trabajadores a Checoslovaquia. Posteriormente pidió un gran crédito a un importante banco judío que nunca llegó a devolver al aprovecharse de su fama. Perdonen la expresión, pero quien cabrón nace cabrón muere.
Aquí acabó la visita y nos fuimos de vuelta al hostel, subimos al tranvía con destino al centro un grupito de españoles que coincidimos en el Free Tour, la chica nos dijo que se pagaba dentro el ticket, y un hombre metió una moneda en la primera máquina que pilló (la que valida los billetes), y entre intentar sacar la moneda (creemos que se estropeó la máquina) y buscar soluciones alternativas llegamos al centro, así que todo el grupo nos colamos involuntariamente jeje.
Fuimos a un súper al lado del hostel a comprar la comida del día siguiente (la visita de Auschwitz duraba de 11 a 18), pero no había pan para hacer bocadillos en ninguno de los supermercados que vimos, así que hicimos zafarrancho y compramos yogures bebidos, chocolatinas, barritas energéticas y chucherías varias para aguantar entre el desayuno y la cena (al final nos sobró mucha comida) Llegamos a la habitación, pasamos por la ducha y descansamos un poco; y hablé con todo un mito del foro como es Gadiemp para hacer el tour de la Cracovia Macabra juntos; así que quedamos en Florianska a las 8 para cenar algo e ir hacia el tour, y eso hicimos, comimos un kebab grande por la calle por 12zl (3€) y nos dirigimos al Rynek, donde ya está Machete reuniendo al grupo del tour.
Este no es a diario (teneis los horarios en la web de la empresa) y en él nos cuentan historias de torturas, ejecuciones, asesinos en serie y fantasmas; y la verdad es que es interesante y muy diferente, nos gustó mucho. Además vemos Cracovia de noche, cambia bastante aunque mantiene el encanto.
Como bien nos comenta Majek, no puede explicarnos mucho acerca de torturas, y es que más de la mitad las inventamos los españoles con la temida Santa Inquisición, pero sí que nos contó castigos de vergüenza curiosos, por ejemplo tener a las parejas que cometían el pecado carnal desnudos a la puerta de la iglesia del Rynek durante todo el domingo, para que toda la ciudad les viera con el ridículo que eso conllevaba; todo esto adornado con bromas a parejitas que la verdad es que nos hicieron reirnos a todos casi de continuo.
También nos contó la historia de un asesino en serie que atacaba a ancianas a la salida de la iglesia los días de semana por la noche, cuando las calles estaban vacías o un crimen sin resolver de una chica con problemas para relacionarse sin amigos que desapareció sin dejar rastro hasta que al año siguiente apareció su piel flotando en el Vístula, sin haber encontrado aún al asesino; historias brutales pero curiosas y magistralmente narradas, no da miedo el tour, pero es otra visión y lo recomiendo totalmente y sin ningún tipo de duda.
En un palacio abandonado se dice que hay un fantasma que pasa por la noche, es un fantasma que simplemente vaga por los pasillos y habitaciones sin hacer daño a nadie ni intentarlo. Se dice que es de una chica a la que asesinaron aquí por haber cometido ciertos delitos, que nunca transcendieron, pero que un cura tomó su última voluntad en medio de la noche y que nunca contó nada hasta su lecho de muerte. Otra historia muy bien contada y muy interesante, la verdad que este tour fue una hora y media en la que nos divertimos y donde nos lo pasamos genial, que no todo en un viaje tiene que ser conocer monumentos y aprender de la historia que aparece en los libros de texto.
Y así se acabó el primer día en Cracovia, tras acabar el tour estuvimos un rato charlando con Gadiemp, un gran conversador y realmente agradable, más incluso en persona que en el foro (un placer conocerte) y quedando para cenar el día siguiente, a la vuelta de Auschwitz. Nos fuimos directamente a la cama reventados después de patear toda Cracovia y con la sensación de estar conociendo una ciudad increíble.
