Este viaje a Svalbard es el sueño cumplido que nació hace más de una década en nuestro primer viaje a Noruega.
Hace más de 10 años recorrimos Noruega de Sur a Norte, bordeando con nuestro coche toda la costa, fiordo a fiordo, hasta el Círculo Polar, para acabar en las Islas Lofoten. Y así fue como cumplí el sueño de una niña de pisar la línea del Circulo Polar Ártico.
Quedó pendiente Svalbard. Una promesa para volver. Una promesa que hoy ya está cumplida.
Svalbard es uno de los lugares más remotos del planeta. Es un archipiélago perteneciente a Noruega, situado en el Alto Ártico entre los paralelos 74º y 81ºN.

Un reino virgen, un desierto prístino y helado, con un clima extremo, de escarpadas montañas e infinitos glaciares. De valles de tundra ártica pintados de blanco por la hierba del algodón.
Donde habitan más osos polares que personas. Donde también vive el zorro ártico. Donde hay renos gorditos por las calles que no se asustan cuando te acercas.
Tierra de ballenas y morsas. De frailecillos a millares. Y de un pájaro con muy mala leche que se lanza a picotearte hasta que te largas de las inmediaciones de donde tiene su nido.
A Svalbard lo bañan el Océano Ártico, el Mar de Barents y el Mar de Groenlandia.
Hay unos pocos asentamientos habitados.
El más grande de ellos es Longyearbyen (78ºN) en la isla de Spitsbergen, a 1338Km del Polo Norte, donde haremos campamento base.

Del 20 de Abril al 23 de Agosto el sol nunca se pone. Es un día eterno.
La noche Polar empieza el 26 de Octubre y acaba el 15 de febrero. Durante casi 4 meses viven en completa oscuridad.
Dicen los lugareños que la mejor época para visitar las islas es en el mes de abril. Porque hay un poco de todo.
Nuestro viaje ha durado 9 días. Del 8 al 17 de Agosto. Hemos tenido unas temperaturas que han oscilado entre 3 y 9ºC. Ha llovido poco, más que lluvia era una especie de llovizna. El cielo permanecía nublado casi todo el día, aunque el sol salía tímidamente en bastantes ocasiones. El último día nevó y los picos de las montañas se cubrieron de nieve.
Un magnifico lugar para disfrutar del silencio. Bienvenidos al Alto Ártico.