Noruega: Acampada entre fiordo y fiordo ✏️ Blogs de Noruega

A las 6 estábamos ya despiertos y recogiendo! Hoy nos tocaba la ruta en bici de Rallarvegen.

TRACK RUTA RALLARVEGEN 1

La ruta comienza en Haugastol y termina en Flam, pensamos dedicarle dos días así que decidimos dejar el coche en el aparcamiento de Flam y coger el tren turístico hacia Myrdal y de ahí a Haugastol.

El aparcamiento de Flam está bien, es muy grande y afortunadamente gratis. A las 8:45 cogimos el tren. El tren es muy auténtico, se llena de turistas con las cámaras y con razón. Dicen que es de los trayectos más bonitos que hay en tren, no he viajado mucho en tren pero no lo discutiré. El tren recorre todo el valle de Flam, con su granja, sus cascadas, su río y sus túneles, muchos túneles. Van anunciando las cosas que se ven por megafonía y a medio trayecto paran cinco minutos para ver una cascada mientras amenizan con un baile. El famoso tren llega hasta Myrdal. En Myrdal teníamos que coger otro hasta Haugastol. De Myrdal hasta Haugastol nos dimos cuenta de que probablemente no se podría hacer todo el Rallarvegen con la bici ya que atravesamos una zona que estaba completamente llena de nieve.

Cuando llegamos a Haugastol el chico de las bicis nos confirmó que desde Finse hasta Myrdal no se podía ir en bici ya que estaba todo lleno de nieve, había que coger el tren de Finse a Myrdal para continuar. Tampoco nos rompió mucho los planes porque ese día teníamos pensado llegar hasta Finse, así que al día siguiente cogeríamos el tren y bajaríamos hasta Flam desde Myrdal, nos perderíamos 20 kilómetros de la ruta, pero si no se puede no se puede.

Las bicis las alquilamos en "Haugastol m.o.h.". Nos costó casi 60 euros dos días por persona. Llegamos a Haugastol a las 12, no teníamos prisa por comenzar la ruta y como caía una lluvia tonta y la predicción era buena para la tarde aprovechamos para comer allí y de paso esperar a que el tiempo mejorará. El sitio está muy bien y hacen unas pizzas al horno de leña que no son caras, una pizza para dos 12 euros, nos supo a gloria bendita.


Una vez comidos, nos pusimos los chubasqueros, cargamos los sacos de dormir y la comida en las alforjas de la bici y comenzamos la ruta. En total fueron 27 kilómetros de ruta. La ruta no es difícil pero sí que es cansada ya que alterna cuestas en las que muchas veces hay que bajarse con la bici porque revientan, sobre todo con las alforjas. El entorno es único, el camino discurre todo el rato entre lagos, todo nevado con alguno lagos en deshielo, poco a poco va cogiendo un poco de altura hasta llegar a la zona del glaciar Hardangerjokulen, del que se pueden ver hasta tres lenguas desde la bici.



Por el camino nos encontramos un puesto pequeñito en el que se vendía de todo, comida, golosinas, refrescos, estaba en medio del monte sin nadie alrededor, solo una casa a doscientos metros y, unos niños que jugaban a vigilarlo escondidos detrás de rocas. La confianza de los Noruegos no tiene límites.

Según nos acercábamos más a la zona del glaciar el frío iba siendo mayor y cada vez había más nieve. Cuando llegamos a Finse teníamos pensado acampar, en los alrededores del refugio no se puede y la zona de acampada libre estaba toda llena de nieve así que viendo el refugio tan grande y tan tentador nos decidimos por ir al refugio con su calefacción y todo. Las bicis las dejamos en un parking que había fuera, allí nadie le pone candado a la bici, es más a la hora del alquiler ni siquiera te dan candado así que imaginaos la seguridad que hay.

El refugio es carísimo, 35 euros persona en habitación individual, si eres socio saldría mucho más barato, pero hacerse socio sale por 100 euros y no íbamos hacer uso de más refugios en el viaje. La habitación era pequeña pero estaba limpia con unas vistas muy bonitas. Después de estar durmiendo tantos días en camping agradecimos la cama enormemente, en el momento hasta nos pareció barato!.

Una vez acomodados, nos dimos una vuelta por Finse. Básicamente es una estación de tren al lado de un lago. El lago estaba completamente helado con una zona de deshielo, eso junto con la cantidad de nieve y el tiempo que hacía parecía un paisaje ártico.


Una vez en el refugio, cenados y con wifi a tope nos dispusimos a romper la cama, al día siguiente el tren a Myrdal salía a las 11 por lo que podíamos dormir sin necesidad de madrugar.

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Nos despertamos a las 9, después de haber dormido casi 10 horas. Yo estaba descansado pero el culo lo tenía un poco fastidiado de la bici. Recogimos tranquilamente, desayunamos y fuimos hacia la estación de tren.

