UZBEKISTAN 2014, las 1001 noches en solo 7 ✏️ Blogs de UzbekistanSamarcanda, Bujara y Jiva por libre con 1000 euros. presupuesto, itinerario, lo mas importante de uzbekistan: el registán.Autor: Eliot_zgz Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (41 Votos) Índice del Diario: UZBEKISTAN 2014, las 1001 noches en solo 7
Total comentarios: 44 Visualizar todos los comentarios
Etapas 4 a 6, total 9
Nos levantamos y tras una duchita bajamos para desayunar. De nuevo coincidimos con nuestra compatriota y su novio que por fin han encontrado la pieza de la suspensión que necesitaban para arreglar el coche y seguir rumbo a Mongolia. También compartimos conversación con dos franceses que estaban haciendo la ruta de la seda en bicicleta. Me recordaron al relato del forero Maxxinger que tanto me gustó hace unos meses. Ya con las mochilas nos despedimos del señor del hostel, que parece no dormir nunca y del curioso lugar que regenta. Nos despedimos del Registán, todavía cerrado a visitas. Fuimos de nuevo los únicos guiris del bus que nos dejó a puertas de la estación, una hora y media antes de la salida. Si lo necesitáis en la parte izquierda de la explanada de los buses hay tiendas donde poder comprar agua, refrescos y demás aprovisionamiento para el viaje. El protocolo de acceso a la estación es el mismo que comenté en Tashkent pero al llegar tan pronto lo hacemos de forma relajada. La verdad que el trato con el personal de las estaciones, aeropuertos, incluso policías ha sido siempre muy correcto y cordial, cosa que se agradece. Tras un buen rato sentados en el andén accedimos a la tercera clase del tren por el que habíamos pagado el doble que un billete de primera… Las prohibiciones de sacar fotos en edificios gubernamentales e incluso a sus trabajadores ya no debe estar vigente porque vimos como hacían sin pudor nuestros compis foráneos del andén e incluso fotos con los trabajadores que posaban haciendo gala de la simpatía uzbeca. Sin embargo el trayecto fue cansado y sobre todo muuuy caluroso. El tren iba a tope y no paramos de darle al abanico en todo el camino. Aprovechamos para escribir, leer y poner en común experiencias del viaje y otros lugares con un par de chicas vascas que estaban recorriendo el país. No conocían entren nocturno a Jiva y acabaron cociéndolo dos días después con nosotros. Nos comentaron que existe un bus Tashkent – Bujara por 25ooo soms y el precio real del billete del tren. Comimos el kebab y parte de la pizza justo antes de llegar al destino. A la llegada cogimos el bus para el que hay que seguir el mismo trámite que en todas las estaciones, pasar el montón de gente que espera a los familiares y amigos, a los taxistas hasta la explanada de buses donde se coge el que te lleva a la plaza Liaby lauz. Confirmarlo, porque nos subimos al que ponía Centro y resulta que ese no era. El precio 800 sums por persona. El taxi son 10000 soms, tela. Al final del recorrido, no mas de 40 minutos, el bus nos dejó junto a la plaza y enfrente del restaurante Chinar, el que iba a ser nuestro lugar para comer y cenar. También nos avasallaron unos cuantos taxistas para ofrecernos “taxi Jiva, tomorrow, cheap, Fast…” Aquí esta la parada de taxis y los precios son en taxi compartido 4 personas 60000 cada una y realmente te lleva a Urgench. Luego va un extra si te tiene que llevar a Jiva. Esto nos lo contó una chica chilena que conocimos en el Char Minar y coincidimos de nuevo en Jiva. Con el mapa en la mano llegamos sin problemas a nuestro alojamiento reservado casi dos meses antes: Sarrafon hotel. A la llegada una mujer nos gritó “no rooms, full full” pero no le hicimos caso y nos sentamos en el hall descargando las mochilas hasta que vino un chico al momento y le enseñé la reserva. “ooh, Juan Carlos” dijo en un tono y con una cara que no me gustó nada. Pues que no tenía nuestra reserva, la había cancelado porque hacía una semana me había mandado un email para reconfirmar nuestra habitación y al no tener contestación nos la había cancelado. El cabreo fue máximo, porque me sonó todo a excusa barata, ningún email me había llegado estos últimos días. Me dieron ganas de pegarle unos buenos gritos o romper algo pero simplemente le dijimos bien claritas y tranquilas las cosas, nos tragamos la rabia, le dimos la espalda y nos fuimos. La última vez y única que nos pasó algo parecido fue en Estambul y faltó un pelo para que tuviéramos que dormir en la calle. Fue la peor experiencia que he tenido viajando e irremediablemente nos vino a la mente a los dos esos malos ratos. Sacamos la guía y buscamos. Una buena crítica sobre un hotelito parecido de ranking y cercano nos llevó a la calle de al lado a preguntar, con tan buena suerte que no hizo falta seguir con la búsqueda. ALOJAMIENTO: Nasriddin Navruz www.nasriddinhotel.com Una pequeña casa de huéspedes llevada por un matrimonio mayor, humildes y atentos, donde nos ofrecieron una habitación con una cama de matrimonio enorme, sofá con mesita, aire acondicionado en condiciones (no de la era soviética) y baño con ducha separada y desayuno incluido por 30$ al día, mejor imposible. Casi agradecimos la jugarreta