[size=18]Pequeño pueblo con la típica arquitectura popular típica de esta zona, donde predomina el blanco con el entramado de madera en rojo.
Las costumbres vascas están muy arraigadas, sobre todo la pelota vasca. Tiene un frontón de una sola pared vertical, muy típico del País Vasco francés.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
A escasos kilómetros del centro urbano, partiendo desde el ayuntamiento, podemos visitar la Capilla de Nuestra Señora de Sokorri, situada en la parte alta del pueblo, siendo un lugar de peregrinación muy querido en la zona.
Fue en el siglo XVII cuando unos marineros vascos casi naufragan por la zona de La Rochelle. Prometieron a la Virgen que le construirían una capilla si sobrevivían, y así ocurrió. La capilla fue construída rodeada de montañas y el mar. En el jardín exterior nos encontramos con estelas discoidales vascas, de la gente que se murió por una epidemia de cólera en el año 1855 y tuvieron que ser enterradas allí por falta de sitio en el cementerio de la iglesia.
A parte de la capilla de Socorri, hay otro lugar que merece la pena visitar, el Monte Calvario, al que solo se puede acceder a pie. Desde allí, se pueden disfrutar de unas vistas chulísimas a la costa vasca y montañas.
Para acceder a este lugar, yo conozco 3 opciones.
1.- Partimos desde la frontera de Behobia, nada más pasar el puente, cogemos la primera a la derecha, dirección a la autopista A-63, por la route de Behobie. En la rotonda, cogemos la 2ª salida, en lugar de meternos en la autopista, nos dirigimos hacia la route de Kurleku durante unos 2 kilómetros, siguiendo las indicaciones hacia "Calvaire-Kalbarioa".
2.- Partimos desde la frontera de Behobia, cogemos la D-810 que va desde Behobie hacia Urrugne/Urruña, en el km 33, un cartel nos obliga a girar a mano derecha, dirección "Calvaire-Kalbarioa". Este camino es más largo, pero no tiene pérdida.
3.- Partimos desde la frontera de Behobia y vamos hasta Biriatou hasta las faldas del monte. Ésta es la más bonita, pero también la más dura. Es un recorrido de una pequeña parte de la GR-10 (ruta que recorre los Pirineos hasta el Mediterráneo).
Elegimos la 1. Está muy bien señalizado. Una vez llegamos al final de la carretera, un cartel nos indica que estamos cerca de nuestro destino
Un poco más arriba, hay un pequeño parking. El recorrido es muy sencillo de hacer, incluso con niños, hay alguna pendiente, pero como es muy típico ver pottokas pastando, se les hará muy ameno.
Si echamos la vista atrás, podemos ver el Cantábrico, el monte Jaizkibel, las vecinas Irun y Hondarribia.
Enseguida termina la pendiente y el camino es llano. Al llegar al mojón, y este árbol, giramos bruscamente a la derecha (si viniéramos desde Biriatu, apareceríamos por el camino de la derecha)
Otra pendiente más ¡a la búsqueda de las pottokas! ¡Venga último empujón!
"Coronamos" el monte Calvario, situado a 279 metros, rodeados de vacas, ovejas y pottokas.
Vista del Monte Calvario y costa vasco-francesa desde el camino que viene de Biriatu:
Con las batallas del año 1793, la capilla y entorno quedaron totalmente destruídos. Fue en el año 1967, cuando tras unos estudios de cómo fue el lugar en su día, se decidió poner en pie la capilla, siendo inaugurada el 8 de junio de 1969. El primer domingo de Cuaresma se organiza una procesión hasta allí.
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Después de un parón para almorzar, retomamos el camino de vuelta por el mismo camino, tomando como referencia el árbol con el mojón de piedra para girar esta vez a la derecha.