![]() ![]() Utah - Yellowstone - Chicago en invierno y en solitario ✏️ Blogs de USA
Ruta en solitario y en invierno por el Oeste y Medio oeste americano, desde Salt Lake City hasta Chicago; pasando por el Parque Yellowstone.Autor: Milo88 Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (25 Votos) Índice del Diario: Utah - Yellowstone - Chicago en invierno y en solitario
01: Etapa 00: La previa o como terminar en el medio de la nada.
02: Etapa 01: De España a Salt Lake City
03: Etapa 02: Salt Lake City
04: Etapa 03: De Salt Lake City a West Yellowstone.
05: Etapa 04: Parque Yellowstone - día 1
06: Etapa 05: Parque Yellowstone - día 2
07: Etapa 06: Montana
08: Etapa 07: Día sin planes en West Yellowstone
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Etapas 10 a 12, total 16
Sábado, 9 de marzo. Sheridan, WY.
Un día cualquiera de fin de semana de finales de invierno en esta pacífica y desconocida ciudad, salvo porque yo he pasado la noche en ella. Si he de decir la verdad, ni siquiera la he visto. Según he salido ayer de la I-90 a pocos metros ya me encontraba en el hotel. Y solo he paseado por los alrededores para buscar un Walmart y una gasolinera, en la aque hoy por la mañana llenaré el depósito de nuevo. Tras el desayuno y el repostaje, me pongo en marcha de nuevo por las llanuras de Wyoming. Vuelvo a mi querida I-90 y continúo rumbo sur hasta Buffalo, WY. luego la autopista se dirige hacia el este de nuevo pasando por Gillette, WY. La mañana transcurre con normalidas. El tiempo es frío pero seco y soleado. La ruta es fácil y rápida, con poco tráfico, auqne ya no sabes si el paisaje está cambiando yo es el mismo que he visto en el día de ayer. Igual me he equivocado y estoy volviendo de nuevo hacia Yellowstone. No, el sol en el frente me indica que estoy en la ruta correcta. Tras pasar Gillette, me salgo de la I-90 y me dirijo hacia el norte por una carretera simple casi sin tráfico, por una zona un poco más boscosa y poblada hacia mi primer destino de hoy. Se trata de un monumento nacional muy conocido por salir en una película muy famosa, pero que como está en medio de la nada y solo se puede llegar en coche, no es muy visitado. lo bueno que tiene es que ya desde bastantes kilómetros atrás es perfectamente visible desde la carretera: Todo el entorno de este monumento natural está protegido mediante un parque y perféctamente cuidado. Rodeado de un entorno boscoso, permite realizar algún trail a su alrededor, por lo que me decido a dar una vuelta. El buen tiempo me anima a pesar del frío y que en algún tramo todavía hay hielo, por lo que debo caminar con cuidado. Estos descansos permiten estirar las piernas y que la ruta en coche sea más llevadera. Además puedes disfrutar de las vistas, incluso veo por primera vez las madrigueras de los perros de la pradera. Tras el paseo por la naturaleza, me pongo de nuevo en camino hacia el este. Mi próximo destino está a unos 120Km. En Sundance (no es donde el festival) vuelvo a coger la I-90 y cruzo al que es mi 5º estado de este viaje: Dakota del sur. Al poco de entrar en este estado, vuelvo a salir de la I-90 para dirigirme hacia el sur. Me interno en la Black Hills National Forest, y a pocos kilómetros me encuentro en el pueblo de Deadwood. Deadwood es el típico pueblo de turistas que mantiene una estampa típica del oeste americano, solo que además aquí el juego está legalizado, así que es una pequeña Las Vegas. El pueblo en sí, quitando ese aire del salvaje oeste que tendría más genuino si no fuese por el trenecito de turistas, apenas es más que un par de calles encajadas en un valle estrecho entre colinas. Aunque precisamente su pequeño tamaño te hace ver con mayor facilidad esas estampas típicas; con su calle mayor, su ayuntamiento y demás edificios oficiales calcados a los de "regreso al futuro" (en breve aparecerá Marty Mcfly por la calle con su Delorean) ![]() ![]() Precisamente en las puertas del instituto de Deadwood un pequeño detalle histórico: en el jardín de la entrada tienen un cañón que fue botín de la guerra entre EEUU y España a finales del S.XIX. Incluso le han puesto una placa explicativa de la historia del cañón, como fue fundido en Sevilla, como fue conseguido y por qué está