![]() ![]() Una pequeña mordida a "La Gran Manzana" y escapada a Washington D.C. ✏️ Blogs de USA
Estancia en Nueva York y visita a WashingtonAutor: Chema2011 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (7 Votos) Índice del Diario: Una pequeña mordida a "La Gran Manzana" y escapada a Washington D.C.
01: Preámbulo Y Preparativos.
02: Dia 1: Viaje de ida. Llegada al Hotel y primera toma de contacto
03: Dia 2: Escapada a Washington D.C.
04: Día 3: Empire State Building, Quinta Avenida, intento del MOMA y Times Square.
05: Día 4: Mercados Y Mercadillos.
06: Día 5: Harlem y Museo de Ciencias.
07: Día 6: Estatua de la Libertad, zona financiera y Puente de Brooklyn.
Total comentarios: 2 Visualizar todos los comentarios
Etapas 4 a 6, total 13
Nos levantamos a las 8, ya descansados, y vamos a desayunar por primera vez en el Hotel. Utilizan como sala de desayunos un restaurante irlandés que está en la planta baja. No es muy grande y puede darse el caso que no haya mesas y entonces se ocupan las barras y las mesas con taburetes altos de la entrada de la calle. El desayuno permite prepararse café, normal y descafeinado, tostadas, gofres, “bagels”, huevos revueltos o duros, jamón (no es exactamente bacon), variedad de donuts (normales, rellenos de crema, con chocolate), cereales y zumo de naranja. Hay unas pequeñas manzanas y naranjas naturales. En fín podemos que es suficiente para un desayuno energético, aunque, yo, echo de menos, yogures. Es por poner un defecto, pero me parece correcto.
Tras volver a la habitación y coger el equipo fotográfico, salimos rumbo al Empire. Vemos por primera vez el sol en todo su esplendor aunque dicen que se irá nublando. Las temperaturas máximas previstas son sobre 28º. Así que parece todo perfecto para el día de caminata que nos espera. Cuando bajamos por la Quinta hacia nuestro destino, muy cercano, un enjambre de vendedores de entradas se dirige hacia nosotros. Los esquivamos diciendo que ya tenemos, como es verdad. Entramos en el edificio y al mostrar la “tarjeta” (en realidad es una hoja impresa en la impresora de casa) nos desvían hacia la entrada evitando la larga cola ya formada para comprar los tickets. Pasan la lectora y entramos, pero nuestro gozo en el pozo, pues nadie se libra de la cola para pasar los arcos de seguridad (y van…), tras ello nos separan en distintas filas (la verdad es que manejan a las muchedumbres, nosotros, con verdadera pericia) atravesando un pequeño museo con fotos de la construcción del edificio. Finalmente llegamos al pasillo de ascensores, donde hay unos cuantos. Entre una cosa y otra hemos recorrido toda la planta baja, observando el lujo de los mármoles de sus paredes. En el ascensor subimos los 86 pisos a una velocidad de vértigo que tapona los oídos. Ya estamos en el Observatory. ![]() Salimos a los miradores y tras buscarnos un hueco entre tanta gente podemos ver Manhattan a nuestros pies. Vemos el sur, el Downtown, con los rascacielos de la zona financiera (la zona verde próxima que se ve es Madison Square). ![]() ![]() Tras comprar unos recuerdos, bajamos del “cielo”. Y emprendemos el camino de la Quinta Avenida hacia el norte. Son las 12:30. Al llegar a la altura de la Biblioteca Pública, que ya vimos vamos a la parte de atrás donde se está el Bryant Park. Este es un territorio ganado para la ciudad en los últimos tiempos (la otra vez que vine no se visitaba por ser zona “peligrosa”). El espectáculo que vemos: gente tomando el sol, haciendo picnic, oyendo música, muestra la vitalidad que hace de NYC una ciudad única. ![]() Proseguimos el camino con una rápida mirada a la calle 47, llena de joyerías. Es el "Diamond District". Todavía se sigue viendo los judíos ortodoxos que rigen la mayoría vestidos con sus negros atuendos. La siguiente parada es la Rockefeller Plaza, ![]() ![]() Proseguimos y la siguiente parada NBA Store, donde puedes encontrar la equipación de cualquier equipo de la misma. Aunque todavía tenían la camiseta de Gasol con los Laker´s y no con los Bull´s de Chicago. Seguimos hasta Hollister, que está casi esquina con la calle 53. Lleno de gente joven comprando y haciendo cola en los probadores, todo ello en la “penumbra” y con música tan alta que más parece una discoteca “chill out”. Uno trata, vanamente, de no sucumbir al consumismo que