![]() ![]() Irlanda: 40 tonos de verde ✏️ Blogs de Irlanda
Dos semanas por la Isla Esmeralda, por el sur de la línea Dublín-GalwayAutor: Mercedes_L65 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (6 Votos) Índice del Diario: Irlanda: 40 tonos de verde
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Etapas 10 a 12, total 15
Hoy empieza nuestra pequeña aventura: conducir por las carreteras irlandesas. Nos trasladamos hacia el norte, hacia Galway, y los enlaces con transporte público desde aquí harían que perdiéramos mucho tiempo. Así que como decía un anuncio de una marca de cacao soluble de hace unos años “la aventura es la aventura”.
Nuestro primer destino es Adare (Áth Dara, en gaélico). Estamos en el Condado de Limerick y Adare está considerado como el pueblo más bonito y turístico de este condado, aunque yo diría que es el más bonito de Irlanda, al menos de la parte que conozco. Se trata de una pequeña población que parece salida de una postal. Las casas que nos encontramos son los típicos cotagges, con tejados cubiertos de paja. La mayoría de estas casas, sobre todos las de Main Street, están ocupadas por tiendas de artesanía y de recuerdos. En otras calles son viviendas. ![]() ![]() Adare también cuenta con una serie de edificios notables. El más importante es el Adare Manor, la antigua residencia de los condes de Dunraven. Actualmente es un hotel de lujo y sus alrededores han sido transformados en campo de golf. Dentro de este campo están los restos del Desmond Castle y de una abadía franciscana. Si se quiere verlos de cerca hay que pedir permiso en el club de golf. Una vez pisando el césped hay que ir sorteando las pelotitas para no moverlas ni un milímetro. ![]() ![]() Por cierto, a mi marido se le iban los ojitos detrás de los palos de golf. Nuestro siguiente destino es Limerick (Luimneach), a unos 20 minutos de Adare. Limerick se encuentra en a orillas del río Shannon. Es una ciudad llena de vida, si bien es cierto que hasta no hace mucho no tenía muy buena fama. Entre los irlandeses tenía fama de violenta e insegura, porque las crisis económicas le habían afectado mucho, pero está claro que todo eso está quedando atrás. De Limerick destaca el Castillo del Rey Juan (King John´s Castle), una imponente fortaleza del siglo XIII que fue construida por los anglonormandos para el rey Juan sin Tierra, hermano de Ricardo Corazón de León. ![]() ![]() Parece que este castillo se construyó sobre una fortificación anterior. El castillo es casi cuadrado con cuatro torres esquineras. Conserva muchas de las características que hicieron que su construcción fuera única en la época. Se conservan su puerta de entrada, sus almenas y sus torres en las esquinas. En el interior hay varias exposiciones interactivas. En el patio se recrean armas de la época. También se conservan restos arqueológicos vikingos, útiles normandos reconstruidos y otros artefactos. ![]() ![]() Al otro lado del río, por el puente medieval de Thomond, se encuentra la Treaty Stone o piedra de la reconciliación como pieza que recuerda el Tratado de Limerick, firmado en 1691 que puso fin al asedio de la ciudad por las tropas inglesas. Este tratado, que no se cumplió, consistió en ampliar en gran medida los derechos irlandeses. ![]() Damos una vuelta por el centro, por las calles comerciales para comprar algo en un super para la hora de comer. Dejamos de visitar muchas cosas de esta ciudad, pero el retraso que hemos tenido en la entrega del coche hace que no podamos dedicarle más tiempo. Nuestro siguiente destino es el castillo de Bunratty (Caisleán Bhun Raithe). Nada más aparcar y ver el Durty’s Nelly nos damos cuenta de que lo que hemos comprado en Limerick no es la comida, sino la cena. ![]() El Bunratty Castle es la cuarta construcción que ha existido en ese lugar