![]() ![]() Escapada de 4 días soleados por Alsacia ✏️ Blogs de Francia
Ruta por varios pueblos de Alsacia en pleno verano y sin cocheAutor: Auri81BCN Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (14 Votos) Índice del Diario: Escapada de 4 días soleados por Alsacia
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Etapas 1 a 3, total 5
Se dice popularmente que celebrar el cumpleaños antes de tiempo da mala suerte, pero como en casa no somos supersticiosos, mi marido me quiso adelantar mi regalo un par de meses, así que me ha llevado cuatro días a Alsacia para descubrir esta preciosa región.
![]() El viaje ha consistido en el vuelo de ida de Barcelona a Basilea el jueves por la mañana, y el de regreso desde Estrasburgo, el lunes por la mañana, así hemos podido disfrutar prácticamente 4 días enteros. Es tiempo suficiente para descubrir esta región, ya que los pueblecitos, a pesar de ser todos ellos encantadores, son muy pequeños y bastante parecidos entre ellos. ![]() Nos hemos desplazado todo el rato en tren, excepto la excursión del viernes que es en minivan. En Estrasburgo no hemos necesitado usar en ningún momento el transporte público. Las distancias son suficientemente cortas como para poder ir caminando a todas partes. Para los viajes en tren es muy práctica la aplicación móvil que permite consultar los horarios y comprar los billetes. Seguramente sería posible quedarse a dormir todas las noches en el mismo pueblo porque todos los trayectos pueden hacerse de ida y vuelta el mismo día, pero en nuestro caso nos ha gustado mucho repartirlo. En nuestro caso hemos estado la primera noche en Colmar, la segunda en Sélestat y las dos últimas en Estrasburgo. En todos los pueblos y ciudades donde hemos estado hemos encontrado baños públicos gratuitos (están preparados para tener mucho turismo) pero una escasez extrema de fuentes de agua potable, sobre todo coincidiendo con estos días de ola de calor (la máxima ha alcanzado tranquilamente los 35 grados). ![]() Etapas 1 a 3, total 5
6 de julio de 2023.
Salimos puntuales de Barcelona con destino a Basilea. El aeropuerto está muy bien conectado con varias ciudades de Francia y Alemania. Al salir del aeropuerto tomamos el bus nº11 que con una frecuencia de media hora, nos deja en pocos minutos a la estación de tren de la localidad de Saint-Louis. Desde aquí tomamos un tren a Colmar. Hemos tenido mucha suerte con los horarios y no hace ni una hora que hemos aterrizado, y ¡ya estamos en Colmar! ![]() Pero de la estación de tren al centro de la ciudad hay un ratito de caminar. También hay autobuses pero estamos motivados y caminamos un cuarto de hora bajo el sol del mediodía por una zona sin ningún tipo de interés turístico… ![]() Cuando llegamos a la Grand Rue estamos ya alucinando con las casitas típicas alsacianas con las vigas de madera a la vista. Nuestro hotel está extremadamente bien situado entre la Grand Rue y la calle de la Iglesia, rodeado de terracitas de bares y restaurantes. El hotel Saint-Martin es una casa antigua con un tranquilo patio interior, en el que desayunaremos bien fresquitos mañana por la mañana. Como buena vivienda medieval, tiene una escalinata de piedra que nos lleva a nuestra habitación, de estilo muy tradicional. ![]() Hemos llegado con hambre pero es tarde para los horarios de comer franceses. En el hotel nos recomiendan amablemente un bar que sirven comida todo el día. Está allí mismo, con vistas a la iglesia Saint-Martin. Como buenos turistas, debemos probar la especialidad típica, la tarte flambée o flammkuchen. Se trata de una masa como de pizza pero muchísimo más fina, con los tres ingredientes tradicionales: créme fraiche (o una nata ácida semi-líquida), cebolla y bacon. Lo acompañamos con una cerveza de la región y disfrutamos de la sombra ricamente. ![]() Ya alimentados entramos a la iglesia gótica, bastante sobria