te va atrapando por momentos viendo estos comercios tan bien expuestos y originales y gente comprando en todos ellos como si de regalos se tratase. Cuando salimos de aquella oscura tienda, uno queda deslumbrado por la claridad del día. Son cerca de las 14 h. y decidimos ir a comer a Ellen´s Stardust Diner que está en Broadway esquina con la calle 51. Este es un restaurante estilo años 50, donde los mismos camareros que te sirven cantan canciones de famosos musicales. Lo cierto es que se pasa bien, aunque la comida no sea gran cosa. A la cena puede ser más difícil encontrar mesa que al mediodía. No es barato, pero es de las cosas que pienso que solo se pueden ver por estos pagos. Para que se hagan una idea de cómo es, este video: Pedimos tres “cheeseburguer” con bacon y patatas fritas y yo para variar un estofado de carne. De beber dos "cokes" y mis hijas pidieron agua (si pides "water", te traen agua del grifo, sin problemas, y no cobran nada). Salió todo 85 $ y mi mujer que le había gustado mucho las actuaciones les dejó ¡Un 20% de propina! Todo sea por el futuro de los escenarios de Broadway. Al salir nos dirigimos al MOMA, que está en la 53, entre la 5ª y 6ª Avenidas. Era viernes y desde las 16 horas, la entrada es gratis. Sabía que las colas podían ser enormes para entrar pero lo que no esperaba era el verdadero tumulto que allí había. No soy en particular muy amante del arte moderno pero aquí hay ciertas obras que merecen verse. Pero aquello era un caos, pues para entrar había que sacar las entradas “gratis” y decían que las daban en las puertas de entrada, pero allí nadie sabía nada. Así que desistimos. Nos conformamos con ver los objetos curiosos de diseño que venden en la Tienda y volvimos a tomar la Quinta. Lo primero que encontramos es Abercrombie, con gente en la puerta haciendo cola para fotografiarse con los chicos “cachas” de la marca. Trato de animar a mis hijas de hacer la cola pero no quieren. Así que entramos sin más y echar un vistazo a la tienda. Enfrente está Tiffany y cruzamos para ver su entrada ¿Pero para qué entrar? Hacemos como Audrey Hepburn. Ya que hemos cruzado, nos desviamos un poco hasta el 6 Este de la calle 57 para ver Niketown ¿Para qué explicar el porqué le llama “Town” a una tienda? Vuelta a la Quinta y la meta: Grand Army Plaza, amplia plaza donde confluye la Avenida con Central Park. Aquí están el dorado monumento del General Sherman y el Hotel Plaza (No miré cuánto costaba la habitación aquí, a lo mejor…), pero nuestro destino era otro, la Tienda Apple y la Juguetería FAO. El Apple Store, que es subterráneo solo deja visible un cubo de cristal transparente con el símbolo de la marca. Es el acceso a la tienda. Allí está toda la tecnología de la marca y como se pueden tocar y manipular te hace “dueño” por unos minutos de uno de estos aparatos. Como todo, estaba llena de gente. Justo detrás, esquina con la calle 58 está la juguetería FAO Swartz. Inmensa juguetería donde hay juguetes de todos los tipos. Mis hijas “enloquecieron” con todos los tipos de animales de peluche que iban viendo. ![]() Me hija menor no se resistió. Se descalzó y se puso a tocar “Cumpleaños Feliz” saltando sobre las teclas. ![]() ![]() ![]() ![]() Así nos encontramos con el corazón de Manhattan: Times Square. Caminar por aquí es realmente difícil entre la gente y las obras. Las gradas que hacen techo de las cabinas de TKTS (ya saben dónde venden entradas para el día más baratas) a espaldas de la estatua del Padre Duffy están repletas ![]() ![]() Según seguimos para el sur las calles se van quedando más solitarias, que no vacías. Y así buscamos un “Deli” (Es abreviatura de Delicatessen. Pero pese a su nombre, no son como aquí, lugares de comida de lujo. Son muy abundantes por todos lados, allí encuentras comida rápida o preparada y para hacerse ensaladas. Son relativamente baratos) para comprar la cena. Elegimos sándwiches, piña cortada (me encanta) y hasta un vaso de sopa que se le antoja a mi hija. Y así dispuestos regresamos al hotel con los pies pidiendo “rendición”. Mañana será otro día. Etapas 4 a 6, total 13
Hoy es sábado y lo hemos reservado para ver diferentes mercados y mercadillos. Algunos sólo son de fin de semana (no en invierno) otros son fijos. Vamos a empezar a utilizar la Metrocard para desplazarnos.
