Australia 2017 ✏️ Blogs de Australia25 días de viaje por las zonas que la mayoría visitamosAutor: Ymyr Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (9 Votos) Índice del Diario: Australia 2017
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Etapas 1 a 3, total 7
Tras el viaje en 2013 por la costa oeste de EEUU más Yellowstone y el safari por Tanzania más Amboseli de 2015 este año 2017 tocaba otro gran viaje, que decidimos que fuera a Australia. Los preparativos empezaron muchos meses antes. Lo primero y de lo más doloroso es que tuve que descartar Nueva Zelanda. Al principio y por falta de conocimiento pensé que ya que vamos a las antípodas aprovechar el viaje y ver lo máximo posible. Luego uno empieza a leer y leer por los diarios y foros de esta magnífica web y descubres que ni en sueños como no dispongas de mucho tiempo y recursos. Decidimos Australia ya que a mi mujer le atraía más y además, con lo friolera que es, visitar Nueza Zelanda en su invierno pues… Ya centrados en Australia, cuando empiezas a mirar distancias, te das cuenta de que es inmensa, por lo que toca quitar partes: primero el oeste, luego el centro, que es muy caro y yo lo de Ulluru como que no veo que me atraiga lo suficiente para dedicarle unos días y luego los dos sitios que más me costaron el no ir: la zona de Darwin y sobre todo, Tasmania. Aunque esta última supongo que podré visitarla junta a Nueva Zelanda pero en fechas más calurosas por aquí. Con todo esto y los 25 días que teníamos para encajar todo, el itinerario inicial fue el siguiente: Día 1: Vuelo desde Madrid. Día 2: Llegada a Sydney. Día 3: Sydney. Centro. Día 4: Sydney. Bondi Día 5: Sydney. Manly. Día 6: Blue Mountains Día 7: Coger vuelo a Brisbane. Coche a Noosa Heads. Tratar de ver Mapleton N.P y Noosa N.P. Día 8: Ir por la mañana de Noosa a Hervey Bay Tour ballenas. Día 9: Tour a la Isla Fraser. Día 10: Seguimos de por la Isla Fraser hasta la tarde que volvemos a Hervey Bay. Día 11: Vuelo Hervey Bay – Brisbane y de allí a Mackay Coger coche de alquiler para Eungella N.P. y tratar de ver el ornitorrinco Día 12: Eungella N.P. y por la tarde llegar a Airlie Beach. Día 13: Tour por las Whitsundays. Día 14: Ir en coche hasta Ingham. Antes iremos a ver la cascada Wallaman. Al atardecer ir a ver los humedales Tyto. Día 15: Hoy nos dirigimos hasta Palm Cove antes pasar por la zona de Atherton Tablelands. Día 16: Buceo por la barrera de coral. Día 17: Hoy vamos a Cape Tribulation. Día 18: Avión a Adelaida. Coger coche en el aeropuerto y de allí a Cape Jervis para coger el ferry para Isla Canguro. Día 19: Isla Canguro Día 20: Vuelta a última hora a Penneshaw y coger el último ferry. Dormir en Cape Jervis. Día 21: Vuelta al aeropuerto de Adelaida para dejar coche y avión para Melbourne. Día 22: Coger coche de alquiler para hacer la GOR. Día 23: Regreso a Melbourne. Día 24: Melbourne y coger vuelo para Madrid. Día 25: Llegamos a Madrid y coger coche para Jaén. Con el itinerario medio fijado y con mucho de los hoteles más o menos claros pero sin reservas porque no tenemos claro las fechas, vamos mirando vuelos lo más cortos posibles para finales de julio. No hay nada que baje de 1000 y pico euros y mucho menos con escalas cortas. Al final decidimos esperar a las ofertas de Qatar Airways que realizan después de Navidad. Una vez salen estas nos decidimos por un vuelo de Madrid-Doha y Doha-Sydney con salida sobre las 9:30 de la mañana del día 26 de julio (miércoles) y llegada a las 18:40 del día siguiente a la ciudad australiana, es decir 25 horas de vuelo y luego vuelta de Melbourne a las 22:05 del día 18 de agosto y llegada a las 13:55 de día siguiente a Madrid con escala de nuevo en Doha. Vamos un vuelo de poco menos de 24 horas. Los vuelos se quedan en 1150 euros por barba, algo más de lo previsto en las previsiones. Seguidamente nos hacemos un seguro de viaje con Mapfre con una cobertura de hasta 75000 euros en gastos médicos. Otros 213 euros por los dos. Empezamos con la ayuda de María de Cairns Unlimited a reservar hoteles y algunos de los tours que teníamos pensado como el de las ballenas en Hervey Bay, el de la Isla Fraser, las Whitsundays o el buceo en Cairns. Ahí empieza el primer problema. No hay hoteles para la noche que teníamos pensado en Eungella NP y eso que aún queda más de 6 meses. El motivo no lo sabemos al principio, pero al final María nos dice que es porque ese fin de semana hay una carrera ciclista por ahí, y han pillado todo. Ante esta noticia y tras meditarlo un poco, decidimos modificar nuestros planes. Ver el ornitorrinco requiere tranquilidad y si hay tanta gente, dudo que la haya, así que abandonamos la idea de ir a Eungella y trataremos de verlo en la zona de Yungaburra. Esto conlleva a que el día que volamos hasta Mackay en vez de ir a Eungella iremos directos a Airlie Beach, adelantando todo un día hasta el día que dormimos en Ingham. Tras ese día visitaremos más en profundidad la zona de Atherton y dormiremos en Yungaburra para tratar de ver el monotrema. A principios de febrero adquirimos todos los vuelos internos que teníamos previstos. Todos a través de la web de Qantas Australia (aunque la mayoría operados por Jetstar) menos el de Sydney a Brisbane, que lo cogemos con Tiger. 675 dólares australianos por barba los 5 vuelos. A partir de ahí es solo obtener más información detallada de los lugares que visitaremos y comprar/adquirir lo fundamental para ir a Australia: un adaptador de enchufes, el visado, el carné internacional y poco más. En esos meses de espera la tranquilidad solo se ve afectada por los diferentes cambios de horarios en los vuelos que teníamos ya adquiridos. Con Qatar hay que tener cuidado, ya que no avisan y solo los ves si te metes en tu reserva. De todas formas y tras varios cambios, la cosa en vez de empeorar mejora un poco ya que el vuelo a Sydney se acorta un par de horas, aunque el de vuelta se alarga una. Sin embargo el vuelo de Adelaida a Melbourne nos lo retrasan más de 3 horas, quitándonos prácticamente toda la tarde que teníamos pensado echar allí y luego, lo peor, Tiger retrasa el vuelo de Sydney a Brisbane 4 horas, imposibilitándonos ver Mapleton y Noosa NP tal y como teníamos pensado. Ante ello y sin derecho ni a devolución ni a nada, decidimos fastidiarnos en el que va a Melbourne pero comprar otro vuelo, esta vez con Jetstar, de Sydney a Brisbane que también salía más o menos a la hora que teníamos pensado coger el que teníamos comprado con Tiger. Y tras todo esto vamos con lo que es el viaje en sí. Etapas 1 a 3, total 7
