Conociendo Liverpool ✏️ Diarios de Viajes de Reino Unido

---

EMPEZANDO EL DÍA: Muy prontito por la mañana estábamos todos en pie. La luz había entrado pronto a través de nuestros casi transparentes estores y las gaviotas del puerto habían hecho el resto… así que no podíamos hacernos los remolones en la cama… ¡A vestirse todo el mundo! Pasadas las 8:30 de la mañana, ya andábamos por el puerto hacia el centro de la ciudad, punto de encuentro con nuestra amiga Sandra, nueva residente en Liverpool. Como no habíamos desayunado y la tripa rugía, fuimos a comernos un típico desayuno inglés. Nuestra amiga nos llevó a un bar justo enfrente del Saint Georges Hall. No se el nombre, pero estaba haciendo esquina, enfrente de este edificio que os digo, casi pegado a una tienda oficial del Liverpool FC. Reconoceréis el bar por tener el exterior de madera, muy típico inglés. Por unas 4 libras desayunamos un plato de huevos fritos con beicon, una salchicha, judías pequeñitas con tomate, un tomate a la plancha y una rebanada de pan con mantequilla. Yo pedí una jarra de agua para desayunar, ¡así me salía gratis la bebida y acababa con la sed que me dio el desayuno!


SAINT GEORGES HALL: Tras desayunar y dejar un ratito para la tertulia, pusimos rumbo al Saint Georges Hall. Actualmente este edificio es sede de los juzgados, además de poseer una sala muy grande en la que realizan eventos. El día que nosotros fuimos había un mercadillo. Eso sí, a diferencia de los que hay aquí en España, casi se oían mas nuestras pisadas por el suelo de madera de la terraza, que sus voces. Silencio casi absoluto. La entrada es gratuita y su horario es de 10 a 18:00. Nosotros, al entrar al edificio, subimos a la primera planta, por un ascensor que hay nada mas entrar a la izquierda (está muy bien indicado). Por ahí accedes a un pasillo que te lleva hasta la sala que os he mencionado, pero no a la parte baja, sino a una terraza de un primer piso mas o menos desde la que ves todo lo que ocurre abajo. Al mercadillo no bajamos, así que después de entrar en calor, pusimos rumbo al nuevo destino.


CENTRAL LIBRARY: Salimos del edificio y lo bordeamos hacia la izquierda hasta llegar a la Librería Central, que está justo por la parte de atrás del Saint Georges Hall. Tuvimos mala suerte porque estaba cerrada por obras, así que nos quedamos con las ganas de verla y seguimos un poquito más abajo, justo pegado a la Librería, hasta el museo de ciencias.

MUSEO DE CIENCIAS: Este museo también es gratuito, pero el horario no lo se exactamente, ya que no teníamos pensado verlo, y fue todo sobre la marcha, más o menos será de 10 a 18:00, como la mayoría de los museos. Entramos porque a uno de nuestros amigos le apetecía verlo, y la verdad es que es curioso y merece la pena. Había zonas que estaban muy orientadas a niños, pero puedes ver desde un acuario marino con muchísimos peces, hasta minerales o diferentes animales disecados. Entre los que más me impresionaron, una hiena. El hall del museo es muy curioso porque tiene un gran tótem presidiendo la puerta y un esqueleto de dinosaurio colgado en el techo. Si viajáis con niños, les encantará, y si solo vais adultos, también os gustará. A nosotros nos gustó mucho y nos permitió secarnos de la lluvia y entrar en calor, ya que no paró de caer agüilla finita en todo el día, desde por la mañana hasta que entramos por la puerta de casa bien entrada la noche.