del sarrafon… Pero ya pasado ese mal trago y con el buen rollo de nuestro destino salimos a visitar los edificios que rodean la plaza donde se mueve mucha de la vida del lugar. La madraza Kulkedash es la más grande de Asia en su época, es muy bonita. allí unas chiquillas de un puestecito, con la elegancia y alegría en el trato consiguieron engatusar a Laura con sus pañuelos de seda. El ritual de la negociación fue mas un disfrute que un trámite obligatorio para no pagar la turistada y al final de todo nos quedamos con 2 pañuelos de seda por 10 euros. Después nos llevaron a ver su taller, en una celda cercana, donde cosen a mano los bordados de unos vestidos preciosos por los que mostramos interés. En el mismo lugar se encuentra un pequeño “museo” sobre la vida de los estudiantes del Islam en Bujara en el siglo XVI, cuando la ciudad fue lugar de referencia de este tipo en toda así central. Dos salas muestran objetos que de aquella época, sin embargo la celda que se visita es la que estudió Sadriddin Ayni, tal cual la dejó en aquellos días. La mujer de la entrada nos explicó con Basic english las zonas de la celda y la pequeña entradilla, donde se situaba el fuego en el que cocinaban los alimentos que se guardaban en un pequeño zulo bajo el suelo de la celda, al igual que el resto de enseres y ropa del alumno. Fue una visita muy entretenida y didáctica, su precio 2000 soms persona, fotos 3000 que pagué solo yo. Desde allí el minarete Kalon nos guió hasta la siguiente visita, donde pasamos el resto de la tarde. Conseguimos llegar callejueleando por el pueblo, que apenas tiene tráfico y mantiene un aire de siglos atrás, ayuda mucho a desconectar de todo. De nuevo la imagen de una mezquita enfrentada a una madraza es imponente, y mas cuando parece que las dos rivalizan en belleza de mosaicos en su fachada. El minarete Kalon de 47 mts es uno de los símbolos mas importantes de la ciudad y de los mas antiguos pues data del siglo XII, tan bonito que hasta Gengis Khan lo dejó “seguir viviendo”. No sufrió la misma suerte la mezquita que estaba donde ahora esta la que lleva el mismo nombre del minarete. La entrada son 6000 soms y quizás cuando vayáis a entrar el señor no este en su mesa, a nosotros le vino justo para vernos. La visitamos prácticamente solos porque el sol pegaba con mas justicia de lo normal y era la hora de la comida. Su patio principal es impresionante y nos recordó a imágenes de Isfahán que guardábamos al preparar el viaje a Irán. La conexión cultural aquí es mas que evidente. Al fondo de la mezquita hay baños, son públicos aunque son los que usan para la ablución las personas que rezan. En una pequeña esquina con sombra y total tranquilidad nos sentamos a comer los trozos de pizza que teníamos de sobras. Como una hilo musical empezó a sonar el Adhán tras nosotros. La llamada al rezo desde los minaretes esta prohibida en Uzbekistán, sin embargo aquí mas como un protocolo que como aviso a la población la pudimos oír y nos vino una gran sonrisa a los dos. Desde que la oí por primera vez en Marruecos esa melodía cada vez diferente se me grabó en la mente y me crea grandes sensaciones cuando lo escucho, aunque no se por qué. Me encanta cerrar los ojos y escucharla, vuelvo a Marruecos, a la gran mezquita azul de Estambul, el Cairo... Al momento empezó el goteo de fieles a la sala, todos hombres, y tuvimos que movernos del sitio por respetar un poco su intimidad, en el fondo somos infieles. Cuando ellos terminaron llegaron ellas, un grupo de por lo menos 20 mujeres turistas nacionales que estaban visitando la mezquita y se unieron a las poquitas mujeres autóctonas que entraron para el salat. Salimos del lugar casi a la vez, ellas acompañadas de un par de turistas jóvenes con los que se hicieron fotos en el patio, estuvieron viendo fotos y demás. No fueron tontos y siguieron arrimadas a ellas para entra a la madraza Mir I arab, vetada a infieles. Que perros. Hubo un momento a la salida que a pesar de estar casi solos en la plaza nos sentimos observados, lo que nos llevó a alzar la vista y descubrimos la razón de nuestra sensación (toma pareado inesperado). En la esquina opuesta al minarete Kalon hay una terraza elevada desde la que unos turistas estaban sacando fotos con nosotros en ellas irremediablemente. No se si fue la idea de subir a ese mirador o de tomar algo bien fresco pero las dos fueron buenas razones para subir a ella por la entrada de la casa inferior. Una vez mas era una casa normal “adaptada” para un servicio turístico. Pedimos una Pepsi y no tenían así que una mirinda clásica y una botella de agua de 1,5, la que teníamos estaba bajo mínimos. No hubo día en el que no nos bebiéramos 4 botellas de agua. Un excelente mirador desde donde se tiene una imagen panorámica privilegiada para observar la vida cotidiana de la gente del lugar y en otras circunstancias menos sofocantes tomar un relaxing cup of café in plaza Kalon. Los dos chicos que atendían la terraza muy agradables y como el chico nos vio predispuestos a conversar practicó con nosotros inglés, cambiamos opiniones sobre la vida y las gentes de allí, los turistas y sus “curiosas costumbres” y por último tabaco español por uzbeko. Nos esperábamos una buena clavada con el precio porque el lugar se lo merece. Fueron 9000 sums, un precio aceptable. Desde la terraza vimos también dos madrazas enfrentadas en la parte de atrás de la Mir I arab, marcadas en el mapa de la guía y con pequeña descripción que fue nuestra siguiente visita después de la terraza. La madraza Ulug Beck tiene el honor de ser la mas antigua de Asia central y su opuesta compañera, Abdul Aziz Khan data del siglo XVI. Ambas están sin restaurar pero en buen estado de conservación lo que les da un aspecto muy auténtico. En este lugar conocimos a una pequeña mafia del lugar. Se nos acercó un chico a saludarnos y enseñarnos su pequeña colección de monedas: una postal a modo de álbum donde estaban las formas de todas las monedas del euro, desde la de dos céntimos y cinco hasta la de 2 euros. Las dos primeras ya las tenía, era a partir de 20 céntimos donde tu ya podías contribuir con el simpático chaval. Nos pareció una curiosa afición pero fue al día siguiente donde descubrimos el pastel, os lo cuento en la siguiente etapa No le dimos ninguna porque somos totalmente contrarios a regalar dinero ni regalos a los niños de los lugares que viajamos, creemos que "los corrompe" y distorsiona su visión del turismo y el esfuerzo. Ya teníamos cumplida la planificación del día que incluía toda la zona mas cercana a la plaza y para mañana teníamos la parte mas alejada. A partir de ese momento se nos ocurrió pasear hasta el Arka, primera visita de mañana para conocer el camino. Cruzamos de nuevo el bazar Taki sarrafon, auténtico bazar cubierto de la legendaria Bujara, aunque completamente restaurado, donde los mercaderes modernos siguen vendiendo alfombras, cambiando dinero y ofreciendo prendas de seda. Aquí nos hechizó la melodía aguda de una instrumento de cuerda, y como un niño ante la flauta de Hamelin me desplacé levitando hasta el puestecito de donde venía la música, en un lateral del mercado. El músico ataviado con un vestido tradicional que parecía de gala siguió tocando esa melodía en el instrumento, un gijjak, y nos enseñó el resto uno por uno y el material de varios de ellos, los de percusión. Aquí podéis ver una muestra, tal y como nos lo enseñó a nosotros: Po último nos presentó su CD con los sonidos de todos los instrumentos que nos había tocado y canciones junto a su grupo de música tradicional uzbeca. Un recuerdo perfecto para poner la banda sonora a nuestros recuerdos, y además artesano. 8 euros costaba, ni se me pasó por la cabeza regatear. Llegamos paseando al Arka, preguntamos precio y horario. Quedaba media hora para que cerraran y la señora de la recepción nos dio que mejor dejáramos la visita para mañana. Nos acercamos a ver la mezquita Bolo – Hauz del siglo XVIII, mezquita oficial de las coronaciones de Emir, para ver de cerca su pórtico de columnas No se puede entrar porque es una mezquita en activo. Nos sorprendió mucho ver pescadores a la sombra del frondoso árbol centenario del lago de enfrente, no sabemos si por mero placer de pasar el tiempo o en realidad la charca da para mas de un pez diario… La vuelta hacia el hostel nos dejó unos colores violáceos en el cielo y la luna prácticamente llena situada como guardiana de la mezquita encima del minarete Kalon. Cenamos en el restaurante Chinar, en su terraza abierta de la azotea. Comimos tan bien y a gusto por la comida, el servicio y precio que ya no fuimos a ningún otro lugar. Pedimos un plov y una ración de patatas para compartir, 2 brochetas de polo para cada uno con cerveza de 500ml. Quien disfrute de probar cervezas aquí tiene también su lugar pues tiene mas de 8 tipos diferentes de la marca uzbeca mas conocida y alguna rusa. El precio fueron 31.000soms GASTOS DE LA ETAPA: Bus Registan estación: 800 x 2 Hotel: 30$ x 2 noches Pañuelos de seda – 5 euros x 2 Entrada mezquita Kalon – 6000som x 2 Consumiciones : 9000 som CD de música – 8 euros Cena Minar: 31000 som Etapas 4 a 6, total 9
A las 8 arriba. A desayunar en un diván del patio del hostal buen surtido de pastas, fruta y embutidos, mas que suficiente. Ya nos conocíamos el entorno, la parte mas importante de Bujara es muy compacta y no muy extensa. Los puestos del mercado estaba comenzando su jornada y aprovecharon la frescura de la mañana para ofrecernos cambio de divisas en varios puestos. La entrada al arka se puede disfrutar mucho. Hay que echarle imaginación como a todo pero es una de las cosas que mas disfruto. De qué sirve viajar si tu mente no viaja mas lejos aún. En Xian los guerreros de terracota tomaron vida, en Grecia conocí a Leonidas a pie de las termópilas y en Bujara llegaba desde tierras lejanas tras meses de camino en misión diplomática. Más me valía ser cortes y humilde para acabar en un pozo, como contaban los rumores que le había pasado a un inglés hacía unos m eses. La entrada al arka son 2300 soms y 23000 fotos, extra que luego nadie vigila su cumplimiento. Pasamos rápidamente el túnel que lleva al interior decorado a modo casa de los horrores con todo tipo de animales disecados en escaparates. Prefiero no ver fauna