![]() ![]() ISLANDIA en los tiempos del Coronavirus ✏️ Blogs de Islandia
Viaje de 16 días en coche 4x4 de alquiler recorriendo fiordos, glaciares, volcanes, cascadas y todas las maravillas naturales que ofrece Islandia al viajero.Autor: Nathanian83 Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (34 Votos) Índice del Diario: ISLANDIA en los tiempos del Coronavirus
01: Introducción al diario
02: Itinerario del viaje
03: Datos prácticos
04: Llegada a Islandia
05: Península de Snaefellsnes, viaje al centro de la tierra
06: Más Snaefellsnes y cruce a los Fiordos del Oeste
07: Fiordos del Oeste, la solitaria perfección
08: Surcando el Norte entre cañones, troles y cascadas de dioses
09: Askja, viaje a otro planeta
10: Lago Myvatn, la joya del norte
11: De Húsavik, la capital de las ballenas, a Ásbyrgi
12: La grandiosa Dettifoss y el Circuito del Noreste
13: Rumbo al Este
14: Empacho de Fiordos del Este
15: Glaciares, lagunas y auroras en el Sureste Islandés
16: Cascadas, cañones y playas de arena negra
17: Playas de arena negra y cascadas de vikingos
18: La paleta de colores de Landmannalaugar
19: Llegada al Círculo Dorado
20: Thingvellir y despedida en Reikiavik
21: Conclusiones del viaje
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Etapas 4 a 6, total 21
Uno de los grandes problemas a salvar en estos momentos ha sido el de los vuelos y las constantes cancelaciones de rutas. Es por este motivo que no he incluido un apartado específico en la etapa de Datos Prácticos, ya que en un año tan excepcional la información no es muy útil.
En un primer momento compramos vuelos con Iberia, directos a Keflavik desde Madrid. Iberia canceló su ruta para este verano lo que nos hizo mirar vuelos con la compañía islandesa, Icelandair, que también cancelo un poco más tarde todas sus rutas directas. Se complicaba la forma de llegar hasta allí, lo que hizo que en un primer momento nos desanimáramos y cambiásemos planes por Suiza. Finalmente decidimos que volaríamos desde Barcelona con Vueling en vuelo directo a Keflavik, así que tuvimos que trasladarnos desde Madrid a Barcelona en coche de alquiler y desde ahí coger el avión. El precio del billete con Vueling, solo ida, fue de aproximadamente 300€ por persona, el coste de volar con nula anticipación ![]() La nueva normalidad al volar se traduce en poca gente en el aeropuerto, mucho gel por todas partes, pocos sitios abiertos y mascarilla todo el rato. Adaptarse o no volar, no hay otra. El vuelo Barcelona-Reikiavik dura unas 4 horas y 40 minutos, no se hace largo y a la llegada hay que tener en cuenta que son dos horas menos. El avión fue prácticamente lleno, todos con nuestras mascarillas preceptivas. Al volar tres personas, mi cuñada, mi mujer y yo, cogimos una fila entera y pagamos por elegir asientos en las primeras filas. No importaba nada, ya intuíamos lo que nos esperaba... ![]() Islandia desde el aire
Nada más llegar al Aeropuerto Internacional de Keflavik y antes de recoger el equipaje, todo el pasaje es conducido a la zona donde realizan las pruebas PCR, la alternativa es hacer cuarentena de dos semanas. El test no es agradable, pero es rápido. Nosotros hicimos el pre registro dentro de las 72 horas antes del viaje en el que puedes pagar el test a un precio más reducido que en destino. Si no se hace el pre registro se puede hacer al llegar.