RUMBO A ANFIELD: Llegados a este punto del día, el grupo se separó. Mientras nuestros amigos se fueron de compras, mi novio y yo nos fuimos al famoso Anfield, estadio del Liverpool. Para nosotros era visita obligada, ya que mi novio es forofo del fútbol y su gran ilusión era ir a ver el estadio, así que siendo apenas las 11:30 de la mañana, optamos por coger un bus y en apenas 10 minutos y 1,90 libras menos en el bolsillo por cada viaje, nos plantamos en Anfield Road. Si subís por la calle del Saint Georges Hall encontraréis las paradas del 17 y el 27. Ambos van hasta Anfield y os dejan en la misma puerta del estadio. No es un lugar que impresione por su tamaño, sino por el sentimiento que genera en la gente que lo visita. Nosotros teníamos pensado hacer el tour en el que te enseñan el campo y la sala de trofeos, así que entramos a comprar las entradas. No tiene pérdida el lugar donde se venden, porque pone en grande “Tickets and Museum” junto a la entrada de la tienda oficial. Así que con nuestras entradas en la mano, esperamos fuera, donde está la estatua de Bill Sankley (estatua que hay en la entrada con los brazos abiertos) ya que el tour empezaba a las 12:00.




Comentaros varias cosas acerca de esto:

• Los días previos a un partido de fútbol, los tours son más cortos, ya que no visitas ni los vestuarios, ni la salida al campo, ni banquillos… Esto lo hacen para evitar que la gente pueda colocar cámaras u otros dispositivos con los que grabar lo que pasa dentro de los vestuarios. Así que la visita dura 30 minutos y cobran 10 libras. Incluida la entrada a la sala de trofeos
• No es necesario entrar al tour para entrar a la sala de trofeos. La entrada a la sala de trofeos se puede comprar individualmente y cuesta 7 libras.
• Los días de partido hay un tour especial, pero es exactamente igual al de 10 libras, así que no se cuál es la gran diferencia que hay entre ellos… bueno si, el precio. Este cuesta 20 libras y no visitas tampoco vestuarios, ni banquillos…
• El tour normal, cuesta 18 libras y se realiza siempre que no haya partido o sea día previo a partido. Dura aproximadamente unos 45 minutos y te enseñan los vestuarios, las gradas, salida al campo, banquillos…


Dicho esto, y con la esperanza de que haya aclarado posibles dudas, a las 12:00 vino un chico muy bien trajeado que iba a ser nuestro guía durante la corta visita. La verdad es que se le entendía muy bien, y eso que a la gente de Liverpool es difícil porque tienen un acento muy marcado… y si ya tus conocimientos de inglés son muy básicos, como los míos… apaga y vámonos. Decir que el tour se hace exclusivamente en inglés, así que yo entendí pocas cosas y dejé apuntada en mi agenda esta asignatura pendiente, ESTUDIAR INGLÉS. El chico explicó parte de la historia del Liverpool desde el exterior del estadio. Después entramos al campo, nos dejaron hacer fotos, y nos sentamos en las gradas. Allí nos explicaron más sobre la historia del club y cómo era antiguamente el estadio… en 15 minutos había terminado de contar todo… mas fotos y el momento estrella, el himno que cantan antes de cada partido, You will never walk along. Ya fuera del estadio, la entrada a la sala de trofeos es sin guía, así que entramos. Si os fijais cuando saqueis las entradas para el tour, hay unas escaleras que suben a una planta superior. Subid por ahí porque el acceso a la sala de trofeos está ahí. La verdad es que se ve rápido, ya que no tiene muchas cosas. Así que después de verlo, sólo quedaba echar un vistazo a la tienda oficial y acabar comprando una camiseta con el nombre del capitán del equipo, Gerrard. A diferencia de las camisetas en España, nos costó 15 libras, mas 7 la serigrafía, total, 22 libras… y pensar que la última camiseta que le regalé a mi novio de un equipo de fútbol, me costó cuatro veces mas…