Día 25, 26 y 27 de julio. Martes a jueves
El viaje comienza el día 25 de julio, martes, llendo a Madrid-Barajas desde Jaén donde habíamos estado un par de días viendo a la familia y dejándoles a nuestra perrita. El hotel donde pasaríamos la noche ya lo habíamos utilizado anteriormente en nuestros viajes, el hotel Don Luis , bien situado cerca de la plaza principal del barrio y próximo a la T4. Además es cómodo, amplio, limpio y barato. La noche, con los nervios, apenas pude dormir y a las 6:15 sonó el despertador. Nos dirigimos al parking de larga estancia de la T4 para dejar nuestro coche (77 euros por todos los días) y nos trasladaron a la terminal. Ya allí, una cola no muy larga con Qatar para obtener las tarjetas de embarque, una más larga para pasar los controles de la policía y para nuestra puerta de embarque en la T4S. El vuelo sin historia, solo que se nos hizo más corto de lo pensado. Entre que los aviones estaban bastante bien (mido 187cm y tenía espacio de sobra en las piernas) la comida aceptable, un buen surtido de películas (vi Logan y Life), la guía de las rocosas canadienses que me llegó justo el día antes (sí, sí, ya estaba preparando el viaje del verano del 2019) y unas horitas de sueño gracias a la pastillita pues que llegamos a Sydney. Eran las 16:40 del día 27 de julio (jueves) Tras recoger las maletas, nos dirigimos a la estación de tren. Justo antes había un puesto de Optus, una de las compañías telefónicas que operan allí, y les compré una tarjeta prepago que duraba 28 días y costaba 40 AUD (Australian Dollars) con 7 GB de internet y llamadas y sms ilimitados en Australia. Seguidamente adquirí dos tarjetas Opal con 50 AUD cada una ya que en Sydney solo utilizaríamos el transporte público, incluso en nuestra visita a las Blue Mountains. Y tras ello al tren que nos llevaría a Central Station. El precio algo más de 15 AUD pagados con la tarjeta Opal recién adquirida. De todas formas luego comprenderíamos que los precios no son fijos por viaje, sino que varían en función de no sé qué variables como a la hora que coges el transporte. Una vez bajamos del tren y salir de la estación, nuestra primera visión de la ciudad fue… las obras y el ruido. Aún no lo sabíamos, pero en Sydney, Acciona (sí la compañía española) está haciendo el tranvía y algunas de las calles del centro (entre las que se encuentra donde estaba nuestro hotel, George Street) están levantadas y todo el tráfico se ve afectado. La idea que tenía era coger el bus 555, gratuito y que hace un circuito circular con varias paradas, una de ellas cercana a donde nuestro hotel estaba situado, pero entre que estábamos cansados, era de noche y que busca ahora la parada, decidimos ir andando hasta el hotel, que el google maps nos lo sitúa a poco más de un km. Llegamos a nuestro hotel sin problemas, el Pensione Hotel 603 AUD por las 5 noches que pasaríamos ahí. La recepción está en la primera planta y tras hacer el check-in nos dan nuestra habitación que es funcional, no muy grande, pero que da un patio trasero que evitará un poco los ruidos. Tras dejar las maletas y viendo que es temprano para echarse en la cama decidimos buscar un pub irlandés cerca y damos gracias a San Google con uno llamado Scruffy Murphy’s bastante cerca, en Goulburn St. Antes nos pasamos por un sitio que tenía fichado desde España para cambiar dinero, llamado Wexchange, en Little Hay St. pero está cerrado. Bueno, ya iremos mañana por la mañana. Vamos al pub, pedimos un par de pintas de cerveza y que nos de unas monedillas ya que tienen una máquina expendedora de snacks y queremos comprar unas patatas con chili y jalapeños que hemos visto. Sí, amamos el picante. Cuando le doy la tarjeta de débito, ésta no le funciona. Vale, sin problemas, le paso una de crédito que tengo también y… tampoco le funciona. Me agobio un poquillo porque no tenemos nada de efectivo, pero el camarero muy amable nos dice que no importa, que es fallo de su máquina y que está todo pagado. Uf, qué amable. Y así, con las cervecitas y el ardor en la boca por el picante pasa el tiempo hasta que nos vamos para el hotel agotados. En el Scruffy Murphy’s Día 28 de julio. Viernes
El jetlag hace su presencia y a las 4 de la mañana estoy ojiplático. Me aburro en la cama pero mi mujer se despierta un poco antes de las 6. Menos mal. Nos duchamos y nos vamos para la calle. El plan de hoy es ver todo el CBD de la ciudad, pero antes habrá que desayunar y como no está aún abierto la casa de cambio al final sacamos un poco de dinero de un cajero. En el Starbucks ya comprobamos lo caro que es todo aquí. Los cafés más de 4 dólares cada uno y una muffin igual. Tras el cafelito volvemos para Wexchange para cambiar los 1000 euros que traía. El cambio fantástico, nos dan 1438,20 dólares. Un par de días antes había mirado el cambio real en el mercado y estaba a 1 – 1,44 y pico, por lo que apenas se llevan algo. En España me hacían un cambio horroroso. De todas formas hay muchas casas de cambio en el centro y más o menos todas están bien, aunque ésta es de las mejores. Por otro lado, y una vez ya de vuelta del viaje, mi recomendación es llevar cuanto más efectivo mejor ya que en muchos lugares te cobran un pequeño recargo por pagar con tarjeta y además dudo que el cambio que te haga tu banco sea mejor que el que te hacen en estos locales. Y comenzamos la visita a la ciudad en sí. Tiramos dirección a Circular Quay por George St (que como he comentado está toda en obras) y las primeras paradas son para echar un vistazo exterior tanto a la Catedral de St. Andrews como al Ayuntamiento. Seguimos y llegamos a la altura del centro comercial del edificio de la Reina Victoria. Lo cruzamos y vamos por Market Street dirección a Hyde Park. Por esta calle está la Torre Sydney famosa por sus vistas, aunque nosotros no subimos. Ayuntamiento, Catedral de San Andrés, Edificio Reina Victoria y la Torre Sydney desde Hyde Park En Hyde Park nos dirigimos a la fuente Archibald y allí tenemos nuestro primer contacto con los ibis australianos. Con lo que nos gusta los animales nos quedamos anodados de ver un pájaro tan grande en una ciudad y empezamos a hacernos muchas fotos con ellos. Luego entenderíamos que los ibis son como nuestras palomas, están por todas partes, no solo de Sydney sino de Austalia en general. Así que para los australianos