![]() ![]() Bajo el cielo de Mesoamérica (México) ✏️ Blogs de Mexico
En este diario explico mis experiencias y mi viaje en el interior de la Sierra Madre Oriental y Occidental y la región de Chiapas, durante quince días en septiembre del 2021.Autor: Agus1973 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (8 Votos) Índice del Diario: Bajo el cielo de Mesoamérica (México)
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ღ SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS ヅ
A las 18:00 h paro un taxi en el centro de Oaxaca para que me lleve a la estación de ADO, pues dentro de tres horas saldrá mi autobús a San Cristóbal de las Casas. La terminal es pequeña pero moderna, limpia y acristalada y tiene los servicios mínimos que todo viajero desea: consignas de equipajes, baños, restaurantes, tienda… Taxi 50 pesos. Autobús 862 pesos (casi trece horas de duración). Compro un diario local, El Imparcial, en un quiosco cercano a la terminal, para curiosear un poco las noticias de la región. El característico y, diría, agradable olor del papel me recuerda viajes pasados, cuando internet todavía estaba en pañales y la información que recopilaba procedía muchas veces de este medio. Uno de los artículos que me llama la atención, firmado por Lisbeth Mejía Reyes, escribe sobre la desconfianza de los oaxaqueños en la policía municipal, donde, según unos resultados de Envipe (Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública), el 72,6 por ciento de los residentes consideran el estado de Oaxaca inseguro. Esa percepción puede ser engañosa para el turista que se suele mover por lugares y horas relativamente tranquilas y seguras y puede llegar a pensar que Oaxaca y en extensión México es un estado o país seguro, y lo que es seguro son los lugares de interés turísticos, centros históricos, barrios o residencias de clase alta, autopistas, etc… donde el Gobierno no escatima gastos a la hora de la seguridad, habiendo una ingente cantidad de fuerzas y cuerpos del estado que, en otros lugares, menos afortunados, no tienen. Así que quienes realmente son víctimas de la delincuencia normalmente son los propios mexicanos y extranjeros demasiado imprudentes. Hay que tener muy mala suerte, si se sigue las reglas básicas, para tener un percance desagradable en el país. A las 08:30 h del día siguiente llego a la Terminal de San Cristóbal de las Casas, desde aquí al centro a pie debe haber unos treinta minutos. Estoy molido, solo ha parado quince minutos en dos estaciones en todo el trayecto. Menos mal que llevan baño interior, sino me veo orinando en una botella vacía. Taxi desde la terminal al centro 50 pesos. Hotel Margarita, ubicación céntrica, 500 pesos por día. Me quedo, al final, un día más de lo previsto, o sea, tres días. Como hasta las tres no puedo acceder al hotel dejo mi equipaje en recepción y aprovecho para almorzar y dar mi primera vuelta por el centro histórico. Lo primero que llama la impresión es lo limpio y ordenado que están las calles empedradas del centro y lo que lucen las coloridas fachadas de los edificios coloniales sin el cableado aéreo. Probablemente, una de las ciudades de México más bellas, ubicada en los altos de Chiapa a la misma altitud que Ciudad de México, 2200 msnm. Es una ciudad turística donde muchos extranjeros han quedado cautivados y la han convertido en su primera o segunda residencia habitual. ![]() ![]() ![]() Lleno el estómago decido subir los setenta y nueve peldaños que lleva a la iglesia de Guadalupe, sin interés turístico, desde donde hay una buena panorámica de una parte de la ciudad no turística. Mientras estoy apoyado en un murete observando la ciudad más real un taxista saca del maletero su guitarra española, sentándose en un poyete de la fachada de la iglesia y empieza a tocar boleros con maestría. Evocando un ambiente nostálgico entre los pocos que estamos allí en esas primeras horas del día. ![]() ![]() Me dirijo a la lavandería Rossco, ubicada en la calle Benito Juárez, cercana a mi hotel, para dejar la ropa sucia. El precio está sobre los 10 