Para llegar al centro debemos cruzar el Planty, un parque que se extiende rodeando todo el Stare Miasto (ciudad medieval amurallada) por el trazado de la antigua muralla medieval, una muy buena solución urbanística al derribo de la misma.
En la calle principal del centro histórico, Ulica Floriańska, encontramos un sitio para desayunar, se llama Zarowka y nos tomamos un café grande y un trozo de pastel también grande (nos acordamos de la foto cuando ya lo estábamos acabando) y muy rico por 16 zlotys (4€, desayunar es practicamente tan caro como comer en Cracovia, no encontramos nada más barato)
Esta calle desemboca en la archiconocida Rynek Główny y la estampa es preciosa.
Y tras pasear la calle hasta el final llegamos a la Plaza del Mercado, la Rynek Główny, la mayor plaza medieval de Europa. Falta un rato para que empiece el Free Tour y nos damos una vuelta para verla. En el centro tenemos aún hoy el Sukiennice (Mercado de paños), que acoge un enorme supermercado de souvenirs dirigido a los turistas.
En una esquina tiene el edificio más conocido, la Bazylika Mariacka (Basílica de Santa María), toda una referencia del centro de Cracovia con su enorme torre. La vemos solo por fuera (entraríamos dentro esa tarde por la parte de los fieles y el lunes pagando para ver el interior) y alucinamos con la grandiosidad de este templo gótico mandado erigir por Casimiro el Grande allá por principios del siglo XIV. Sobre la puerta hay un contador del tiempo que falta para las JMJ que tendrán lugar en Cracovia el verano que viene, en agosto de 2016.
Bajo las torres de la iglesia empieza el Free Tour a las 10:30. Nos inclinamos por la empresa Free Walking Tours, que ofrece visitas guiadas diarias a las 10:30 para conocer el centro histórico (haríamos también la de la tarde del Barrio Judío y la de la noche de la Cracovia Macabra). Nos tocó como guía Majek, alias "Machete", un auténtico crack. Un cracoviano que aprendió nuestro idioma como mochilero por Sudamérica y que hizo que las casi 3 horas de tour nos parecieran media llenándolo de datos históricos intercalados con anécdotas y muchas bromas. Para mí (y también para mi amigo Diego) el mejor guía que he tenido nunca.
Bueno, empieza el tour en la propia plaza, después de contarnos brevemente la historia de la ciudad y de Polonia nos enseña uno de las obras más feas de la ciudad (nombrada así por los propios ciudadanos), un intento de imitación de la pirámide del Louvre parisino en plena plaza central.
De ahí nos lleva a la entrada del mercado de paños, donde nos comenta la diferencia entre los sistemas de seguridad del edificio entre el medievo y la actualidad. El actual salta a la vista, y tras la cámara tenemos un cuchillo, el sistema medieval, recordando desde ahí arriba a los posibles ladrones lo que les esperaba si les pillaban (robo menor un dedo, si la cosa iba a mayores la mano entera; no se andaban con tonterías en la Polonia medieval no...)
La verdad es que el edificio y todo lo que lo rodea es precioso, lo de Cracovia fue un flechazo, en cuanto la empezamos a patear nos encantó.
Delante del mercado de paños nos encontramos con la estatua de Adam Mickiewicz, presente en la plaza desde 1898. Este poeta fue un gran patriota (tras luchar contra la ocupación rusa de su región natal debió vivir en el exilio) y el creador del movimiento romántico polaco; si bien se discute su nacionalidad al ser reclamado tanto por polacos como por lituanos y bielorrusos.