allí. Toda una lección de historia. El pueblo es agradable pero se ve rápido y lo de las tragaperras por doquier no me acaba de convencer. Pero como es mediodía habrá que comer algo suave... ![]() ![]() Obviamente, en esta zona del país te puedes olvidar del pescado, porque sencillamente no hay, salvo salmón, que lo he visto muy de pasada en algún supermercado. Tras la comida, de nuevo a la ruta, esta vez por carretera de montaña, sigo hacia el sur por la Black Hills. Mi próximo destino está a unos 80Km de aquí, entre lagos helados: El monumento a Caballo Loco. Teniendo en cuenta que está sin terminar (y tardará más que la sagrada familia), que hay que pagar para entrar y que se ve perfectamente desde la carretera; pues ya no me detengo mucho. Además, mi intención es visitar otro famosísimo monumento de la zona, posiblemente el más americano de todos los monumentos de América: El Monte Rushmore. El Monte Rushmore no sería nada famoso si no estuviesen esculpidas en él las efigies de cuatro presidentes del país. Así que si hay un lugar de orgullo yankee es éste. El monumento está en las Black Hills, y dependiendo de por dónde vengas en recorres una interminable sucesión de curvas entre bosques y lagos (helados en esta época) salpicados por cumbres graníticas. Así que no es de extrañar que el monumento esté lleno de banderitas de barras y estrellas (además de las de los cincuenta estados), patriotismo exacervado, orgullosos jubilados y demás parafernalia. En el monumento en sí han creado un amplio parking semi-subterráneo, un museo, un auditorio al aire libre y una serie de trails para ver más de cerca las efigies (que personalmente me han parecido más pequeñas que en el cine). La tarde está siendo climatológicamente buena, pues el cielo está casi despejado. Aunque el frío se deja sentir, sobre todo por el viento que sopla en lo alto de esta montaña. La temperatura a lo largo de este día apenas ha sobrepasado unos pocos grados sobre cero a mediodía. Y ahora que cae la tarde, el termómetro vuelve a bajar. Así que yo me bajo también. Mi reposo de esta noche es en la ciudad más cercana, Rapid City. El hotel, lejos del centro, pero bien comunicado y bien servido. Una cenita y a dormir. Etapas 10 a 12, total 16
Domingo 10 de marzo. Rapid City, South Dakota.
Otro maravilloso día de ruta hacia el este. El cielo está despejado y hace frío pero no demasiado. A lo mejor hoy pasamos de los +5ºC!! ![]() Tras un desayuno correcto en el restaurante que hay al lado del hotel (en el que te daban un vale para desayunar) y nuevo llenado de depósito (tomé la costumbre de llenar el depósito cada mañana por si acaso), cruzo la ciudad de Rapid city en un santiamén, pues no hay nada interesante que ver. Así que enfilo de nuevo la I-90 y a primera hora de la mañana ya estoy en ruta " Road to nowhere" El plan de hoy es simplemente atravesar el estado de Dakota del Sur de extremo a extremo por la I-90. Prácticamente todo el camino es como se muestra en la foto de antes. Pero eso no quita que Dakota no tenga nada para ver. Exceptuando las Black Hills y el Mt Rushmore que ya he visto ayer, el siguiente punto atractivo de este estado se sitúa en el parque de las Badlands. Pero antes me voy a dirigir a un lugar secreto que nadie conoce: Un auténtico silo de misiles de la Guerra Fría. Estas zonas desérticas están plagadas de instalaciones de este tipo y alguna se puede visitar. Por suerte no están muy lejos de la autopista... o no. Es secreto... El caso es que me salgo de la autopista y conduzco un rato por una carretera que parece abandonada y que no lleva a ninguna parte, pues apenas hay indicadores y no se ve un alma en los alrededores. Hasta que al final encuentro una instalación militar de otras épocas. No parece que haya nadie e incluso parece cerrada. Pero de repente veo a un guarda acercarse a la verja. Me acerco con cautela por si me estoy equivocando y al momento ya me pregunta si vengo a visitar las instalaciones, así que me quedo más tranquilo. Es una chica jovencísima vestida de guarda del oso Yogui muy amable que está ella sola en esta instalación militar en medio de la nada más absoluta a decenas de kilómetros del pueblo más cercano. Comienza la vista inmediatamente. Claro, estoy