El tren para Myrdal tiene un vagón especifico para bicis y dos empleados se encargan de guardar las bicis. Cuando sacas el billete te dan un papel para ponérselo a la bici, al llegar el tren cogen tu bici, la guardan y al llegar a Myrdal las van sacando todas y tú tienes que estar atento a la tuya.

TRACK RUTA RALLARVEGEN 2

De Myrdal a Flam la ruta en bici es una pasada. Son 20 kilómetros totalmente cuesta abajo (creo recordar una pequeña cuesta arriba) por un paisaje precioso. Comienza con un camino de piedra serpenteante con mucha inclinación que te hace ir con el freno echado, luego se pasa por un granja y tras ella el camino pasa a estar asfaltado y, junto al río, se va descendiendo por el valle hasta llegar al pueblecito de Flam. Te lo pasas genial ya que el esfuerzo físico es mínimo y se llega a ir bastante rápido si quieres.




La ruta la hicimos en poco más de dos horas llegando a Flam sobre las 14. Cuando llegamos a la estación de tren de Flam, dejamos las bicis y nos fuimos para el coche. Hoy teníamos el crucero turístico por el fiordo de Nærøyfjord. El crucero sale de Gudvangen y nos deja en Kaupanger desde donde seguimos la ruta. El crucero salía las 18:30 por lo que teníamos tiempo para comer tranquilamente.

Para comer fuimos hasta un pueblecito, Undredal, que se encuentra entre Gudvangen y Flam a la orilla del fiordo Aurlandsfjorden. Estuvimos comiendo (nuevamente pasta...) en unas mesitas que hay al lado del río para luego dar un paseo por el pueblo. El pueblecito es encantador, su embarcadero, su iglesia , la gente en sus porches tomando su te, sus estatuas en las casa, un granero, el río... Es demasiado de cuento. Aprovechamos para comprar pan y fruta en el súper de allí y como faltaba una hora para el crucero fuimos hacia Gudvangen.




El crucero lo habíamos comprado por adelantado en www.fjord2.com/ Nos costó 65€ los dos con el coche, si lo compras en este horario sale más barato que si lo compras por la mañana, por la mañana cuesta 110 euros dos personas con coche. Supongo que el motivo es porque por la tarde hay menos gente.

El crucero para mí fue de los momentos más bonitos del viaje. Culpa de ello es que tuvimos la suerte de no ir mucha gente y además el tiempo alterno entre llovizna y sol lo que hizo que pudiéramos disfrutar de tres arcoíris increíbles. Las fotos no hacen justicia. Fueron dos horas y media de crucero en donde no descansas ni un momento de mirar para arriba. Totalmente recomendable.





Al llegar a Kaupanger eran ya las 20:45. Paramos en la iglesia que tienen, es del estilo de las de allí y merece la pena parar. De Kaupanger fuimos en busca de donde dormir y terminamos en el camping Lyngmo, a 20 minutos de Kaupanger.



El camping fue el mejor de todo el viaje. Una localización a orillas del lago Hafslovatnet con el pueblecito de Hafslo en frente. Las instalaciones y la zona de camping muy buenas, había incluso ducha con agua caliente gratis y sin límite de tiempo. Mi ducha de media hora no me la quitó nadie. Cenamos en los bancos que allí había, aprovechamos para colgar alguna de la ropa que teníamos mojada y tras dar señales de vida con el wifi del camping al saco.

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Todos los viajes tienen un día que sale regular y a nosotros nos tocó este. Nos despertamos temprano porque para este día habíamos contratado una ruta en Kayak por el lago Styggevatnet.

El lago, por lo que se ve en internet, tiene la peculiaridad de que la lengua glaciar termina en el agua por lo que se puede uno acercar con el kayak a las paredes del glaciar, algo que debe ser espectacular. Yo iba con la mosca detrás de la oreja porque con la nieve que habíamos visto mi miedo era que estuviera congelado. No nos habían comunicado nada por email, ni llamado por teléfono por lo que se supone que no habría problema.

El lago se encuentra en el Parque Natural de Jostedal, es un parque en donde se encuentra el mayor glaciar de Europa continental y todo está lleno de lenguas y lagos. El punto de encuentro estaba a 40 minutos del camping y llegamos allí a las 9:45. A las 10 nos encontramos con el chico de la compañía con la que habíamos reservado "Icetroll" nos dice que todo bien y que tenemos que ir al centro de turismo a pagar. Entramos, decimos nuestro nombre el de recepción nos tacha y me pone el datafono para que pague. Cuál es mi sorpresa cuando veo que el precio es bastante menos del que debería costar la actividad. Yo ya me mosquee y antes de pagar le dije que porqué no es el mismo precio, me comenta tan alegre que nuestra actividad esta cancelada porque el lago está helado y que íbamos hacer el kayak en Nigardsbrevatnet. Me quedé a cuadros porque la diferencia entre una actividad y otra es mucha y en ningún momento nos avisaron del cambio. Les dijimos que nosotros esa actividad no la queríamos hacer y nos fuimos de allí bastante mosqueados, ya que nos intentaron engañar de manera descarada. Deberían haber avisado con antelación, si no me llego a dar cuenta nos encasquetan en Nigardsbrevatnet que es un lago mucho más turístico y ni de lejos tan espectacular como debe ser Styggevatnet. Por Styggevatnet sí que me gastaría los 120 euros que vale por persona pero por el otro no pago un duro.