Aquí podéis encontrar la página para hacer el pre registro y en esta otra página tenéis información completa del tema del COVID en Islandia. Sinceramente espero que todo esto no sea necesario para futuros viajes a Islandia y se quede como un recuerdo del nuestro ![]() Una vez recogido nuestro equipaje nos dirigimos al hotel que había reservado. No podía iniciar nuestra ruta hasta que nos llegarán los resultados a la mañana siguiente así que poco más podíamos hacer que darnos una vuelta por Keflavik. Esta localidad, a parte de su buena ubicación respecto al aeropuerto, buena oferta de alojamiento y su relativa cercanía con Reikiavik, unos 40 minutos por una buena carretera, no tiene mayor interés turístico. Nosotros la elegimos por ser una buena base para pasar nuestra tarde antes del resultado del test y porque nuestro alquiler del coche no comenzaba hasta el día siguiente. Mucha gente opta por irse directamente a Reikiavik sin pasar por aquí, es otra opción muy válida. Nos dimos una vuelta por la zona del puerto, el día estaba plomizo y algo bucólico, no nos importaba todo era perfecto a pesar de la incertidumbre. El día que había comenzado temprano en Madrid para llegar a Barcelona se había dado bien y realmente, ¿qué era lo peor que nos podía pasar ya? ¿pasar 14 días de cuarentena en hotel islandés sin poder salir de la habitación? En esos momentos no importaba en absoluto, teníamos una extraña sensación de libertad que no habíamos experimentado en cinco meses. ![]() Puerto deportivo de Keflavik
Cuenta la leyenda que en una gruta, junta al puerto deportivo de Keflavik, vive una Giganta que se puede ver sentada en un balancín. Es un personaje muy conocido en Islandia, sobre todo entre los más pequeños.
![]() Paseamos un poco junto al mar disfrutando del tiempo fresco que nos encontramos y buscando algún sitio para cenar. El día no daba para mucho más y después de la cena nos fuimos directos al hotel esperando recibir buenas noticias a primera hora de la mañana.
![]() ![]() ![]() Escultura de Ásmundur Sveinsson
Alojamiento: Esta primera noche nos alojamos en el Hotel Berg. Es una excelente opción en Keflavik a poca distancia del aeropuerto y con servicio de traslado gratuito al aeropuerto que utilizamos al día siguiente para recoger el coche de alquiler.
![]() ![]() El hotel es moderno y cuenta con una piscina en el tejado que no pudimos disfrutar por la situación, aunque tampoco el tiempo invitaba a ello. Comenzamos a experimentar que las habitaciones y sobre todo los baños de los hoteles no iban a ser muy espaciosos, aunque este en particular no era excesivamente pequeño y la habitación para tres estaba bien.
Restaurantes: Cenamos en Kaffi Duus, un agradable restaurante con decoración pesquera junto al pequeño puerto deportivo y a nuestro hotel. El restaurante estaba lleno, tanto de locales como de turistas, que a tenor de las mascarillas que portaban algunos, estábamos pasando nuestro primer día en el país. Como haríamos muchas otras veces pedimos el salmón, muy bueno, aunque suelen poner bastantes salsas a la comida que a mi gusto son innecesarias ya que el producto que tienen es muy bueno. Etapas 4 a 6, total 21
![]() Península de Snaefellsnes, viaje al centro de la tierraPrimera etapa de nuestro viaje por Islandia en el que recorremos Akranes, Borgarnes hasta llegar a nuestro destino del día, la Península de Snaefellsnes. Amanecemos por primera vez en Islandia con una sensación extraña, por un lado contentos de poder estar aquí, además el día acompaña para iniciar el viaje, pero nerviosos porque aún no tenemos los resultados de los test que hicimos el día anterior.
Temprano, sobre las 8:30 llega mi mensaje, Negativo, alivio pero aún quedan dos más. El mensaje de mi mujer llega poco más tarde, también negativo, pero el de mi cuñada no llega. Aquí ya empiezan los nervios y en cualquier momento esperábamos que llegase la policía al hotel para llevarnos a nuestra temida cuarentena. Aunque mi mujer y yo fuésemos negativos, si uno de los tres hubiese dado positivo, los tres hubiésemos sido confinadas, con toda lógica. Para hacer más llevadera la espera me arreglo y utilizando el servicio de traslado gratuito al aeropuerto, voy a recoger el coche de alquiler. Los trámites son muy sencillos y debido a la pandemia todo es automático, te envían el contrato y el estado de daños del vehículo directamente al correo. Tardo apenas 30 minutos, pero al llegar aún no tenemos el resultado del test. Afortunadamente la tensión no dura mucho más y al poco recibimos el tercer negativo, ahora sí, nuestro viaje por Islandia podía dar comienzo ![]() ![]() ¡A por Islandia! ![]() Nuestro objetivo del día era tener un primer contacto con el país, su naturaleza, paisajes y por supuesto con la conducción por el mismo. Como habíamos tenido que esperar a tener todos los resultados no pudimos empezar la ruta temprano, así que nos pondríamos en camino a la Península de Snæfellsnes tranquilamente, haciendo paradas por el camino en la Península de Akranes y en Borgarnes donde teníamos previsto comer.