a tener que verla así, pero lo llaman museo y se considera una parte de la visita. La mezquita Juma del siglo XVII recibe al final de la rampa donde se expone un antiguo Corán, varias pertenencias reales y un bonito mihrab recién restaurado. Junto al patio de las coronaciones, en la parte mas elevada del recinto son los lugares mas antiguos del Arka. El resto de edificios un tanto laberínticos del lugar son pequeños museos. Uno arqueológico que muestra objetos de excavaciones por el país y otro museo de la historia de Bujara. Se exponen fotografías y objetos de varias épocas que hacen agradable la visita. La visita siguiente por cercanía y contexto era el Zidón, antigua prisión de Bujara. Para llegar a él limitaros a hacer lo siguiente porque no hay indicación alguna. Salir del arka girar a la derecha y recorrer la muralla hasta la parte de atrás terminada esa parte de muralla estará a vuestra izquierda pero aún no se verá. Para ese momento ya alguien os habrá indicado amablemente o veréis un par de casas que tienen montada una pequeña tienda en la puerta de entrada para aprovechar el fluir de los turistas. De nuevo la entrada 2300 por entrar nosotros y lo mismo por la cámara. Es un lugar muy pequeño con un par de salas a modo de mueso del lugar y dos celdas de la época recreada con maniquíes de la época para los que tengan poca imaginación. Y en una esquina del lugar el pozo de los infames, donde acabó la arrogancia inglesa que llegó al emirato hace unos siglos, también recreada por dos maniquíes. Incluso puedes echar una moneda y pedir un deseo, se va imponiendo como tradición poco a poco. En el parque Kirov justo enfrente del arca se sitúan dos mausoleos y dos madrazas. Por interés visitamos primero las antiguas escuelas coránicas, teniendo la esperanza de poder entrar a las dos. Contaba 1977menorca en su diario que descansando en el lugar un señor le había ofrecido entrar a la madraza Modarí Khan sin ser un lugar posible de visitar. Queríamos disfrutar también de la experiencia que tanto le había gustado. Giramos la esquina del parque para aparecer delante de ellas y a la sombra de una de ellas estaban dos señores echando un ajedrez. Tal cual nos vieron uno de ellos se levantó echando la mano a su bolsillo y me alegré, la suerte estaba con nosotros. El señor nos invitó con un gesto a acompañarle y la abrió para nosotros. Las explicaciones que nos dio no las entendimos porque fueron en uzbeco pero hicimos como que las entendíamos. Al terminar si que nos dio en ingles las indicaciones para llegar a las escaleras. Allí teníamos una antigua madraza abandonada para explorarla nosotros solos. Las celdas originales, el patio con los mosaicos supervivientes a varios siglos, los patios interiores con su compleja forma octogonal y sus cúpulas que una vez en el techo bien podrían ser un decorado auténtico de la película las 1001 noches. Cuando nos íbamos entraban dos lonelyplaneteros cargados con ella, así que dudamos si la visita sale recomendada en ella o aprovecharon que pasaban. El lugar mostraba bastante suciedad no biodegradable, migas de pan que dejan los turistas de hoy en día, así que no es visita oficial pero si visitable,. y es muy recomendable. El oponente en el ajedrez del viejo guardián de la mezquita blanca es el Amo del ejército negro, y su particular castillo en la vida real es la madraza opuesta. Aparte de controlar los designios de alfiles, torres y caballos también ofrece mercancías de la ruta de la seda en la única tienda del lugar, aunque sin mucho interés. Comentaros que aquí hay baños, así que no dejéis en la mezquita de enfrente algún souvenir biológico, líquido u sólido, que también los había, presos de algún apretón repentino. Una vez aquí nos paramos a la fresca a contar el dinero que quedaba y proponer el plan para las siguientes horas. Pasó en esos momentos un hombre por al lado nuestro y nos saludó cordialmente. Preguntó que de donde éramos y con la respuesta su mente siguió los protocolos de asociación estándar que se siguen en medio mundo: “españoles, spain oooohh Barcelona, Madrid aaaah”. El señor era tremendamente expresivo y a cada gesto que le respondía o entendía se alegraba y chocaba conmigo la mano efusivamente. Recuerdo que llegó a representarnos la final del pasado mundial haciendo de como ganador cuando decía spain y con Alemania se compungía y lloraba como un crío. Era muy gracioso y el se lo estaba pasando muy bien. Nos invitó a acompañarle a ver algo, no sabía decirnos el que pero nos daba a entender con gestos y onomatopeyas de sorpresa que otros turistas se maravillaban del lugar. O sea que no éramos los únicos que ya había llevado hasta allí, ¿podría ser un timo para sacarse algo de dinero del turista? Probablemente. El que nos conllevase algún peligro mas allá de tener que dar 3 o 4 billetes lo descartamos y el señor parecía muy simpático así que accedimos con cierta intriga, del lugar que nos llevara y la situación que encontraríamos allí. Nada mas ponernos a su vera nos llegó el olor de gran parte de la alegría que demostraba, colonia de cerveza. Aún así no se podía decir que fuese borracho. Caminamos