Y así dieron las 11, y como en todas las horas en punto un bombero tocó una breve melodía de trompeta desde lo alto de la torre de la Iglesía de Santa María; según cuentan todos los guías y libros es debido a que en la Edad Media un bombero asomado en lo alto para tratar de localizar fuegos vio llegar a los tártros y alertó a la ciudad tocando la trompeta, siendo asesinado con una precisa flecha lanzada por los invasores. Sin embargo esto es un mito nacido hace más de un siglo, cuando un periodista estadounidense de viaje en Cracovia preguntó a su guía local el porqué de esta tradición, improvisando el guía esta historia sobre la marcha. El periodista escribió un libro al volver a los Estados Unidos y el mito se empezó a aceptar como verdad.
Realmente es simplemente una tradición cracoviana.
Volvemos a patear Ulica Floriańska, ahora en dirección a la Barbacana, y se nota que es más tarde, la calle está llena de gente y todos los comercios están abiertos y con muchos turistas comprando souvenirs.
Llegamos al final de la calle, donde nos encontramos con la Brama Floriańska, la Puerta de Florianska, que se encontraba en la antigua muralla defensiva. Tiene bajo ella el arco que era la entrada. Unos metros más cerca tenemos otros dos arcos amarillos, los del primer McDonald's de toda Polonia. Machete nos cuenta que el día de su apertura, justo tras la caída del comunismo se formaron colas de 5-6 horas para comprar una hamburguesa que con la inflación galopante suponía un 5-10% del sueldo mensual de un obrero (ojo a la caja que tuvieron que hacer...) porque como bien explicó esas hamburguesas sabían a libertad tras más de medio siglo de opresión de unos (nazis) y otros (comunistas)
La puerta en sí es bonita.
Y bajo ella dos acordeonistas pidiendo dinero con el traje regional típico. Graciosa la estampa.
Desde el exterior la puerta aparenta una enorme solidez, bueno, realmente es que es muy sólida.
Y en la parte exterior está la Barbacana, un método de defensa de origen italiano muy común en la Europa Medieval y consistente en hacer girar a los atacantes una vez pasaban la primera línea defensiva, para así poder atacarles con facilidad desde lo alto de las murallas y cortando el impulso que podían dar a sus arietes. Después de su construcción Cracovia no volvió a ser tomada por ningún ejército (hasta el cambio de las reglas del juego en combate con la llegada de innovaciones técnicas en los siglos XVI-XVII)
Nos vamos hacia el Barrio Universitario, el medieval claro, ahora los estudiantes se asientan en Kazimierz, pasando por una serie de calles preciosas y tranquilas, alejadas del bullicio de la Rynek Glowny y Florianska.
Y volvemos a salir a la Rynek Główny, esta vez a la parte trasera del Mercado de Paños, rodeada en esta parte de los típicos edificios comerciales hanseáticos (me impactó mucho, era la primera vez que veía edificios así y fue como volver a varios años atrás, cuando me echaba tardes enteras con mi padre jugando al Patrician, un juego de ordenador basado en la Liga Hanseática)
En una esquina de la plaza encontramos una escultura de una cabeza, obra del artista polaco Igor Mitoraj, se llama Eros Bendato y se quedó aquí tras una exposición temporal del escultor. Se la regaló a la ciudad a cambio de que la dejaran instalada aquí, y la ciudad de Cracovia aceptó.
Abandonamos la plaza central y nos perdemos por más calles preciosas del Barrio Universitario, Machete se conoce todos los rincones de la ciudad y los ilustra todos con fantásticas anécdotas.
Y entramos al Collegium Maius (Gran Colegio), el edifico histórico de la Universidad de Cracovia, construido en estilo gótico en 1364 y que se convirtió en el lugar de preparación de las principales mentes de la Polonia medieval y moderna; siendo el más notable Nicolás Copérnico (Mikołaj Kopernik en polaco), el celebérrimo astronómo que dio la vuelta al geocentrismo medieval al retomar el heliocentrismo, creando así el modelo heliocentrista, considerado como una de las teorías más importantes de toda la historia de la ciencia occidental; pero que sin embargo no fue capaz a acabar ninguna carrera universitaria.