El mosqueo se compensó con que nos acabábamos de ahorrar 240 euros, algo es algo. Pero el día entero se nos había alterado porque pensábamos estar haciendo la actividad hasta las 19. Como eran las 10 decidimos acercarnos al lago Styggevatnet que estaba a 20 minutos y hacer una mini ruta para verlo.

Efectivamente el lago estaba congelado, a lo lejos se veía la lengua glaciar junto con zonas de deshielo. El paisaje era total, el kayak por ahí tiene que ser una experiencia increible. El paseo hasta el lago fue cortito y nos quitamos la espinita de verlo aun así seguíamos con el sabor agridulce en la boca.


Volviendo decidimos ver el glaciar más turístico Nigardsbrevatnet, el que nos quería meter. Para verlo hay que pagar 5 euros por aparcar. La zona es bonita, un lago con la lengua glaciar en retroceso en lo alto, muy bonito pero lleno de gente y de coches. Aprovechamos para comer un poco y como teníamos todo el tiempo del mundo decidimos tirar de carretera parando en los puntos que nos gustaran con intención de hacer a la tarde una ruta.


Una de las primeras paradas que hicimos fue para ver el glaciar de Bøyabreen, el glaciar aparece imponente en la carretera, no te lo esperas para nada y con toda la emoción paramos en el arcén y bajamos hasta una granjita que hay delante del glaciar. Allí conocimos a una chica que parecía estar viviendo allí y nos comentó que antiguamente la granja era de su abuelo y que quería comprarla para que no se perdiera. Las vistas son preciosas, más adelante hay un desvío para ver el glaciar desde el lago.



Siguiendo el camino, pasamos Stryn y decidimos ir hacia el lago Lovatnet y hacer una ruta que tenía en el GPS. El lago Lovatnet es un lago con un color muy bonito, coincidió con que no soplaba nada de viento y era un autentico espejo, es inevitable ir parando cada dos por tres.



La ruta que hicimos se encuentra en un desvío a mitad del lago, es un paseo por el valle glaciar Bodalen hasta la lengua de Bodalsbreen. Es un recorrido muy sencillo de ida y vuelta en donde lo que más destaca es el escenario por el que transcurre. La lengua de Bodalsbreen está en retroceso, es posible acercarse hasta ella pero hay que subir una buena cuesta. Destaca más el entorno, en donde se llegan a ver dos lenguas glaciares más, así como el río, el lago y la granja por la que se pasa. La ruta es ideal si no quieres cansarte y quieres disfrutar de la caminata. La comenzamos sobre las 19 y la terminamos a las 21.

TRACK RUTA BODALSBREEN





Como los planes se habían cambiado por lo del Kayak y, por así decirlo, habíamos ganado un día pensamos en ver Alesund al día siguiente por lo que cogimos el coche con intención de buscar una zona de acampada libre o un camping camino de Alesund.

Llevábamos ya un buen tute de coche por lo que iba cansado, no queríamos marear mucho para buscar un sitio para dormir y... ley de Murphy, pasado Stryn el paisaje de Noruega cambia radicalmente, todo está como más civilizado y no había ni una sola zona decente para acampada libre y el único camping que encontramos era de caravanas. Total que avanzando avanzando nos plantamos casi donde se coge el ferri que te deja al lado de Alesund. Eran las 23 de la noche, ni un alma en la carretera pero todavía de día. Yo estaba reventado, encima nos había saltado un piloto en el coche que no tenía ni idea de qué era y no se veía una zona decente para plantar la tienda por ningún lado. Finalmente por desesperación a 10 kilómetros del ferri (Que a esas horas evidentemente no circulaba) paramos el coche en una parada de autobús al lado de una casa que parecía que estaban reconstruyendo y no se veían señales de vida. La casa tenía una zona de césped enorme que quedaba oculta de la carretera por la propia casa, allí no había un alma y el sitio era ideal aunque estuviera todo mojado, después de pensárnoslo un poco decidimos plantar ahí la tienda sin saber si estábamos siendo okupas o no. El sitio tenía unas vistas de diez frente a la confluencia de tres fiordos. Cenamos sin hacer fuego y caímos muertos.

Al final el día, aunque empezó mal, se había salvado con la rutica y las vistas de tantos glaciares. Eso sí, echamos casi 6 horas de coche, la paliza del viaje con diferencia.

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