tuvimos que ser un poco catetos pero en su momento lo disfrutamos mucho. Seguimos cruzando el parque hasta llegar a College St. donde se encuentra de manera más o menos consecutiva la catedral de St. Mary, los barracones de Hyde Park, The Mint (uno de los edificios coloniales más antiguos) el Parlamento y la Biblioteca de Nueva Gales del Sur. Todo esto llendo de la calle College a la calle Macquarie. Fuente Archibald, ibis australiano, catedral de St. Mary desde dos perspectivas, The Mint y la biblioteca estatal desde dentro y fuera Y ya nos adentramos en la Reales Jardines Botánicos, bonitos, bien cuidados y grandes. Eso sí, ya no hay murciélagos como antiguamente. Lo primero que hicimos fue meternos en The Calix una zona cubierta donde hacen virguerías con las flores. Y de allí seguimos por las decenas de caminos que hay dirección al mar, para coger el paseo que nos llevaría hasta Mrs. Macquarie’s Chair, donde se tiene una buena instantánea de la ópera, el puente y los rascacielos. En este punto hay muchísima gente. Se nota que es conocido. Volvemos pegados al mar dirección a la Opera House y allí nos hacemos unas cuántas fotos. No entramos y a decir verdad tengo que confesar que es un edificio que tampoco me gusta mucho. También es verdad que es que disfruto más con las cosas naturales que las realizadas por el hombre. The Calix, diferentes zonas de los Royal Botanic Gardens, destacando la perspectiva que se obtiene desde la Silla de la señora Macquarie. La última es ya en la zona de la ópera, visitada por muchos escolares La zona esta infestada de turistas y esquivando llegamos hasta The Rocks, cuatro callejuelas con una zona de puestos de comidas y recuerdos sin mucha historia desde mi punto de vista. Tras un rápido vistazo volvemos por George St. dirección al hotel y nos paramos en uno bares-restaurantes de la calle, el Three Wise Monkeys donde con un par de cervezas nos echamos un pez barramundi la mar de rico. Ahí comiendo y tras ver la previsión del tiempo para los próximos días, donde parece que el lunes va a llover, decidimos ir mañana a las Blue Mountains y no el lunes que era mi idea para evitar el mayor número de gente posible. De allí nos dirigimos hasta la zona de Darling Harbour y nos metemos en los jardines chinos de la amistad, no muy grandes ni gratuitos (6 AUD) pero que disfrutamos bastante viendo lo bien cuidados que están, la cantidad de Ibis que hay e incluso unos cuántos lagartos. A la salida nos descojonamos con una gaviota que le roba a una pobre chica su comida. Aquí hay que tener cuidado con las aves, que a la más mínima te quitan el aperitivo. Ya en Darling Harbour nos paramos a echar una cervecita en el Cyren Restaurant, justo debajo del Hard Rock Café, para ver el atardecer en la zona, que la verdad está muy bien. Ya de noche (aquí antes de las 6 ya lo es) nos dirigimos para el hotel para ducharnos y ya el resto de la noche no tiene mucha historia, ya que vamos de nuevo el pub irlandés de ayer. Jardines Chinos con alguno de sus inquilinos y atardecer en Darling Harbour Día 29 de julio. Sábado
El jetlag sigue haciendo de las suyas y sobre las 5 de la mañana ya estoy en la cama deseando que a mi mujer se le abran los ojos. La verdad es que a ella se le abren antes de las 6 por lo que tras vestirnos y prepararnos para nuestra excursión a las Blue Mountains nos vamos de nuevo al Starbucks de ayer para tomarnos el desayuno pero tan temprano sigue cerrado. Así decidimos irnos dirección a Central Station donde cogeremos el tren y en la primera cafetería que haya nos metemos. Curiosamente es otro Starbucks el que está abierto y así tras el cafelito ardiendo y una muffin de Blueberrys que está muy rica nos vamos para la estación. Una vez allí preguntamos en el centro de información cuál es el andén que hay coger ya que realmente en las pantallas no pone nada de Blue Mountains. La línea creo que era la que iba a Lithgow and Bathurst. Entramos y nos sentamos en el tren a la espera de la salida que es pasadas las 8:15. A Katoomba, que es donde nos bajamos se tarda un par de horas y el pago también se hace con la tarjeta Opal. 5,95 AUD nos cobraron a cada uno. Durante el viaje mi mujer dice que tiene angustia, por lo visto el traqueteo o el desayuno no le han sentado muy bien. Y llegamos a Katoomba con mi mujer con mal cuerpo. Nada más salir del andén de Katoomba nos dirigimos por Katoomba St. que es la calle perpendicular principal que sale prácticamente de la estación a la parada de autobús que hay justo donde está el Hotel Carrington. No son ni 100 metros andando. Una vez allí a esperar el autobús 686 que pasa tanto por Echo Point como por Scenic World que es donde nos bajamos. El autobús también se puede pagar con la tarjeta Opal: 0,15 AUD solo. El plan excursionista era hacer por la mañana estas excursiones: la Furber Steps-Scenic Railway www.wildwalks.com/ ...stsrc).pdf volver cogiendo el Cableway y desde el Scenic World que va hasta Echo Point www.wildwalks.com/ ...swtep).pdf . Y luego por la tarde una excursión de Echo Point a la zona de Picnic de las Leura Cascades www.wildwalks.com/ ...eptlc).pdf La salida de las excursiones es fácil ya que están bien señalizadas y salen directamente al lado de la puerta del Scenic World. La excursión que baja por las escaleras, la de la Furber Steps, empezó chula pero la verdad es que uno acaba harto de tanta escalera. De hecho una vez que llegamos abajo me pasó algo que no me había pasado nunca, y es que las piernas me estaban temblando. Y a mi mujer igual. Las vistas no son muchas ya que estás en una zona bastante boscosa (y además estás mirando casi siempre al suelo por las escalones) y solo se abre varias veces para ver la cascada Katoomba que no tenía mucha agua. Aunque es corta tardamos más de lo esperado entre foto y foto. Una vez abajo nos dirigimos hasta el Cableway por unas pasarelas de madera que hay. Allí a hacer cola de la buena porque hay muchísima gente. Tras media hora de espera cogemos el mismo que nos sube de nuevo al Scenic World en menos que canta un gallo. Ya arriba nos cobran por la subidita 21 AUD a cada uno. Vamos carísimo por lo que era. Excursión Furber Steps Tras la parada en el Scenic para ver su tienda de souvenirs, nos dirigimos a hacer la segunda de las excursiones previstas, la que nos llevará hasta Echo Point. El punto de partida es el mismo que de la excursión anterior pero solo que en la primera bifurcación sigues recto