un rato por el que la comunicación ya no daba para mas y los gestos se repetían. Quedó claro tres veces que España había ganado a Alemania. Aún andamos ya por el barrio nada turístico de la parte oeste del parque para ver su mezquita. Nada destacable y estaba cerrada por no estar cerca ninguno de los rezos del día. Nos descalzamos y a modo de murmullo rezó mientras nos dirigíamos a la puerta. Solo nos pudo enseñar el Iwan y los relojes que marcaban las horas de los salar. Pero aún nos invitó a ir a otro lugar mas. Este por sus gestos de manos a la cabeza y grandes “oooooooooh” de admiración debía ser por lo menos un Taj Mahal. Nos enumeró hasta las nacionalidades de los turistas maravillados por el lugar. Ya no encontrábamos la situación tan agradable como al principio y nos temíamos algo similar como siguiente visita pero por cansino nos convenció a seguirle mas allá de la mezquita, a pesar de decirle que no 2 o 3 veces. Al poco ya andábamos por descampado abierto… nos señaló el lugar en cuanto apareció a la vista y tenía todas las pintas de ser un colegio. Acabamos accediendo a el entre dos barrotes ensanchados de la puerta, como si fuéramos a jugar un partido por la tarde al patio del instituto del barrio y nos encaminamos hacia la zona del recreo. Al ver de lejos la estructura a la que nos acercamos, similar a un botijo semienterrado pensamos que se trataría de quizás de la mezquita de la escuela pero al entrar vimos que no. Era una especie de pozo o reserva de agua y aunque en la foto no se vea ni lo parezca en su interior bajamos unos 10 metros hasta el borde de la charca. Nuestro amigo se acercó al agua y lanzó un grito para que comprobásemos el eco del lugar. Me invitó a mi a probarlo y bramé un EEOOO que me contestó el lugar inmediatamente. Él soltó de nuevo uno para superarme y comenzó nuestro curioso reto hasta que dos turnos después solté un berrido maño con todas mis fuerzas que ya no pudo superar y con las manos en la cabeza me contagió su risa alegre. No nos pudo explicar qué era aquel lugar, seguro que tiene alguna interesante pero nosotros creamos la nuestra. De vuelta hacia el parque le ofrecimos un cigarro español para que lo probáramos y él nos dio otro a nosotros sin filtro, mas strong que el español según nos dijo mientras quitaba el filtro del que se iba a fumar. También le ofrecimos como regalo un abanico que llevábamos de sobra y declinó el regalo haciéndonos ver con sus dotes de expresión que era un artículo para mujeres. Cuando llegamos al parque con mucha delicadeza levantó un dedo mientras juntaba las manos y agachaba levemente la cabeza. Solo un gesto, solo un dedo. No nos había embaucado para sacarnos dinero, ni siquiera ningún objeto porque se habría quedado con el abanico aunque él no lo fuese a usar. En el fondo quería enseñarnos su barrio y pasar un rato con nosotros. Así que puse entre sus manos un rollito de tres billetes de 1000. Sin mirarlos puso su mano en el corazón y después me abrazó. A mi pareja solo un gesto mitad saludo mitad reverencia y cuando le hice una foto con ella ni siquiera la tocó. La experiencia nos dejó muy buen sabor de boca, Volvimos por el parque con un implacable sol sobre nosotros pudimos ver un reportaje fotográfico de boda en sus jardines. Y ya por las calles del centro de Bujara, cerca de la mezquita Kalon una situación mucho mas triste, seguramente un velatorio. En la plaza Liaby Hauz hay dos cibercafés. Nos quitamos el mono de las redes sociales y mandamos novedades a la familia a 2000som la media hora. Y de nuevo comimos en el Char Minar. A medio día la terraza no esta abierta pero tienen también un enorme salón con un buen aire acondicionado y se esta incluso mejor que en la terraza. El menú de hoy fueron 2 plov buenísimos y 4 brochetas de cordero pues pollo no quedaba con una botella de agua de 2l. Nos dimos el lujo , 22000 som, de tomarnos un auténtico café de cafetera en una franquicia de segafredo que hay el principio de la plaza unto al Cyber, y aunque carísimo nos sentó de lujo. Tanto que decidimos echar una pequeña siesta para dejar que el sol bajase un poquito de intensidad. Nos quedaba poco que ver en nuestra zona, salvo el Char minar. Hacia allí nos dirigimos tras el descanso pasando de nuevo por la plaza y la parada de taxis donde nos volvieron a ofrecer los servicios para Jiva, “today o tomorrow”. Con el mapa y algo de instinto caminamos el camino que marcaba la guía entre callejuelas y acertamos a girar por la que nos dejó justo delante del Char Minar apareciendo de repente delante de nosotros. Este curioso edificio apareció en mis sueños en una ocasión sin tener que ver nada con el contexto y sin poder recordar mas allá de ese momento. Tampoco recuerdo si fue antes o después de empezar a preparar el viaje, aunque seguramente me pasó porque su imagen formaba parte de una guía de lugares especiales del mundo que ojeo en ocasiones antes de dormir. Se puede decir que en ese instante se hizo el sueño realidad y pocas sensaciones crean tanta felicidad que una de este tipo. Completamente solos nos sentamos a observarlo en los bancos de las casas de al lado y comenzó