pesos el kilo y en cinco horas puede pasar a recogerla. ![]() A las 14:00 h hago la entrada en el Hotel Margarita con un bonito patio andaluz. La habitación está muy limpia y tiene baño privado, televisión y caja fuerte. Carlos, el recepcionista, me comenta que si pago en efectivo me hace un descuento de 137 pesos por noche. En el soportal de la entrada del hotel hay en un lateral una agencia de viajes, Viajes y Hoteles Chiapas-Guatemala, donde contrato dos tours para los siguientes días: El cañón del Sumidero y miradores por 400 pesos (incluye entradas de acceso) y Palenque más cascada de Agua Azul y de Misol Ha por 600 pesos (incluye entradas de acceso y comida en buffet sin bebidas). Después de comer y una buena siesta me dirijo a la plaza 31 de marzo y subo a un trenecillo turístico por 75 pesos que recorre los lugares más interesantes. El guía, que a veces es el conductor y otras una grabación, nos indica una calzada de la época colonial que todavía mantiene los adoquines originales, una estatua homenajeando a Bartolomé de las Casas, religioso defensor de la causa indígena pero no de los esclavos africanos que llegaban al nuevo mundo, unos tenían alma, pero otros, al parecer, no. La amarillenta catedral de bordes granates que al arquitecto se le olvido colocar torres, y es que tañer las campanas aquí no será un problema para los oídos más sensibles. ![]() Ya por último accedo al museo del Ámbar por 30 pesos, ubicado en la segunda planta de un antiguo convento. En una pequeña sala nos cuentan, a través de paneles y exposición de ámbares, la historia de esta resina fosilizada que recuerda más a un mineral. Y sí estás interesado en adquirir una pieza de este fósil en la salida tienen una pequeña tienda que los venden. ![]() Y al final del día que no falte la cerveza o los jugos, que están buenísimos en México, y más, en el Estado de Chiapas. ¡Ándale otro jugo! ![]() Etapas 7 a 9, total 12
ღ EL CAÑON DEL SUMIDERO ヅ
No hacen justicia los medios audiovisuales sobre la belleza de este tajo profundo en la montaña que, por derecho propio, se ha convertido en la gran atracción de Chiapas. Es, lo mires por donde lo mires, a vista de pájaro o a vista de pez, una de esas maravillas que conmueven y embelesa hasta al espíritu más pétreo del planeta. Ir a Chiapas y no perder un día en él, aunque sientas aversión a los espacios verdes, es un sacrilegio. Y es que nunca antes una herida tan profunda en una montaña supuro tanta belleza y enamoró a tantos seres vivos. Y como gran atracción turística se han montado alrededor de él una economía que debe alimentar a un número considerable de personas. Desde la entrada que hay que pagar para llegar a los miradores con algunas tiendas como las lanchas para recorrer el río Grijalva y ver sus muros infinitos y algunas cascadas que surgen de ellos. En la furgoneta de la agencia vamos tres jóvenes alemanes, una pareja de mexicanos de mediana edad, una joven poblana y yo. Accedemos primero a la carretera serpenteante y ascendente que sube a los miradores, nosotros visitamos tres de los seis miradores que hay, la entrada está incluida en el tour. En los dos primeros hacemos una parada de quince minutos y en el último, donde las vistas son ya de escándalo, a mil metros de altura, es donde nos da más tiempo el conductor, treinta minutos. Aquí hay baños, una tienda y un restaurante. ![]() Terminado las visitas a los miradores descendemos lo subido y en una hora nos encontramos en el embarcadero, al lado de la presa Chicoasén, que es la presa hidroeléctrica más alta de América, según Wikipedia. ![]() En el muelle nos dan unos chalecos salvavidas y subimos dos grupos diferentes a una lancha. Antes de dejar la presa a popa nos acerca el conductor-guía a otras embarcaciones que venden refrigerios, donde los turistas mexicanos son quienes compran y los extranjeros no. Nos internamos por aguas profundas, alcanzando los 250 m, probablemente tenga que ver mucho con su máxima profundidad la hidroeléctrica. Nos acercamos al cañón como si de un embudo bidimensional se tratara con sus