en vez de seguir el camino que baja el “acantilado” Esta excursión no nos gustó nada. Fea como ella sola, llena de gente. Y Echo Point abarrotado de turistas. Y todo por lo de las 3 hermanas, tres trozos de roca sin nada en particular de la que nos inventamos una historia y la vendemos como lo más. Por lo menos a mitad de camino que salimos a una zona de picnic había un montón de cacatúas y patos que estaban comiendo las migajas que le soltaban unos turistas de la zona. Y no os preocupéis, cacatúas veréis muchas en diferentes puntos del país. Excursión de Scenic World a Echo Point Tras finalizar la excursión con algo de desánimo porque las excursiones no nos han gustado hasta ahora decidimos ir a comer. Miro en google y me decido por un restaurante que pone que está bien y parece no estar lejos. Digo parece porque al final resultó estar justo al lado de la parada del hotel Carrington donde cogimos el autobús. Más de media hora andando con la solana por un pueblo que son todo cuestas. Para rematar la faena la comida no valía ni un duro, no tenían cervezas aunque me dijeron que podía ir hasta la licorería a comprarlas y tomármelas en el restaurante, cosa que hice tras repetirme la chica el tema 100 veces porque no me enteraba (mi inglés es el de COU) Cuando terminamos de comer eran pasadas las 3 y mi mujer seguía con el cuerpo regular. Así que decidimos marcharnos para Sydney, dejando la excursión que más me apetecía sin hacer, pero viendo la hora que era y que tendríamos que bajar hasta Echo Point veía que se nos haría de noche. Así que nuestra experiencia en las Blue Mountains no nos gustó. De hecho, siendo yo más de campo que de ciudades, de los días de Sydney este fue el día que menos nos gustó. Yo sin duda buscaría otras excursiones por la zona que las típicas que se hacen por aquí, que hay muchas y a saber si no son mejores, que seguramente. En el viaje de vuelta pegué una cabezadita y tras las dos horas de viaje llegamos a la ciudad. De la estación para el hotel a ducharse y luego de nuevo a la zona de la estación de trenes que justo enfrente hay unas cuantas paradas de autobús y hoy queremos coger uno que nos lleve a la zona de Sugar Hills para ir a un pub que parece rockero, que se llama Vasco www.vascobar.com/ . La línea según san google es la 374. Lo tomamos (2,15 AUD) pero como está la ciudad en obras por la parada que tenía previsto bajar no pasa el autobús y nos deja en otro sitio bastante más alejado. Llegamos andadini y la verdad es que la zona está llena de bares y tiene buena pinta. Vasco más que un pub parece un bar-restaurante. Allí nos tomamos unas cervezas a precio de oro y una ensalada. Como la música, aunque rockera, parecía más de ambiente (vamos que estaba bajísima) decidimos irnos a nuestra zona que el pub irlandés al que habitualmente vamos tiene la cerveza bastante más barata. Vamos andando, que no es que esté muy lejos el centro y cualquiera sabe qué parada de autobús hay que coger. Caminando tranquilamente vemos la calle cortada por la policía y a unos periodistas. Nos dicen que por ahí no pasemos, que demos un rodeo. El rodeo lo hacemos por las calles anexas cuya iluminación es bastante escasa y da un poco de apuro, sobre todo cuando vemos a dos hombres más adelante mirando un coche con actitud un poco rara. Luego, un par de días después nos enteramos que había habido una operación antiterrorista ya que unos yihadistas tenían planeado atentar con aviones y que uno de los detenidos vivía en Sugar Hills. Vamos, que estaban haciendo las detenciones cuando pasamos por ahí… Ya en el centro intentamos entrar en “nuestro” pub irlandés pero hay actuación en directo y está petado de gente (además es sábado noche) Lo intentamos con el pub del Hotel Maloney que está en la misma calle y tiene buena pinta, pero como el día anterior estaba petado también. Nos tiramos dando vueltas un tiempo y luego tratamos de entrar de nuevo en el pub irlandés y lo conseguimos y allí permanecimos hasta que volvimos al hotel. Día 30 de julio. Domingo
Vamos mejorando, hoy he dormido hasta las 6:30. El plan de hoy es visitar partes de Sydney que no hemos visitado, como cruzar el Harbour Bridge, estar por el otro lado de la bahía e ir a Manly, aprovechando que es domingo y el transporte público cuesta menos de 3 AUD por todo el día te montes en lo que te montes. El día empieza mal. En el Starbucks que los dos días anteriores nos habían puesto dos cafés con leches muy ricos hoy no se enteran y me ponen un café solo gigante y un vaso de leche. Eso del coffee with milk es raro para ellos. Por supuesto cobrando todo a precio de ron con coca cola. Nos dirigimos dirección Circular Quay por Pitt St. sorprendiéndonos todavía con los gigantescos edificios. Una vez llegada a la zona más turística cruzamos The rocks de nuevo, que hoy se ve más animado. Empieza a sobrarnos ropa por todos lados. Nos da por mirar la previsión y pone 26º hoy. Vaya, vamos a cargar con los abrigos hoy. Torpeamos un poco para dar como subir al puente y una vez allí lo cruzamos completamente, parándonos cada dos por tres para ver las asombrosas vistas de la bahía. Vemos como hay gente por la parte alta haciendo la excursión www.bridgeclimb.com/ Llegamos al otro lado y nos acercamos a Milsons Points. Grandes vistas sin duda. Vamos hacia Luna Park, con un calor que estamos pasando que nos entran ganas de tirar los abrigos. Tras dar una vuelta por este simpático parque de atracciones, decidimos coger nuestro ferry. El que va de Milsons Points a la zona de Darling Harbour. Disfrutamos con el paisaje y con el viento que nos refresca. En Darling Harbour ya hay gente comiendo, no en vano a lo tonto son más de las 1 de la tarde. Nosotros seguimos a lo nuestro y de nuevo nos dirigimos andando a Circular Quay, para coger el ferry a Manly Beach. Cola de campeonato, pero entramos en el primer ferry que sale. El trayecto es más largo, no en vano está lejillos esta zona. Una vez bajamos del ferry vemos que Manly está petado. Entre que es domingo y los ferrys son gratis… Nos dirigimos por la calle Corso hacia la playa, pero antes paramos en una tienda que hay de souvenirs superbaratos. Decidimos comprar algo cuando volvamos para el ferry de vuelta. Una vez en la playa, con muchísima gente, la andamos y empezamos a buscar un sitio para comer. Tras dar vueltas y vueltas, encontramos un sitio pequeñito que nos atrae y ahí probamos el tartar de canguro, que no está mal. Ya