Colombia, 15 días ✏️ Blogs de Colombia

Desayunamos en Barú frente al mar y volvimos a Cartagena de la misma forma en la que llegamos, hay que caminar por la playa hasta el principio donde están todos los barcos, coger un camino de tierra y llamamos la moto taxi que nos vino a recoger al Parking, desde ahí fuimos a Pasacaballos y el conductor de la moto hizo parar el bus y nos subimos. La vuelta del bus nos costó 2.500 y nos dejó nuevamente en el monumento de la India Catalina, el recorrido que hace a la vuelta no es el mismo que a la ida y se nos hizo más corto.

Fuimos caminando al Hostel con un calor de morirse a dejar las mochilas y recorrer el centro de Cartagena que lo teníamos pendiente.
Se recorre todo caminado desde Getsemaní hasta el centro no son muchas calles, fuimos primero a la torre del reloj y a la Catedral.

Luego comimos por ahí, nos tomamos un helado y seguimos recorriendo las calles de los alrededores que tienen mucho encanto.


Terminamos la visita de esta zona en las murallas de Cartagena, son 11 km de estas enormes murallas que rodean el centro histórico y fueron construidas para defenderse de las invasiones piratas. Desde arriba hay unas vistas muy bonitas al mar.


Desde ahí fuimos al Castillo de San Felipe pero estábamos cansadas, vimos que había que subir mucho, había mucha gente porque era fin de semana y decidimos verlo desde fuera, es muy impresionante de todas formas.


Cruzamos al parque que está en frente y fuimos al famoso monumento de los zapatos, después de un rato de cola nos sacamos la foto de los zapatos con el Castillo de fondo, nada del otro mundo para que se formen esas colas pero ya que estábamos ahí aprovechamos.


Ya agotadas de caminar con un calor agobiante todo el día, fuimos a comprar unas cervezas y ver el atardecer relajadas desde un paseo marítimo muy bonito que encontramos.


Por la noche volvimos a cenar y ver el ambiente de la plaza que estaba en la esquina del Hostel. Probamos el patacón con todo, lo habíamos visto la otra noche que todo el mundo lo comía y nos llamó la atención, pero no nos gustó mucho era patacón con un montón de tipos de carne, salchicha, queso y no sabemos que más tenía esa mezcla.
Era fin de semana así que la noche estaba muy animada por la zona, pero nosotras nos tomamos algo en la plaza y nos fuimos. Nos quedó pena de no vivir más la fiesta de Cartagena, ver algún grupo en en vivo y verlos bailar que debe ser un espectáculo, pero quedará pendiente para la próxima...

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Para llegar a Santa Marta desde Cartagena fuimos hasta la parada de bus Transcaribe que es un tipo tranvía con su propio carril, para poder utilizarlo debes tener una tarjeta recargable y el viaje cuesta 2.500 cop, nosotros no teníamos tarjeta pero le puedes dar el dinero a alguien y que te lo ponga en su tarjeta, o si no comprar una tarjeta que sale más cara que los pasajes para utilizarla una sola vez, desde ahí cogimos un bus que nos llevara a la terminal central. En la terminal compramos algo para desayunar que había de todo y cogimos el bus hasta Santa Marta que nos costó 50.000 cop y tarda unas 5 horas en llegar, pero la verdad que era muy cómodo y se nos pasó volando, tenía películas y todo para amenizar el viaje.

Una vez en Santa Marta nos dejaron en un sitio que no sé muy bien donde era, pero bastante lejos del centro, tuvimos que coger otro bus local que nos llevara al centro, este costó 2.000 cop y nos dejó a unas dos calles del Hostal, fuimos a dejar las mochilas y recorrer lo que quedaba de tarde en Santa Marta.


Fuimos directo hacia el paseo marítimo que es muy bonito y estaba lleno de gente esperando el atardecer, compramos unas cervezas, algo para picar y nos sentamos en la playa que está al final ya que no había tanta gente, habíamos leído que eran muy bonitos los atardeceres desde ahí y la verdad que no nos defraudó.


Luego fuimos por el lado de en frente donde están todos los bares buscando un sitio para cenar y nos encontramos unos cuantos a buen precio, el que elegimos estaba muy buena la comida además de económico.

Al volver a la zona del centro donde estaba el hostel, pasamos antes por las calles de fiesta y la verdad que estaba súper animado, no pensamos que Santa Marta tuviera tanta vida nocturna. Lo negativo era que nosotras teníamos que madrugar al día siguiente y desde nuestro Hostel se escuchaba todo el ruido y la música de la calle.

Nosotros utilizamos Santa Marta como base para al día siguiente ir a Tayrona y no pudimos dedicarle mucho tiempo pero nos sorprendió gratamente es muy bonita la ciudad y tiene muchas playas que no tuvimos tiempo a conocer, la que conocimos fue la del centro que no es de las mas bonitas pero nos quedaron montón de sitios pendientes.

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Había llegado uno de los días más esperados del viaje, el parque Tayrona era de los sitios que más ilusión nos hacía, nos levantamos temprano para ir a coger el bus que nos llevara a Tayrona sale desde el Mercado de Santa Marta, cuesta 8.000 cop y tarda una hora y media más o menos, ir con tiempo porque se llenan muchísimo los buses y si quieres ir sentado esperar a que salga el siguiente porque viaja mucha gente de pie.