![]() Ruta del día Antes de salir de Keflavik nos aprovisionamos en un supermercado Bonus de la ciudad, que para nuestra sorpresa no abre hasta las 11:00 por lo que tenemos que esperar un poco. A parte de la compra que hicimos llevábamos algo de comida envasada desde España, con la que no tuvimos ningún problema en el aeropuerto.
Las primeras impresiones son muy buenas, paisajes de otro planeta, lava cubierta con musgo es la tónica del paisaje que nos encontramos en el recorrido que une Keflavik con la capital del país, Reikiavik, un recorrido de algo más de 40 minutos por la carretera 41, de dos carriles por sentido. Mejor que no os acostumbréis a estas carreteras, no es lo que os vais a encontrar en el resto del país ![]() Al planificar nuestra ruta decidimos dejar el último día para visitar Reikiavik. Creo que la decisión de dejarla para el final del viaje es buena e incluso diría que hay que dedicarle un día entero para disfrutarla y vivirla y no las pocas horas que le dimos nosotros. Bordeamos la capital y nos dirigimos a Akranes a través de la carretera 1, nuestro primer contacto con la Ring Road. Para llegar a Akranes tenéis dos alternativas, la carretera 47 que rodea todo el fiordo Hvalfjörður o continuar por la carretera 1 y coger el túnel bajo el fiordo. El túnel tiene casi 6 kilómetros de longitud y en algunos tramos casi 200 metros de profundidad. Habíamos leído en algún sitio que era de pago, pero en la actualidad no es así. Es una buena alternativa que os ahorrará tiempo. Akranes es una localidad que no tiene un excesivo interés turístico, pero claro en ese momento el listón de maravillas aún estaba en niveles mínimos y todo nos provocaba asombro. Si visitáis el pueblo no os debéis perder sus playas y por supuesto el antiguo faro, con maravillosas vistas que llegan hasta Reikiavik en días claros. La primera parada la hacemos junto al camping de Akranes, pegada a la playa con unas vistas que, si hay suerte y el tiempo es benevolente, permiten ver el Snæfellsjökull. ![]() ![]() ![]() Ahí al fondo está Snæfellsnes y el glaciar Snæfellsjökull: ![]() Desde ahí nos dirigimos al antiguo faro de mediados del siglo pasado y más de 20 metros de altitud. No podemos decir que sea el faro más bonito de Islandia, pero las vistas si son buenas y además se puede subir al mismo, cosa que no pudimos hacer en el resto de los faros del país que nos fuimos encontrando.
![]() Faro de Akranes La explanada frente al faro se utiliza para secar el pescado, principalmente bacalao, que luego se exportaba a Nigeria e Italia como mercados principales.
![]() ![]() Reikiavik en el horizonte ![]() Akranes Akranes no nos ofrece mucho más así que seguimos ruta hasta Borgarnes. Para ello volvemos a la carretera 1 que rodea la montaña Hafnarfjall de casi 900 metros de altura con sus laderas casi verticales y sin vegetación.
![]() Hafnarfjall Borgarnes es un pueblo mucho más interesante que Akranes. Su situación privilegiada en el Borgarfjördur hace de ella una localidad perfecta para pasear y descansar. Nosotros además aprovechamos para comer junto al Settlement Center.
![]() Borgarnes Borgarnes dispone de un museo de la colonización ya que fue uno de los sitios donde llegaron los primeros pobladores a Islandia. Es una ciudad agradable con ambiente familiar y mucha gente haciendo vida al aire libre junto al mar.
![]() Englendingavik Paseamos junto al mar en un camino habilitado en el que también puedes encontrar un pequeño parque infantil. Es una zona utilizada también para deportes acuáticos como kayak.
![]() ![]() Desde Borgarnes pusimos rumbo al plato fuerte del día, Snæfellsnes. La Península de Snæfellsnes es una Islandia en miniatura. Concentra todos los atractivos del país a pequeña escala. Fiordos, cascadas, glaciares, escarpados acantilados, todo en ello en una península con apenas 100 kilómetros de longitud. Hay que disfrutar de ella con sosiego y tranquilidad, es un aperitivo perfecto en cualquier ruta por Islandia, el preámbulo ideal. No alberga las principales maravillas del país, pero en su conjunto es perfecta.