de vuelta paramos en casi todas las tiendas de souvenirs pero al final compramos en la primera que vimos. Mi mujer un peluche de un canguro con un koala por 9 AUD y yo un par de gorras para mi sobrinos por 10. Por la calle Pitt. The Rocks. Debajo del Harbour Bridge. Vistas desde el puente Vistas desde Milson's Point. En Luna Park Vistas desde el ferry que va a Darling Harbour. Calle Corso. Playa de Manly La idea era coger el ferry del atardecer, pero esa idea la ha tenido todo el mundo y hay cola que sale hasta de la terminal. El caso es que hacemos cola casi de una hora, ya que en el primer ferry que vino (en el que caben más de 700 personas) no entramos y tuvimos que esperar al siguiente. Un coñazo. Volvimos ya de noche. Está chulo ver la ciudad con sus luces, pero las fotografías no valen ni un duro. Una vez en Circular Quay de nuevo de vuelta para el hotel. Menudo tute de andar nos hemos dado hoy. Tras la ducha de rigor de nuevo para la calle. Hoy tenemos suerte y el pub de hotel Maloney tenía algo de sitio. Lo aprovechamos y nos tiramos en dos sillones. Descubrimos el por qué está siempre tan petado siendo tan grande. Las jarras de cerveza (de algo más de un litro) por 8 AUD (de la cerveza XXX Gold, una lager de solo 3.5 grados que está buena y todo) Así que tras empanzurrarnos de cerveza (con ese alcohol es lo único que lograrás) y un buen plato de mejillones con pasta para el hotel a descansar. Día 31 de julio. Lunes
Hoy era el día que teníamos planeado ir a las Blue Mountains, pero como la previsión metereológica ponía que llovería lo cambiamos al sábado. Así que la idea de hoy es hacer el paseo que va de la playa de Coogee hasta la playa de Bondi. El jetlag sigue presente pero con menos fuerza. De nuevo antes de las 7 estoy de pie. Como mi mujer parece que duerme plácidamente me pongo con el portátil a ver las fotos tomadas estos días. Una vez que se levanta y tras prepararnos, al Starbucks a tomar el desayuno. De nuevo fracaso en que se enteren que es un coffee with milk. Me bebo el mejunje de cafeína que me han preparado y nos vamos hacia la zona de Central Station para coger el autobús que va a Coogee, que bien puede ser la línea 372 ó 374. 3.58 AUD por barba cuesta el viaje, que por cierto es larguillo ya que está lejos Coogee. Nos sirve para ver otras partes de Sydney más residenciales. Una vez en Coogee, buscamos el sendero, que empieza en el lado izquierdo mirando al mar de la playa. El día está nublado pero sin lluvia aún. La temperatura excelente. Y empezamos la ruta de 6 km aproximadamente. Invertimos en ella un par de horas con todas las paradas para hacer fotos. Nos gustó mucho. Además el día nublado, con llovizna desde la mitad del trayecto lo hizo más bonito aún para mi gusto. Totalmente recomendable. Inicio del sendero, con la playa de Coogee al fondo. Cacatúas. Bahía de Gordon. Vistas desde el sendero. El sendero. Covelly y su miniplaya. Cementerio Waverly. Playa Nelson desde dos puntos de vista y con los Ibis como acompañantes. Precioso camino. Punto Mackenzies. Piscina de Bondi. Bondi el destino final. Justo al llegar a Bondi, cayó un trueno como un castillo y empezó a caer una tromba de agua que nos empapó y eso que solo nos quedarían unos 200 metros hasta el resguardo de los edificios y llevabamos paraguas. Tras dejar que pasara lo peor nos pusimos a buscar un sitio para comer y al final nos quedamos con el Bavarian Bier Cafe www.bavarianbiercafe.com/ ...nue/bondi/ Nos gustó mucho. La cerveza cara como siempre, pero tenían un plato que era "hazte la ensalada que te dé la gana" que consistía en un papel hacer stick en los ingredientes que querías entre decenas de ellos y te lo echaban en la ensalada. Por 15 AUD. El dueño o encargado no era alemán, sino checo y hablaba algo de español. Muy agradable. Tras la comida cogimos el autobús 333 que nos devolvería media hora después al centro. El resto de la tarde sin mucha historia. Ducha y a la calle a disfrutar de nuestra última noche en Sydney, ciudad que nos ha gustado mucho. Etapas 1 a 3, total 7
Día 1 de agosto. Martes
Hoy nos dirigíamos a Queensland. Un mes antes Tiger nos escribió que nos retrasaba nuestro vuelo de Sydney a Brisbane casi 4 horas, haciendo que llegaramos a Brisbane casi a las 3 de la tarde y sabiendo que teníamos que coger coche y llegar a Noosa Heads para ver el Noosa N.P. y que a las 6 es ya de noche, decidimos comprar otro billete con Jetstar y llegar con tiempo. Así que tras levantarnos a las 7:15 pasadas ya estábamos en Central Station para coger el tren a la estación doméstica del aeropuerto. 17,26 AUD costó el billete (todo pagado con la tarjeta Opal) más caro que cuando llegamos y eso que la estación internacional está más lejos, pero como dije, aquí cobran según la hora en que te montes. De todas formas nosotros no pagamos eso ya que de remanente en la tarjeta solo teníamos unos 10 AUD, por lo que eso fue lo que pagamos ya que no haremos más viajes y el saldo negativo se quedarán ahí de por vida. Un poco antes de las 8 estábamos en el aeropuerto. El avión salía a las 9:55. Creíamos que tras los avisos de que la seguridad se había incrementado debido a las detenciones de los días anteriores tardaríamos lo suyo, pero en 20 minutos ya habíamos facturado las maletas y pasado el control de seguridad. Así que desayunamos en el aeropuerto y directos a Brisbane. El vuelo sin incidencias. A las 11:25 estábamos allí como estaba previsto. Tras recoger las maletas a Budget a por el coche de alquiler. 