THE CAVERN: Ahora tocaba volver al centro para reencontrarnos con nuestros amigos, así que cruzamos la acera, justo enfrente de donde nos había dejado el bus y esperamos la llegada del 17 o el 27. Esta vez llegó primero el 27, así que después de poco más de 5 minutos y 2,10 libras cada uno, estábamos de nuevo en el Saint Georges Hall. La verdad es que no sabíamos donde bajarnos, así que cuando estuvimos lo bastante cerca de la Torre de Radio que está justo en el centro de todo lo importante para ver, y muy cerquita del Saint Georges Hall, nos bajamos. Tuvimos suerte porque acertamos con la parada y justo salimos al bar donde habíamos desayunado por la mañana, así que genial. De casualidad vimos un bar español llamado La Tasca. He de decir que me hizo muchísima ilusión verlo, pero después mi amiga nos dijo que no tenía buena fama por ser un poquito descuidados y “guarretes”. Justo enfrente vimos una de las tantas estatuas que hay por toda la ciudad llamadas ¡super lambananas! Los que vivais en Madrid quizás recordaréis una exposición itinerante que hubo por toda la ciudad durante un tiempo. Eran estatuas con forma de vaca que estaban pintadas de diferentes formas, una emulando El Guernica de Picasso, otra con abanicos… y cada cierto tiempo las iban moviendo por diferentes puntos de la ciudad. Pues estas son iguales y por lo que me contaron son un símbolo de Liverpool. Su significado se puede interpretar de dos formas, una quiere hacer una crítica a los alimentos transgénicos, argumentando que cualquier animal que comamos alimentado con piensos industriales, pueden ser de todo, menos lo que pensamos que comemos. Otro significado es la representación que hace a las dos mercancías más exportadas al puerto de Liverpool, el cordero y las bananas. Por eso, si la miras por un lado tiene forma de cordero y si la miras por el otro extremo tiene forma de banana. Vimos un montón, una pintada como si fuera un tigre, otra con manchitas de muchos colores… Al final nos trajimos un imán del super lambanana, amarillo :D. Las veréis por toda la ciudad, y cada cierto tiempo las cambian de lugar.


Sobre las 13:45 estábamos todos reunidos nuevamente, así que como la calle de los Beatles estaba muy cerca (Mathew Street) fuimos corriendo a verla.


La primera parada fue The Cavern, el famoso bar donde tocaban los Beatles, ya que hasta las 14:00, la entrada era gratuita. Bajamos muchiiisimas escaleras y por fin estábamos dentro. Decir que es un sitio con mucho encanto, por lo menos bajo mi punto de vista. En ese momento había música en directo y no quedaba ni una mesa libre, así que pedimos unas pintas por unas 2,5 libras y disfrutamos del ambiente.


Finalmente conseguimos un hueco en una mesa y pasamos un rato muy agradable antes de comer. Lo que me llamó la atención fueron las paredes, todas pintadas con nombres de la gente que había visitado el bar. Como no, nosotros también pusimos nuestros nombres para dejar el recuerdo de haber estado en un sitio tan admirado y venerado por tanta gente. Sobre las 14:30 salimos en busca de un sitio para comer, y en la entrada ya cobraran 2 libras por bajar. Los precios suelen variar dependiendo de la hora y si hay música en directo o no. En un cartel que vimos, para esa misma noche, cobraban 15 libras por verlo, con música en directo y alguna consumición.



COMIENDO ALGO Y VISITA A LA CATEDRAL CATÓLICA: El hambre ya hacía estragos asi que por la misma zona del desayuno, entramos a un restaurante para comer algo. También estaba a tope, así que después de esperar conseguimos una mesa. Unas hamburguesas y unas pintas por 15 libras (para mi novio y para mi) ¡Me di cuenta que los únicos que comíamos éramos nosotros!, los demás bebían y celebraban varias despedidas de soltero/a…¡ y luego dicen de los españoles! Después de comer teníamos pensado subir a St John,s Beacon, más conocida como la Torre de Radio, pero como llovía, decidimos dejarlo para el domingo, por si el tiempo mejoraba. El horario es de 11:00 a 18:00. Se puede subir hasta arriba y cuesta 5 libras. Las vistas dicen que son muy bonitas, pero claro, para un día claro, en nuestro caso tendríamos que dejarlo finalmente para otra ocasión. Siguiente parada, la catedral católica.


