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DIA 5
De nuevo a madrugar. A las 03:00 a.m. nuestro conductor Jai nos toca a la puerta para ver si estamos listos para partir.
Nos montamos en el jeep con Jai y un conductor que lleva el todoterreno. En una hora llegamos al mirador para ver el amanecer con el Bromo de fondo. Tengo que decir que íbamos abrigados y aun así pasamos frío esperando hasta que amaneciera. Las vistas son muy bonitas.
Tomamos un café calentito allí mismo y de nuevo al jeep para ir hasta la base del Bromo.
El primer tramo es de arena con una ligera subida. Hay caballos para subir ese tramo. Nosotros lo hicimos a pie. En el segundo tramo hay que subir unas escaleras hasta el cráter.
Nos impresionó bastante. La cantidad de humo que sale, el olor a azufre, el ruido… Unas vistas de postal. Es recomendable llevar una mascarilla. Si gira el aire arrastrando el humo el olor es muy fuerte. A nosotros nos pasó y la mascarilla ayuda.
Hay algunos puntos donde si tienes vértigo da un poco de “yuyu”.
A los pies del volcán hay un templo hindú. Lo recorrimos rápidamente. En el interior estaba haciendo una especie de ceremonia.
Volvimos al hotel para darnos una ducha y desayunar. El desayuno es tipo bufet (fruta, tostadas, tallarines, arroz, tortillas) está bastante bien.
Recogimos las maletas y salimos en dirección a Banyuwangi. Fueron unas 5 horas y media.
Nos alojamos en Kampung Osing Inn, una casa de huéspedes a las afueras de Banyuwangi. Está en una zona muy tranquila, rodeada de campos de arroz. Habitaciones muy sencillas, solo la cama y un ventilador. Baños compartidos. Zona común para los desayunos y cocina.
El propietario es Mr. Sam. Trabaja en las minas de azufre del Kawa Ijen unos meses al año para complementar los ingresos de la guest house. Un tipo muy amable.
Nos instalamos, nos dimos una ducha y caminamos unos 10-15 minutos hasta un pequeño restaurante local (no sin tener que para varias veces para que nos indicaran la dirección). El sitio era muy autentico. Había bastante gente de allí que iba a buscar comida para llevar.
Tenían preparadas un montón de ollas con diferentes carnes, pescados, verduras, arroz. Por señas nos entendimos. Barato y rico. Y también picante, porque aunque preguntaras y te dijeran que no, rara era la vez que no picaba nada.
Por un rato fuimos el centro de atención.
Prácticamente en los alrededores no vimos ningún turista. La zona es muy tranquila.
Esa noche dormimos unos más que otros. Hubo una gran tormenta. Tenía mis dudas si al día siguiente no estaría todo inundado…
DIA 6
A quien madruga dios le ayuda, no? Nos levantamos a la 01:00h a.m. y nos dirigimos en jeep hasta la base del Kawa Ijen.
Contratamos el treking Kawa Ijen by night por 400.000 IDR por persona en el mismo alojamiento.
Nuestro guía es Mr. Sam que conoce a muchos de los mineros. Nos encontramos trabajando allí a su hermano, su primo y varios amigos.
La subida se hizo dura y larga. Llevábamos muchos kilómetros encima y muy pocas horas de sueño. Llovía durante la subida y el chubasquero daba mucho calor.
Una vez arriba, el aire era muy frio y aún quedaba la bajada hasta la zona donde extraen el azufre.
El camino para bajar es de piedra y muy accidentado. Y los mineros suben cargados como mulas! Nuestro guía cayó de culo durante la bajada. La mochila le amortiguo un poco y también una botella de plástico que reventó. Se levantó muy rápido, más por vergüenza que otra cosa.
Llegamos antes del amanecer para poder ver el fenómeno conocido como “blue fire”. Se produce al arder una mezcla de metano y azufre y es como una llama azul en la oscuridad. Es un fenómeno muy curioso.
Al igual que en el Bromo, es necesario llevar mascarilla para el humo. Es denso y el olor es muy fuerte si el aire lo empuja hacia ti.
Al amanecer, se empieza a apreciar la belleza del lugar y los impresionantes paisajes.
Empezamos a subir de nuevo, parando para inmortalizar esos paisajes de postal.
Descendimos el volcán y volvimos al hotel intentando no quedarnos dormidos por el camino pero no fue posible. Hasta el guía se durmió. El único que aguanto fue el conductor…supongo.
Llegamos al alojamiento. Ducha, desayuno y Mr. Sam avisó a un chofer que tenía un minibús antiguo que nos llevó hasta el puerto para coger el ferry a Bali.
Cogimos los billetes y en una hora y poco estábamos en Bali. Cogimos un taxi hasta Ubud. Otra opción era ir en autobús hasta Denpasar pero después había que ir en taxi hasta Ubud. Para evitar dar tanta vuelta y minimizar las horas de viaje fuimos directos a Ubud por 500.000 IDR, aun así fueron más de cinco horas.
Llegamos a Ubud. Nos alojamos en Jangkrik Homestay. Bien situado. En la calle principal, con muchos restaurantes, tiendas, masajes. A 10 min. caminando de monkey forest. La decoración era bonita.
Debido a un error del Homestay no había disponible la habitación de Juan y Melisa. Los ubicaron en una habitación que parecía que era del personal o la recepción. Tuvieron que pedir que les cambiaran las sabanas porque estaban sucias.
En nuestra habitación del piso superior se oía un ruido detrás de la pared cada vez que alguien encendía el agua caliente.
Fuimos a cenar, primer masaje aromático del viaje, nos dimos una ducha y a recuperar algo de sueño.
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