en su interior, destaca de ella sobre todo los motivos geométricos que hacen las tejas de colores. Un tejado igual de decorado tiene la cercana antigua Casa de Aduanas o Koïfhus. y atravesándola entramos al barrio de los teñidores, o Quartier des Tanneurs. Aquí las casas, de tonos blancos, son más altas y en el tejado se pueden ver grandes ventanales o aberturas que servían para dejar secar las pieles teñidas. Aquí ya nos encontramos con uno de los canales, con abundantes jardineras en las barandillas, repletísimas de flores de todos los colores. ![]() Enseguida llegamos al Mercado Cubierto, donde dentro venden, sobre todo a turistas, productos típicos de la región. En pocos minutos y cuatro docenas de fotos, hemos llegado al Quai de la Poissonnerie, o muelle de los pescadores, donde el canal se une con el riachuelo Lauch. Aquí las casitas son más pequeñas y mucho más coloridas. Siguiendo por la estrechita Rue de la Poissonnerie llegamos a la famosa zona La Petite Venise, un precioso enclave donde las partes traseras de las casas dan directamente al arroyo y navegan unas relajadas barcas de madera para visitantes. ![]() Aquí es de donde se tienen las mejores vistas de la zona, pero también es bonito acercarse al puente siguiente, el Pont Saint Pierre. Definitivamente esta es la zona más bonita de Colmar, pero el centro está repleto de calles peatonales con casitas medievales super pintorescas. Una de ellas es la Maison Pfister, con pinturas renacentistas en la fachada. Cuando se hace la hora de cenar, es decir, a las siete de la tarde ![]() ![]() Durante la tarde no hemos visto muchos turistas, pero por el atardecer todavía hay menos gente, y cuando baja el sol y el calor afloja, disfrutamos una vez más de un paseo por las tranquilas calles medievales. Etapas 1 a 3, total 5
7 de julio de 2023.
Para el día de hoy tenemos reservada una ruta por varios pueblecitos de la región. Hemos contratado la excursión a través de la web Get your Guide y se llama “Tour de las 4 maravillas de Alsacia”. Con un nombre así ¿quién puede resistirse? ![]() Además de visitar cuatro de los pueblecitos más bucólicos de la zona, también incluye una cata de vinos. ![]() A las nueve de la mañana nos recoge el conductor/guía con una minivan en la que iremos seis turistas. Como sorpresa nos ofrece acercarnos primero al castillo de Haut Koenigsbourg para que podamos visitarlo, y luego hacer toda la ruta planificada. ![]() Nosotros (y las otras dos parejas) estamos encantados con la sugerencia. A las diez ya estamos dentro del castillo. Se encuentra en una colina rodeado de viñedos y con unas vistas preciosas a la cordillera de los Vosgos. Su orígen es del siglo XII, con una buena ampliación en el siglo XV, pero el estado actual se debe a una minuciosa restauración del principios del siglo XX de los restos que quedaron abandonados después de un ataque en la Guerra de los Treinta Años. La entrada cuesta 9€ por persona y te dan un folleto con distintas explicaciones de las salas. Recorremos desde la bodega y la cocina hasta la sala del Emperador, la capilla y las torres de vigilancia. El castillo, de piedra arenisca de tono rosado, tiene una estructura claramente defensiva y luce imponente en medio del monte. El conductor nos ha dado una hora para la visita, pero nos ha pasado volando, hubiéramos estado media horita más leyendo los paneles informativos y contemplando más los detalles. ![]() Pero hoy el día será largo y hay que seguir. Hacemos una breve parada a un viñedo, donde nos explica algunas curiosidades de la uva. El primer pueblo es Ribeauvillé. De los cuatro que visitaremos, es el que menos parte antigua tiene. Bajamos de la furgoneta enfrente de la medieval torre del reloj. Desde la calle principal, o Grand Rue, se vislumbra a la distancia las ruinas de dos castillos. Cuando llegamos a la plaza de la fuente el guía nos cuenta