a sonar una melodía que volvió a la realidad parte de un cuento. Sonaba de la casa de al lado de los bancos, otro patio aprovechado para montar una pequeña tienda de souvenirs y música tradicional. Nos acercamos a la antigua mezquita de los cuatro minaretes donde también hay otra tienda y la señora nos ofreció subir a la azotea del edificio por 1000 soms persona. Lo hicimos de uno en uno para poder fotografiarnos y otros dos turistas lo hicieron detrás de nosotros. De nuevo hechizados por la música como el día anterior en el mercado nos acercamos a la casa de la mini cadena para preguntar por esa canción. La dueña de la casa nos atendió en delantal mientras intentaba poner orden en el patio de la casa, donde 4 niños montaban un jaleo de media docena por el control de la manguera de agua que estaba encharcando todo el suelo. El padre, que pasaba de semejante caos veía la televisión en camiseta de tirantes decorada con 1001 manchas a modo de topos decorativos. Cuando la mujer consiguió gritar mas que la televisión y los críos se levantó a poner un poco de orden y se unió a la conversación por los CDS. Había una gran variedad de CD pero le pedimos que pusiera de nuevo la canción de bienvenida. Puso la caja en mi mano y me dijo que pasara las canciones a mi gusto o lo escucháramos tranquilamente sentados, opción que nos pareció perfecta. Una chica se nos acercó al rato para pedirnos una foto y descubrimos que hablábamos castellano todos. Era de chile y estaba dando “un paseo por el mundo”. Fluyó pronto la conversación sobre Uzbekistán y sus maravillas. Estaba tan impresionada como nosotros con el país y se mezcló por la conversación el plan que llevábamos de marchar para Jiva en el tren nocturno. Tampoco conocía su existencia y se tomó todos los datos posibles para acercarse a la estación a sacarse un billete en 3ª clase. Nos atardeció frente al Char Minar con una agradable charla viajera y una banda sonora que fundió los recuerdos que hoy tenemos con sus melodías. Comenzamos la negociación con la señora de la casa que en un principio nos dejaba un CD por 10$ y dos por 15$. Tuvimos que escuchar otro mas para ver si merecía la pena, aunque me hubiera llevado muchos mas. Los CDs no eran originales cosa que no me sorprendió pero fue un argumento para bajar el precio a 10$ por los dos. La señora intentó hacerse la enfadada pero no le salió muy bien y su marido tampoco ayudo con su amabilidad y sonrisas cómplices a subir el precio a su favor y cerramos el trato de forma amistosa. Lo digo una vez mas, negociar en este país es un placer, un trámite del que se disfruta y se mantiene un respeto y cortesía que suele llevar los precios a su cantidad justa. La tarde dejaba paso a la noche y la plaza Lyabi se iluminó y llenó de gente por todos los rincones, refrescando el ambiente con las fuentes del lago. Es también un bonito lugar para estar un rato y observar, incluso tomar algo en las terrazas de sus lados. Nosotros no lo hicimos, pensamos en buscar un lugar mas tranquilo para sentarnos a escribir en el diario todas las experiencias del día sin que perdiesen la intensidad y cantidad de detalles que habían tenido. Nos acercamos al patio de la primera madraza que visitamos del lugar, Kulkedash, porque tenía unos bancos en el patio que podían darnos una buena atmósfera. Nos recibieron las dos hermanas que el día anterior nos vendieron los pañuelos y volvimos a dejarnos embaucar por sus mercancías. Con gran memoria y gran ojo comercial me enseñaron entre sonrisas el pañuelo que horas antes me había gustado y pocos minutos y 5euros después ya lo tenía envuelto como regalo para mi madre. Fue su última venta del día porque cerraron poco después. No nos quedamos en el lugar porque seguramente cerrarían la madraza y el paseo nos llevó de nuevo frente a la mezquita Kalon. A los pies de la madraza Ulugbek encontramos un bonito escenario y tranquilidad para escribir. El mismo chico que el día anterior nos enseñó su colección de monedas para que le ayudásemos a completarla, el pobre no había conseguido ninguna mas que las que ya tenía. Nos negamos de nuevo y se tuvo que ir a pedir sus cromos a otros turistas del lugar. No sólo él se hacía colección, otros 2 chicos cubrían la plaza de la mezquita con sus postales y una bandolera idéntica. Tuvimos mucho tiempo para observar y comprender lo que pasaba allí, pero todo salió a la luz cuando en un momento de tranquilidad el chico se nos sentó al lado y nos pidió “change”. Sacó de su bolsito una bolsita con todo monedas de 20 y 50 céntimos. Tuvo el descaro de contarlas delante de nosotros 5 euros para que le diésemos un billete. Es difícil mantener una sonrisa ante una estafa así y semejante descaro pero el chico se mantenía en su idea de que le cambiáramos por un billete el dinero que había sacado a lo largo del día a los extranjeros del lugar. Aquí están las consecuencias del turismo y como poco a poco pudre una sociedad. Y lo mas triste es que desde la otra esquina de la madraza un señor mayor con una bandolera del mismo modelo que los chavales controlaba y dirigía a los chicos con gestos. Paseando hacia el hostel nos encontramos de nuevo con nuestra amiga chilena que ya había vuelto de la estación sin poder sacar billete en el tren, todo completo salvo una habitación de dos que no podía permitirse.. Probé para cena, de nuevo en el Char Minar, el yangman que nos había recomendado como el mejor plato que había probado en el país, que para mi también lo fue. Pasta al estilo uzbeco sabrosísima, no dejéis de probarla!! GASTOS DE LA ETAPA: Entradas 46000 x 2 Mezquita 2000 x 2 Propina 3000 2000 x 2 Internet 22000 x 2 cafés 1000 x 2char minar 10e CDS música Pañuelo 5e Cena 31000 Etapas 4 a 6, total 9
