![]() ![]() Entre cenotes y columpios, volviendo a soñar ✏️ Blogs de Mexico
Combinado Riviera Maya-Holbox, madre e hija de 11 años. Septiembre 2021.Autor: Tesca Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (22 Votos) Índice del Diario: Entre cenotes y columpios, volviendo a soñar
Total comentarios: 24 Visualizar todos los comentarios
Etapas 4 a 6, total 9
Hoy tenemos programada una excursión muy similar a la que hicimos en nuestro anterior viaje a Riviera Maya, pero con algunas diferencias. Tras nuestra estupenda experiencia en 2016 con la compañía del taxista Andrés de la Mora, decidimos repetir con él la excursión. A pesar de contactar con cierta premura, las gestiones por parte de Andrés fueron muy rápidas y cuando me ofreció las excursiones que tenía programadas, enseguida tuvimos claro que ésta no podía faltar. Chichén Itzá, cenote Ik-Kil y ruinas de Cobá: los dos primeros, dos lugares conocidos que estábamos encantadas de repetir y el tercero, un lugar nuevo por descubrir. Para nosotras, al ser solo dos personas y decidir el viaje con tan poca antelación, fue lo más cómodo hacer las excursiones de esta manera, ya que no nos tuvimos que preocupar de buscar compañeros de viaje pero nos asegurábamos que seríamos como máximo 10 personas, lo que hacía de esta excursión algo muy familiar y en cierto modo personalizado. Simplemente le dijimos a Andrés el día que elegíamos para nuestra excursión, nos apuntó y enseguida nos comunicó que teníamos compañeros de viaje y la excursión salía adelante, algo que sin embargo no ocurrió con la excursión a Bacalar que nos hubiera gustado hacer el primer día.
Tal y como nos había indicado Andrés por whatsapp el día anterior, el taxi nos recogería en el lobby del hotel a las 6:35 AM. Ello suponía que no nos daba tiempo a desayunar en ninguno de los buffets, pues todos abrían a las 7:00. Sin embargo, todo está preparado para estas ocasiones y en la cafetería del lobby ofrecen café, leche y bollería variada. Nos sentamos a desayunar en los sofás mientras esperamos al taxista. ¡Aún es de noche! El taxi llega puntual y en él ya están montados nuestros 8 compañeros de viaje para el día: cuatro parejas jóvenes. Durante la primera parte de la ruta, el guía y a la vez conductor nos explica algunos detalles de cómo sería el día y a continuación nos pone un vídeo a la vez que nos da la oportunidad de descansar o dormir, pues el trayecto hasta nuestro primer destino del día dura 2 horas y media. Llegamos al yacimiento arqueológico de Chichén Itzá a primera hora de la mañana y allí nos espera el otro guía de la compañía. Dividimos el grupo en dos, para repartirnos entre los dos guías y a nosotras nos toca con una de las parejas, por lo que la visita guiada es casi privada y fenomenalmente explicada. A pesar de que ya conocíamos este mágico lugar, declarado una de las “Nuevas siete Maravillas del Mundo”, no deja de sorprendernos a la vez que emocionarnos estar allí, contemplando la pirámide de Kukulkán y el resto de templos que forman el yacimiento. Tras visitar todos ellos acompañados del guía, tenemos tiempo libre para pasear por nuestra cuenta, hacer fotos y comprar algunos souvenirs. De Chichén Itzá nos dirigimos al Cenote Ik-Kil, situado a 3 Kilómetros del yacimiento. El guía nos da los tickets para entrar al cenote y comer en el restaurante que hay al lado; tenemos 2 horas para todo y decidimos comenzar por el baño para después comer. A pesar de ser un lugar también conocido para nosotras, estamos deseando volver a bañarnos en uno de los cenotes más sorprendentes de Yucatán. Situado a 400 metros bajo tierra, está rodeado de vegetación y cascadas en forma circular permitiendo la entrada de luz y ver el cielo al ser un cenote semiabierto. Al llegar, impresiona la vista desde arriba, al igual que la bajada en espiral por las escaleras, con sus pequeños descansillos que permiten ver el cenote cada vez más cerca. Una vez allí, nos metemos al agua sin pensarlo; estamos acaloradas tras la visita a Chichén Itzá. Percibimos mucha menos gente que en 2016, lo que nos permite disfrutar mucho más del baño. No me canso de mirar al cielo a través de las enredaderas y cascadas desde el agua. Otro momento mágico del día de hoy, el baño en el cenote Ik-Kil. Nos dirigimos a comer al restaurante; se trata de un buffet de comida típica mexicana y elegimos un poco de todo para