El camino se me hizo largo y eso que estaba cerca, pero empezó a hacer bastante viento y con la llovizna se hacía algo cuesta arriba. Finalmente llegamos y para mi asombro no se parecía en nada a las catedrales que estoy acostumbrada a ver aquí en España. Es demasiado moderna (data de 1960) para nuestro concepto de catedral, aunque me gustó porque es distinto a todo lo que había visto. Nuestro amigo Iván la bautizó con el nombre de… “el volcán”, por la forma de la cúpula. Por dentro es enorrrrme, y en vez de tener el altar frente a los bancos para los fieles, lo tiene en el centro, de tal forma que todos los bancos están rodeándolo, esto me gustó mucho y me pareció muy curioso. A diferencia de la mayoría de catedrales de España, esta si es gratuita, y su horario es de 8:00 a 18:00. Tiene una cripta que alquilan para celebraciones y algún tipo de fiesta, pero no bajamos a verla porque ya estaba cerrada. Para ver esto si que hay que pagar, concretamente 3 libras.


CATEDRAL ANGLICANA: Continuamos el camino hacia la catedral anglicana, bajando la enorme escalinata de la católica y siguiendo la calle de enfrente. Por el camino, nos encontramos un monumento que quizás muchos habréis visto buscando información sobre la ciudad, un montón de maletas de metal apiladas. Yo lo vi en internet y me pareció curioso, y mira por donde, lo encontramos en el camino.


Por fin, llegamos a la catedral anglicana, y esta se me pareció mucho más a una iglesia antigua. La entrada es gratuita, aunque nada mas entrar os encontrareis con unas cajitas de madera con un letrero en el que dice que se admiten donativos de 2,5 libras por verla. Nadie os lo va a pedir, así que eso queda bajo la decisión del que entre. Mi impresión al verla fue de encontrarla demasiado vacía, sin imágenes ni grandes murales. Lo bonito son las vidrieras, bajo mi punto de vista. Dentro me encontré un poco rara al ver detalles como frases escritas con luces luminosas tipo neón, una cafetería… fue raro. Su horario es de 7:30 a 18:00 y además, se puede visitar la torre. El horario es de 10:00 a 15:30 y su precio 4,25, 3 si la entrada es reducida. Nosotros no subimos tampoco, porque estaba cerrada y porque la lluvia y las nubes no dejaban grandes vistas. Esta torre es una de las más altas de Inglaterra, hablando de iglesias. Mi amiga subió hace un tiempo y dice que tiene unas vistas bastante bonitas a la ciudad y al puerto. Para otra ocasión


BARRIO CHINO y SAINT LUKES CHURCH: Muy cerquita de la catedral anglicana, está el barrio chino. Nosotros solo vimos el arco que hay en la entrada ya que nos comentaron, y también leí por el foro, que es un barrio un poco peligroso, especialmente por la noche, así que después de las fotos de rigor, seguimos nuestro camino hacia la zona comercial, Liverpool One y calles aledañas para hacer unas compras. Cuál fue mi sorpresa, cuando nos topamos con la iglesia de Saint Lukes Church. Esta fue bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial por lo que solo queda la fachada. Por dentro está totalmente destruida, pero merece la pena verla. Con su jardincito bien cuidado… muy bonita.