Nos acercamos hasta la Bazylika Franciszka (Basílica de San Francisco), la iglesia de un monasterio franciscano creado en el siglo XII.
Justo enfrente se encuentra el edificio donde se alojó el Papa Juan Pablo II en su primera visita ya como papa a Polonia, a la ciudad donde inició sus estudios en el seminario y donde fue obispo, antes de ser expulsado del país por las autoridades gubernamentales por su lucha anticomunista. Volvió a casa en 1979 (el gobierno no se atrevió a negar la entrada al Papa por miedo a un levantamiento en un país donde el comunismo siempre tuvo que ceder ante el profundo catolicismo de los habitantes) y pese a las trabas gubernamentales para evitar un acto masivo congregó a unos dos millones de ciudadanos en una misa en las afueras de Cracovia.
Y de aquí nos vamos en dirección al Castillo, pasando por una amplia y bonita avenida.
Y llegamos a Wavel, una colina al sur del centro donde se instaló en la Edad Media el castillo que defendía la ciudad, acogiendo hoy además del Castillo Real la Catedral, donde descansan eternamente los principales héroes polacos de toda la historia nacional. Aquí se encontraron vestigios de un asentamiento en la Edad de Piedra y es donde se supone que vivía el dragón que simboliza hoy en día la ciudad.
Al hacerse el Castillo se amuralló la colina para poder defenderla mejor, y hoy en día se entra por una antigua puerta, con varios escudos de la Polonia-Lituania medieval.
Y en la muralla placas que conmemoran a las personas de todo el mundo que financiaron la reconstrucción de todos los edificios históricos de Wavel que quedaron destrozadas tras la ocupación austriaca de 1850.
Justo al entrar a la colina nos encontramos con la Catedral de Cracovia, Machete nos recomienda entrar, y lo apuntamos para entrar en todo el tiempo que nos queda en los siguientes dos días libre por Cracovia (entro a contar más cositas de la Catedral en la última etapa, cuando la visitamos por dentro)
Solo decir que casi cada obispo y noble importante de la ciudad la aumentaron para dejar huella, dejando desde el exterior una estampa casi única que deja ver retazos de varios estilos artísticos superpuestos uno sobre otro.
Enfrente tiene un antiguo palacio de ladrillos que tiene su encanto
Y justo entre ambos, y mirando la Catedral, nos encontramos una estatua del Papa Juan Pablo II, de frente al lugar donde empezó a cobrar fama en la Iglesia Católica.
La colina es bastante amplia y es preciosa, ajardinada en el centro y con diversos edificios históricos rodeándola.
Entramos al patio del Castillo Real, construido en el siglo XIV por Casimiro III (Casimiro el Grande), quien construyó media Cracovia como podréis ver. Es un castillo gótico y es el lugar cultural más importante de toda Polonia, al acoger hoy en día una gran pinacoteca que cuenta incluso con un cuadro de Leonardo da Vinci (La Dama del Armiño); y que historicamente fue durante varios siglos la residencia de los reyes polacos.
Y aquí se acaba el Free Tour, nos llevó casi toda la mañana y se nos pasó volando, le dejamos una buena propina a Majek que nos dio un plano con muchísima información y nos invitó a acompañarle en el tour de Cracovia Macabra que tendría lugar a las 20:30 (obviamente al momento acordamos ir) y nos fuimos rapidamente a comer, y es que en una hora y media nos empezaba otro Free Tour. Vamos hacia el Rynek y vemos un restaurante (Good Food) con menú del día muy barato (15 zlotys -3€-), comemos muy bien, de primero una especie de puré de lentajas y carne de cerdo regado con una cerveza por 20 zlotys (4€). Muy recomendable, repetiríamos el último día. Sin embargo aquí pillo Wifi y tengo un mensaje de un amigo recomendándome que no vayamos a Auschwitz por nuestra cuenta (tenía ya entradas gratuitas para ir el lunes por la tarde), nos recomienda una empresa (SeeKrakow) que ofrece visitas guiadas en español muy buenas (tiene razón como veríamos) Lo malo es el precio, 115 zlotys (27€), es bastante dinero para un par de estudiantes, pero nos decidimos a hacerle caso. A Auschwitz se va una vez en la vida, estamos bastante desinformados de qué pasó allí y creemos que por invertir un poco de dinero vamos a impresionarnos de verdad y que puede merecer la pena (la merció) Además tiene lo bueno de la comodidad, nos recogen justo enfrente de nuestro hostel (en el Polonia Hotel) Así que cambio de planes y decidimos ir después de comer a por entradas a la Oficina de Turismo para ir a las Minas de Sal el domingo.