No hemos madrugado mucho y así salimos sobre las 10. El día está muy nublado pero confiamos en que si llueve, sea cuando estemos bajo techo. En principio, caminamos hasta la calle 39. En ella observamos una costumbre habitual en NYC y que detecto lo es cada vez menos corriente. La concentración de comercios del mismo tipo unos al lado de los otros. En este caso el relacionado con los textiles. El otro día mencionamos el de joyerías. Llegamos hasta la Novena Avenida. Destino el Hell´s Kitchen Fleamarket. Esta zona de Manhattan como su nombre indica era no hace mucho un barrio realmente marginal y que no era recomendable visitar. Dicen que Robert de Niro o Silverter Stallones se criaron por aquí. Hoy eso es historia y se está renovando casi completamente. Hay muchísimas edificios en construcción. “Fleamarket” (Mercado de Pulgas) es el nombre que se utiliza para los mercadillos dedicados principalmente a antigüedades caras y baratas en su mayor parte. Nosotros usamos más el de “Rastro” o “Rastrillo”. Cuando lo vemos nos llevamos un chasco pues es muy pequeño y lo que se expone nos parecen más bien baratijas, así que no nos paramos mucho y bajamos por la Décima. Por esta zona no hay metro y los autobuses “suben” según la dirección de esta avenida. Tendríamos que haber ido por la Novena para bajar. Así que nos damos una buena caminata matinal pese a todo hasta la calle 30 dónde queremos recorrer el High Line Park. Que es un original parque que se ha hecho,pero no del todo terminado, utilizando las antiguas vías elevadas del tren. Tiene bancos como cualquier parque pero algunos son "especiales" pues tienen ruedas. Si hay en algún lugar, lo que se llama un parque urbano, es este pues uno practicamente va viendo la casas cercanas y que me imagino cuando pasaba por aquí el tren serían bastante "ruidosas" y cruza calles en donde se observa que por esta parte ya no son tan altos los edificios. Es "otra" ciudad. Es la zona de Chelsea. ![]() Continuamos cuando deja de llover y seguimos hasta que descendemos por la calle 14. Y vamos hasta la 15 donde está el Chelsea Market (que es fijo). Enfrente está Google NYC. ![]() Cuando entramos nos quedamos encantados. Es un antiguo mercado reformado y reconvertido en lugares de comidas. Son las 13:00 y está a reventar. Hay comida italiana, mejicana, china, japonesa, "bakerys". El mundo alimenticio en un sólo lugar. Pero lo que nos llama más la atención es gente saliendo con platas con langostas partidas en mitades. ¡Y quedamos asombrados! Cualquiera diría que las regalan y entramos. Es una enorme pescadería en donde venden tanto pescado y marisco, como podemos encontrar aquí, sino en todos sus formatos, conservas, ensaladas y "sushi". Estaba lleno y la cola para la langosta era enorme. En Google Maps se puede recorrer su interior, pero cuando estaba más tranquilo. Se llama Lobster Place Nos quedamos dudando si hacer la cola de la "langosta", pero no nos parece tan barata y optamos por otra opción: el sushi, ensalada César con salmón y mis hijas compran aparte macarrones a la boloñesa y pizza. Nos faltaba el postre y entramos en "Eleni´s" una bakery que hace cupcakes, galletas y tartas de las formas más variadas. Juzgad: ![]() ![]() Con la barriguita llena proseguimos el camino. Justo en una esquina del Mercado está una tienda que en Europa, solo hay en Londres, es Anthropologie. Por tanto "mis" mujeres, dicen que hay que verla. Inspeccionada de arriba a abajo. Salimos del mercado. Nuevo destino: Green Market de Union Square. Son sobre las 2 de la