Dos semanas en Tailandia visitando: Chiang Mai, Lamphun, Mae Hong Son y Pai, con un par de días en Bangkok para entrar y salir del país. Unas navidades exóticas y diferentes, incluyendo un fin de año muy especial en la bonita localidad de Mae Hong Son. Autor:Magrat1976Fecha creación:⭐ Puntos: 5 (35 Votos)
Excursión de un día entre elefantes en el programa "Elephant Freedom" de Elephant Nature Park. Jornada maravillosa entre estas magníficas criaturas, de lo mejor del viaje.
Día 11: Chiang Mai, excursión "Elephant Freedom" de Elephant Nature Park
Llegaba uno de los momentos más emocionantes del viaje para amantes de los animales como somos nosotros: hoy tocaba hacer la excursión para ver elefantes según el programa “Elephant Freedom”, de Elephant Nature Park . Se trata de una actividad de día completo en un poblado Karen donde dan una vida mejor a elefantes rescatados (del trabajo maderero arrastrando troncos o bien de pasear a turistas por la selva ).
La verdad es que inicialmente no pensábamos hacer esta visita, ya que nos gusta ver a los animales en libertad, no en zoos ni en reservas. Pero estuve leyendo los hilos del foro de Tailandia y buscando información y vimos que Elephant Nature Park, pese a ser una especie de reserva, podía valer la pena, ya que se trataba de una especie de “protectora” que rescataba elefantes y les daba una vida mejor. A ver, no nos confundamos: para mí lo ideal es que esos elefantes hubieran sido libres, como años atrás. Pero eso ya no es posible, el daño ya estaba hecho, así que contribuir a intentar arreglarlo un poco no me parece tan mala idea. El dinero de la visita sirve para poder darles una vida mejor a esos pobres elefantes, muchos de ellos ya nacidos en cautividad y sometidos a horribles maltratos para ser domesticados.
Así que un mes antes del viaje decidimos reservar, y claro, estaban ya todas las plazas del parque principal ocupadas. Sí que encontramos disponibilidad en alguno de los programas adicionales que se realizan en aldeas algo alejadas de Chiang Mai, y nos apuntamos al “Elephant Freedom”, en las instalaciones de Mae Wang Area al sudoeste de la ciudad. Finalmente resultó ser un día increíble y me gustó ir a la aldea Karen (que no es para nada turística, sino un poblado normal y corriente) y estar con los elefantes en su idílico entorno. En las instalaciones principales de Elephant Nature Park también hay perros y gatos rescatados, aquí solo había elefantes, eso sí.
Nuestro día elefantiano fue así: nos pasaron a recoger sobre las 8:40 en una mini-van, ya había otros turistas dentro, nosotros fuimos los penúltimos. Después de nosotros, nos dirigimos a recoger a una familia en un hotel super-pijo, tenía incluso lo que parecía un templo dentro de sus instalaciones y los clientes se desplazaban a sus bungalows en carritos de golf o algo parecido. Lujo asiático, no, lo siguiente. Allí recogimos a una pareja, sus hijos y los padres de la chica. Luego nos enteramos de que el hombre tenía una empresa de entretenimiento (con cadenas de TV, emisoras de radio, etc) y la mujer era una actriz de culebrones bastante famosa en su país, Brasil. Me pregunté cómo es que decidieron venir en van con la plebe en lugar de ir hasta el poblado en limusina o algo, pero la verdad es que no lo sé. Quizá querían experimentar al máximo la aventura de un día salvaje con elefantes y el populacho, quién sabe. Estos ricos a veces tienen caprichos muy raros…
Por el camino nos pusieron un par de videos sobre el Elephant Nature Park y sobre cómo actuar cuando se está con los elefantes. Llegamos a las instalaciones sobre las 10 de la mañana, había 7 elefantes, aunque sólo estuvimos con 6 de ellos porque uno estaba algo enfermo del estómago (son muy delicados en este sentido, ya que prácticamente no mastican los alimentos).
El elefante asiático es el mamífero más grande de Asia y se considera actualmente en peligro de extinción. Esta especie se diferencia de su pariente el elefante africano principalmente en:
- tamaño: los elefantes asiáticos son más pequeños, con 2- 3'5 metros de altura frente a los 2,7- 4 m que alcalzan los africanos.
- morfología de la cabeza: en el asiático es más abombada, con las orejas más pequeñas y redondeadas, que no cubren los hombros.
- espalda arqueada y cola proporcionalmente más larga, con un penacho de pelos negros.
- colmillos: al contrario que los africanos, no todos los elefantes asiáticos tienen colmillos, la mayoría de hembras carecen de ellos.
