![]() ![]() Vitznau - Lucerna – Brienz ✏️ Diarios de Viajes de Suiza
Nos despertamos a las 7:30 y tras aprovechar mi novia, mi escapada a los baños, para comer todas las galletas príncipe jeje, cogimos el coche y paramos al borde de la carretera para contemplar el paisaje hacia el pueblo de Vitznau. Acto seguido...![]() Diario: SUIZA, DISFRUTANDO DEL PAISAJE PERFECTO⭐ Puntos: 4.9 (51 Votos) Etapas: 13 Localización:![]() Nos despertamos a las 7:30 y tras aprovechar mi novia, mi escapada a los baños, para comer todas las galletas príncipe jeje, cogimos el coche y paramos al borde de la carretera para contemplar el paisaje hacia el pueblo de Vitznau Acto seguido, otra vez en coche, llegamos en 35 minutos (eran las 09h) a Lucerna donde aparcamos el coche en el aparcamiento subterraneo de la estación de trenes (Bahnhof). En la propia estación hay una oficina de turismo donde nos dieron un plano de la ciudad con indicaciones y mucha información. Lucerna es una ciudad de tradición cosmopolita, visitada desde hace siglos por "viajeros ilustres". Está en la orilla norte del Lago de los Cuatro Cantones, donde desemboca el Reuss, y cercana a los montes Pilatus y Rigi. Es capital del cantón de mismo nombre y es la octava ciudad de Suiza. Para conocer Lucerna, seguimos el camino rojo del plano y nos llevó bastante tiempo en visitarla. Ya, afueras de la estación, el puente de Seebrücke nos ofreció la primera perspectiva de las dos almas de la ciudad: de una parte el lago con su corona de montañas y al otro el núcleo de la ciudad antigua. Dirigiendo la vista hacia esta zona, se cruza ante la mirada uno de los símbolos de Lucerna: el Kapellbrücke (puente del capilla), el puente cubierto de madera más antiguo de Europa. Construido en el siglo XIV, fue restaurado en buena parte tras los importantes daños sufridos a causa de un incendio en 1993. Hay que cruzarlo de una punta a la otra, contemplando las pinturas que adornan su entramado de vigas, percibiendo el crujido de su suelo de madera vieja, para sentirse transportado a una Lucerna que, cuando fue construido este puente, tenía poco más de tres mil habitantes. En medio del largo corredor de madera, adornado lleno de geranios, se encuentra la llamada Torre del Agua, que data del año 1300: Recorrimos todo lo importante de la ciudad: la Iglesia de los Jesuitas, levantada en 1666 siendo el primero de estilo barroco en Suiza; la elegante Weinmarket, mercado de vino, con una llamativa fuente gótica en su centro; sus callejuelas, sus torreones en lo alto del pueblo; el otro puente emblemático de Lucerna, el Spreuerbrücke, construido también en madera en 1408 y que conserva en los paneles entramados una intrigante serie de pinturas representando “ La danza de la muerte”; hoteles de lujo, chocolatería Laderach… Era una maravilla el puente... Nos encantó la ciudad; pasamos casi 4 horas paseando por sus callejuelas. Para los interesados a los relojes cuco de Suiza, pudimos ver a un precio muy razonable una tienda cerca del pequeño museo alpino que había al final de una calle. No recuerdo su nombre pero bueno. Nos parecieron una maravilla esos relojes cuco grandes decoradas en chalets de madera pero el precio te quita el hipo. Habrá que ahorrar un poco para poder colgarla en la cocina rústica. Tiempo al tiempo. También es importante comentar que en Lucerna hay un interesante Museo de los Transportes y para abarcar una vista de pájaro sobre los lagos hay un viaje combinado llamado “Golden Round Trip” : consiste en una agradable paseo de 90 min en barco desde Lucerna hasta el embarcadero de Alpnachstad, donde se coge un tren cremallera para subir al monte Pilatus (2.106 metros). Las vistas desde sus atalayas hacia el Lago de los Cuatro Cantones son extraordinarias. Para regresar desde Pilatus a Lucerna, hay un telecabina que en 15 minutos traslada al viajero a Kriens , y una vez aquí se coge un autobús para ir a Lucerna. Precio 110 CHF por persona. Existen también otras alternativas más baratas: www.pilatus.ch/ ...ys/prices/ Tras almorzar cogimos el coche en dirección a Brienz. De camino, en lo alto del puerto Brünigpass, había un mirador hacia el valle de Lunger con el lago como protagonista. Una maravilla. Se puede estacionar el coche al lado del mirador sin problemas. Es imperdible. En poco tiempo llegamos a Brienz, donde cogimos sitio en el “Camping Seegartli”. Nos costó 31 CHF + 2 CHF (ducha/agua caliente). A 25 metros hay otro camping pero era muy caro. Encima estaba junto al lago, a 2 metros. Fenomenal. Montamos nuestro chiringuito particular y tras un poco de relax nos pusimos los bañadores y al agua, que hacía un tiempazo del bueno. El agua estaba fresca y muy limpia; el dueño del camping ya nos dijo que se podía beber sin problema. Razón no le faltaba. Ese color turquesa que tiene el lago le da un toque especial al lago, en un entorno lleno de montañas. Pasamos un buen rato disfrutando del sol y cuando regresamos al camping sorpresa: Había 2 personas esperándome para decir que habían raspado mi coche al aparcar. En los 2 lados, en las aletas, por personas distintas. No lo podía creer. Vaya sorpresón la verdad. Eran alemanes y bueno… al final resolvimos evitando hacer los papeles y recibiendo dinero como compensación. Al final salió “bien” la cosa y no tuvimos ningún problema con ellos a la hora de llegar a un acuerdo. Ya con el mosqueo olvidado cenamos con vistas al lago y sobre las 19h decidimos conocer el pueblo de Brienz, situado a 10 minutos a pie. Recorrimos sus callejuelas y nos adentramos en la tienda de obras talladas en madera, ya que el pueblo es famoso por sus artesanos que han tallado en madera. Todo empezó en 1820 cuando un tornero de madera, Christian Fischer, empezó a esculpir figuras de madera como entretenimiento durante el invierno y a la postre, vendió a los turistas que llegaron el verano siguiente. Así se asentó la tradición artesanal y motor económico del pueblo. Pasamos un buen rato al lado de la iglesia y al atardecer, con los últimos rayos de sol, regresamos paseando por la orilla del lago escuchando el chapoteo del agua, transmitiendo una profunda sensación de sosiego. Muy romántico. Ya en el camping, nos dormimos mirando y escuchando el sonido del agua… Índice del Diario: SUIZA, DISFRUTANDO DEL PAISAJE PERFECTO
01: Ruta en coche Villabona (Guipuzcoa) – Egletons (Francia). 511km.
02: Coche desde Egletons – Vissoie , Valle de Anniviers (Suiza) 627km
03: Ruta 2,5h refugio Moiry – Grimentz – Valle de Anniviers.
04: Ruta 2,5h refugio Moiry - Tasch – Zermatt
05: Subida tren Gornergrat – tren vagón Kandersteg – Lauterbrunnen
06: Lauterbrunnen – Wengen - Männlichen – Kleine Scheidegg
07: Cascadas de Trümmelbach – Museo rural Ballenberg – Giswill
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