yo solo y no parece que vaya a venir nadie más. La guarda creo que agradece que alguien vaya allí de visita. Muy amable comienza el recorrido por las instalaciones en la zona visible desde el exterior: un pequeño edificio de planta baja con unas instalaciones para descanso del personal que allí había, unos despachos, salas diversas dormitorios... La primera sala importante que me enseña es la sala de control con amplios ventanales donde los soldados veían el lanzamiento. Todo muy años 50 con máquinas antiguas aunque ya me dice que aquí no es dónde está el botón rojo, que eso está escondido bajo tierra. Así que bajamos por un montacargas unos tres pisos aprox. y llegamos a una sala con una puerta metálica... qué digo puerta!!... si tiene un metro de espesor!!! ![]() ![]() Tras la puerta hay una pared de unos tres metros de grosor toda de hormigón y dentro una sala pequeña con dos puestos de mando que parecían sacados de la guerra de las galaxias. La estancia se completaba con un par de catres y mucha maquinaria antigua. Aquí si es donde se manejaban los lanzamientos de misiles. La guarda está encantada de poder explicarme la visita guiada (se notaba que no venía mucha gente aquí) y curiosa por ver a alguien como yo solo en aquel lugar perdido de la américa más profunda que te puedas imaginar. No me quiero imaginar pasar un invierno aquí muerto de asco. Ella no tenía mucho que hacer y a mi me estaba gustando aquella visita, así que la charla fue bastante distendida (¿estudias o trabajas? ¿que haces hoy al salir de aquí nena?) ![]() ![]() ![]() ![]() Cuando salimos había llegado otra guarda compañera de ésta. Aunque está ya demasiado mayor para mí y no tan guapa. Tuve suerte con la visita... ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() La segunda parte de esta visita es ver el propio silo de misiles que obviamente no estaban al lado de la sala de lanzamiento. Vuelvo por la carretera a la autopista y circulo unos cuantos kilómetros (millas) hasta una salida a literalmente ninguna parte. En Dakota del Sur hay salidas de la autopista que no conducen a ninguna parte en absoluto y la prueba la foto: El misil visitable es el campo Delta 9. En medio de la nada una verja y dentro el misil bajo tierra. Han quitado la tapa y han puesto una de cristal para que puedas ver el misil (obviamente una réplica sin carga) Un rato allí las fotos de rigor extasiarse con el paisaje y pa dentro del coche que hace un frío que pela y un ventarrón impresionante. sigo hacia el este por la I-90 pero no por mucho tiempo porque me voy a desviar para ver el Parque de las Badlands. Este parque se extiende a lo largo de la I-90 en paralelo por el sur, y hay una carretera que lo recorre de un extremo a otro así que si entras por un lado y sales por el otro no pierdes tiempo. El paisaje es el típico americano de los indios con colinas desgastadas por la erosión en un desierto frío, diferente del Monument Valley y otros. El paisaje como siempre espectacular y fácilmente visitable en coche, con la carretera perfectamente asfaltada serpenteando por entre las montañas... ¿te gusta conducir...? Salgo del parque ya bastante tarde para comer, pero tengo que buscar un sitio así que vuelvo a mi querida I-90. Pero las millas pasan y no aparece ningún sitio medio decente. La zona está muy poco poblada y apenas hay unos pueblos minúsculos casi sin servicios, y tampoco me apetece desviarme demasiado de mi ruta hacia el este. Además el tiempo está empeorando se ha nublado y la temperatura baja bruscamente por debajo de cero. Por fin encuentro uno de esos restaurantes de carretera enormes que tienen de todo incluyendo una tienda de souvenirs. Claro, ¿lo más típico de souvenir de Dakota del sur que es? a parte de algunos tarros de productos locales... ![]() Eso si, en una de las estanterías de la tienda una serie de juguetes para niños entre los que destacaban las fieles reproducciones de fusiles Kalashnikov, pistolas de asalto, revólveres y demás parafernalia. Todas muy bien catalogadas e identificadas para que ese niño/a (que allí hay de todo) pueda reconocer fácilmente su "juguete" cuando sea mayor de edad. Es interesante pasarse por un supermercado cualquiera de está américa