El elefante asiático suele medir (de largo, de cabeza a cola) entre 2,2 y 6,4 metros y pueden llegar a pesar más de 5 toneladas de peso (los machos, las hembras, sobre una tonelada menos ya que son más pequeñas). A pesar de ser moles descomunales, pueden moverse con relativa agilidad incluso en terrenos montañosos, alcanzando velocidades de paseo de 5 o 6 km por hora, aunque si se asustan o se enfadan pueden salir pitando a más de 40 km/h. Otra curiosidad es que son buenos y resistentes nadadores.
En estado salvaje el elefante asiático vive en bosques tropicales, alimentándose de hojas y fruta (llegan a comer hasta 135 kg de comida al día). Las hembras van en manada (entre las cuales se encuentra la matriarca, la más anciana, que dirige el grupo) junto con sus crías y a menudo algún macho viejo. Los machos jóvenes suelen llevar una vida solitaria y se acerca solamente cuando perciben que alguna hembra desea reproducirse. Entonces, como no, hay pelea de machotes y el vencedor se aparea con la hembra si ella acepta (cosa que tampoco es demasiado frecuente). La gestación es de 22 meses y las crías son muy vulnerables a ataques de depredadores., así que toda la manada coopera para cuidar de los benjamines.
Al contrario que el africano, el elefante indio es muy dócil y fácil de domesticar, con lo cual ha sido utilizado desde hace muchísimos años para transportar cargas, ayudar en la construcción o llevar a personas. También se le ha utilizado en tiempos de guerra. Actualmente se les sigue utilizando en circos y como atracción turística en el sureste asiático, donde los visitantes pasean sobre ellos.
Es difícil que los elefantes en cautividad se reproduzcan y cada vez quedan menos en estado salvaje, de ahí que estén en serio peligro de extinción. Debido a esta dificultad, la mayoría de los elefantes domésticos han sido capturados ya de adultos en estado salvaje y se les ha adiestrado. Una práctica muy habitual también es capturarlos para cortarles los colmillos de marfil, en este caso nos contó el guía de Elephant Nature Park que para las hembras los machos sin colmillos pierden todo su atractivo y por tanto su oportunidad para reproducirse.
En fin, una pena todo, deberían estar tranquilos en sus selvas en lugar de servir como distracción o ser esclavizados para los humanos. Pero bueno, solo es mi opinión. También entiendo que gentes humildes como los Thais a veces solo han tenido como forma de ganarse la vida la derivada de sacar provecho a sus elefantes, por eso es importante la aparición de organizaciones como Elephant Nature Park, para concienciarlos de que hay alternativas más justas para los animales.
El programa del día fue el siguiente:
Primero nos vestimos con la ropa que nos dieron (no es obligatorio) y preparamos la comida de los elefantes, lavándola y poniéndola en unos canastos gigantes. Comen más de 100 kg de comida al día, así que ya podíamos ir lavando...
Luego les dimos de comer, bananas y trozos de caña de azúcar o de bambú, a través de una valla, para evitar males mayores. Se ponen muy ansiosos cuando ven comida cerca, estaban bastante desesperado por zampar: "Humaanaa, damee comidaaa!"
Las bananas les chiflan. Lo pillaban con la trompa y se lo llevaban a la boca, como hemos visto miles de veces en los documentales. Tienen una fuerza importante, así que es mejor no mosquearlos, pero la verdad es que eran muy mansos, pobretes.
Y ahora viene lo mejor del día, os presento a Baang, el benjamín del grupo, tres mesecillos tenía :
Luego los sacamos a pasear como quien saca a su caniche a dar un garbeo: con los mahouts o cuidadores controlándolos, nos dirigimos hacia una zona selvática y estuvimos por allí con ellos mientras comían hojas, demostrando una agilidad pasmosa para trepar por las laderas
La verdad es que fue super-emocionante estar allí, en medio del bosque, rodeados de elefantes:
Baang solo quería jugar y a pesar de su tierna edad estaba hecho un torete, en cierto momento de locura embistió a Xavi… por suerte la cosa no fue a mayores, pero le dio un buen revolcón (cabe decir que fue provocado y la caída muy merecida). No voy a poner fotos porque son bastante humillantes y me juego el divorcio, a pesar de no estar casados
El guaperas del día:
A todo esto el guía iba respondiendo a todas nuestras preguntas sobre los animales. Tras el paseo y la comilona que se pegaron los elefantes nos llegó el turno a nosotros, que nos dirigimos de vuelta a las instalaciones a disfrutar de la comida: un buffet de comida vegetariana con arroz, fideos, verduras, patatas fritas, ensalada, fruta, pastelitos y cafés. Muy bueno y abundante todo.