![]() ![]() Ruta a Snæfellsnes Os dejo por aquí un mapa de la Península con los principales atractivos y esta página oficial con mucha información que os puede ser útil en vuestra visita.
![]() Mapa y principales atractivos de Snæfellsnes Nuestra primera parada la hicimos al poco de llegar a Snæfellsnes y fueron las piscinas geotermales de Landbrotalaug. Las piscinas están junto a la carretera 54 con circunvala toda la península. El desvío es mínimo y cuentan con un mínimo aparcamiento a poca distancia de las pozas. Nosotros nos encontramos el camino al aparcamiento cerrado, aunque sigo dudando si estaba cerrado el acceso a las piscinas y nosotros nos colamos.
![]() Acceso a Landbrotalaug Así que allí fuimos nosotros, con nuestro bañador y chanclas para disfrutar de nuestras primeras piscinas de agua termal de Islandia, en un ambiente único y completamente en soledad.
![]() ![]() Piscinas naturales Landbrotalaug Su aspecto no es comparable al de las Blue Lagoon y a primera vista puede echar para atrás, pero son ideales, con el agua a unos 44ºC en la primera poza y más templada en la segunda, pero sobre todo es que es muy probable que las podáis disfrutar en soledad como nosotros o en semi soledad.
Seguimos descubriendo rincones nuevos y nuestro próximo destino sería la playa de Ytri-Tunga, pero es imposible no pararse en cada recodo de la carretera admirando la belleza que te rodea.
![]() Un lugar cualquiera en Snæfellsnes... La playa de Ytri-Tunga es conocida porque en ella se puede observar, sobre todo en los meses de verano, una pequeña colonia de focas. Se pueden observar tanto focas comunes como focas grises a una distancia relativamente cercana, aunque a nosotros el hecho de no llevar una buena cámara nos penalizó. A pesar de ello, la visita se nos hizo agradable, amenizada también por una foca juguetona que se acercaba bastante a la orilla y que conseguimos fotografiar, más o menos...
![]() ¿Dónde está la foca? ![]() Colonia de focas en Ytri-Tunga ![]() Playa de Ytri-Tunga Continuamos por la carretera asfaltada 54, una buena carretera que facilita la visita de la península, hasta la cascada Bjarnarfoss, nuestra primera cascada islandesa. Es una cascada bonita, de fácil acceso junto a la carretera en un paseo corto, pero como todo en Snæfellsnes a pequeña escala, no comparable con las majestuosas cascadas que veríamos más adelante, pero fue un muy buen comienzo con un salto de agua muy fotogénico.
![]() ![]() ![]() Cascada Bjarnarfoss A partir de este punto abandonamos la carretera 54 para dirigirnos a la parte más meridional de la península a través de la carretera 574. Para ello debéis desviaros hacia Hellnar y Arnarstapi. La carretera está también asfaltada y en muy buenas condiciones.
El día estaba siendo magnífico, tanto por las visitas como por el tiempo. Islandia nos estaba regalando un primer atardecer de película. ![]() Un atardecer cualquiera en Snæfellsnes... Tras abandonar la carretera nuestra primera parada fue la Budakirkja. En Islandia encontraréis muchas iglesias parecidas, blancas y con tejados rojos, pero esta es especial. Primero por su color negro que la caracteriza y diferencia del resto y también por su maravillosa ubicación al pie del mar y rodeada por un muro de piedra volcánica. La iglesia está rodeada de un paisaje de lava y musgo verde donde se dice que habitan los elfos
![]() ![]() ![]() ![]() Budakirkja A unos 15 minutos de la iglesia hay un pequeño desvío que lleva a un aparcamiento para visitar la garganta Rauðfeldsgjá. Un agradable paseo de apenas 10 minutos nos lleva a una grieta en el acantilado por la que podemos caminar durante un breve tramo. Hay que tener cuidado porque un arroyo discurre por el camino y las rocas están muy resbaladizas.