degustar los platos más típicos: cochinita pibil, pollo con salsa mexicana y pescado empanizado; todo ello acompañado de tacos y totopos, ¡cómo no! Durante la comida entablamos más amistado con nuestros compañeros de viaje y surge el tema de las posibles excursiones que queremos hacer en los días siguientes. Así que como nuestras ideas son parecidas comienzo a organizar un plan conjunto para mañana. A las 13:30 estamos puntuales en el taxi para dirigirnos a otro de los yacimientos arqueológicos más conocidos de Yucatán: Cobá. Esta visita quedó pendiente en nuestro anterior viaje, por lo que nos ilusiona mucho poder realizarla esta vez. Lo más característico de estas ruinas es que están situadas en medio de la selva. Es por ello que para recorrerlas más fácilmente es necesario tomar una bici o una bici-taxi. En nuestro grupo todos optamos por la bici y tras recoger la entrada, vamos al lugar donde se encuentran aparcadas y elegimos la que más se nos adecua pues las hay de varios tamaños, incluidas para niños. Realmente es toda una experiencia recorrer la selva en bicicleta y parándonos a visitar cada uno de los monumentos mayas que allí se encuentran. Una vez más, el guía nos lleva hasta el final del recorrido, explicándonos lo principal y a partir de ahí regresamos a nuestro aire y haciendo las paradas que nos gustan. Son las 17:00 cuando abandonamos Cobá, coincidiendo con la hora del cierre, y nos dirigimos al taxi a tomar el camino de regreso. Estamos más cerca de la zona hotelera y el trayecto dura poco más de una hora. Fantástica la excursión de hoy, nos ha encantado repetir lo conocido, pues se disfruta de otra manera; sin duda, no hay momentos iguales, cada momento es único. Y la novedad de las ruinas de Cobá, un aliciente nuevo en nuestra salida, con un encanto especial, por su ubicación en plena selva. Llegamos felices al Palladium, nos despedimos de nuestros compis de viaje y nos damos nuestros números de teléfono para terminar de concretar la excursión de mañana, que promete. Para esta noche tenemos hecha la reserva en el restaurante “Poseidón”, situado en plena playa del hotel. La reserva es a las 21:00, la única hora que quedaba disponible cuando reservé el día del check in. Me da pena porque será ya de noche pues el entorno es precioso, pero por otra para nos permite tener tiempo suficiente para darnos un baño en la piscina e ir a la habitación a asearnos tranquilamente, muy necesario tras la excursión completa del día de hoy. Recibimos un whatsapp de las chicas del mini club, invitando a mi hija a una fiesta india en la playa, así que se prepara rápidamente para llegar a tiempo. Mientras tanto yo me encargo de cerrar la excursión para mañana con Armando, un taxista con el que llevaba escribiéndome desde España para hacer una ruta por los cenotes de Tulúm. El hecho de ir las dos solas me hacía dudar, pues me parecía que no compensaba económicamente al no llenar el taxi, pero finalmente podremos hacerla pues vendrán también dos parejas de las que hemos conocido en la excursión de hoy y nos saldrá mucho más económico. Armando es una maravilla, pues se adecua perfectamente a nuestros deseos de viaje y como conoce muy bien la zona, me ayuda a la hora de tomar decisiones y elegir. A las 20:45 estoy en el mini club recogiendo a mi hija y nos dirigimos al restaurante de la playa paseando junto al mar. El lugar es encantador en plena arena de la playa y la comida excelente. Pedimos de entrantes un ceviche mixto y un coctel de gambas, y de platos principales arroz con vegetales de temporada y pasta con frutos del mar (mejillones y langostinos). Todo ello acompañado de estupendos coctels. Los platos enormes, por lo que no llegamos al postre. Nos vamos felices a dormir tras un día intenso y súper bonito. Etapas 4 a 6, total 9
Anoche quedó organizado el plan del día de hoy con Armando el taxista. Recogería en primer lugar a nuestros cuatro compañeros de viaje en el hotel Barceló y pasaría a las 7:45 por el Grand Palladium a recogernos a nosotras. Hoy sí tenemos tiempo de desayunar en el hotel y decidimos repetir el buffet de La Dalia. De camino disfrutamos del precioso amanecer, a lo lejos y también saludamos a nuestros amigos los coatís. El desayuno espectacular y tan variado, que siempre hay cosas nuevas para probar. De allí nos dirigimos al Lobby del White Sand, donde nos recogerá Armando.