Después de comer llegó el momento estrella de la jornada: bañarnos con los elefantes en el río. Nos dirigimos con ellos hacia el río cercano y una vez allí, todos al agua. De camino hacia allí el paisaje que nos rodea no está nada mal, pese a que de nuevo el sol no acompañaba:
Lógicamente, antes de bañarse hay que enguarrarse al máximo en el barro, si ya estás limpio para qué te vas a lavar... a Baang le encantaba aquello :
El río no llevaba demasiado caudal y no estaba muy hondo, pero fue suficiente. Primera aproximación:
Poco a poco va pillando una confianza, es muy emocionante estar tan cerca. Los elefantes se quedaban quietos mientras les tirábamos cubos de agua y les fregábamos la dura piel porque sus cuidadores les iban dando comida mientras. No sé qué hubiera pasado de no tener ese aliciente…
Se acabó el bañito, a secarse:
Finalmente una especie de furgonetilla nos llevó directos a las instalaciones y pudimos ducharnos y cambiarnos de ropa (dentro de lo posible, las duchas eran bastante rudimentarias). Por supuesto, la actriz de culebrones salió de allí impecable, con un pelo y un cutis impolutos, mientras que yo quedé como un pollo remojado . Está claro que con el glamour se nace, no se hace.
Fue genial, me encantó estar allí en remojo con ellos, pero recientemente han eliminado esta actividad: a partir de ahora ellos se bañarán solos y los visitantes tan solo podrán observar sin interactuar. Personalmente, estoy de acuerdo con esta medida, ya que dejar que unos guiris pesados te froten la espalda no es una característica natural del comportamiento elefantiano. Cuanto más tranquilos los dejen, mejor. Lo ideal sería que no tuvieran que soportar visitas de turistas curiosos y que pudieran vivir tranquilos en estado de semi-libertad o de la forma más parecida posible a la libertad, pero entiendo que se necesita mucho dinero para mantenerlos y para liberarlos (muchas veces Elephant Nature Park los compra a sus antiguos propietarios para que dejen de ser explotados, y hace falta mucho dinero) y que las visitas contribuyen a que el proyecto sea sostenible. En el caso de proyectos como Elephant Freedom, que se llevan a cabo en poblados, se ha ido concienciando a los propietarios de elefantes de que es mejor que lleven otro tipo de vida en lugar de hacerlos trabajar cargando madera o llevando a turistas a pasear, pero esto tiene un precio, ya que tienen que seguir viviendo de ello. Uno de los problemas básicos con los elefantes en Tailandia es que el gobierno apoya a los campamentos donde se pueden montar, porque pagan muchas más tasas que los campamentos de rescate, y eso les supone mayor beneficio.
Así que, lo que os decía, a partir de ahora se podrá mirar, pero no tocar. Me parece muy bien pero está claro que esto hará disminuir la afluencia de visitantes y realmente es una pena, ya que estos nobles animales han sido arrancados de su hábitat y se han destruido parte de sus tierras, así que se merecen una vida mucho mejor.
Luego volvimos hacia Bangkok, por el camino rezamos para que nos dejaran los últimos y los ricachos no vieran el sórdido callejón de Chinatown donde se encontraba nuestra casa de huéspedes, pero por ley de Murphy no fue así y esta vez nos dejaron de los primeros, así que le dijimos al chófer que nos dejara en la calle principal, que no hacía falta más . Poco después de las 4 estábamos ya en el alojamiento.
Tras una buena ducha, nos dirigimos a la zona del Night Bazaar, aunque era todavía bastante temprano y estaban montando algunos puestos. Cerca de esa zona está el Hard Rock Café, nos acercamos a cumplir con una misión que me habían encomendado. Entre elefantes anda el juego:
Y allí cerca hay un templo que parece chino:
El Night Bazaar es enorme y hay un montón de cosas, es recomendable si queréis comprar artesanía típica del norte o según qué tipo de recuerdos hacerlo aquí o en algún otro mercadillo de la zona. Nosotros compramos un adorno de elefantes enfilados en un hilo, para colgar, y no los vi tan bonitos en ningún otro lado. Y además estaba muy bien de precio. Este mercado puede competir con el famoso Chatuchak de Bangkok sin duda alguna. Los mejores objetos de plata y tejidos se encuentran en la calle Wualai.
Finalmente fuimos a Warorot Market, otro mercado muy interesante que teníamos junto al alojamiento. Durante el día se vende comida, ropa, artesanía de las tribus (precios más económicos que en el Night Bazaar), frutas, especias y flores. De noche en teoría es un mercado de flores, pero nosotros también vimos ropa, frutas y comida en paraditas de las que a nosotros nos gustan. Allí compramos comida variada y nos la llevamos al alojamiento para cenar en la sala-comedor común.
