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Nos despertamos a las 6:45 y aunque teníamos previsión de buen tiempo el cielo estaba muy gris. Conclusión: retrasamos el despertador 45 minutos. Mi novia no se quejó la verdad, jaja.
Ya a las 7:30 desayunamos fuerte y cogimos el tren para ir a Zermatt. Según bajamos del tren inmediatamente entramos en la parada del tren cremallera de Gornergrat, situado justo en frente de la estación de trenes de Zermatt. Antes de comprar los billetes dimos un vistazo a las pantallas que ofrecen imágenes en vivo del estado del tiempo allí arriba a 3000 metros de altitud. Estábamos de enhorabuena: había una manta de nubes debajo de los picos con un sol radiante dispuesto a ganar la batalla.
Así pues, decidimos comprar los billetes hasta Rotenboden , anterior estación a Gornergrat, (73 CHF i/v) y así poder admirar la belleza del lago “Riffelsee” viendo la silueta reflejada del gran Matterhorn a primeras horas del día sin agobios, sin gente y haciendo una foto de recuerdo.
www.vacacionesporeuropa.com/ ...riffelsee/
La subida en el tren cremallera de Gornergrat (30 minutos de subida) es una sugerencia obligada para poder admirar la belleza de sus laderas: corrientes glaciares, picos de 4.000 metros, refugios, lagos… completando un espléndido escenario de la alta montaña alpina.
Nuestra primera imagen del gran Matterhorn desde las ventanas del tren
El ferrocarril de Gornergrat se finalizó de construir en el año 1898 siendo la primera línea electrificada de un tren cremallera en Suiza. Una vez en la estación de Gornergrat ,3135 metros de altitud, se puede ver el horizonte de montañas formado de Monte Rosa, Weisshorn, Cervino, Liskamm, Breithorn…
Cuando bajamos en la parada Rotenboden, a 2800 metros de altitud, nos quedamos maravillados viendo el lago Riffelsee y al fondo con el gran Cervino. Increíble lo bonito que era. Vaya escenario tan grandioso que nos presentaba en 360º.
Aprovechamos y nos acercamos al lago. Estábamos solos!
Al poco rato vinieron auténticas caravanas de japoneses en fila india. Se acabó la armonía y el silencio. Nos hicimos una foto con el tripode:
El plan del día era subir a pie desde Rotenboden a Gornergrat y luego bajar a pie a Zermatt (1 hora de subida y 3 horas de bajada y 1200 metros de desnivel). De esta forma se ahorraba bastante dinero pero al ver que el parte meteorológico del día siguiente no era muy bueno, decidimos cancelar el trekking programado del día siguiente ( en nuestros planes estaba hacer un trekking de 4-5 horas subiendo en teleférico desde Fiesch a Eggishorn y desde allí hacer una buena caminata para conocer a fondo el gran glaciar Aletsch)
Conclusión: acortaríamos la jornada, por lo que esa misma tarde iríamos a Lauterbrunnen (vía tren vagón Goppenstein - Kandersteg) por lo que para ganar tiempo al día cogimos el tren cremallera en Rotenboden de vuelta a Zermatt al mediodía.
Las vistas durante la subida fueron simplemente perfectas. Montañas nevadas, corrientes glaciares… un telón confornado de picos de cuatro mil acompañado de un sol radiante. No se podía pedir más:
Reseñar también que en el “Klein Matterhorn” ( el pequeño Cervino) está construido un teleférico que sube hasta 3.820 metros, con la que abre una enorme extensión de zonas esquiables en verano, en conexión con las pistas italianas de Cervino.
