Otra despedida de Grecia, volveremos
Hoy damos un paseo por el pueblo antes de salir para las playas, pasear por los pueblos por la mañana es genial, la luz, la tranquilidad. Skiathos tiene una serie de miradores muy chulos desde los que se ve el puerto, en la zona de Plakes, con una mini cala de guijarros.
Subimos a la iglesia Panagia Limnia, compramos Caprice en una tiendecita tradicional de barrio para llevar de regalo a casa, vemos la iglesia y también la Mitropoleos, la iglesia grande, nos vamos caminando hasta la Iglesia de San Nicolás y la torre del reloj desde donde hay unas maravillosas vistas de Skiathos, el puerto y Bourtzi.
Tenemos que elegir una playa para despedirnos de Skiathos y de este verano en las islas, difícil elección en una isla con más de 60 playas, elegimos Maratha, por recomendación de compañeros del foro, una bonita playa de arena dorada, estrecha, con vegetación, un bar para comer, sombrillas, zona libre y un agua maravillosa, pasamos la mañana entre baños, paseos y algún frappe para ir despidiéndonos de la buena vida.
Comemos en el bar, nos es muy barato, pero los sándwiches están ricos, y después volvemos al pueblo para dejar el equipaje preparado antes de salir a cenar.
Paseamos por el pueblo antes de la cena, últimas compras para llevar a casa, a familia y amigos, nos gusta especialmente toda la zona de la parte izquierda del pueblo (mirando con el mar a mar a la espalda). Elegimos la taberna que nos ha recomendado Dimitris, nos dice que es tradicional y así es, y la zona encantadora.
Taberna Mesougia; saganaki, pasticcio, pulpo a la brasa, mejillones saganaki, cervezas y refresco, nos invitan a yogurt de postre, 39 €.
De camino al hotel, paseando por el puerto nos vamos despidiendo con la pena de siempre pero con el agradecimiento de haber podido disfrutarlo tanto y tan bien. Grecia en estas circunstancias ha sido un inmenso regalo al que hemos sacado el mejor partido.
Al día siguiente nos espera un buen madrugón, el vuelo a Atenas sale a las 6 de la mañana, así que le pedimos un taxi a Dimitris muy temprano. El regreso fue perfecto y llegamos a casa cansados, pero felices y con las pilas cargadas para afrontar la segunda parte de esto que nos ha tocado vivir.
Volveremos a viajar y volveremos a Gecia una vez más.