Y tras un día muy intenso y bien aprovechado, nos retiramos a descansar. Al día siguiente tocaba regresar a Bangkok, nuestra aventura por el norte llegaba a su fin. Pero, por suerte, nunca olvidaríamos momentos como éste:
Información práctica:
- Elephant Nature Park: se trata de un campamento proteccionista, con programas satélites en aldeas cercanas además de en su santuario más importante. No se permite montar a los elefantes ni bañarlos, simplemente estar con ellos sin generarles ningún tipo de estrés. El dinero de la visita sirve para mantener y seguir con el rescate de elefantes que anteriormente han sido maltratados o utilizados para trabajar en el negocio maderero o bien transportando turistas.
Página web: Elephant Nature Park
Más información en el foro: Elephant Nature Park, Elefantes en Chiang Mai
Programa Elephant Freedom, información de la actividad:
Localización: provincia de Chiang Mai, área de Mae Wang (sudoeste de la ciudad)
Horario: recogida en los alojamientos de 8 a 8:30 (si no, hay que estar en la oficina de Elephant Nature Park a las 7:40)
Hora de vuelta: sobre las 16:30 se llega a la ciudad
Equipaje permitido: un bulto pequeño por persona
Qué llevar: gorra o sombrero, protector solar, sandalias/flip-flops, un cambio de ropa para después del baño con los elefantes, toalla, bambas o zapatos para caminar, cámara, repelente de insectos
Meses que se realiza: durante todo el año
Edad recomendada: todas, desde niños hasta jubilados
Qué incluye el precio: agua, comida (buffet vegetariano), transporte, guía y guías o cuidadores del proyecto en concreto
Transporte: incluido desde Chiang Mai hacia/desde el lugar del proyecto
Precio: 2500 bath por persona
- Night Bazaar: mercado situado al este de Tha Pae Gate (Chang Khlan Road), opera de 18 a 23 h todos los días.
- Warorot Market: norte de Tha Phae Road, barrio de Chinatown. Opera todos los días durante todo el día.
Último día en el norte de Tailandia, por la tarde tocaba volar de regreso a Bangkok en lo que sería ya la recta final del viaje. Teníamos que ir hacia el aeropuerto sobre las 14, así que nos quedaba una mañana bien larga para aprovechar.
Nos levantamos tranquilamente y disfrutamos del fantástico desayuno que nos ofrecía Rustic Guest House (a elegir de una carta de varios platos). Rico y abundante. Luego recogimos y bajamos el equipaje a recepción, dónde además encargamos un taxi para ir al aeropuerto a la hora indicada. Tras dejarlo todo apalabrado, nos dirigimos paseando hacia la ciudad antigua, no sin antes inmortalizar el cartel del alojamiento donde se especifica que está prohibido entrar con durian:
Allí visitamos un par de templos que teníamos pendientes:
Wat Umong Mahathera Chan
Hay dos templos llamados Umong en Chiang Mai, uno está en las afueras y éste que visitamos se encuentra dentro de la ciudad antigua, cerca del Monumento a los tres reyes.
Tiene una casetilla con nagas muy chula, aunque de nuevo tiran mucho de dorado:
Wat Pan Ping: en éste estaban pintando el suelo y no pudimos ver demasiada cosa
Y, llegados a este punto, aprovecho para insertar aquí un mini-relato costumbrista de lo que acaeció ese día en Chiang Mai:
El masaje:crónica de cómo el clásico masaje thai no resultó ser lo que la masajista esperaba (animalica)
Como despedida de Chiang Mai y para no sufrir una sobredosis de templos fuimos a darnos un masaje al recomendado Lila Thai Massage. Las trabajadoras en teoría son exreclusas que ahora se han reconvertido en masajistas, pero yo creo que debe de haber de todo, ya que el negocio se ha expandido y vimos hasta 6 centros de esta misma empresa en la ciudad. No sé si el índice de criminalidad de Chiang Mai da para tanto, la verdad . Además, también vimos centros de masaje de otras empresas que en teoría eran gestionados por expresidiarias, así que no sabría yo qué deciros… Creo que han visto negocio porque a los guiris les gusta ser masajeados por exreclusas y ahora todas las masajistas lo son, seguramente antes eran gentes honradas que se han visto obligadas a delinquir y pasar un tiempo en el talego para poder luego currar en esos locales, esa es mi teoría .