A las 7:50 llega el taxi y nos dirigimos en primer lugar al yacimiento arqueológico de Tulúm, con intención de entrar a primera hora, antes de que llegue el turismo masivo. Es uno de los sitios arqueológicos más representativos de la Riviera Maya, ese lugar en el que muchos soñamos hacernos una foto cuando vamos a Riviera Maya, con sus palmeras sobre el mar. Durante el viaje hablamos con Armando de los posibles cenotes que visitar después; hay tantos en la zona que es difícil elegir. Nuestras prioridades son el Gran Cenote, el Cenote Dos Ojos y el Cenote Sac Actún. Luego lo decidiremos. Armando nos deja en la parada de taxis que hay al comienzo del camino que lleva al yacimiento de Tulum y nos dice que disfrutemos la visita a nuestro ritmo, pues nos espera en el taxi a nuestro regreso. Nosotras ya conocíamos el yacimiento del viaje anterior pero lo visitamos por nuestra cuenta y nos gustaría conocer más sobre su historia para poder disfrutarlo un poco más. En la entrada hay varios guías que ofrecen sus servicios y finalmente nos animamos a hacer la visita guiada con una de ellas. Merece mucho la pena la visita guiada, pues además de disfrutar del maravillosos paisaje, aprendemos algunos aspectos de la historia de Tulum, cuya traducción al español es “muro”, una característica que se puede observar en los restos de la muralla que sirvió como protección. Tras la visita nos quedamos un rato paseando por la zona de las ruinas que bordea el mar. No está permitido bajar a la playa pero las vistas desde arriba son espectaculares. Ha sido otro de los lugares que ha merecido la pena repetir, pues hemos aprendido cosas nuevas y además lo hemos visto con un cielo más despejado. Nos ha encantado Tulúm guiado y soleado. Regresamos a la parada de taxis donde nos espera Armando para llevarnos a un cenote, que finalmente decidimos que será el Sac Actun. Se encuentra en un camino que sale de la carretera federal, a la altura del parque Xel-ha, donde hay varios cenotes, como el cenote Dos ojos. Tras tomar este camino nos adentramos en la selva unos 4 kilómetros hasta que por fin llegamos al cenote Sac Actun, un lugar que desde nuestra llegada percibimos tranquilo y familiar. Los chicos que lo llevan nos explican que la visita es guiada con uno de ellos y que conviene ponerse un neopreno pues el cenote se adentra en una cueva subterránea. Así que nos equipamos con neopreno y equipo de buceo para adentrarnos en este maravilloso cenote. Es increíble bucear bajo tierra rodeados de estalactitas y estalagmitas en un agua de azul totalmente turquesa. Al llegar al fondo hay una pequeña plataforma desde la que podemos lanzarnos al agua, una verdadera maravilla. Además, el hecho de estar solos nosotros seis con el guía hace la visita más personal y lo disfrutamos muchísimo. El precio nos parece muy bueno por todo lo que incluye: 650 pesos/persona con el equipo, el guía y la privacidad que ofrece. Nos hemos entretenido en este cenote y, aunque veíamos la posibilidad de ir a otro más, se acerca la hora de comer y queremos hacerlo en nuestros respectivos hoteles. Por una parte nos da pena, pero nos quedamos con un fantástico recuerdo del cenote Sac Actum y queremos disfrutar del hotel. Pagamos a Armando 2500 pesos entre los seis. Sin duda, ha merecido la pena esta salida en privacidad a la vez que buenísima compañía. Hoy comemos en La Dalia, donde encontramos un buffet maravilloso y muy completo. Pasamos la tarde en la piscina del White Sand hasta que el sol se esconde y nos dirigimos a nuestra habitación a prepararnos para disfrutar de otra cena en restaurante temático que tenemos reservada en el Sumptuori, el restaurante japonés del hotel. De camino al restaurante paramos en el cenote que hay en el hotel: Xmucané. Este lugar es nuevo pues se trata de un cenote que han habilitado para cenas privadas pero que se puede visitar. Nos han recomendado hacerlo de noche pues con las luces tiene un encanto especial, y sin duda, descubrimos que así es. Y es que a este hotel no le falta un detalle. Continuamos camino al restaurante, que está situado en el hotel Kantenah y decidimos coger uno de los carritos que pasan pues nos hemos entretenido en el cenote y vamos justas de tiempo. Al llegar al Sumptuori sentimos que nos hemos transportado a Japón en un instante; se respira el ambiente asiático en el ambiente. Esta vez no hemos reservado cocina teppanyaki pues nos apetece degustar sushi y lo disfrutamos muchísimo. Nos ha encantado el día de hoy y nos da muchísima pena pensar que esta será nuestra última noche en el Grand Palladium. Etapas 4 a 6, total 9
Nos levantamos con cierta nostalgia al pensar que es nuestro último día en la Riviera Maya. Parece que los coatís lo saben, pues cuando salimos a desayunar, nos están esperando en la puerta de la habitación. Emocionante…