lados ascendiendo vertiginosamente al cielo, un cielo que se hace inalcanzable para la vista de los turistas. Antes de que se estreche el embudo hay dos cascadas imponentes, una a cada lado, donde la de la izquierda, la que ha esculpido la imagen de un árbol de navidad en su muro, pierde su trayectoria de caída a causa del viento y se convierte, unos cuantos metros más al lado, en una torrencial lluvia de verano. ¿Queréis sentir la lluvia? Nos instiga maliciosamente el guía. ¡Sí, sí! Brama los pasajeros, entre risas. El guía se esfuerza para que la visita al cañón sea divertida y amena, pero, para mí, ya lo es, estando ante tan maravilloso espectáculo natural, suficientemente magnífico por sí solo, sin necesidad de adornos; que erróneamente pensé que fue causado por el cauce del río a lo largo de millones años, cuando la causa de la fractura es una falla geológica ocurrido en el Pleistoceno. ![]() ![]() La vegetación exuberante, los pelícanos, los buitres, las garzas con sus elegantes movimientos y los cocodrilos dormitando es la guinda del pastel a pesar de que “Pancho “no quiera hoy saludar al público. “Pancho” es el apodo que nuestro divertido guía le ha dado a un mono araña que parece ser que suele dejarse ver mucho entre las copas de los arboles cercanos al rio. Llegamos al embarcadero de la pequeña población de Chiapas de Corzo. Allí nos espera nuestro conductor, quienes nos comenta que tenemos una hora para comer, que nos espera en el zócalo a las 16 h para volver a San Bartolomé de las Casas, y también nos recomienda un restaurante que todos rehusamos con mayor o menor grado de diplomacia, hay quienes ni entran para mirar, directamente se van sin más a su bola. ![]() Como unos camarones a la mexicana en el bonito y acogedor patio interior del restaurante Los Corredores, cerca del zócalo. Luego, doy un corto paseo por los pequeños soportales de la plaza, lleno de puestecitos con pastelitos con buena pinta. Enseguida aparece el conductor, que debe tener ganas de acabar su jornada, y volvemos a la capital turística de Chiapas. A cenar y a descansar de una jornada maravillosa. ![]() ![]() Etapas 7 a 9, total 12
ღ PALENQUE ヅ
Un joven mexicano se tambalea y se le cae la lata de cerveza al suelo, se mantiene fijo, sin moverse, con los brazos y la cabeza caídos, intentando recuperar aliento para seguir caminando en la desértica calle de Guadalupe a las cuatro de la mañana. Vuelve a moverse, recupera con esfuerzo la lata, y se sienta en el borde de la acera, está totalmente perjudicado, la noche ha podido con él. Llevo media hora observándolo, el mismo tiempo que lleva de retraso el conductor que tiene que recogerme para llevarme a Palenque. Por fortuna, no es violento y si tiene un carácter violento hoy no podrá hacer gala de él. ![]() Por fin, llega mi conductor, soy el último pasajero. Hoy me acompaña una joven alemana, una mexicana, una pareja mexicana residentes en Los Ángeles y otra mixta, la mujer mexicana y él americano y, además, repite la chica poblana. Es una excursión larga desde San Bartolomé de las Casas, una paliza, hacerlo de ida y vuelta en un mismo día, pero la ventaja que no tendré que bregar muchas horas con el tiempo tropical, solo las horas que este visitando la zona arqueológica. La alemana y la mexicana que no es de Puebla se quedaran en Palenque. Lonely Planet recomienda no hacer este trayecto de noche, la carretera 199 que pasa por Ocosingo, por posibles asaltos. Por el día, se ve bastante controles policiales y es más complicado que ocurra algo. ![]() Almorzamos en el pequeño pueblo Arroyo Agua Azul y nos da nuestro conductor una hora para ver las cascadas escalonadas con nombre homónimo. Visito estos interesantes saltos de agua que hoy deberíamos llamar Agua Marrón. No siempre es azul, por lo visto; sin embargo, este pequeño impedimento no desluce el espectáculo. ![]() Una hora más tarde, aproximadamente, llegamos a las cascadas de Misol- Ha, donde Schwarzenegger se las vio putas para sobrevivir contra el impecable cazador alienígena. Y es que aquí grabaron algunas