![]() Garganta Rauðfeldsgjá De las pocas poblaciones en esta parte de Snæfellsnes, destacan Hellnar y Arnarstapi. Aunque la segunda no deja de ser una pequeña aldea con unas cuantas casas dispersas, en Hellnar se pueden encontrar más facilidades, como hoteles y algún café de renombre como Fjöruhúsið. Con más tiempo hubiésemos hecho la ruta costera que une ambas poblaciones de unos 7 kilómetros y que está incluida en la actual Guía Rother en la Ruta 48.
![]() Iglesia en Hellnar ![]() Hellnar con Snæfellsjökull al fondo ![]() Acantilados en Hellnar A partir de este momento ya se entra en el Parque nacional Snæfellsjökull, dominado por el glaciar de igual nombre y que ocupa gran parte del extremo sur de la isla, la parte más especial de Snæfellsnes en mi opinión. Ahora si estábamos en el centro de la tierra que hace tiempo imaginó Julio Verne y aunque no somos Vernianos el sitio tiene algo mágico y quién sabe a dónde se llega a través del glaciar.
![]() ![]() ![]() Glaciar Snæfellsjökull La luz se iba atenuando y nos quedaban un par de paradas para disfrutar en primer lugar de los acantilados de Lóndrangar y de la playa de Djúpalon. Los primeros destacan por unos pilares rocosos en el mar que dicen, sirven de iglesia para los elfos.
![]() Acantilados en Lóndrangar Desde el punto panorámico de los acantilados se vislumbra el Faro de Malariff con forma de cohete. La playa de Djúpalon destaca por su arena negra y los restos oxidados de un naufragio que tuvo lugar en este lugar a mediados del siglo pasado.
![]() Playa de Djúpalon El cansancio comenzaba a atraparnos y pusimos rumbo a nuestro destino final del día en Grundarfjörður. Atravesamos poblaciones como Hellissandur y Ólafsvík, enclaves pesqueros in mucho interés para el viajero y menos para el viajero agotado como nosotros. Durante el camino nos cruzamos con poca gente, pero eso no quiso decir que no tuviésemos compañía...
![]() Una carretera cualquiera en Islandia... Llegando a Grundarfjörður vimos por primera vez uno de los lugares más fotografiados de Islandia, la montaña Kirkjufell. Nuestro alojamiento tenía una localización agradable frente a la misma y nos regaló un bonito atardecer.
![]() Montaña Kirkjufell ![]() Atardecer en Grundarfjörður Aprovechamos para cenar en el alojamiento y nos fuimos a dormir satisfechos con el día que habíamos tenido. Mañana seguiríamos explorando Snæfellsnes y cogeríamos el ferri hasta los Fiordos del Oeste.
Alojamiento: La elección de alojamiento de este día fue todo un acierto. Lo reservamos a través de Airbnb en Grundarfjörður, con una situación increíble frente a Kirkjufell. Nosotros éramos tres, pero en la casa se pueden alojar hasta 8 personas cómodamente. Cuenta con una cocina muy equipada y lo único negativo que vemos, a parte del precio pero eso es una tónica en los alojamientos islandeses, es que solo cuenta con un baño pequeño.
El alojamiento se llama Hellnafell y os dejo por aquí la página para reservarlo y alguna foro que tomamos donde se pueden ver las vistas desde el comedor. ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Restaurantes: Comimos en el restaurante del Settlement Center en Borgarnes. El sitio es agradable y se come bien. Tienes la opción de elegir un pequeño buffet. Etapas 4 a 6, total 21
![]() Más Snaefellsnes y cruce a los Fiordos del OesteTerminamos de recorrer la Península de Snaefellsnes y cruzamos en ferri hasta los Fiordos del Oeste. Hoy nuestro objetivo era realizar las visitas que nos quedaban en Snæfellsnes, tranquilamente ya que teníamos algo más de medio día hasta que nuestro ferri saliese con destino a los Fiordos del Oeste donde haríamos una pequeña ruta inicial por ellos en busca de frailecillos en la península de Látrabjarg.
![]() ![]() Ruta del día El primer y gran objetivo del día es visitar la cascada Kirkjufellsfoss donde se obtienen algunas de las fotos que todos hemos visto alguna vez antes de ir a Islandia. Nosotros lo teníamos sencillo, habíamos amanecido justo al lado...