Hoy desayunamos en La Hacienda, el buffet del Colonial. Elegimos una mesa junto a las cristaleras y disfrutamos nuevamente de frutas tropicales, zumos, tostadas, bollería y unos deliciosos creps hechos al momento. A continuación paseamos por la zona del Lobby en restauración, vemos los flamencos y continuamos hacia el cenote Xmucané para verlo con la luz del día. Visitamos también la zona del Spa & Wellnes, no accesible para mi hija, pero preciosa para visitar sus exteriores. Pasamos por el Lobby y avisamos de nuestra hora de partida para que se encarguen de recoger las maletas que hemos dejado preparadas en la habitación y llevarlas a la recepción. Tras el agradable paseo llegamos a darnos los últimos baños en la piscina principal del Colonial, de la que no salimos pues hace mucho calor. Queremos despedirnos también de la piscina del White Sand, y como vamos a comer en La Dalia, pasamos en esta piscina el último ratito antes de comer. A las 13:00 abren el buffet de La Dalia, donde comemos estupendamente una vez más. De allí vamos directas al Lobby, donde ya está nuestro equipaje almacenado, a la espera de que llegue el transfer que nos llevará al puerto de Chiquilá. El transfer llega puntual a las 14:00. Nos esperan 2 horas de coche hasta el puerto y aprovechamos para descansar o medio-dormir. En Chiquilá se ve mucho movimiento y gente con maletas. Solo hay dos compañías de ferry que hacen el trayecto hasta Holbox: Holbox Express y 9 Hermanos, que han intercalado sus horarios para no competir entre ellas y dan servicio cada media hora. La nuestra es Holbox Express y nuestro ferry sale a las 16:30. Desde que nos montamos en el ferry podemos ver la isla de Holbox pues está muy cerca. El trayecto dura 15 minutos y cuando llegamos ya empezamos a percibir los colores que decoran esta isla tan especial. Así es, una isla única, donde nos recibe el taxista que nos llevará al hotel, en su taxi que es un carrito de golf, pues la isla no está asfaltada y no circulan vehículos por ella. Toda una experiencia colocar nuestras maletas en el carrito y dirigirnos al hotel atravesando el pueblo principal, con sus paredes decoradas con murales Street art y tiendas y restaurantes encantadores. Pasado el pueblo llegamos a la zona de la playa, vemos algunos hotelitos y unos tipis en la playa que nos llaman muchísimo la atención. La sorpresa es que el taxista nos dice que pertenecen a nuestro hotel. ¿Este es nuestro hotel? Mystique Blue Holbox. Un hotel bastante nuevo, situado frente al mar, totalmente respetuoso con el entorno y estratégicamente diseñado para aprovechar la luz natural como ambientación. Su diseño se inspira en los 5 conceptos más importantes del área: vegetación, movimiento del mar, madera regional, arquitectura mexicana y elementos orgánicos. La habitación muy original, con una terraza en la que hay una silla colgante. Nos encanta. Estamos deseando bajar a la playa y sentarnos junto a esos encantadores tipis. Nos damos nuestro primer baño en Holbox y enseguida vemos que está cayendo el sol. Realmente anochece pronto, por lo que subimos a darnos una ducha y cambiarnos para ver la puesta de sol y salir a ver el pueblo. El cielo increíblemente rojo. Magia… Cuando el sol se pone vamos paseando por la playa hasta la zona central en busca de alguna agencia para hacer las excursiones los próximos días. El caminito es encantador pues encontramos un montón de cafés, restaurantes y hoteles, todos ellos decorados al detalle. Llegamos a la parte de la playa donde están las letras de HOLBOX y preguntamos en la agencia que más nos llama la atención. Realmente es un chiringuito, en el que César se levanta de su hamaca para explicarnos las posibles excursiones. Nos cae tan bien y nos da tanta confianza que nos lanzamos a reservar la primera excursión para mañana: tour 3 islas por 500 pesos cada una. Dejamos una señal de 200 pesos y los 800 restantes los pagaremos mañana en el barco. La playa conecta con el pueblo y enseguida llegamos al restaurante Bocanegra, ubicado en un pequeño market donde hay 3 o 4 restaurantes distintos; un lugar curioso donde cenamos de maravilla. Los mejores tacos que he probado, realmente deliciosos: -Bocanegra: taco de camarón a la baja (tempura), taco de pulpo y taco de pescado. Limonada. 175 pesos = 8€. Damos un paseo por el pueblo y regresamos al hotel, felices pues el primer contacto con Holbox no ha podido ser mejor. Esta isla promete. Etapas 4 a 6, total 9
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.8 (22 Votos)
![]() Total comentarios: 24 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO
Diarios relacionados ![]() ![]() ![]() ![]() ![]()
![]() |