tarde. Vemos la Apple Store de la calle 14 (exterior menos moderno) pues es, como tantos por esta zona, un edificio reconvertido. Valga lo dicho con Google. En un paso de peatones se está rodando algún comercial pues varias modelos cruzan una y otra vez. Tomamos por fín el primer autobus el M14D que nos lleva hasta el destino. Como es sábado y el tráfico está muy tranquilo, tardamos unos 10 minutos, pero suficiente para notar que el aire acondicionado está a una temperatura para osos polares. Al principio se agradece pero como te coja debajo de una salida de aire, te congelas. Cuando llegamos nos encontramos con la placidez de cualquier parque un sábado por la tarde. ![]() ![]() Parece que estás en una pequeña ciudad de provincias hasta que te fijas en los edificios contiguos. ![]() Como son sobre las tres nos vamos a dirigir a Brooklyn, en concreto a la zona de Williamsburg. Que muchos conocen por ser donde viven muchos judíos ultraortodoxos. Pero nosotros vamos a ver el llamado Smorsgaburg. El nombre es una mezcla del sueco smorgas (algo así como comida) y la terminación del nombre de la zona. Es un mercadillo que se monta solo los sábados a partir de mayo hasta octubre ""rain or shine". Y donde se vende toda clase de comidas. Es pues una variante del Chealsea Market , pues aquel los puestos son fijos y aquí no. Y me imagino que pondrán a prueba su cocina los "emprendedores" de la restauración. Pues la verdad es que son gente muy joven, como lo es la clientela. Habíamos tomado la línea L del metro desde Union Sq. y nos bajamos en Bedford Avenue esquina con la calle 7. Y salimos un tanto desorientados pues sabía que el mercadillo estaba en Kent Avenue, pero con nombres ya no sabes para donde tirar. Así que preguntamos. Y sin salir de la misma calle caminamos en la dirección buscada. Así percibimos el ambiente radicalmente distinto de Brooklyn. No sabría definirlo con exactitud: Las casas, la gente (mucha más de origen inmigrante), más familiar... El sol estaba derrotando a las nubes y hacía bastante calor. Como nosotros ya habíamos comido nuestra presencia era más para ver el ambiente que otra cosa. Así que disfrutamos una vez más de la gente sobre el césped comiendo pero con un añadido más: las vistas de los rascacielos de Midtown. Aunque estaba en obras y no podíamos evitar una valla. Este parque se llama East River State Park. ![]() ![]() A pesar del calor, parecía que el tiempo estaba cambiando para mal y por allí no había donde refugiarse, así que decidimos marcharnos. En el camino vendedores de ocasión ofrecían su mercancia gritando algo así como "guandola, guandola". Finalmente entendimos que ofrecían botellas de agua por "one dollar" ya que en casi todos los sitios solían valer dos dolares. Volvimos sobre nuestros pasos, volvimos a coger el metro hasta Union Square. Y caminamos hasta la Sexta y allí cogimos el autobus M7 que, a pesar de su nombre, sube por esta avenida (También el M5. Ya expliqué lo de las direcciones de tráfico único de las avenidas) y nos dejó en la esquina de nuestra calle 35, es decir a cincuenta metros del hotel. Eran las seis de la tarde y volveríamos para comprar la cena. Podríamos decir que habíamos visto otro aspecto de NYC totalmente diferente. Mañana tocaba madrugar un poco para ir al Harlem. Etapas 4 a 6, total 13
Hoy madrugamos para asistir al culto dominical ("sunday worship"), en una Iglesia del Barrio de Harlem. Hay muchas pero casi todos empiezan a las 11 u 11:30, así que elegimos la Canaan Baptist Church que empieza más temprano: a las 10.