Pues mi masaje fue como sigue: elegimos el masaje tailandés y nos hicieron pasar a una sala en dos camillas continuas y comunicadas (pero aisladas del resto), para darnos el masaje en pareja, qué bonito… Lo único es que entre las cosquillas y la caña que dan, yo estaba más rígida que una vara y según dónde tocaba prácticamente pegaba saltos, así que la pobre mujer se las vio y se las deseó para darme el masaje, animalica. Continuamente me iba diciendo, señalando a Xavi (que estaba prácticamente en coma de lo relajado): “he is good, you are bad”. También me gritaba: “Relax!” Y así todo el rato… y claro, entre la impresión al apretarme según qué músculos cuya existencia desconocía hasta entonces, las cosquillas y que una supuesta expresidiaria chunguísima me dijera constantemente que yo era muy “bad”, no pude aguantarme más y me entró la risa tonta. Pero ya sabemos lo que pasa, la risa es muy contagiosa: acabó ella también descojonándose viva mientras me pseudo-apalizaba. Así que de esa forma transcurrió la hora de masaje, entre ratos de tensión donde casi me mata y otros de descojone y ataques de risa compartidos .
La masajista de Xavi aguantó el tipo y por suerte no se contagió, ni él tampoco, ya que debía de encontrarse flotando en otra dimensión de lo a gustico que estaba el jodío… Yo creo que a mí me tocó la realmente chunga, la que mandaba en la trena, porque me pegaba unos meneos que pa qué, y encima decía que un poco de dolor era bueno, que si no me dolía el masaje no servía para nada . Me dejó con agujetas durante tres días, no os digo más… así que doy fe de que si vuelvo a Tailandia me limitaré a los masajes relajantes con aceite más suavecitos (aún y así no descarto el tema cosquillas, realmente no soy la clienta indicada para los masajistas).
En cuanto a Lila Thai Massage, aparte de mi ineptitud para los masajes, decir que es un 10 en toda regla: el local está perfectamente cuidado y decorado, la limpieza es impecable y el trato excelente (lo único es eso, si os toca la chunga y no os relajáis os dirá que sois “bad” ). Tras finalizar el masaje nos dieron una infusión y un detallito de artesanía como regalo (un llavero con un muñequito aromático). Rellenamos una pequeña encuesta sobre el masaje recibido y listos: le puse un 10 a todo, en parte porque se lo merecían y en parte porque me daba miedo que acabase de liquidarme.
Tras la aventura del masaje descojonante y criminal a partes iguales nos dirigimos a dar una vuelta más y vimos otro templo, el Wat Chai Phrakiat (será por templos… no os los acabaréis).
Ya era mediodía y decidimos ir a comer, pad thai, khao soi, birra tailandesa y mango sticky rice, un completito de Chiang Mai. Muy bueno, como siempre. Después regresamos andando tranquilamente hasta la Guest House.
Por el camino paramos a ver el Wat Mahawan, que nos venía de paso. Nuestra despedida de templos en Chiang Mai. Se trata de uno de los templos más bonitos de la zona de fuera de las murallas, que muestra la influencia de los comerciantes de teca birmanos que solían rezar aquí. Hay un chedi blanco muy bonito:
El wihan tiene puertas de estilo birmano, decoradas con un estucado de ángeles (budistas) y bestias míticas. También pueden apreciarse los míticos pongos de plástico que ya habíamos observado en la base de Doi Suthep :
Éste otro solo lo vimos desde fuera, Chiang Mai está plagada de templos, le das una patada a una piedra y salen diez de debajo:
El taxi vino a recogernos a la guest house y en 25 minutos nos plantamos en el aeropuerto. Sin problemas, el vuelo con Air Asia salió puntual y a las 18 h tomábamos el bus A1 desde el aeropuerto de Don Mueang hasta Mo Chit. Este autobús pasa cada 5 minutos y una vez se llega a la terminal está bien indicado donde tomarlo, para en la misma puerta (tanto en llegadas internacionales como nacionales). Una vez en Mo Chit, te deja al lado de la parada de BTS y es más práctico desplazarse en ese medio de transporte hacia otras zonas de la ciudad que seguir con el bus. Se tardan unos 20 minutos en bus desde Don Mueang hasta la parada de BTS Mo Chit.
Luego en 10 minutos de BTS nos plantamos en la parada Phaya Thai, la más cercana a nuestro hotel. En 10 minutos andando llegamos, elegimos el True Siam Ragnam Hotel por su buena comunicación con las zonas que queríamos visitar al día siguiente y con el aeropuerto de Suvarnabhumi para volar de vuelta. Os dejo una mini-reseña en el apartado de información práctica.
Tras hacer el check-in y descargar fuimos a cenar, en las calles cercanas no encontramos ningún sitio de los que nos gustan a nosotros, todo era para guiris y más caro de lo habitual, pero es lo que hay. Luego nos fuimos a dormir, al día siguiente era sábado y nos esperaba una visita al popular mercado de Chatuchak y alguna cosilla más antes de tomar el vuelo de regreso a casa.