Nos vamos a Turismo (al lado del Rynek) y nos dicen que la agencia que vende las entradas de Wieliczka abre solo de lunes a viernes, y no queremos contratar otra excursión organizada, así que el lunes nos proponemos estar allí antes de las 9 para asegurarnos entradas a la visita en español de las 16:20
Nos vamos a hacer tiempo hasta las 3 (la comida la sirvieron superrápido), compramos algunos detalles en tiendas de souvenirs y entramos a la Bazylika Mariacka (la iglesia de la Rynek Glowny) por los pies, es la entrada para fieles y es gratis, lo hacemos para ver si merece la pena entrar y vemos que sí, que el interior es espectacular. La apuntamos junto a la Catedral para entrar el lunes por la mañana y verla bien a fondo (ahí os contaré más cositas de esta iglesia)
Salimos y está ya la guía del Free Tour de la Cracovia Judía, es una chica polaca que aprendió español en Sevilla haciendo un Erasmus. Se llama Ella (o algo así) y sabe mucho de historia, pero le falta la chispa de Majek y no nos entretuvimos mucho en este tour la verdad, nos acabamos aburriendo. Caminamos una larga avenida (Starowislna) y llegamos a Kazimierz, el Barrio Judío, una ciudad independiente de Cracovia fundada, como no, por Casimiro el Grande (lleva su nombre) y donde se asentó esta enorme comunidad (en el periodo de entreguerras eran más de un cuarto de la población de Cracovia) Es una judería muy distinta a las que estamos acostumbrados a ver por España, y sinceramente me decepcionó, tanto Kazimierz como el Free Tour en sí (le da mucha más importancia a las sinagogas que a todo lo acontecido en el Ghetto)
La plaza principal es amplia y está llena de vestigios judíos.
Al ser sábado nos encontramos con todas las sinagogas cerradas, otro punto en contra de este barrio. Por fuera no tienen ningún interés aparte de la historia que encierran. Lo siento si no soy muy objetivo, conozco gente a la que les encantó este barrio, pero a mí sinceramente entre lo vacío de las explicaciones y el estar todo cerrado (puede que sumado a la pateada de la mañana) no acabé de coger el punto a Kazimierz.
Las calles están empedradas, pero son anchas y los edificios son demasiado modernos.
La guía nos lleva a un patio que aparece en la película La Lista de Schindler, la verdad es que es igual. Es una escena en la que un soldado ayuda a una madre y una hija a esconderse al conocerlas.
Y esta es la escena en la película. Por si a alguno os hace ilusión el tema de estar en este escenario de película decir que está en Ulica Jozefa, 12; y que tiene acceso libre.
Me gustó la Iglesia del Corpus Christi, la primera que se construyó en la ciudad, allá por el siglo XIV antes de que llegaran los judíos expulsados de Cracovia en masa y empezara a ser el barrio judío de Cracovia.
Junto a ella está la Rynek Glowny de Kazimierz, la antigua plaza del mercado, una plaza muy bonita y con mucho encanto (esta parte de Kazimierz me gustó), pero la guía tiró de largo y ni siquiera se pasó, lo vimos de pasada y de casualidad. Tiene el antiguo ayuntamiento al fondo en un bonito edificio.