Nos levantamos tranquilamente y sin madrugar, hicimos la maleta por la noche y se la dejaremos después de desayunar a los dueños en su “oficina” hasta el tren de la noche. Hoy era el día oficial de compras de recuerdos, Por una de las calles del mercado, la que va hacia el arka vimos en la calle una mesa con las herramientas de un sujetalibros, y uno de estos a su vez sujetado a la mesa con una de ellas. La tienda era toda de artesanía, gran artesanía. Además de todos los tamaños y colores de sujetalibros tenia platos de madera con tallas preciosas. El señor de la tienda nos dejó que viéramos toda la tienda y le pregunte por el trabajo que estaba haciendo fuera. El aparentemente sencillo objeto no lo es en absoluto, las 4 partes aparentemente independientes están entrelazadas que además forman como una especie de puzzle. La manera de hacer esta pieza artesanalmente es digna de que te la cuenten allí. Mientras le elogiábamos el trabajo nos sacó el álbum de su familia. Fotos del taller de su padre, sus trabajos y los artículos de periódico en árabe de su hijo que había estado en exposiciones internacionales por medio mundo islámico. La función del objeto era mostrar o exhibir el Corán en las casas o de sujetarlo mientras se lee. No es raro que los artesanos surgieran en la ciudad donde mas estudiantes rezaban mas horas que en ningún sitio, el centro de enseñanza de Asia central. Un gran mercado potencial el de sujetalibros en la antigüedad, así que nos pareció un recuerdo perfecto para el viaje, artesanal y representativo. Tanto que ya lo tenía ubicado en casa antes de comprarlo. Empecé creando sin querer una colección cuando compré la biblia para leerla antes de ir a Tierra Santa. Una vez allí (y antes de haber terminado la biblia) compré una Torah en hebreo en el muro de las lamentaciones y en el Cairo Alá mandó a un egipcio a ofrecerme el Corán traducido al español. En Bujara el destino me llevaba al sitio perfecto donde comprar su objeto a juego. Se lo contamos al señor que se alegró de que lo fuésemos a usar como tradicionalmente, mucho. Le pedí que me dijera precios de varios, curiosamente el pequeño es mas caro porque es mas difícil trabajarlo. Aunque cuando se pasan de tamaño empiezan a ser caros también, con lo que el punto medio estaba en 25e el tamaño que yo quería. Sin pensarlo mucho le pedí que me dejara por 20e el modelo superior, se lo pensó un momento y me dijo que si. Tampoco hubiera negociado mas, pero fue como un regalo de él yo creo en forma de descuento, como cortesía. Bujara es un lugar donde se disfruta comprando, es hasta difícil de explicar. Se disfruta mas allá del simple intercambio. Si queréis sus datos: Shavkat Ashurov. Calle Nakhibandi 78 cerca del mercado taki Zargarón. Pero esta claro que no en todos sitios no es todo tan romántico y místico. Los hay donde los precios y el trato son de turista.. No hubo forma de encontrar una camisa blanca tradicional para mi padre, por la talla escaseaba y las que encontrábamos de tamaño no tenían. En todo el mercado ni calle arriba. En la tienda que mas surtido tenía la señora se desesperó de enseñarnos modelos que no nos gustaban y no tener talla de las que si. Se fue a hablar con un chico dos puestos mas allá y a su vez este nos siguió enseñando modelos que no nos gustaron tampoco. Nos cruzó a la tienda de enfrente. Laura llamaba mucho la atención en el país, ya nos habíamos acostumbrado. La señora nos recibió con los brazos abiertos y una sonrisa enorme. Ella hacía camisas como las que buscábamos. Se fijó en laura y le llenó de halagos delante de mi preguntándonos que si estábamos casados, todo en inglés. “not..yet” Y la señora me echó una mirada altamente comunicativa. “good woman, good woman”. Laura claro, encantada; yo un poco desconcertado con la situación: la señora me estaba vendiendo las cualidades de mi novia como si la conociera de siempre, y diciéndome que venga ya para el altar… Encontramos la camisa, talla y ribetes después de ver su máquina de coser y el rollo de tela donde hace los patrones. Terminó de coserle el cuello a uno para que viéramos como se da el giro. Esta era una de las cosas que no nos gustaban de algunas que veíamos, el cuello no era simétrico. Y nos dijo el precio de 6 euros, el precio que nosotros queríamos pagar. Nos habían llegado a decir de entrada 12 en algunas tiendas. Cuando nos cobró la señora me dio la bolsa a mi y se fue corriendo al fondo de la tienda. Le regaló a Laura una pulsera de metal fina con piedrecitas verdes. Así que me quité la mochila y le dio el abanico