Información práctica:
- Lila Thai Massage: centro de masaje en Chiang Mai llevado por las exreclusas de la cárcel. Hay seis sucursales, encontraréis las localizaciones en la web. Nosotros fuimos al local cercano a Wat Phra Sing y genial.
Precio: una hora de thai massage por 250 bath
Página web: Lila Thai Massage
- Alojamiento: True Siam Rangnam Hotel
Precio: 1795 bath, una noche, habitación doble superior con desayuno
Situado por la zona de Victory Monument y Phaya Thai, cerca de Pratunam por el otro lado, y bien comunicado por BTS y Airport Rail Link. Es un hotel que está muy bien, todo de madera y con habitaciones chulas y muy nuevas, aunque no me convence su ubicación (bastante escondido, en un callejón en obras).
La habitación tenía de todo: aire acondicionado, secador, caja fuerte, TV, mesita y sillas, tocador, nevera con aguas de cortesía, armario, cama gigante, wifi gratis y bañera (muy agradecida por nuestra parte después de casi todo el viaje duchándonos en el suelo). Lo único que falla es eso, el poco ambiente de la zona circundante más cercana. El desayuno-buffet muy rico y abundante.
Último día en Bangkok visitando el famoso mercado de Chatuchak, comiendo en MBK, persiguiendo varanos en Lumphini Park y despidiendo el viaje en la zona de Pratunam, en el mercado nocturno de Talad Neon.
Llegaba el momento menos deseado del viaje, el día de regreso. Nuestro avión salía a las 23:45 de la noche, así que teníamos toda la jornada disponible para aprovecharla por Bangkok (contábamos con llegar sobre las 21 al aeropuerto para hacer el check-in con calma). Nuestro objetivo principal era el mercado de Chatuchak, que en el primer viaje no habíamos podido visitar al no coincidir en fin de semana en la ciudad.
Así que, tras desayunar, tomamos el BTS y nos dirigimos hacia la última parada: Mo Chit. Nada más bajar del tren una marabunta ya te arrastra hacia lo que es el mercado de Chatuchak, no tiene pérdida…
Aunque las compras no son santo de mi devoción y solo voy de tiendas cuando la ropa se me cae a trozos, hay que reconocer que Bangkok es un verdadero paraíso comercial por su gran cantidad de tiendas, mercadillos y grandes almacenes, así como los buenos precios que pueden encontrarse. Los forofos del shopping no deben perderse pues el inmenso Chatuchak, considerado el mercado al aire libre más grande del mundo. Estaba bastante transitado incluso a primera hora:
El mercado de Chatuchak se hace únicamente los fines de semana, sábados y domingo, al norte de Bangkok (entre la terminal de autobuses y la estación de ferrocarril de Bangsu). En 1982 fue trasladado aquí porque había sobrepasado la capacidad de su emplazamiento original en Sanam Luang. Algunas cifras para hacernos una idea de su enormidad: contiene más de 6000 puestos y ocupa el espacio de más de cinco campos de fútbol.
Aparte de su inmensidad, Chatuchack se caracteriza también por la variedad de productos que ofrece: pescado y marisco, antigüedades, ropa y tejidos, complementos para mascotas, souvenirs, plantas, comida… de todo. Recomendable tomar el mapa que os darán en la caseta que hay a la entrada, para no perderse. Como en todo lugar masificado y turístico, hay que tener cuidado con vuestras pertenencias para evitar sorpresas desagradables:
Me fascina la cantidad de potingues de pseudo-farmacia que llegan a vender por todos lados:
Hacía muchísimo calor… en ese momento agradecimos mucho los días de nubes que habíamos tenido durante prácticamente todo el viaje. Debíamos de estar a más de 40 grados y con una humedad insoportable, parecía increíble que se tratase de la temporada fresca y suave. En el viaje anterior ningún día experimentamos temperaturas como aquella.
Así que tras dar unas vueltas por el mercado y comprar un par de cosillas, decidimos emigrar hacia tierras más fresquitas para comer: el MBK Center (Centro Mahboonkrong), con su imprescindible aire acondicionado. MBK es un centro comercial cercano a la casa de Jim Thompson, es fácil llegar hasta allí en BTS desde la parada National Stadium o Siam (en nuestro caso bajando desde Mo Chit, para no tener que cambiar de línea). La peculiaridad del MBK es que en una de las plantas superiores hay una zona de paraditas de comida con gran variedad de platos a buenos precios, la llamada MBK Food Island (o food court).