![]() Kirkjufell El día no había amanecido perfecto, pero era suficiente para disfrutar de la montaña y de la cascada, sin nubes, lo que ya es un triunfo. Kirkjufell nos pareció un sitio bonito en Islandia, de los que hay que incluir en tu itinerario de viaje, pero en mi opinión se ha magnificado un poco el lugar y pienso que su aparición en la serie Juego de Tronos ha contribuido a ello. Nosotros hemos visto la serie, pero no somos muy entusiastas. Para los que si sois fanáticos de la serie no os perdáis este hilo:
![]() En la cascada es el sitio donde más gente nos encontramos en todo Snæfellsnes pero a pesar de ello pudimos disfrutar sin excesivos agobios. Un año de turismo normal debe ser uno de los puntos de mayor afluencia. Desde Grundarfjörður retrocedemos un poco por la carretera 54 por la que habíamos llegado el día anterior y nos desviamos brevemente hasta el aparcamiento gratuito.
Todos buscamos la misma foto, la cascada con la montaña Kirkjufell de fondo. El entorno es muy agradable y también es muy bonito ver como el agua procedente de la cascada desemboca en el fiordo. ![]() ![]() Kirkjufellsfoss ![]() Pusimos rumbo a Stykkishólmur para estar con tiempo suficiente para coger el ferri, pero aún teníamos un par de paradas que hacer durante la mañana. La primera parada implica que os desviéis de la carretera 54 que lleva hasta Stykki, pero es que muchas de las cosas buenas en Islandia se encuentran dejando de lado la carretera sencilla y tomando como es este caso una carretera de grava, la 558, que os llevará a un maravilloso campo de lava conocido como Berserkjahraun. El camino, aunque no esté asfaltado, es sencillo y merece mucho la pena el desvío, se puede hacer con turismos que no sean 4x4.
![]() Hraunsfjarðarvatn ![]() ![]() ![]() Campo de lava Berserkjahraun Volvemos a la carretera 56 asfaltada y poco antes de llegar a Stykkishólmur paramos en la pequeña montaña Helgafell. Según la tradición a los que suban hasta la cima se les cumplirán tres deseos, pero para ello debes subir en silencio, sin mirar atrás y cuando llegues a las ruinas de la antigua capilla, debes pedir los deseos mirando al este. Algún deseo se ha cumplido así que algo de verdad debe haber, lo que si es cierto es que las vistas son perfectas y compensan la breve subida.
![]() Helgafell Desde aquí pusimos rumbo a nuestro último punto del viaje dentro de Snæfellsnes, Stykkisholmur, la población más grande de la península y también el lugar desde el que cogeríamos el ferri rumbo a los Fiordos del Oeste.
Stykki es una buena base para luego coger el ferri con bastantes opciones de alojamiento, supermercados y restaurantes. Además, tiene algún punto de interés como es la isla de basalto de Sugándisey a la que se puede subir caminando brevemente para disfrutar de las vistas del Breiðafjörður desde el faro. ![]() Sugándisey ![]() Faro de Sugándisey ![]() Breiðafjörður ![]() Stykkisholmur Paseamos por el pueblo buscando un sitio para comer, aunque nos encontramos con todo cerrado, era lunes, y al final solo nos quedó la opción de tomarnos un fish and chips en un puesto junto al puerto.
![]() Por unos 9€ nos tomamos nuestros fish and chips sentados en la terraza de la oficina donde venden los billetes del ferri mirando al puerto. Muy agradable.
El ferri que une Stykkisholmur con Brjánslaekur en los Fiordos del Oeste, se conoce como Ferri de Baldur. En un año como el nuestro no tuvimos problemas para encontrar billetes, pero normalmente es recomendable reservar con antelación, más en los meses de verano. En esta página podéis encontrar toda la información y podréis comprar vuestros billetes. ![]() ![]() Ferri de Baldur El trayecto dura unas 3 horas y hace una pequeña parada en la isla Flatey, donde algunos viajeros descienden para hacer noche en alguna de las pocas casas de la isla. Flatey, al parecer es un excelente punto de observación de aves y de búsqueda de la tranquilidad y soledad. Cuando la veáis lo entenderéis. Si queréis quedaros en la isla, hay una opción para embarcar con vuestro coche y que éste vaya hasta los Fiordos del Oeste y vosotros bajaros en Flatey.
