Mi experiencia vital: 20 días por Tailandia ✏️ Blogs of Thailand

Tailandia! Ese país exótico, místico y lejano que hace unos años ni se me pasaba por la cabeza visitar y que, siendo mi marido y yo adictos a Pekín Express, comenzó a tener peso como país a visitar.

Ya para las vacaciones de 2013 lo planteamos en serio, pero viajar en septiembre, en plena época de monzones, nos lo hizo replantear y decidimos viajar a USA.

En 2014 se nos planteaba el mismo problema, únicamente disponíamos de días suficientes para viajar en septiembre, así que nos armamos de valor y en marzo nos plantamos en nuestra agencia de confianza. Con toda la información en casa entramos en foroviajeros para ver qué comentarios había y, aquí “descubrimos” que gracias a toda nuestra experiencia viajera y a la de todos los foreros, podríamos organizar el viaje nosotros mismos.

Comenzamos por los vuelos de ida y vuelta, que compramos directamente en la web de Qatar Airways. El vuelo salía de Barcelona con escala de 2’30 horas en Doha y de ahí para Bangkok; la vuelta exactamente igual. El precio: 724,39€/persona.
Ese mismo día nos hicimos el seguro de viaje, bastante completo por 156,84€ para los 2.

Ahora venía lo complicado, decidir el itinerario para cerrar los vuelos internos.
Tras plantearnos el incluir Camboya creímos que sería mejor disfrutar, sin prisas, de todo lo que Tailandia ofrece, así que 1ª duda disipada. Mirando los diferentes post del foro, diarios de viaje, etc. nos fuimos familiarizando con las distintas zonas del país y pudimos confeccionar el que sería nuestro viaje de 20 días por Tailandia:

Sábado 30/08/14: vuelo Barcelona-Bangkok
Del 31/08 al 04/09: Bangkok y alrededores
Del 04/09 al 10/09: Chiang Mai
Del 10/09 al 13/09: Koh Tao
Del 13/09 al 17/09: Koh Phangan
17-09 Bangkok y a las 02:40 del 18/09 regreso a BCN

Pues manos a la obra! Buscadores y comparadores a mil por hora para localizar las ofertas y vuelos que más nos convinieran, finalmente fueron estas:

Vuelo Bangkok - Chiang Mai con Nokair: 41,88€/persona
Vuelo Chiang Mai – Bangkok - Koh Samui con Bangkok Airways: 170,25€/persona
Ferry Koh Samui – Koh Tao con Lomprayah (transfer incluido): 13,94€/persona
Ferry Koh Tao – Koh Phangan con Lomprayah: 12,20€/persona
Ferry Koh Phangan – Koh Samui (transfer includo): 8,80€/persona
Vuelo Koh Samui-Bangkok con Bangkok Airways: 104,29€/persona

Llegaba el momento del alojamiento, aquí teníamos claro que entre las guesthouse y los hoteles de lujo hay un punto intermedio. Nos costó mil y una revisiones del foro y de Tripadvisor elegir, pero finalmente acertamos. Os indicaré en cada etapa el hotel y nuestra valoración.

Estupendo, al fin teníamos todo nuestro viaje montado!!!

Respecto al tema de sanidad, contactamos con el Servicio de Atención al Viajero del Hospital Parc Taulí y nos vacunamos de Tifus y Hepatitis A+B. La visita y vacunas nos costó 32,50€/persona.

En los meses posteriores me dediqué a leer todos los diarios de viaje que pude y a empollarme la Lonely Planet para hacerme una idea lo más real posible de lo que nos íbamos a encontrar, también me sirvió para desengranar qué haríamos cada día e incluso contratar alguna actividad desde aquí.

Por último, y no por ello menos importante, agradecer a todos y cada uno de los moderadores e integrantes de este foro su dedicación y paciencia, es increíble lo fácil que puede resultar organizar un gran viaje por tu cuenta con esta “herramienta” tan perfecta como sois los foreros.
Comenzamos con la 1ª etapa!

---

No me enrollaré mucho en este día porque es lo más plomazo de todo el viaje!

