Jueves, 24 de Mayo de 2012
El día de hoy iba a ser muy muy largo. Comenzaba a las 5:30 de la mañana cuando suena el despertador para ir a ver el amanecer. Hacía frío, mucho frío. Estábamos a 0ºC. Las diferencias de temperatura en este viaje fueron brutales.
Vimos el amanecer en tres puntos: El Inspiration, el Sunrise y el Sunset Point y esto fue porque íbamos buscando las mejores incisiones del sol en los hoodos.







El frío se hacía cada vez más intenso y se aguantaba bastante mal y eso que íbamos enfundados en capas de ropa. Aún así el frío se hacía notar.
Mi hermano y Paula se habían rajado de nuevo, pero esta vez no me extraña. Su noche había sido muy larga después de que el día anterior el banco les anulara los pagos con la tarjeta de crédito. Y como estábamos invertidos en las horas se pasaron toda la noche en contacto con mi madre y con el banco para que les solucionaran el tema porque claro hoy llegaríamos a las Vegas y como para no tener dinero, jeje. La verdad que los de los bancos... no cuento más porque me enervo pero vamos... sin comentarios. Pues eso que entre que se pasaron toda la noche con mensajes, que se habían acostado tarde por hacer la colada y que les tuve que despertar a las 5:30 de la mañana porque era ellos quien tenían el pase anual para los parques.... pues...
Supongo que pensarían en matarme cuando al final no necesitábamos el pase ya que la puerta estaba totalmente abierta a esas horas, jeje.
Después de una buena ducha revitalizante les recogimos, hicimos el check out y vamos a desayunar al Rubby´s Inn. Desayunamos bien: tortitas, tostadas, café... lo normal pero en abundancia (32$). Aquí volvimos a pasar otro momento de risa descontrolada cuando mi cuñada con su inglés pronunciado que no le sobraba ni una sola vocal pero con muy mala leche le dice a la camarera que su café está frío y que le eche café caliente encima. Vamos que le entendió perfectamente, probablemente no por el inglés pero si por la cara.
Emprendemos la ruta por Bryce Canyon y lo hacemos desde la parte Sur, desde Natural Bridge.

Bryce Point:



Inspiration Point:


Fuimos pasando por todos los miradores y cuando llegamos a Sunset Point empezamos lo imprescindible: El Navajo Loop Trail. Este trail es imprescindible en Bryce Canyon ya que te muestra lo que realmente es el parque. Pasas entre los hoodos y es indescriptible la belleza que se encuentra en este lugar.








En lugar de seguir la Navajo Loop en la que vuelves a salir a Sunset Point, enlazamos con la Queens Garden y fuimos a salir a Sunrise Point que está a solo 0.8 millas de Sunset Point. Aunque en principio pensábamos que tendríamos que coger le bus gratuito del parque al ver que estaban tan cerca fuimos a por el coche caminando.




En el punto en el que dejamos la Navajo Loop y enlazamos con la Queens Garden, voy y resbalo, y ZAS! al suelo. Llevaba la cámara sin colgar en el cuello y para que no me cayera al suelo la levanté y apoyé todo el cuerpo sobre una muñeca. Que dolor!!! Y que risa!!! casi no me levanto del ataque de risa que me dio. No me resentí mucho pero el pantalón quedó para meterlo en una bolsa de plástico y no volver a ponerlo en todo el viaje. Creo que hoy en día sigue soltando polvo.
Sunrise Point:

Creo que gracias a este trail puedo decir que Bryce Canyon fue uno de los parque que más me gustaron. Junto con Yosemite considero que son los dos imprescindibles del viaje.
Terminamos el trail a las 12:30 de la mañana y sin más salimos en dirección a Zion.
Comimos por el camino en Carmel, en el Thunderbird, atendidos por una camarera super risueña y que emitía optimismo por los poros. Pagamos 77$ e incluyeron un 15% de de propinas.
En Zion teníamos intención de hacer el primer tramo de The Narrows pero por un lado llegamos bastante tarde para hacer esos 3 km y por otro lado creíamos que tal y como estaba el tiempo y el agua del río que estaría demasiado lleno como para poder atravesarlo.
Así que antes de llegar al parking de Zion y antes de atravesar el Carmel Tunnel paramos en un aparcamiento habilitado (es pequeño con lo que supongo que en pleno verano será complicado aparcar) y comenzamos el Canyon Overlook Trail que nos permitió tener una vista casi de pájaro sobre el valle de Zion.




Con el tiempo que nos quedaba decidimos hacer el Emerald Pool Trail que es bastante llana y fácil. La desilusión que nos llevamos cuando llegamos a las cascadas y estaban totalmente secas. Aquí empezamos a pensar: "¿Y si en Yosemite están igual?" A mi Zion me pareció un parque muy bonito, muy verde, muy distinto, pero no tuvimos tiempo suficiente de explorarlo, una pena, sin duda.



Aquí es donde se supone que debian estar las cascadas.

De Zion salimos dirección a la Sin City. Nos íbamos a Las Vegas. Nos esperaba un fin de semana festivo en EEUU y con Las Vegas hasta arriba de gente, pero nos esperaba mucho más.
Llegamos ya de noche a Las Vegas y el primer contacto no fue muy bueno. Al entrar, en una intersección en la que después debíamos coger el Strip dirección Norte para llegar al hotel París, aún no entendemos porqué los coches que teníamos detrás nos empezaron a pitar y mi hermano sin pensarlo siguió de frente en lugar de torcer. Aquí empezó nuestro problema, porque el navegador nos llevó al París por la parte de atrás y el problema es que no encontrábamos el acceso al parking. Al final mi hermano le entró el stress y dejó el coche. Lo cogió Rubén y volvimos a intentarlo, pero sin éxito. Al final aparcamos delante de la puerta y un amable chico del hotel nos dijo que no había problema, que fuéramos a hacer el chek in y que después ya nos lo aparcaban ellos. Por fin!!! Se acabó el estrés!
Aquí empezó otro teatro: el de conseguir una habitación superior. Y LO CONSEGUIMOS! Por unos módicos 10$ el chico de recepción nos subió de categoría las dos habitaciones. Una pasada! Yo solo lo supe cuando abrí la puerta y vi que la habitación era la superior y no la que yo había reservado, así que genial!! Mejor no podía empezar el fin de semana.
Sin dar muchas vueltas salimos a la calle, a intentar buscar un sitio donde cenar. Yo no podía más. Estaba cansadísima. No me apetecía ni cenar. Eran ya las 12 de la noche y solo pensaba en meterme en la cama y descansar. Después del cambio horario llevaba ya 20 horas despierta. No podía más. Y no cené nada.