En la parte izquierda de la foto, encima del glaciar, está la estación. Se puede ver muy justito. Desde la estación de Klein Matterhorn (3820 m) se puede subir a pie en solo 2 horas a uno de los 4miles más fáciles de los Alpes. Concretamente a Breithorn (4164 m)
También decir como curiosidad, que en el año 1890 se expidió una licencia que avalaba el proyecto de construir un funicular hasta la mismísima cumbre de Matterhorn. Afortunadamente los técnicos estimaron inviable la instalación del teleférico, como así la alternativa de horadar un túnel por su interior que llegara hasta la cumbre. Menos mal….
Durante la subida:
De izquierda a derecha: Liskamm 4.527 ,Castor 4.228 m, Pollux 4.092 m y Breithorn 4164m
Ya en Gornergrat, vimos como el turismo suizo tiene una fuerza descomunal, menudo motor económico. A 3.135 metros es increíble ver como pueden montar un hotel, estación de tren… los vagones venían llenos de gente dispuesto a tomar algo en las majestuosas terraza de los restaurantes. Nosotros comimos nuestro bocadillo particular de nutella y frutos secos, sabían a gloria, jej.
Pasamos una mañana muy entretenida la verdad. Uno se quedaba embobado viendo la belleza de sus montañas. Además había muchos bancos acondicionados en cada rincón del sendero que animaba sentarse y disfrutar charlando bajo los rayos del sol.
Al fondo el gran Monte Rosa con sus 4.634 metros.
y su particular refugio de color plata
Ya de vuelta para abajo...
La caminata de Gornergrat a Rotenboden se hace muy amena por la belleza del entorno alpino
A la 14h decidimos coger el tren para bajar a Zermatt. Aquí las calles estaban abarrotadas de gente: había una especie de fiesta donde los protagonistas iban con trajes típicos de la zona… otros en forma de bomberos echando agua por todos los lados… jaja fue muy alegre.
Ya en Tasch, en el camping, recogimos el coche y acto seguido fuimos dirección Goppenstein para coger el tren bagón y llegar a Lauterbrunnen. Nos dio mucha pena abortar el plan de hacer una caminata alrededor del glaciar Aletsch subiendo por Eggishorn, el mas largo de los Alpes, pero con mal tiempo es mejor dejarlo para otra ocasión. Ya tenemos una buena excusa para volver en un futuro.
Así pues llegamos a Goppenstein. Compramos el ticket 27 CHF y nos pusimos en la cola. Resultaba curioso lo que íbamos a hacer: montarse en los vagones/plataformas de un tren con el coche propio con los 2 adentro. Todos los coches en fila india, el tren arrancó y tardó más o menos 25 minutos (después de atravesar por debajo de la montaña por un túnel infinito a oscuras) en llegar al otro lado del valle, Kandersteg. Experiencia curiosa pero muy interesante.
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Ya en tierra firme, durante el trayecto a Lauterbrunnen el paisaje cogió un color verde mucho más intenso y colorido. Íbamos hacia los valles del Oberland bernés. Los chalets de madera en medio de las laderas… fue muy gratificante conducir por esos sitios, ya lo creo. Paisajes de postal.
De camino en Aeschi había una panorámica muy interesante hacia el lago de Spiez. Al poco rato llegamos a Lauterbrunnen. Directos fuimos al “Camping Jungfrau”, situado debajo de la espléndida cascada de Staubach. Era un camping de 4 estrellas y las instalaciones eran muy buenas pero no así el precio: pedían 42 CHF. Decidimos preguntar en el otro camping que había en el pueblo. Éste se llama “Camping Schutzenbach” y nos pareció perfecto: casi no había nadie, tranquilidad total, a 3 minutos a pie del centro, buena hierba y con la gran cascada justo en frente. Nos costó 34 CHF + 2 CHF (ducha/agua caliente) pasar la noche. Contentos, nos duchamos y preparamos la cena felizmente.
Al anochecer paseamos por las calles de Lauterbrunnen y nos acercamos a la cascada Staubach.
Este camping transmitía paz y armonía. Dormimos como unos pequeños recién nacidos gracias a nuestro colchón inflable Lo Mónaco, jeje.
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