Nuestro vuelo salía de Barcelona a las 11h con destino a Doha, 3 horas antes llegamos al aeropuerto y facturamos el equipaje directo hasta Bangkok.

Con puntualidad británica (o qatarí!), salió nuestro vuelo. Los asientos bastante cómodos dentro de lo que es la economy class! Pantallas individuales para cada pasajero, y no paraban de pasar con snacks y bebidas a todas horas.
El tema comida-cena-desayuno de avión… sin comentarios, por mucho que se esmeren no deja de ser “comida” de avión, eso sí, servían un buen vinazo con el que pasar la comida, jejejeje!

Tras casi 7 horas de vuelo, del que pasamos la gran parte durmiendo, aterrizábamos en Doha. Como anécdota deciros que se nos empañó la maleta de mano del calor y humedad que hacía al bajar del avión y coger el bus para llegar a la terminal! Im-presionante!

El nuevo aeropuerto de Doha es una pasada! Tiendas de lujo, salas de reposo, salas de fumadores (cómo lo agradecimos!)… ah! y muuuucho frio! Parecíamos recién sacados de Narnia!

Tras 2:30 horitas deambulando por el aeropuerto, tomamos nuestro vuelo a Bangkok. Este avión era más moderno y cómodo, además nos repartieron un neceser con antifaz, tapones, calcetines, cepillo y pasta de dientes.
De nuevo aprovechamos las 7 horas de vuelo para dormir (qué poco aprovechamos la tele!) y a las 7:35h aterrizábamos en suelo Tailandés!!!

---

Como os decía, a las 7:35 de la mañana pisábamos Tailandia.

Pasamos el control de aduana muy rápido, recogimos maletas y cambiamos dinero para pagar el taxi y tener suficiente cash para ese día, pues era domingo y desconocíamos si encontraríamos alguna casa de cambio abierta. Si no me equivoco el cambio estaba a 40,23THB.

Siguiente parada: mostrador de la True Mobile para comprar una tarjeta SIM que nos permitiera llamar a casa. Por 150 THB compramos la tarjeta ya cargada con la que hemos estado llamando a mis padres cada día (no se han integrado en la era moderna, qué le vamos a hacer!) y nos sobraron 10THB de saldo!!! Las chicas te lo montan y dejan listo para su uso.

Más contentos que un pincho con nuestro número móvil tailandés, seguimos las indicaciones de “public taxi” hasta llegar al famoso mostrador de taxis.
Una mujer nos preguntó el nombre del hotel, escribió algo en un papel y se lo entregó a un taxista, este nos condujo hasta su taxi y cargó las maletas. Antes de subir y para no comenzar ya con las “turistadas” (que a todos nos han pasado alguna vez), le hice una de las preguntas que más repetiríamos a lo largo de nuestros 4 días en Bangkok: “meter?”. Jajajajajaaj, ahora sí, comenzaba a darme cuenta de que estábamos en Bangkok!!!!!

Sin problemas, el taxista encendió el taxímetro y nos explicó que por el camino encontraríamos 2 peajes que eran a nuestro cargo, uno costaba 50THB y el otro 30THB, si no me equivoco. Al llegar al 1r peaje le dimos el dinero para pagar ambos peajes, de momento, todo correcto.

El trayecto nos costó 370THB + los peajes.