251 AUD por solo un día, pero es lo más barato que pillamos dejándolo en Hervey Bay y reduciendo la franquicia hasta 550 AUD. La sorpresa es que tenía reservado un coche intermedio tipo Toyota Corolla y me encuentro con un Nissan Pathfinder (vamos un todoterreno) Me pongo nervioso porque va a ser mi primera vez de conducción por la izquierda y mi primera vez con un todoterreno. Tras colocarme bien, poner el móvil en el maps para que me haga de gps con el aparato este salimos acojonados a la carretera. Decir que es más miedo de pensarlo que de hacerlo, porque la verdad es que te acostumbras rápido. Todo al revés y ya está. Menos mal que aquí todos los coches son automáticos prácticamente. El camino de una hora y media es muy llevadero y el paisaje es ya diferente. Mucho verde y temperatura cálida. Noosa es una localidad conocida principalmente por sus playas y por contar con el Noosa National Park, que era nuestro principal interés. Una vez allí te das cuenta de que tiene muchas cosas de interés y que hubiera sido interesante dedicarle al menos un día más, ya que también cuenta con unos Everglades, los únicos con en el mundo con los de Florida. Carretera de camino a Noosa Nuestro hotel es el Noosa Heads Motel (www.noosaheadsmotel.com.au/ 145 AUD), al que llegamos sin problemas y que tras hacer el checkin y dejar las maletas en su amplia habitación con terraza, salimos a tomarnos algo que se nos hecha la hora encima. El bar-restaurante elegido es uno próximo, el The reef www.noosareef.com.au/ , con terraza y vistas ya que está en una primera planta y en lo alto de una cuesta, que Noosa tiene unas cuantas. La temperatura ideal, unos 25 grados. Nos pedimos unas cervezas y una ensalada. La comida tarda en salir y me pongo nervioso porque estamos con la hora pegada al culo. Tras unos 20 minutos le pregunto de nuevo a la camarera y me dice que la comida la tenía que pedir en otro mostrador. Me cago en todo, que le den a la comida. La camarera al ver mi disgusto me dice que solo tardaría 5 minutos y tras meditarlo decidimos esperar a la misma. De camino aprovecho para ir a por el coche, ya que aunque la entrada al parque nacional no parece estar a muy lejos, con tantísima cuesta tardaremos menos en ir en vehículo. Al volver con el todoterreno acaban de poner la ensalada. Nos la tomamos como pajarillos y para la entrada del parque. Menos mal que fui a por el coche, ya que no estaba tan cerca como creía. Al menos 20 minutos andando hubiéramos hecho. Llegamos al parque a las 4.15pm vamos que tenemos menos de dos horas de caminata. Nuestra intención es hacer la ruta Tanglewood hasta que se cruza con la Coastal y volver por esta última al punto de origen. En total son unos 7.5 km. Así volvemos por la zona de costa donde la luz solar permanece más tiempo y así ver el atardecer. En resumen decir que la caminata fue una auténtica pasada. No sé si por ser la primera con vegetación tropical o por qué, pero nos encantó. Nada más llegar a la zona donde comienzan las caminatas había una especie de pavos salvajes por allí merodeando. Realmente se denominan pavos de matorral o como ellos lo llama Australian Brush Turkey. En esos momentos nos sorprendieron, pero ya os digo que casi por cualquier zona de Queensland boscosa que os metáis los veréis. La ruta tanglewood se mete en una zona boscosa tropical muy densa y realmente bonita. La ruta no tiene pérdida y aunque íbamos mirando a ver si veíamos koalas (ya que decían que por la zona hay) no vimos más que más pavos. Aún así la disfrutamos mucho. Y cuando llegamos a la zona costera… buf, qué playas. Esta segunda parte también fue preciosa, con las diferente calas, el atardecer,… eso sí, es mucho más frecuentada. Al igual que en la primera parecía que eras tú y la naturaleza (solo vimos dos parejas más andando) esta segunda es muy frecuentada. No en vano la zona más pegada al punto de partida está preparada para personas minusválidas. Dejo unas fotos. Zona de la ruta Tanglewood Zona de la ruta de la costa. Primeras vista a Alexandria Bay. Hell's Gate y detalles del trayecto, atardecer incluido Finalizamos pasadas las 18:15. Para el hotel con pena porque mañana ya hemos de irnos y esto está chulísimo, con más rutas por hacer, playas por disfrutar. Lástima de solo disponer de este mediodía. Tras la ducha decidimos no complicarnos la vida e ir de nuevo al mismo bar-restaurante de antes a tomarnos la cena y hacer hora hasta que nos vamos para la cama. Día 2 de agosto. Miércoles
De nuevo los cantos de los pájaros y la luz entrando en este país sin persianas nos despertaron antes de que el despertador sonara. Hoy nos dirigimos a Hervey Bay a 2h y media de viaje para el norte. Antes de partir y hacer el checkout salimos a una cafetería cercana a tomarnos nuestros flat white (café con espuma de leche) y la muffin de todos las mañanas. La cafetería era muy coqueta y con el buen tiempo que hacía la verdad es que nos daba mucha pena abandonar Noosa. Una vez preparados, rumbo a nuestro destino. El viaje sin novedades. El maps del móvil es genial. Tiene hasta marcados los tramos en obras que hay y la verdad es que es muy fiable en cuanto al tiempo que tardas en llegar a tu destino si vas a la velocidad máxima permitida. Lo digo desde ya. Aquí casi siempre es 100 km/h. Sólo vimos tramos de 110 en la autovía cercana a Brisbane y luego en carretera sur de Kangooro Island Por cierto, la Bruce Hwy es solo autovía en tramos contados, el resto es carretera convencional, pero con muchas rectas para poder adelantar si fuera necesario. El coche teníamos que dejarlo en Hervey Bay a las 11:45 y llegamos al hotel ( www.thebeachmotel.com.au/ 100 AUD por noche) un poco antes de las 11:30. El checkin tardó más de la cuenta y tras dejar las maletas en la habitación (muy amplia y con cocina) salí disparado para Budget. Antes tenía que llenar el depósito de gasolina que si no te cobran una barbaridad. La gasolinera no tenía personal. Preguntado vi que primero tenías que meter tu tarjeta en una máquina decirle la cantidad de gasolina que quieres pagar, que tanque te va a suministrar y luego si quieres recibo, una vez repostado, meter de nuevo tu tarjeta de crédito. Eché 40 AUD y tuve suerte de que subiera hasta arriba el nivel. Una vez en Budget, media hora después de la hora, una mujer muy amable me atendió y sin problemas. Tras ello me dirigí andando, a tramos corriendo hacia el hotel, que estaba a más de 3 kms. de la oficina. El paseo me enamoró del pueblo. Ideal para vivir en plan tranquilo, con multitud de casas con jardines gigantes, un tiempo estupendo y pájaros por todos lados. De hecho me metí por unos de sus parques que lo cruzaba un río y parecía que estabas en mitad del campo. Además el río tenía patos. Más adelante llegué a un estanque donde había fochas, cisnes, patos,... precioso. Lástima que no pudiera quedarme más tiempo. El por qué es que a las 1:25 pm nos recogían de la empresa con la que habíamos contratado un tour de ballenas. Río con patos. Estanque en mitad del pueblo Así que tras llegar a la habitación, secarme el sudor (26 grados que hacía) rápidamente para la puerta del hotel donde nos recogían. Y allí estaban esperándonos, unos minutos antes de lo acordado. La compañía con la que hicimos el tour fue whalesong y el tour especificamente este 100 AUD por persona que desde ya os digo que merece cada dólar. Tras recoger a más