Cuando llegamos a la entrada de Zaino, te das cuenta porque se baja la mayoría del bus y haces una cola para para pagar el seguro primero, te cobran según los días que vayas a quedarte, nosotras íbamos a pasar la noche ahí así que teníamos que pagar seguro por dos días que nos costó creo que 10.000 cop, luego hay otra cola para comprar la entrada, para extranjeros costaba 67.500 y luego si quieres puedes coger una furgoneta por 5000 cop que te lleva hasta Cañaveral que es donde empieza el camino y te ahorras así una media hora de caminata.


Desde ahí comenzamos a caminar y no podía ser más bonito el camino, todo rodeado de naturaleza, puentes, caminos de maderitas, es un buen rato caminando hasta llegar a playa Arrecife, donde no está permitido el baño porque es muy peligrosa, nosotros nos acercamos a verla y nos ofrecieron para comer en el camping de ahí a buen precio para lo que es Tayrona, además hacía un calor tremendo y nos servía para descansar, decidimos comer ahí estaba muy bueno el plato y nos costó 25.000 por persona.


Luego seguimos camino a la siguiente playa Arenillas, una playa muy extensa y super bonita, ahí si nos bañamos apenas llegamos y el único problema fue que no encontramos nada de sombra así que luego seguimos a la siguiente playa.


Llegamos a la playa La Piscina que está muy cerca de la anterior, y nos gustó muchísimo, cada playa que conocíamos nos gustaba más que la anterior, ahí si nos bañamos, y buscamos sombra en unos árboles para aguantar el calor, nos quedamos un rato relajadas y luego había que seguir para llegar hasta nuestro destino que era Cabo San Juan.


No queríamos llegar muy tarde por si nos quedábamos sin carpa para dormir esa noche, pero al llegar preguntamos y si habían, la carpa para dos personas nos costó 100.000 cop y nos gustó muchísimo, están todas enfocadas mirando al mar y se encuentran bastante cerca de la playa, cuentan con dos colchonetas y dos almohadas, hay baños y duchas compartidas y un restaurante enorme que se llena con toda la gente del camping ya que es la única opción si no te traes comida de fuera, por fuera hay unos techitos con enchufes para cargar el móvil, aunque no llega casi el internet en el parque. Para mí mucho mejor así puedes desconectar al 100% en medio de la naturaleza.
Recomendamos completamente quedarse ahí a pasar la noche, la gente que va a pasar el día se vuelve temprano porque el parque cierra a las 5 y puedes disfrutar de la playa por la tarde y a primera hora de la mañana casi sin gente.


La playa de Cabo San Juan es una belleza, la gente va a Tayrona con esa imagen en mente y la verdad que no decepciona, los paisajes son los que más nos gustaron, no es tan amplia como las anteriores y había mucha más gente, porque es la más famosa, pero vale mucho la pena. También tiene palmeras para poder ponerte a la sombra si quieres. Disfrutamos de la playa hasta tarde que se puso un poco frío.


Nos duchamos en los baños del camping, que están súper bien tiene montón de duchas, baños y sitio para lavar y colgar ropa. Luego fuimos a cenar la restaurante, pides la comida te atiende una chica bastante antipática, te dan un número y luego te llaman por el número, los camareros si son muy simpáticos. Es bastante caro el restaurante como ya lo imaginábamos, porque es complicado para llevar hasta ahí los suministros y además no tienen competencia. El plato de pasta nos costó 30.000 cop más la bebida. Luego de ahí nos fuimos a dormir a nuestra carpa y muy bien la experiencia, teníamos miedo de que hubieran mosquitos o bichos por la noche, pero nada de eso y dormimos genial con el sonido del mar de fondo.

Al día siguiente nos levantamos temprano para aprovechar el día, desayunamos en el único restaurante de Cabo San Juan y luego fuimos a la playa, ahí estuvimos hasta el mediodía y comenzamos el camino de vuelta, paramos otra vez en la playa la Piscina a darnos un baño y nos compramos unos panes rellenos típicos de ahi que venden en unos puestitos y la verdad que estaban buenísimos. Como a las 3 de la tarde dejamos ya la playa para hacer el tramo largo del camino, por equivocación cogimos el camino de caballos en vez del normal, si bien es un poco más corto vas oliendo todo el camino la bosta de los caballos y tienes que ir apartandote cada vez que vienen los grupos a caballo, no sabíamos si se podía ir por ese camino caminando pero luego vimos un montón de gente junto a nosotros, así que no estábamos tan perdidas. Llegamos nuevamente al sitio de dónde salen las camionetas que te llevan a la entrada del parque. Una vez en la entrada puedes comprar el ticket del bus a unos chicos que están ahí al costado de la carretera con una mesita y esperar que no venga muy lleno, con el cansancio de la caminata y el calor no nos apetecía nada ir de pie, dejamos pasar uno que iba lleno, pero cuando vino el siguiente nos sentamos y tuvimos que esperar como una hora a que saliera.
Llegamos a Santa Marta de noche a cenar y a dormir.

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