Y allí estábamos, casi a las 9h, en la puerta de nuestro hotel, el Furama Silom.
Qué deciros del hotel… pues que acertamos de pleno!
El hotel está situado en la concurrida Silom Road, con restaurantes de todo tipo en la misma calle y alrededores, muchos centros de masaje y agencias de viaje, un supermercado… hasta un banco y un Superrich para cambiar moneda justo al lado del hotel; además, está a unos 5 minutos caminando de la estación de BTS Chong Nonsi.
Consta de 20 plantas con una piscina muy chula y bien cuidada en la azotea, no hay problema para encontrar hamacas libres y también tiene bar. Las vistas desde aquí son increíbles.
Ahora toca hablar de la habitación: Deluxe room nº 1807 en la planta 18. El tamaño de la habitación era como si juntáramos el comedor y un par de habitaciones de mi casa! El mobiliario muy bien cuidado, caja fuerte, nevera, plancha y tabla de planchar…la cama era super king size, sábanas impecables (lo siento pero es lo 1º que miro al llegar a un hotel!) y lo más importante, comodísima!
El baño muy peculiar puesto que no tiene paredes, o mejor dicho, las paredes son de cristal! Sí, sí! Podías estar en cualquier sitio de la habitación, duchándote, sentadita en el wc… que tenías visibilidad total! Jajajajaja! La verdad es que era un puntazo y ni mi marido ni yo teníamos problema con tanta transparencia, para los que necesiten más intimidad decir que habían unos estores para cubrir las ventanas. Tenía una ducha amplísima y bañera grande. Todo muy limpio.
El desayuno, que estaba incluido, era tipo buffet y encontrabas comida asiática y continental, con una plancha preparando tortillas cada mañana.
El resto de aéreas comunes están muy bien cuidadas también. Ahhh, se me olvidaba, en el mismo hotel hay un mostrador para contratar excursiones.

4 noches en habitación deluxe, desayuno buffet y wifi incluido: 156,84€ (en Rumbo).
Analizado el hotel, vamos allá!

Tras dejar las maletas y darnos una merecida ducha, cogimos el mapa de la ciudad para orientarnos un poco y nos dirigimos a la estación Chong Nonsi para coger, por primera vez, el skytrain (BTS). Y, ¿cuál sería nuestra primera aventura en Bangkok? Siendo domingo, estaba claro: Chatuchak Market!

Respecto al BTS es muy sencillo de utilizar ya que seleccionas la estación de destino ó el nº de estación (según la máquina) e introduces las monedas para pagar; automáticamente te aparecerá la tarjeta que deberás validar para entrar y salir del andén. Si no tenéis monedas, don’t worry! Hay taquillas para cambiaros los billetes.
En nuestro caso, tomamos el BTS dirección National Stadium hasta la parada Siam, aquí cambiamos de línea y tomamos otro BTS hasta la parada Mo Chit (final de línea).

En Mo Chit no había duda sobre qué dirección tomar, sólo teníamos que seguir a los ríos de gente que se dirigían al mercado.
Este fue uno de los momentos, por no decir el más, duros de todo el viaje pues nuestro cuerpo nos gritaba que no podíamos meterlo entre toda esa gente, puestos de todo tipo, callejones, olores indescriptibles… y nuestra cabeza quería pero estaba a un 50%.
Aun así, pateamos una pequeñísima parte de ese laberinto compuesto por más de 15.000 puestos e hicimos nuestras primeras compras. Para estar medio zombies no se nos dio muy mal del todo pues encontramos pantalones deportivos de chico Adidas y Nike por 100THB/unidad, gafas de sol de espejos por 20THB/unidad y zapatillas deportivas New Balance por 360THB. Aquí pecamos de prudentes y sólo compramos 2 pares de zapatillas, a lo largo del viaje hemos comprobado que es donde mejor de precio estaban pero, sinceramente, no podemos exigirnos más.

Entre paseíto viene, comprita va, se nos hicieron más de las 14h y el estómago rugía con fuerza así que llegaba el momento del “bufff, a ver qué comemos!” y en esas estábamos cuando cada vez escuchábamos más cerca un musicón house de esos que te hacen mover los pies, y allí apareció: un restaurante-terraza con cocinero-showman que a la legua se notaba que era español preparando, sí señor@s, 2 paellas enormes!!!! Casi con lágrimas en los ojos por la emoción, nos lanzamos a por una mesa que quedaba libre en ese momento para probar esta comida tan thai, jejejeje. Con la musiquita de fondo, la paellita (que no estaba mal) y la cervecita Shinga fresquita, nos vinimos arriba para seguir revoloteando por allí un ratito más.

Deshicimos el camino andado hasta la estación de BTS y volvimos al hotel con la intención de relajarnos un rato en la piscina, pero se quedó en intención pues nos quedamos totalmente dormidos.