de madera que llevábamos por si surgía una situación así. Pues casi acaban las dos llorando no se si de emoción, de cariño… pero conectaron. Se nos hizo el resto de la mañana y la tarde un poco larga. Comimos por ultima vez en el Chinar y de vuelta al hostal me di cuenta que pasábamos por la sinagoga que estaba entreabierta. Me asomé y el señor de dentro pasó a recibirnos, nos enseñó el lugar y los rollos de la Torah tras un púlpito. Sólo me enteré de que hay alrededor de unos 300 judíos en Bujara y 500 años de los rollos. No se si del año 500 o con 500 años de antigüedad. Dejamos un donativo a la salida, no se paga entrada. En la calle también hay como un pequeño burguer donde compramos unas hamburguesas para la merienda. Cogimos después otras 4 para la cena en el tren. Mientras esperábamos entró un chico joven local con una botella de agua de dos litros y el chaval de la hamburguesería se la llenó del surtidor de cerveza.5000 cada hamburguesa Bastante aburridos y con el sol pegando a tope volvimos al hostal a escribir un rato. El dueño se pasó a hablar con nosotros para saber qué tal habíamos estado, la ruta que llevábamos y demás. Le tuvimos que enseñar el billete del tren que íbamos a coger porque no sabía nada de que hubiera uno nocturno. Aún llamó a un amigo suyo que estaba por arriba limpiando para que lo viera también. Nos dijo que era carísimo el precio. Sin prisa alguna levantamos mochilas y recorrimos el escaso camino hasta la parada de taxis y buses para esperar la marshutra de vuelta a la estación de tren. Esta vez volvimos casi solos en la parte de atrás, con gente que subió y bajó y una parejita muy joven con su bebé con varicela. Mas rato de espera en la estación con un montón de lugareños dentro de ella. Una media hora antes sale otro nocturno dirección Tashkent así que nos juntamos todos los pasajero de los dos trenes y fue todo un poco caos, hasta que nos quedamos principalmente turistas. El tren son nada mas que 5 vagones, el segundo de ellos es el de habitaciones de dos. Los otros tres se repartirán la segunda clase en vagón de 4 y la tercera clase en literas. Nos encontramos al subir sin luz, sin la ropa de cama y con un calor de espanto ahí dentro. El nuestro era el primero plazas 1 y 2 que estaban justo al lado de la habitación de la trabajadora del vagón. Lo primero que hizo fue ordenarnos al mas puro estilo soviético que cerráramos las ventanas. Le dijimos que mucho calor y gestos, no se cortó un pelo en cerrárnosla ella. Le dijimos que no teníamos luz y pasó de nosotros olímpicamente. Me dí un paseo por el vagón a saludar a los vecinos, localizar el baño y curiosear. Rápidamente cogí el enchufe del pasillo que quedaba justo delante de nuestra habitación. Gran jugada porque solo hay uno Los chicos de al lado nuestro eran franceses y hablaban bastante bien español Después cuatro chicos italianos, de Florencia y las últimas habitaciones eran de militares uzbecos que entraron al vagón los últimos y vestidos de uniforme. Al verlos pensamos que igual pasaba algo. El baño estaba al fondo cerrado con llave y el primer vagón igual, inaccesible. Nuestra encantadora azafata nos lanzó la ropa de cama a modo de frisbee y dejamos ya preparado todo. Al poco comenzó el traqueteo y se hizo la luz, menos mal. Pensamos en abrir de nuevo las ventanas pero no nos atrevimos por si nos despachaba del tren en marcha de una patada. Al poco empezó a salir aire fresquito del techo y la siguiente visita al baño estaba abierto. En cuanto al confort, pues una cama de 60 y pocos milímetros de inclinación hacia el exterior, que cuando te echas sobre ella parecen centímetros. Nada incluido ni servicios a bordo, a dormir pronto y sin hacer ruidos. Era el segundo tren nocturno que cojo y este no subió el listón de la flecha roja. Me esperaba una noche larga y de vigilia pero dormí mucho mejor que aquel día y por lo menos no amanecí con anginas en Jiva como me pasó en Moscú. Así que levantamos descansados y con ganas de marcha uzbeca. GASTOS DE LA ETAPA: Bus 8000 Camisa 8 euros Muñequitos abuelo 4e Sujetalibros 25 e Agua 1200 x 4 Hamburguesas 8000 Etapas 4 a 6, total 9
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 5 (41 Votos)
Últimos comentarios al diario UZBEKISTAN 2014, las 1001 noches en solo 7
Total comentarios: 44 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO
Diarios relacionados Uzbekistán: Samarcanda, Bujara, Jiva y Taskent.
Viaje de ocho días por las ciudades legendarias de la Ruta de la Seda del...
⭐ Puntos 5.00 (17 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 437
Uzbekistán, por la Ruta de la Seda
Viaje de 10 días por Uzbekistán, visitando Tashkent, Samarcanda, Bukhara y Khiva
⭐ Puntos 4.94 (16 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 144
UZBEKISTAN: Del Mar de Aral a Samarcanda
Del Mar de Aral a Samarcanda. Verano de 2013.
⭐ Puntos 4.80 (5 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 140
Uzbekistán - la ruta de la seda (actualizado en diciembre 2019)
Itinerario, fotos, hoteles, restaurantes, dinero.
⭐ Puntos 4.87 (61 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 130
Galería de Fotos
|