![]() Isla Flatey El trayecto no se hace pesado, puedes estar en la cubierta o en el interior. Normalmente hay una cafetería pero por culpa del coronavirus estaba cerrada. En cubierta las vistas son fabulosos, gracias también a que el día es magnífico, aun así con el viento hace frío y es necesario abrigarse.
![]() ![]() En algún lugar del Breiðafjörður ![]() Fiordos del Oeste Nada más llegar a los Fiordos del Oeste nos pusimos en ruta, no teníamos tiempo que perder y el día ya estaba muy avanzado. Queríamos llegar hasta los acantilados de Látrabjarg, por su belleza y para apurar nuestras últimas opciones de ver frailecillos, ya que es una importante zona de anidación. Antes de llegar a los acantilados nos desviaríamos para visitar la playa de Rauðisandur.
En los Fiordos del Oeste comenzamos a experimentar la soledad, la naturaleza en su máximo esplendor, fue aquí donde me enamoré de Islandia sin remedio. ![]() En algún lugar de los Fiordos del Oeste Para llegar a las visitas que teníamos marcadas debíamos tomar la carretera asfaltada 62 desde la terminal de ferris y desviarnos en la carretera 612 que ya es de grava como muchas otras en los fiordos. La carretera es buena, aunque obviamente la conducción es más lenta, a un máximo de 80 km/h. Parra llegar hasta Rauðisandur, nos desviamos por la carretera 614, más complicada, pero espectacular.
![]() ![]() Carreteras en los Fiordos del Oeste La playa de Rauðisandur es increíble, un paraíso y los que optan por quedarse en el camping que está en las inmediaciones, unos afortunados.
![]() Rauðisandur Deshicimos el camino de nuevo hasta la carretera 614 y pusimos rumbo a los acantilados de Látrabjarg. Aquí los paisajes ya te terminan de enamorar, naturaleza desbordante. Los acantilados me recordaron a algunos que vimos en Escocia, salvando las diferencias.
Cuando llegamos al faro de Bjargtangar, comenzamos a caminar pegados a los acantilados. Esta caminata está incluida en la guía Rother en la ruta 41. Son unos 7 kilómetros ida y vuelta, aunque se puede decidir hasta donde se va y volver antes. Nosotros no hicimos la ruta entera porque estaba ya atardeciendo. ![]() ![]() Es una ruta apasionante para los amantes de la fotografía y de las aves. Hay que tener cuidado en esta ruta si se va con niños pequeños ya que vas continuamente pegado al acantilado y muchas veces el camino es inestable. Con un poco de precaución es seguro.
En el camino de ida vimos cientos de gaviotas en sus nidos o que llegaban volando, pero ni rastro de frailecillos. Bien es cierto que siempre dicen que suelen anidar aquí hasta mediados de agosto por lo que nosotros llegábamos unos días tarde. Sin embargo, siempre hay esperanza o frailecillo despistado lo podemos llamar. Nos encontramos un único frailecillo solo a la vuelta de la ruta. El pobre estaría despistado o imposibilitado para volar con el resto. Nosotros habíamos visto ya frailecillos en la Isla de Mull en Escocia, pero a mi cuñado le hizo ilusión verlo. ![]() ![]() El último frailecillo de Látrabjarg Estaba ya atardeciendo y dejamos atrás los acantilados y el increíble paisaje. Nos dirigimos a Patreksfjörður donde pasaríamos la noche.
![]() Como colofón al día, de camino al alojamiento nos topamos con el fotogénico y oxidado barco Garðar BA 64. Se cree que es el barco más antiguo de Islandia y fue construido en Noruega en el año 1912, el mismo año que se hundió el Titanic, como barco ballenero. Una parada breve pero que os gustará.
![]() Garðar BA 64 Con esto dábamos por finalizado otro completo día en Islandia. Era tarde para buscar un sitio para cenar y en el hotel el restaurante estaba ya cerrado, así que improvisamos una cena en la habitación. Al día siguiente tocaba día largo.
Alojamiento: Elegimos el Fosshótel Westfjords. Uno de los alojamientos más flojos del viaje. Siguiendo la tónica general la habitación y el baño no eran muy amplias, aunque muy limpias. El personal amable y servicial, nos ayudaron desde recepción a contactar con el centro de salud de cara a realizarnos el segundo test PCR.
![]() Fosshotel Westfjords Etapas 4 a 6, total 21
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