Al despertar y tras el acicalamiento oportuno (qué bien nos sentó la siesta!), nos dispusimos a coger un taxi a Khao San Road. En la puerta de nuestro hotel siempre había varios taxistas y tuktukeros apostados, pero ninguno de ellos estaba por la labor de poner el taxímetro así que, decidimos alejarnos un poco de ellos y tratar de conseguir un taxi al que le “funcionara” el meter. Paramos a 4 taxis y ninguno de ellos quería ponerlo, en ese momento recordé uno de los tantos consejos que aprendí en este foro: las taxis verde-amarillo son más propensos a ponerlo. Y, efectivamente, nuestro 5º taxi era de este color y no puso reparos en ponerlo.

Entre la música setentera y country a tope, y la panorámica de las calles, callejones y gente, los 20-25 minutos que duró el trayecto se nos pasó volando. El trayecto nos costó 67THB que redondeamos a 70.

En mi mente Khao San era una calle a reventar de gente, bares y con mil puestos y, si bien es cierto que había muchos puestecitos de todo tipo, había muchísima menos gente de la que había imaginado.

Nuestra intención era conseguir unas mochilas The North Face para utilizar durante todo el viaje, así que nos pusimos manos a la obra! Miramos un par de puestos, localizamos los modelos que nos gustaron y nos pusimos a regatear. Las conseguimos por 600THB/unidad, la mitad de lo que pedían inicialmente. La calidad y detalles de las mochilas son estupendos y nos han ido de perlas durante todo el viaje. Como siempre queda el gusanillo de saber si te han tongado, volvimos a revisar los precios en los mercadillos de Patpong y en Chiang Mai y llegamos a la conclusión de que hicimos buena compra!

Operación mochila concluida, fuimos curioseando por todos los puestos, ojeando cartas de los restaurantes para ver dónde cenábamos y topándonos con vendedores de brochetas tan apetecibles como las de escorpión, cucarachas ó gusanos, entre otras delicias. Finalmente encontramos un puesto callejero que contaba con mesas y sillas y que preparaba pad thai al momento y nos dispusimos a probar, ahora sí, nuestro 1r plato thai! Mientras nos lo preparaban y servían pedimos una cerveza Chang cada uno, lo que desconocíamos es que era tamaño gigante! Pues nada, pa’dentro! El pad thai estaba riquísimo, servido en una bandejita de cartón y con palillos para comerlo. El servilletero era lo más, un recipiente en forma de piña que escondía en su interior un rollo de papel higiénico a modo de servilletas! Qué gente más práctica.
Comenzó a chispear y los chicos que regentaban el lugar no tardaron ni 1 minuto en montar una carpa que cubriera a los clientes, estaban pendientes en todo momento de la comodidad de todos. Un 10.
Pasamos aquí un largo rato, disfrutando de la comida, la cerveza y viendo el ir y venir de la calle…no se puede explicar con palabras.

Con la barriga llena, continuamos curioseando y haciendo alguna comprilla más hasta que uno de los puestos de masaje de pies en la calle nos llamó la atención por lo bien montado e higiénico que se veía así que, ¿porqué no?, allí que nos lanzamos a darnos un masajito de pies que nos dejó como nuevos (yo tenía los tobillos hinchadísimos del vuelo y me los desinflamó enseguida). 120THB/persona por media hora.

Íbamos a buscar taxi de vuelta cuando Oscar, mi marido, vio un callejón con lucecitas y para allí que nos metimos. En el callejón había algunos garitos y guesthouse pero nos llevó a parar a otra calle de la que desconocemos el nombre, y que fue todo un hallazgo! Estaba repleta de bares y cada uno tenía un Dj ó un grupo que tocaba música en directo. Nos sentamos en uno de ellos a tomar otra Chang (a estas alturas ya sabíamos que preferíamos la Chang a la Shinga) y a disfrutar de su banda en directo y del ambiente de la calle. En este momento le dije a Oscar lo que no me cansaría de repetir en todo el viaje: este es el viaje de mi vida!

Ya bastante tarde, fuimos a buscar taxi para volver al hotel pero no conseguimos que nos pusieran el meter así que, tomando como referencia el precio del taxi de ida, conseguimos volver al hotel por 100THB.

Nuestro 1r día en Bangkok había dado mucho de sí, estamos ansiosos por que llegue el siguiente día.

---