escenas de Predator en los ochenta. Esta cascada tiene un salto de treinta metros que cae en una turbulenta poza que crea por el impacto permanente de agua una maravillosa neblina fotogénica. Me quedo enamorado de esta belleza, mucho más bonita que la Cascada de Agua Azul; pero para gustos, los colores. ![]() ![]() En media hora estamos otra vez en ruta, somos como los relámpagos: ahora te veo, ahora ya no te veo, empiezo a recordar por qué nunca he sido muy partidario de los tours, donde se suele valorar más la cantidad que la calidad; mas en este viaje, contradiciendo mis principios o es que ya me hago mayor, he preferido sacrificar la “libertad” por la seguridad y la tranquilidad. ![]() Los precios de los guías son fijos en Palenque, así que decidimos coger uno para todos excepto la chica alemana, que casi no habla español. Ciento noventa pesos por cabeza entre siete personas, es decir: 1330 pesos. La entrada está incluida en el paquete del tour. ¡Buah! Me coge desprevenido el escenario que contemplo, el verdor de la selva tropical lo abarca todo, excepto las ruinas arqueológicas. Es un escenario inigualable con los aullidos de los monos, eso sí, el calor aquí es pegajoso e insoportable, estamos a menos de 80 msnm. Lo primero que nos comenta el guía que la etimología de Palenque es un vocablo prestado del catalán; sin embargo, hay quienes defiende que procede del occitano. El caso, que Palenque no es su verdadero nombre, al menos no como lo conocieron los mayas. También nos dice que la mayoría (el 85%) de los edificios de esta ciudad del periodo clásico maya siguen ocultos entre la densa vegetación y los montículos de tierra, no se puede sacar a la luz porque el área está declarada como reserva natural y está protegida por su gran diversidad biológica, y me parece justo que así sea: la vida por encima de las piedras siempre que no puedan convivir juntas. Los edificios más interesantes rodean un claro con algún que otro hermoso ejemplar de ceiba u otro árbol. Entre los más destacados está el fotogénico Templo de las Inscripciones donde encontraron la tumba del rey Pakal que según dicen nada tiene que envidiar a las tumbas faraónicas en pomposidad, quienes algunos sostienen, donde la arqueólogos dan un razón más mundana, que lo que se ve en la lápida es una nave espacial conducida por un hombre, cerrada al público indefinidamente, esta vez no a causa del virus; El Palacio, el edificio más grande donde todavía observo trabajar a los arqueólogos o el Templo XIII donde reside los restos de la Reina Roja, asimismo terreno fructífero para teorías alternativas a la oficial, si no vean los capítulos sobre Palenque de la serie Alienígenas Ancestrales. A causa de la pandemia no se puede subir en los edificios como antaño. No entiendo muy bien esta norma estando los restos arqueológicos al aire libre, diferente si lo hicieran para preservarlos del desgaste que puede causar el trasiego incansable de turistas a los edificios. El americano casado con una mexicana, se queda esperando en el claro, su salud es frágil y solo habla inglés, mientras el guía nos lleva a otra plaza más pequeña con edificios con menos pomposidad. Sigue hablando, pero de los siete, solo tres seguimos escuchando atentamente sus explicaciones. El mexicano residente en EEUU está pensando más en la comida y en la bebida, su naturaleza juerguista no congenia bien con este escenario. ![]() Por fin, nuestro amigo se siente feliz, estamos ya en el restaurante buffet, solo tenemos que pagar la bebida, la comida está incluida. Nos sentamos todos en una misma mesa redonda donde todos interactuamos, incluso la chica alemana y el americano. Los postres, al menos en los buffet que he visitado en mi estancia en México, suele haber poca variedad. La vuelta se hace más pesada. Llego a San Cristóbal de las Casas a las 21:00h. Compro unas porciones de pizza y una coca cola y me voy al hotel. Estoy tan cansado que me cuesta hasta masticar la comida antes de irme a dormir. Etapas 7 a 9, total 12
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