la historia de la patrona de Alsacia, Santa Odilia. Ayer en Colmar vimos todo tipo de merchandising y figuritas de cigüeñas, pero ninguna real. ![]() En este primer pueblo ya vemos el primer nido de este curioso pájaro migratorio. Están tan inmóviles oteando el paisaje desde las alturas del tejado que nos parecen de mentira, ¡hasta que se mueven y nos damos cuenta que son de verdad! ![]() El siguiente pueblo es Riquewihr, donde el guía nos busca un restaurante para comer todos juntos. Aquí el guía nos recomienda un vino fresquito de la región para acompañar la típica comida alsaciana. El plato de chocroute no solo incluye lo que entendemos por chucrut, que es col fermentada, sino también cinco tipos de carnes distintas. ![]() Bien comidos paseamos por este encantador pueblecito. Son prácticamente cuatro calles y dos plazas, pero cada esquina es más bonita que la anterior, las casitas de este pueblo destacan por ser más coloridas que en los otros. En la calle principal se encuentra una de las casas medievales más altas de la zona. En el extremo norte del pueblo encontramos una de las torres de piedra de la antigua muralla. Hay muchos turistas pululando por la calle principal, pero en cuanto tomamos una callejuela secundaria estamos prácticamente solos. El siguiente pueblo es Kaysersberg. También consiste en una calle mayor con casitas con vigas de madera a vista, una bonita fuente y muchas flores por todas partes. Al final de la calle principal hay un puentecito de piedra que cruza un riachuelo, repleto de vegetación. Aquí la parada es muy breve pero nos da tiempo para tomar varias fotos. A continuación, la siguiente parada es una bodega familiar en las afueras de otro pueblo, llamado Katzenthal. En el sótano polvoriento, sonando música de los sesenta de un vinilo, nuestro mismo guía va abriendo una nevera y va sacando una tras otra botellas de vinos. ![]() Nos sirve generosísimas raciones para la degustación y nos cuenta algunas características de cada uno de los vinos. En Alsacia se cultiva mayoritariamente uva blanca, pero también tienen un Pinot Noir muy sabroso. Entre los vinos más populares están el Muscat, el Gewürztraminer y el Riesling. También probamos el Crémant, su versión de vino espumoso, muy refrescante. También nos ofrece vinos dulces pero no nos gustan mucho. ![]() Y finalmente nos queda un último pueblo por visitar. Es la joya de la corona. Parecerá un tópico, pero es que realmente Eguisheim parece sacado de un cuento de hadas. ![]() Como todos, tiene una florida fuente, una pequeña iglesia, y un entramado de callejuelas peatonales pintorescas, pero Eguisheim destaca porque mantiene su forma de círculo de las antiguas murallas, y la estrecha callejuela adoquinada Rue du Rempart, con sus diminutas casitas rodea todo el pueblo y en cada rincón nos parece estar anclado en un idílico momento de siglos atrás. En todos los pueblos hay un par o tres de nidos de cigüeñas en los tejados y ellas se distraen mirando a los viandantes. ![]() Hemos estado casi una horita en este último pueblo, tomando infinitas fotos, y a las siete y media el guía nos deja de regreso a Colmar. Ha sido una excursión super completa, aunque la veracidad histórica de la información que nos daba el guía deja un poco que desear. ![]() Hemos bajado de la minivan enfrente de la estación de tren, porque nuestro próximo destino para esta noche es el pueblo de Sélestat. La idea era alojarnos aquí para mañana tomar el shuttle que nos subiría al castillo Haut Koenigsbourg, pero habiéndolo visitado ya hoy, mañana iremos directamente a Estrasburgo. ![]() Sélestat es un pueblo más grande y mucho menos pintoresco. Tiene algunas casas medievales y algunas calles peatonales pero es totalmente prescindible. Una sabrosa tarte flambée para cenar y a descansar. ![]() Etapas 1 a 3, total 5
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