Y por calles amplias vamos saliendo de Kazimierz en dirección al Ghetto.
Y así llegamos al Wisla (Río Vístula), uno de los principales ríos polacos y que discurre por la antigua capital del país. Del otro lado está el Ghetto judío instaurado por los nazis.
Un río siempre hace más bonita a una ciudad, aunque en este caso rodea la ciudad por el sur, tanto Kazimierz como Stare Miasto (está debajo del Wavel), por lo que tiene el encanto solo en una de las orillas, la norte.
Y tras el río llegamos al Ghetto, un barrio de la ciudad que fue cercado por los nazis en el distrito de Podgorze, donde vivían 3.000 personas antes de marzo de 1941 (cuando los nazis instauraron el Ghetto) y donde tras el cerco se establecieron forzosamente unos 18.000 judíos (los cristianos que vivían en el barrio fueron reubicados en las casas vacías que quedaron en Kazimierz), buen indicador del nivel de vida que debían llevar en este barrio superpoblado y donde no había viviendas para todos, debiendo vivir unas 8-10 personas por habitación e incluso algunas familias debían vivir al raso incluso en el durísimo invierno polaco. Hoy en día impresiona muchísimo pasear por estas calles, las de uno de los 5 grandes guetos nazis.
Los nazis utilizaban a los judíos del Gueto como mano de obra semiesclava en fábricas (como la de Schindler, que de angelito tenía poco...) como obteniendo materia prima en los campos de trabajo cercanos a Cracovia.
La Plac Bohaterów Getta es donde ocurrieron los hechos más vergonzosos y lamentables de toda la locura vivida aquí. Es la plaza central, y aquí es donde los nazis separaron en varias ocasiones, y según sus palabras, a la paja (niños, ancianos y enfermos que no podían trabajar y que eran conducidos a campos de concentración para su exterminio) del grano (las personas capaces de trabajar y que podían seguir en el Gueto)
Este silencioso homenaje, de sillas vacías en representación a los miles de muertos que malvivían aquí, deja una sensación extraña (como los zapatos en el Danubio en Budapest) e impresiona bastante.
En la esquina de la plaza hay una farmacia, uno de los emblemas del Gueto y de toda la histeria que aquí se vivió, y es que Tadeus Pankiewicz, el farmacéutico de esa tienda, decidió quedarse pese a no ser judío, para ayudar en lo que podía a los "encarcelados" allí dentro. Así las cosas, al tener el permiso nazi para entrar y salir todos los días les llevaba medicamentos, comida y correspondencia a los judíos encerrados; además de ser un testigo excepcional de todo lo acontecido en la plaza central, escribiendo al final un libro en el que recogió todas las atrocidades que veía día a día, estando así documentado todo lo acontecido en el Gueto de Cracovia.
La ciudad de Cracovia decidió dejar ciertas partes del Muro que rodeaba el Gueto y del que escaparon varias docenas de judíos, la verdad es que no es demasiado alto y no es difícil saltarlo, pero claro, con guardias armados no es tan fácil.
También hay edificios que siguen como estaban durante esta vergonzosa época, esta parte de la ciudad sí que me impresionó, y fue tan solo el aperitivo de todo lo que sentiría el día siguiente en Auschwitz.
Y tras un paseo llegamos a la famosa Fábrica de Schindler, donde la empresa Free Tours organiza un tour de pago al que no fuimos por el precio (10€ en total entre entrada y guía) y el cansancio; pero fuera y antes de acabar el tour la guía nos contó que no era un angelito ni mucho menos, era un esclavista que tenía a unos 1000 judíos como mano de obra en condiciones de esclavitud, y que al ver que el Ejército Rojo empezaba a expulsar a los nazis de Rusia decidió cambiar para salvarse de los inminentes juicios contra la humanidad (los Juicios de Nuremberg) y se llevó a sus trabajadores a Checoslovaquia. Posteriormente pidió un gran crédito a un importante banco judío que nunca llegó a devolver al aprovecharse de su fama. Perdonen la expresión, pero quien cabrón nace cabrón muere.