personas el minibus llegamos al puerto donde nos trasladaron al barco. A las 14 horas partimos del puerto, viendo pelícanos en el mismo y nos adentramos en el océano en busca de ballenas. Durante todo el trayecto estuvimos en la borda disfrutando. Desde ahí se podía ver perfectamente las islas Woody y Fraser, la cual sería nuestro destino los dos próximos días. Una hora más tarde de la partida y con algunos aperitivos que nos ofrecieron, empezamos a divisar ballenas a lo lejos. Totalmente excitados empecé a tirar fotos. No estaban cerca, pero se veían y no sabía, entonces lo que estaba por venir. El caso es que nos acercamos mucho más a estos gigantes mamíferos. Hizo varias tentativas con algunas parejas de madre-hij@ pero a la tercera sería el objetivo final. Decir que tiré cientos de fotos. Las ballenas a nuestro lado, pasando por delante, por detrás, por debajo de nosotros, retozando. Fuimos moqueados por la madre cuando expulsó el agua de su interior a nuestra vera. Un espectáculo de más de media hora que disfrutamos como enanos. Estuvimos así hasta las 16:30 más o menos, hora que empezamos con pena la vuelta. La pequeña isla Woody. Las ballenas. Llegamos de nuevo al puerto pasadas las 18 horas, ya de noche. Antes mi mujer y yo disfrutamos del atardecer en la borda, con casi todo el mundo ya metido en el interior del barco. La empresa nos dejó en la puerta del hotel de nuevo y tras la ducha de rigor salimos a la calle para cenar. Nos andamos buena parte de la calle principal, la que está al lado de la playa (que por cierto tiene una pinta estupenda) hasta que dimos con un irlandés, el Hoolihans, donde nos tomamos unas pintas con una ensalada con pollo. Tras ello nos volvimos para el hotel, con la calle medio muerta y eso que no serían ni las 10 de la noche. Día 3 de agosto. Jueves
Hoy nos levantamos tempranito ya que a las 7:25 nos recogían en la puerta del hotel los chicos de la empresa Fraser Explorer Tours ya que teníamos contratados con ellos el tour por la Isla Fraser de dos días. Concretamente éste El precio 390 AUD por persona, incluyendolo todo, comidas y alojamiento en Eurong Resort. La motivación de ir a la Isla Fraser era principalmente la posibilidad de ver en la misma a los dingos, ya que en ella se encuentran unos 400. Por otro lado, la isla en sí ya es motivo de visita, al ser la isla de arena más grande del mundo y Patrimonio de la Humanidad. Aquí dudé entre hacerlo por nuestra cuenta, que es lo que más me gusta o contratar un tour como al final hice. El motivo es que solo se puede ir en todoterreno por ella y yo que no había conducido uno en mi vida y el terreno no es que fuera fácil, me entró cagalera y decidí por el tour. A toro pasado me hubiera arriesgado sin dudas o bien no hubiera ido a la Isla Fraser y hubiera dedicado estos dos días a otros sitios. Y no es que la empresa lo hiciera mal, sino todo lo contrario, pero es que no es lo mismo esto de todo organizado y que me lleven a donde quieren y el tiempo que quieran. Bueno, vamos con lo que dio estos dos días. Lo bueno de los hoteles de Australia es que todos tienen café gratis, así que nos lo tomamos en el hotel con unas galletas que teníamos. A las 7:25 estábamos en la puerta del hotel. No ibamos cargados con las maletas, solo llevábamos lo indispensable para estos dos días, ya que los del hotel de Hervey Bay nos dijeron que podíamos dejarlas en la habitación y al día siguiente cuando volvieramos las tendríamos ahí y en la misma habitación que habíamos estado dormiríamos. Pasaron varios autocares de otras empresas y el nuestro no venía. Curiosamente una familia de españoles que también habían dormido en nuestro hotel, iban a hacer el mismo tour que nosotros. La familia era de Zaragoza y habían venido para ver a uno de sus hijos que llevaba tres meses en Sydney trabajando. Con 20 minutos de retraso apareció nuestro autobús, que nos llevó hasta River Heads que es donde salía el ferry. Antes habíamos hecho una parada para que todo el mundo que no había pagado el viaje (como nosotros que teníamos solo hecho un depósito de reserva) lo hiciera. Allí nos bajamos y tras esperar que todoterrenos y demás vehículos se introdujeran en el ferry, nos metimos. Playa de Hervey Bay. Cogiendo el ferry El ferry salió a las 9 en punto y 40 minutos después ya estábamos bajando del mismo y en la Isla Fraser. Tras cruzar el embarcadero, cogimos nuestro autobús todoterreno. Una vez todo el mundo arriba y tras revisar todo nuestro guía-conductor, partimos a la aventura. El asfalto desapareció rápidamente y nos introdujimos por los caminos de arena, dando botes sin parar y con el guía hablando a toda pastilla. El camino no es para nada fácil y conducir por aquí es un horror. La media 20 km/h y mucho es, subiendo, bajando y con un camino estrecho y superirregular. La experiencia es un grado y se notaba que nuestro conductor se conocía el camino al dedillo y estábamos siempre adelantando a todos los todoterrenos particulares, que se apartaban. La primera parada, una hora después, fue el Lago Mckenzie, lago de agua dulce con una arena blanca. Allí paramos una hora, donde la mayoría de la gente se bañó. Nada más llegar no había mucha gente, pero luego empezaron a llegar los demás vehículos de otras compañías y aquello se convirtió en una playa española en julio. Nosotros nos apartamos un poco de la muchedumbre, bordeando el lago y tras hacer unas fotos al lago y unas malvasías de papada (Biziura lobata) esperamos a que todo el mundo volviese. Lago Mckenzie. Malvasías de papada Otra vez en el autobús y más botes y más charla metralleta de nuestro conductor. Casi una hora después, siguiente parada en Central Station. Allí, lo que creía que iba a ser una rutilla de senderismo es un minipaseo que no llega ni al km. El guía-conductor nos muestra unos paneles informativos, nos habla sobre la vegetación, nos introducimos por un mini sendero que pasa por un riachuelo y hala, para el autobús otra vez. Árboles de Central Station y riachuelo de aguas cristalinas La siguiente parada fue en el que sería nuestro hotel, el Eurong Resort, que además de hotel, bar, restaurante, tiene gasolinera, tienda de comida, bebida y souvenirs. La comida era buffet y la verdad es que está muy bien. Eso sí, la bebida no está incluida en el precio que pagamos en el tour y hay que desembolsar. Tras la comida y el cafelito al autobús de nuevo. Lo bueno es que ya hemos cruzado la isla y estamos en la