El mecanismo de la zona de paraditas del MBK es el siguiente: hay unas cajas donde comprar unas tarjetas cargadas con la cantidad de dinero que queráis y se paga con esa tarjeta en los distintos puestecillos de comida. Una vez haya finalizado el atracón del siglo, si todavía os queda saldo disponible en la tarjeta, la lleváis a las cajas y os reembolsarán el importe no gastado. Así de sencillo, y ¡a disfrutar! Por supuesto, las paraditas no son tan cutres ni los precios tan económicos como los de la calle, pero sigue saliendo genial y puedes probar variedad de cosas. Hay comida india, china, sushi, vegetariana… de todo. Una buena opción para comer fresquitos y a buen precio, además de cómodamente sentados (hay un montón de mesas disponibles en el centro del recinto, te llevas allí la bandeja con la comida y ¡a zampar!).
Después de comer pensamos que otro lugar que estaría relativamente fresquito pero no tan congelado como los centros comerciales con aires acondicionados a cero grados podría ser el Lumphini Park. Además, llevaba en mente intentar ver a los varanos que no conseguimos avistar en nuestra primera visita. Así que allá que nos fuimos, andando desde el MBK al Lumphini Park. Hay un buen trecho, pero fuimos paseando tranquilamente, nosotros es que somos muy de quemar suela…
El Parque Lumphini o Lumphini Park se llama así en honor al lugar de nacimiento de Buda, en Nepal. Es la principal zona verde de Bangkok, tanto por extensión como por la cantidad de ciudadanos que van allí a hacer deporte o participar en alguna de las múltiples actividades que se organizan. Además, cuenta con dos lagos por los cuales se puede navegar en barquita. En teoría es recomendable visitar el parque a primera hora por la mañana, cuando la gente hace jogging o tai chi, pero nosotros hemos ido por la tarde en dos ocasiones y siempre hay alguna actividad curiosa.
Efectivamente, con la sombra de los árboles se estaba más fresquito que en otros sitios. Pero otros no buscaban lo mismo: allí, tostándose al sol, distinguimos nuestro primer varano.
A partir de aquí, la tarde se convirtió en un no parar de perseguir a varanos incautos, vimos un montón, no pensaba que hubiera tantos:
Éste parece el monstruo del lago Ness, versión thai :
El varano acuático es una especie no agresiva, emparentada con el dragón de Komodo. A pesar de su aspecto amenazante, nunca atacan a los humanos, aunque algunos visitantes del parque, sobre todo turistas, no pueden evitar asustarse cuando se los encuentran. No es nuestro caso, los asustados debían de ser ellos ante tanto acoso con la cámara:
Parece ser que hace unos años llegaron a haber hasta 400 ejemplares en el parque y las autoridades de Bangkok capturaron a una parte de ellos y los enviaron a un centro especializado en Ratchaburi, para controlar su población en Bangkok. Imagino que si la cosa se descontrola mucho, podrían llegar a dominar las calles . Mirad qué tío más imponente:
Este bonito reptil escamoso es el segundo mayor miembro de la familia Varanidae, después del dragón de Komodo, y pueden llegar a medir 3 metros de longitud, aunque normalmente se quedan tan solo en 2,5 m y 20 kg de peso, menos mal .
Bueno, a parte de mil fotos de varanos también hicimos alguna de las actividades del parque y del paisaje de altos edificios recortados sobre el lago (bueno, una):
Y de otras especies del parque:
Tras el apasionante safari de varanos ya había refrescado un poco y volvimos caminando hacia la zona del hotel, visitando los siguientes puntos que nos quedaban en el camino:
Santuario Erawan
Es un pequeño santuario situado entre moles de cemento y hormigón y el tren elevado, una mezcla de tradición y modernidad en todo su esplendor. Se dice que la construcción del primer hotel Erawan en los años 50 (actualmente su lugar lo ocupa el Grand Hyatt Erawan) estuvo caracterizada por un gran número de problemas y por eso para contrarrestar la mala fortuna se construyó este santuario justo enfrente. El santuario está dedicado a Brahma y su elefante Erawan, de ahí el nombre.
Este pequeño lugar de devoción siempre está repleto de fieles que hacen ofrendas varias y adornado con guirnaldas de flores y elefantes de madera tallada. También suele haber bailarinas ataviadas con el traje tradicional que efectúan danzas en favor del peregrino que les pague un módico precio (supongo que para alejar los malos espíritus de él). Veréis mucha devoción, aquí.