VUELTA A CASA Y CENA: Como estábamos empapados y cansados, decidimos ir a casa a ducharnos, descansar y cenar antes de salir nuevamente a conocer la noche de Liverpool. Volvimos hasta nuestro punto de referencia durante todo el fin de semana, Hannover Street, y nos topamos con el supermercado Tesco, que llevábamos buscando todo el fin de semana, ya que nuestra amiga nos había dicho que no cerraba hasta las 23:00, y podríamos ir allí a comprar lo que necesitáramos para los días que íbamos a pasar en Liverpool. Como nuestro plan del día anterior no había salido como queríamos, acabamos en la gasolinera comprando… Raquel, nuestra otra acompañante de viaje, quería comprar unas salsas para traerse a España, y que solo había encontrado en Inglaterra, así que mientras ella las buscaba en la planta superior del Tesco , nosotros nos dedicamos a inspeccionar el súper. Apunte a navegantes. En Inglaterra no tiran los alimentos que están próximos a caducar, por lo que antes del cierre del supermercado, van bajando los precios progresivamente hasta la hora del cierre, para que la gente se lo lleve y no tengan que tirarlo. ¡Ya podían tomar nota aquí! Vimos pan de molde por ¡1 céntimo! Como lo leeis, 100% cierto. Ensaladas a mitad de precio… 1 libra… Pero sin duda el mayor hallazgo que hice fue un pequeño pimiento verde procedente de la preciosa España, tan chiquitín como la palma de una mano, sin contar deditos ¿eh?, a la friolera de 90 céntimos, al cambio, ¡1 euro! ¡Vendido individualmente! Dije ¿un pimiento de España, solo uno, 1 euro? Y mi amiga me aclaró que si, que no estaba loca ni ciega ni nada por el estilo, los pimientos los vendían de uno en uno y a ese precio. Quizás sea una tontería pero me impactó, de echo yo creo que se lo cuento a todo el mundo….
Después de este impacto visual… justo a la salida del súper, taxi y 5 minutos después y 4 libras menos… ¡¡casita!!

LIVERPOOL NOCTURNA: Tras un breve descanso, una cena rápida con embutido tipical spanish y una ducha, a las 10 cogíamos otra vez un taxi hasta… ¡Hannover Street! Otras 4 libras y apenas 5 minutos de trayecto. Primero fuimos a la calle de los Beatles para verla por la noche. El ambiente es totalmente distinto y merece la pena verlo. Después un poco de callejeo hasta que entramos en un bar llamado Igloo, con buena música, no muy lleno y con sofás para sentarse. Perfecto para pasar un rato agradable entre amigos.

Antes de irnos a casa, fuimos a otro bar, al final de la calle donde estaba el Igloo, también bastante chulo pero mucho más lleno. Aguantamos poco, porque entre la gente, las cervezas un poco calientes, la coca cola de barril que te servían con manguerita y que ya eran las 2 de la madrugada (a las 3 cierran todos los bares) y al día siguiente tocaba más turismo y vuelta a casa, decidimos irnos a dormir. Vuelta a Hannover Street y taxi a casa. SI habéis leído la primera parte del diario, donde cuento los aspectos del transporte, hago mención a un taxista que quiso cobrarnos 15 libras por llevarnos a casa, cosa que unas horas antes nos había costado 4 libras. Menos mal que antes de subir al taxi le dijimos donde queríamos ir y nos dijo el precio, sino… como se suele decir, nos habría timado. El otro taxi, como en todos los trayectos que hicimos, nos cobró 4,20 libras. Esta noche, entre el cansancio del día y el frío que tenía en el cuerpo, no me fijé ni si entraba mucha o poca luz por la ventana… cerré los ojos y… ¡Buenas noches!

DATOS CURIOSOS DE LA NOCHE DE LIVERPOOL: No sé porque será, si es que llevo mucho tiempo sin salir por la noche o que me sorprende cualquier cosa.
1. Se notaba 100% que éramos extranjeros. Las chicas salen sin abrigo y medio desnudas, nosotros helados de frio tapados hasta los ojos y ellas como si fuera pleno mes de julio en España. Este aspecto me impactó soberanamente. Tacones de 30 o más cm… y con muchas copas encima… peligro seguro. Y encima lloviendo, imaginaros el panorama. Más de una caída vimos, más de una falda subida por el aire y todas esas cosas… Quien haya estado, lo sabrá.

2. Los ingleses beben muuuuuuuucho. A todas horas veía pintas de cerveza. Durante el desayuno por la mañana, durante nuestra comida que era su casi merienda, durante la noche… La verdad es que esto también me impactó mucho. Salir a las 10 de la noche y ver a la gente bastante borracha… y por las calles bastante suciedad durante estas horas, ocasionado todo por los excesos de alcohol en el organismo, ya me entendéis. Y mira que en España se hace botellón y todo eso, pero hasta ese punto…. Sorprende.

---