La iglesia baptista tiene mucha importancia en EEUU y no solo en la población negra, que le ha dado esta peculiaridad del godspell, sino entre la blanca. Tanto Obama como el expresidente Clinton son baptistas. Advertidos por otros blogueros que comentaban lo estrictos que podían ser con la vestimenta, tanto mis hijas como yo, dejamos los pantalones cortos y mis hijas se ponen rebecas para tapar los hombros. También avisaban de las colas que podían formarse, por lo que queriamos estar por lo menos una hora antes. Así que tras desayunar cogimos, en la misma parada donde bajamos ayer, el M7 nos llevaba hasta la calle 116, justo al lado de la Iglesia. En el bus hicimos turismo de domingo por la mañana, con las calles todavía bastante solitarias y poco usuarios que subían. Esto permitió que pudieramos buscar asientos "estratégicos" para no congelarnos, pues como ya dije con la baja temperatura, la poca gente que había a bordo y la hora temprana, el autobus era una verdadera nevera (estos cambios de temperatura para cuando salías de nuevo a la calle nos costó más de un estornudo). Llegabamos a la ya incipiente cola a las 9. Todos eramos forasteros. Luego la cola se fue ampliando. ![]() ![]() Después entramos y observamos que los de delante llevan bermudas y las mujeres los hombros al aire y no les han dicho nada ¿Serán aquí más relajados? Nos subieron a la planta de arriba y nos iban colocando "ayudado" por otro vigilante, que todo trajeado llamaba la atención por su corpulencia de gimnasio y pelo largo de trenzitas. Durante todo el tiempo estuvo vigilando que nadie hiciera nada indebido como apoyarse a la varandilla, hiciera fotos e indicando si había que levantarse o podíamos sentarnos. Poco antes de las 10 empezó la música con unos cuatro músicos, principalmente un teclado, y una mujer mayor empezó a hablar y luego a cantar. Luego le siguieron otras e iban entonando canciones que era imposible no seguir el ritmo con los pies. Hasta que en una de ellas con todo el mundo en pie dando palmas se incorporaron las mujeres del coro. La verdad es que uno se contagia. Para que podamos hacerse una idea, valga este video de la película "The Blue Brothers" en que se trata de representar una de estas ceremonias, como es normal, más dramatizada de lo real: Después siguieron cantando canciones que podíamos seguir con la letra que nos habán suministrado y así diría que cerca de una hora. Todo eran mujeres. En un momento dado se abrió una cortina y el Reverendo bautizó por inmersión en una pequeña piscina a un niño de unos 12 años (aunque creía que no se bautizaban hasta después de la adolescencencia), que más tarde también dijo a todos unas palabras. Más tarde, ya cambiado, el Reverendo hizo, podríamos decir, el sermón y cantó con una voz grave que podía dedicarse a la canción no sólo religiosa. En todas las intervenciones siempre había voces asíntiendo y exclamando en voz alta a lo que se decía. Cerca de nosotros dos mujeres mayores también lo hacían y levantaban los brazos y en un momento como en la misas nuestras cuando "nos deseamos la paz" ellas fueron dando la mano a todos los de su alrededor e incluso subieron escalones para hacerlo a más gente. Hay un momento que se pasan cestitas para dejar dinero y aquí es cuando aprovechan mucha gente para irse. Así lo hizo un grupo que nos pareció que venían de excursión con un guía. Pero la mayoría nos quedamos, ya no se canta casi, sino que es más bien con los filigreses hablando sobre sus "experiencias religiosas" e incluso dos niñas bailaron con una coreografía "casera" ante la comunidad. Y ya cuando eran las 12:30 y aquello se alargaba más de la