Muy cerca del santuario Erawan se erigen varios templos de culto al consumismo: el Siam Center, Central World, Siam Paragon, etc. Así de curiosa y fascinante es Bangkok…
Pratunam
En esta ocasión nuestro siguiente punto de interés era una zona que no conocíamos de la primera visita: el barrio de Pratunam. Pasamos por un puente sobre una parada del khlong Saen Saep, qué recuerdos de nuestra primera aventura en la ciudad... soy muy fan de éste sistema de transporte, si vais a Bangkok tenéis que probarlo:
Básicamente lo que podéis encontrar aquí en Pratunam es la zona de mercado y la conocida torre Baiyoke, que desde 1987 hasta 1995 fue el edificio más alto de Bangkok.
Nosotros nos dirigimos al mercado de Pratunam, una zona de puestos y tiendas dedicados básicamente a la venta de ropa y otros accesorios. Luego, más hacia la tarde-noche, nos dirigimos al cercano mercado nocturno de Talad Neon, donde además de tenderetes de ropa y accesorios también se podía disfrutar deparaditas varias de comida y bebida:
Altamente recomendable: el helado de coco. Lo reconozco, soy adicta al helado de coco tailandés. Por tan solo 50 bath se puede disfrutar de esta delicia:
Luego había otras cosas que estoy segurísima de que son deliciosas, pero que casualmente no me venía bien probar, ya que soy vegetariana, como os he dicho mil veces :
Nótese la distinción entre grillo vulgaris y grillo casero, que quede bien clarito que no es lo mismo :
Finalmente decidimos seguir hacia el hotel, llegaba el momento de cargar con nuestros bártulos y dirigirnos hacia el aeropuerto. Nos quedaba igual de lejos la parada Phaya Thai de Airport Rail Link que la siguiente, Ratchaprarop, así que fuimos a esta última.
Y poco más que contar: cola importante para facturar en el aeropuerto de Suvarnabhumi (como no habíamos hecho el check-in online, teníamos que hacerlo en persona y de paso nos quitamos de encima la mochila), cola de nuevo para pasar los controles… bastante caos, la verdad, comparando con nuestra primera vez en el país. Recomendable ir con margen suficiente para salvar este tipo de imprevistos.
El vuelo salió con algo de retraso (nada importante), pero al llegar a Estambul a las 6 de la mañana del día siguiente, hora local, de nuevo nos vimos inmersos en el caos de una cola kilométrica para pasar un control de pasaportes antes de tomar el enlace. Aquello no tenía ningún sentido y para ir hacia Bangkok no habíamos pasado control alguno en Turquia (solo en Barcelona), pero para volver parece que sí. Hay que controlar bien quién entra en Europa, oye… si entras en Asia da igual.
El segundo y último vuelo salió puntual, a las 8:50, y a las 10:30 aterrizábamos en Barcelona según horario previsto. Aquí acababa nuestra aventura en el país de las sonrisas, volumen II. Me gustaría que algún día hubiera una tercera, el universo proveerá.
Información práctica:
- Comer en MBK: MBK Food Island
Si os apetece comer en un sitio económico, con gran variedad para elegir y aire acondicionado, las paraditas de comida del MBK Center pueden ser una buena opción.
No había tenido tiempo de pasarme por este diario. Te ha quedado genial. Algunas etapas me han traído buenos recuerdos, de otras he aprendido que Tailandia tiene mucho que ver. A ti también te quedan sitios por visitar.
Te dejo tus merecidas estrellas
Gracias Alejandria! Me alegro de que te haya gustado. Sí, todavía me queda mucho, en suma en dos viajes hemos visto lo mínimo... Tailandia se merece repetir las veces que haga falta, nosotros esperamos volver!
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Soy defensor de Chiang Rai, me parece interesante... Pero sí que me parecería un sacrilegio no ir a Chiang Mai... Si es necesario no iría a Chiang Rai o no iría a las playas, pero para mi, Bangkok y Chiang Mai debería ser 2 fijos del viaje.
Lo de las playas, la mayoría del foro opina que mucho mejor la zona de Krabi que la de Phuket, pero te especificaba que qué quieres hacer tú, porque por ej, a mi lo de echar varios días tirado en una playa no va conmigo, yo preferí hacer excursiones y visitar las playas más "fotogénicas" y famosas de la zona, como por ej. La famosa... Leer más ...
A mi Chiang Rai y su región me gustan mucho. Pero si no conoces ninguna de las dos y sólo hay tiempo para ir a una, me quedaría con Chiang Mai. Hay vuelos a Phuket desde ambas.
Si tenéis días 2 noches en Chiang Rai y 3 en Chiang Mai queda muy bien.
Yo he estado 3 veces en Tailandia, en febrero voy otra vez con mi mujer y 5 amigos más. Para mí chiang mai es imprescindible. Tailandia fue mi primer país fuera de Europa que hice por libre, y después de visitar chiang mai, tengo claro que siempre que vuelva a Tailandia es parada obligada. Espero haberte ayudado