profunda (yo he visitado los walmart o lo que se tercie para abastecerme) y comprobar cuán diferentes son los gustos y tradiciones. Esos envases tamaño XXXXL, la falta de pescado (lógico), lo custodiados que están los licores, vinos y demás alcohol (eso cuando directamente no existían en un gran supermercado) y por supuesto las armerías del Walmart estratégicamente situadas cerca del pasillo de los juguetes y bicicletas... El caso es que por fin cruzo el Río Missouri y el tiempo sigue empeorando por lo que comienza a nevar con algo de ventisca. La autovía vuelve a cubrirse de hielo ligeramente así que toca aminorar la marcha. Por suerte una hora después el tiempo parece que mejora un poco, justo antes de llegar a mi destino final de hoy: Sioux Falls. La ruta de hoy ha sido un poco más corta de lo habitual por dos motivos: el primero que al pasar el Missouri he cambiado de huso horario: de la hora de las montañas a la hora central he perdido una hora. Pero además por ser domingo 10 de marzo, se había cambiado a horario de verano; por lo que he perdido una hora adicional por salir por la mañana una hora tarde. Cosas que pasan. Etapas 10 a 12, total 16
Lunes 11 de marzo. Sioux Falls. Cielo despejado y -10ºC
Va quedando menos para Chicago. Sigue la ruta. Lo primero tras el desayuno es visitar lo ¿unico? visitable en esta ciudad, y que también le da nombre: Las Cascadas Sioux. El río cruza la ciudad por el medio y en un parque se forman unas cascadas entre las rocas. El frío es tan fuerte que la espuma que lanzan las cascadas se congela en el entorno... Lo mejor es salir cuanto antes porque el tiempo parece que va a empeorar. A las afueras de la ciudad dejo el estado de Dakota del Sur para adentrarme en Minnesota. La autopista está más lenta que estos días atrás con hielo y bastantes camiones alguno adelantando un poco temerariamente. Se nota que nos acercamos a una zona del país más poblada. El paisaje cambia. Sigo hacia el este, Brandon, Luverne, Worthington, Jackson, Fairmont, Blue Earth, Albert Lea... con intención de salir de la I-90 para dirigirme a Winona. La nieve vuelve a cubirir los campos hasta el arcén de la autovía y pienso que cuando me salga de la I-90 la carretera a Winona estará peor. Pero no es así. La nieve es distinta. Mucho más húmeda y se agarra a todo. Los árboles se cubren con una fina capa destacando todas y cada una de sus ramas. El pueblo de Winona es bonito, muy típico. Se asienta a orillas del Mississippi. El río es impresionante. Tenía la intención de subir a una colina próxima para ver el valle con el río desde lo alto pero con el tiempo así y las carreteras nevadas me he retrasado un poco por lo que busco sitio para comer y paso junto a la estación para ver uno de esos larguísimos trenes de mercancías que cruzan el país. Ya había visto algunos en ruta junto a la autopista. Hoy la ruta es un poco de transición entre el medio oeste y el lejano oeste ![]() Según salgo de Winona y cruzo el Mississippi cambio de nuevo de estado: Mi séptimo estado de la ruta: Wisconsin. Disfruto del último tramo de hoy por una carretera comarcal preciosa, donde se alternan prados, tierras de cultivo (obviamente tapados por la nieve) y bosques. Los pueblos son mucho más bonitos que en Dakota con muchas granjas muy bien cuidadas con sus típicos silos de grano. A última hora de la tarde llego a Black River Falls. Ahora las casas parecen totalmente sacadas de una película o serie americana tipo "Mujeres desesperadas" o así. todas con sus porches de madera, sus tejados de madera. Enormes con su jardín delante o detrás e innumerables árboles por todas partes. Todo absolutamente cubierto por una fina capa de nieve húmeda que se agarra a todas partes incluso al mástil de la sempiterna bandera de barras y estrellas que ondea por todas partes. En está última parte de la ruta se puede (y recomiendo si hay tiempo) salir de la autopista (que ya se nota el tráfico más intenso) y disfrutar más del paisaje que cambia a cada momento. Los pueblos se multiplican cada cual con algo que ver o disfrutar. Pero la ruta sigue y mañana por fin, llegaré a Chicago. ( como prometí, con las fotos) Etapas 10 a 12, total 16
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