Aquí acabó la visita y nos fuimos de vuelta al hostel, subimos al tranvía con destino al centro un grupito de españoles que coincidimos en el Free Tour, la chica nos dijo que se pagaba dentro el ticket, y un hombre metió una moneda en la primera máquina que pilló (la que valida los billetes), y entre intentar sacar la moneda (creemos que se estropeó la máquina) y buscar soluciones alternativas llegamos al centro, así que todo el grupo nos colamos involuntariamente jeje.
Fuimos a un súper al lado del hostel a comprar la comida del día siguiente (la visita de Auschwitz duraba de 11 a 18), pero no había pan para hacer bocadillos en ninguno de los supermercados que vimos, así que hicimos zafarrancho y compramos yogures bebidos, chocolatinas, barritas energéticas y chucherías varias para aguantar entre el desayuno y la cena (al final nos sobró mucha comida) Llegamos a la habitación, pasamos por la ducha y descansamos un poco; y hablé con todo un mito del foro como es Gadiemp para hacer el tour de la Cracovia Macabra juntos; así que quedamos en Florianska a las 8 para cenar algo e ir hacia el tour, y eso hicimos, comimos un kebab grande por la calle por 12zl (3€) y nos dirigimos al Rynek, donde ya está Machete reuniendo al grupo del tour.
Este no es a diario (teneis los horarios en la web de la empresa) y en él nos cuentan historias de torturas, ejecuciones, asesinos en serie y fantasmas; y la verdad es que es interesante y muy diferente, nos gustó mucho. Además vemos Cracovia de noche, cambia bastante aunque mantiene el encanto.
Como bien nos comenta Majek, no puede explicarnos mucho acerca de torturas, y es que más de la mitad las inventamos los españoles con la temida Santa Inquisición, pero sí que nos contó castigos de vergüenza curiosos, por ejemplo tener a las parejas que cometían el pecado carnal desnudos a la puerta de la iglesia del Rynek durante todo el domingo, para que toda la ciudad les viera con el ridículo que eso conllevaba; todo esto adornado con bromas a parejitas que la verdad es que nos hicieron reirnos a todos casi de continuo.
También nos contó la historia de un asesino en serie que atacaba a ancianas a la salida de la iglesia los días de semana por la noche, cuando las calles estaban vacías o un crimen sin resolver de una chica con problemas para relacionarse sin amigos que desapareció sin dejar rastro hasta que al año siguiente apareció su piel flotando en el Vístula, sin haber encontrado aún al asesino; historias brutales pero curiosas y magistralmente narradas, no da miedo el tour, pero es otra visión y lo recomiendo totalmente y sin ningún tipo de duda.
En un palacio abandonado se dice que hay un fantasma que pasa por la noche, es un fantasma que simplemente vaga por los pasillos y habitaciones sin hacer daño a nadie ni intentarlo. Se dice que es de una chica a la que asesinaron aquí por haber cometido ciertos delitos, que nunca transcendieron, pero que un cura tomó su última voluntad en medio de la noche y que nunca contó nada hasta su lecho de muerte. Otra historia muy bien contada y muy interesante, la verdad que este tour fue una hora y media en la que nos divertimos y donde nos lo pasamos genial, que no todo en un viaje tiene que ser conocer monumentos y aprender de la historia que aparece en los libros de texto.
Y así se acabó el primer día en Cracovia, tras acabar el tour estuvimos un rato charlando con Gadiemp, un gran conversador y realmente agradable, más incluso en persona que en el foro (un placer conocerte) y quedando para cenar el día siguiente, a la vuelta de Auschwitz. Nos fuimos directamente a la cama reventados después de patear toda Cracovia y con la sensación de estar conociendo una ciudad increíble.
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