famosa 75-mile beach, y aquí no hay botes. La tarde la dedicamos a visitar el lago Wabby. Al fin una ruta de senderismo, no muy larga, pero entre ida y vuelta serían 5 kms. Decidimos mi mujer y yo ir al final del grupo, un poco separados, para que parezca que estamos más a nuestra bola. Además estamos ansiosos por ver un dingo y así, más solitarios puede que tengamos más oportunidad. El camino, aunque corto y bien señalizado es más duro de lo normal porque es, claro, todo de arena y ya sabemos que andar por la misma no es lo más descansado. Al principio es ascensión y vemos un pedazo de araña impresionante. Ni idea de cuál sería, pero tenía a unas cuántas moscas atrapadas en su tela. El camino no está mal y como curiosidad pillamos a los forestales haciendo fuegos preventivos. Tras un buen rato en el bosque, se abre este y aparecen una zona de dunas sin vegetación bastante impresionantes. Más adelante ya divisamos el lago Wabby y allí paramos todos a descansar e incluso algunos se dedican a bañarse en él. Cuando nuestro guía dice, comenzamos el camino de vuelta sin dingos y sin nada más reseñable, salvo que acabamos con las zapatillas llenas de arena. Megaaraña. Vamos dejando atrás el océano. Camino arenoso. Dunas. Lago Wabby. Fuegos preventivos. Playa 75 millas Una vez en el punto de partida, de nuevo para el hotel, donde tras asignarnos nuestras habitaciones (bien amplias) la ducha de rigor, nos fuimos sobre las 7 de cenar, de nuevo buffet. Tras un buen atracón nos fuimos para la habitación con un paquete de 6 cervezas y unas patatillas que habíamos comprado en la tienda del resort y así pasamos el resto de la noche, con el portátil viendo episodios de Orphan Black. Día 4 de agosto. Viernes
Otro día levantándose temprano. A las 7:30 ya estábamos prácticamente desayunados ya que a las 8 ya estábamos de nuevo en el autobús para recorrer los distintos puntos de interés de la 75 mile beach. El conductor-guía no para de hablarnos de los dingos (y de todo lo que le viene a la mente) pero el caso es que no vemos ni uno. La primera parada que hacemos es al lado de unas avionetas con las que tendrían un acuerdo, ya que uno de los pilotos entran para intentar vender un vuelo por 80 AUD por persona. Unos 7 u 8 bajan para hacer el vuelo y el resto seguimos en el autobús. Supongo que los recogeremos más adelante, en la playa. Durante el camino se ve de vez en cuando ballenas. Mucha gente se entusiasma, pero después de lo que vivimos en Hervey Bay pues el ver superlejos los chorros de agua que expulsan sabe a poco. Llegamos al Maheno Wreck y paramos para verlo de cerca y hacernos las fotos de rigor. La playa está plagada de huellas de dingo (que ya os adelanto que es lo único que vimos del cánido). Tras un ratillo al autobús, para parar de nuevo en The Pinnacles, unos montículos de arena algo más rojiza que no tiene mucho que ver y la verdad es que no son nada espectaculares. Huella de dingo. Maheno. Pinnacle. Nuestro autobús todoterreno Poco después se mete en el Camping The Cathedrals, donde hay unos merenderos y allí de nuevo nos dan de desayunar Joder, menos comer y más senderismo. Tras el segundo desayuno de nuevo en el autobús hasta las Champagne Pools. Allí paramos más de una hora ya que la gente va a bañarse. Nosotros pasamos de nuevo, pero a cambio tuvimos una de las esperiencias que más nos gustó en la isla, ya que vimos nuestro primer wallaby. Íbamos dirección a las piscinas por el sendero cuando de repente veo saltar matorrales abajo al marsupial. Entusiasmado le digo a mi mujer ¡Mira! y le da tiempo a verlo. No así los que iban detrás de nosotros ni los que iban delante, a los cuáles pregunté. Por cierto, cuando les dije que creía que era un wallaby ni idea tenían de lo que era... Con la esperanza de verlo de nuevo, bordeamos el sendero y nos adentramos entre los matorrales un par de veces y yo lo ví dos segundos de nuevo, pero solo el movimiento, nada que ver con la claridad con que lo habíamos visto antes. Cuando vimos de nuevo al conductor-guía le pregunté si había canguros en la isla, para asegurarme de que era un wallaby y nos dijo que no, que solo wallabíes. Bueno, nuestro primer marsupial. Se han hecho de rogar. Champagne Pools Tras la parada en las Piscinas Champán, subimos hasta Indian Heads. Un pequeño sendero hasta la cima de un acantilado, donde hay unas buenas vistas. El conductor nos avisó de que hay serpientes por ahí, que cuidado, pero no vimos ninguna, no así una pareja de brasileños que aseguraron ver una más adelante. En Indian Heads estuvimos un buen rato y la verdad es que había una vista estupendas. Además se podía ver en el mar perfectamente, mantas, tortugas marinas y atunes. La gracia es que había estado durante todas las paradas cargando con el teleobjetivo y en esta decidí dejarlo en el autobús, justo ahora que lo necesitaba. Murphy no falla. Vistas a izquierda y derecha desde Indian Heads. El grupo viendo la vida marina. El punto negro que se ve en el mar es una manta. En la foto apenas se ve, pero la verdad es que se divisaba estupendamente desde ahí Una vez abajo regresamos por la playa al punto de partida. Antes paramos en Eli Creek para comer tipo picnic. Eli Creek es un riachuelo de aguas cristalinas que mucha gente aprovecha para ir en flotador por él. Había muchísima gente allí, con la música a toda leche. El poco encanto que podría tener lo perdía. El resto no tiene más que contar. Volvimos al resort, allí algunos se bajaban ya que habían partido de Rainbow beach, por lo que tenían que hacer trasbordo. El resto sufrimos el "masaje" de cruzar la isla dando botes. Por supuesto ni un bicho más vimos. A las 5 pm salía el ferry que nos llevó a Hervey Bay y una vez en el hotel, duchita, cena y acostarse temprano que mañana toca madrugón. En el embarcadero de la Isla Fraser Sin dudas, y a posteriori, esta visita a la Isla Fraser lo hubieramos hecho en todoterreno por nuestra cuenta, sabiendo que cruzar la Isla tiene su dificultad. Pero si acampas en la playa en los muchos sitios que había habilitados, o bien duermes en una cabaña en el camping The Cathedral, estando todo el atardecer por allí, seguro que ves los dingos, que se mueven por la playa bastante, tal y como comprobamos por las huellas. Además, hubieramos hecho lo que nos gusta, como más senderismo y menos visitas para bañarse. En fin, qué se le va a hacer. Etapas 1 a 3, total 7
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