cuenta, nos marchamos. Resumiendo, realmente la primera parte de canciones es algo digno de ver y se puede observar el entusiamo con que se vive la religión unido a la música. Otro aspecto que permite ver es el actual Harlem, barrio en otro tiempo sinónimo de peligro, y hoy tranquilo y agradable. En un principio, teníamos previsto ir, cuando saliaremos, a recorrer Central Park, pero los pronósticos del tiempo decían que podía haber tormentas (que luego no hubo). Así que decidimos ir al que llamamos Museo de Ciencias y mejor dicho es el "American Museum of Natural History". Para ello, cogimos la M1 en la esquina de la calle 116 con la Quinta, nos bajamos al lado del Metropolitan Museum en la calle 79 y, en esta calle, cogimos el M79 que nos atravesó Central Park hasta el Museo. Como eran más de la 13 y habíamos desayunado temprano decidimos comer antes de entrar . Optamos por ir a comernos unas de la hamburguesas más famosas de NYC, las de Shake Shak, que tienen un local en la calle 77 esquina a la Columbus Avenue, en frente del Museo. Aunque los "puristas" dicen que las originales son las que venden en el establecimiento de Madison Sq., parece que no le hacen mucho caso porque la cola era de campeonato. No fue impedimento para ponernos a hacer cola mientras que mis "hijas" iban en expedición en busca de asientos, bastante escasos huelga decir. Aquello lo tienen bien organizado para que el tiempo de espera no se eternice. Cuando llegas a una de las cajas haces el pedido, pagas y como la cocina está llana de gente, el pedido está en tus manos en poco menos de 10 minutos. Pedimos nuestra especialidad hamburguesas con queso y bacon, papas fritas y limonadas (que aquí la ponen en muchos sitios). Y a comer. ¡Muy buenas! Fueron 42 $. Aquí como ya habíamos observado en Washington, tienes "grifos" de ketchup y mostaza para que te sirvas a tu gusto y "recipientes" pequeños de plástico por si son para llevar. Al lado del Museo había un pequeño mercadillo de verduras y comestibles. Aquí nos compramos unos "muffins" de limón. O sea ya completos, nos dirigimos al Museo. Teníamos entrada incluida en la GoSelect. Se supone que puedes entrar pagando "what you wish" pero entonces tienes que hacer cola, mientras que con la tarjeta entras por una taquilla aparte y evitas las colas, que al ser domingo, eran enormes. ¡Aquí todo es así! ¿Cómo creen que es el tamaño de este Museo? ¡Si...., efectivamente! ¡Enorme! Y cierran a las 17:30. Así que yo había decidido hacer el que llaman Night at the Museum Tour porque ves a los "protagonistas" de esta película: El T. Rex ![]() ![]() ![]() Cuando salimos vamos a Columbus Avenue, allí cogemos nuevamente el M7 que baja por la Séptima. En su cruce con Broadway vemos que hay otro mercadillo de comidas como los que vimos ayer. Nosotros llegamos hasta la parada junto a Macy´s. Camino del hotel mis mujeres "resucitan" por ensalmo y quieren entrar en H&M y Victoria´s Secret que están en la Sexta esquina con la calle 34, es decir a la espalda del hotel. Descansamos un poco y salimos de nuevo a cenar. Esta vez hemos elegido una cadena de comida mexicana, que nos gusta mucho, que tiene muchos locales por todo Manhattan. Allí cenamos tacos y me atrevo a pedir una "Coronita". Las cervezas están sobre unos 6 $. Nos cuesta en total 42 $. No nos convence la comida, aunque eso sí es abundante. Ya cenados, volvemos al hotel. Mañana toca la zona financiera. Etapas 4 a 6, total 13
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.9 (7 Votos)
![]() Total comentarios: 2 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO
Diarios relacionados ![]() ![]() ![]() ![]()
![]() |