y fue levantado sobre los restos de un campamento comercial Vikingo. Desde el siglo XV ha sido propiedad de la familia de los O`Brian of Thomond, la familia más poderosa de este condado. El castillo está compuesto por cuatro torres esquineras, una amplia sala de banquetes, la sala de caballeros en el piso superior, la capilla del castillo y los dormitorios, con muebles y objetos decorativos de los siglos XIV al XVII. Por cierto, los últimos habitantes de este castillo fueron los miembros de la familia Studdert, que en 1804 dejaron el castillo para trasladarse a Bunratty House, mucho más moderna y cómoda, supongo. En verano se organizan banquetes medievales. Después de comer en Durty’s Nelly, donde coincidimos con el matrimonio de North Caroline, es hora de visitar el Folk Park. ![]() ![]() Se han reconstruido las casas tradiciones, las tiendas… Las calles están llenas de animación y se puede disfrutar de los escaparates, los interiores de las viviendas… También hay una granja con animales, como ovejas, incluidas las negras… ![]() ![]() Es el momento de partir hacia uno de los lugares que tengo, desde hace tiempo, en mi lista de deseos: los acantilados de Moher, the Cliffs of Moher o Aillte an Mhothair Después de dejar en coche en el aparcamiento vamos por el camino que nos conduce a los mismos. Mi marido, que hace bastantes años que los visitó en un viaje con su hermano, dice que todo está cambiadísimo. Y es que cuando nos encontramos ante uno de los lugares más visitados de Irlanda, pronto se ve la oportunidad de hacer caja. Hace muchísimo viento y, aunque es un poco molesto, es lo que nos permite ver esta maravilla de la naturaleza de 203 m de altura formada por estratos de losa y esquisto, que se extiende unos 8 km, sin rastro de la habitual niebla, en todo su esplendor. ![]() ![]() Hacia la mitad de los acantilados se alza la O’Brien’s Tower, atalaya circular de piedra. Fue construido en 1835, en la época victoriana como mirador. ![]() Y ¿por qué tenía tantas ganas de venir aquí? Pues porque los acantilados de Moher aparecen como los "Acantilados de la Locura" (Cliffs of Insanity) en la película La Princesa Prometida, una película que me encanta, tanto la historia como la música que Mark Knopfler compuso para la banda sonora. Quien no se acuerda de la frase “Hola. Me llamo Íñigo Montoya. Tú mataste a mi padre. Prepárate a morir”. Salimos en dirección a Kinvara. Parece que se acaba la tregua que nos había dado el tiempo durante toda la jornada y empieza a llover de lo lindo. Kinvara (Cinn Mhara) es un puerto pesquero situado al sur de Galway, en la bahía del mismo nombre. Pero si hay algo interesante en este lugar es el Dunguaire Castle. Damos vueltas por toda la población buscándolo, nos paramos porque la lluvia no nos permite ver nada y, cuando ya lo damos por imposible y decidimos poner rumbo a Galway, ahí está, majestuoso en la bahía. ![]() Desde aquí a Galway de un tirón. Ya es tarde, llueve mucho y todavía tenemos que encontrar el St. Judes Lodge, nuestro alojamiento. Etapas 10 a 12, total 15
Ayer llegamos muy tarde. Tan tarde que en el B&B ya habían entregado nuestra habitación a otros. Por suerte, tenían una disponible y pudimos dormir a nuestras anchas, porque era una habitación familiar.
Después de desayunar toca devolver el coche. Por suerte, una de las empleadas, que es cubana y está contentísima de poder hablar en español, nos indica cómo llegar a la agencia. Ahora empezamos a disfrutar de la ciudad. Galway es la capital del condado del mismo nombre y la tercera ciudad del país, después de Dublín y Cork. La ciudad se levanta en la desembocadura del río Corrib, que divide la ciudad en dos partes. El centro de la ciudad se halla en la orilla este y en el lado oeste se levantan los edificios de la Universidad y el antiguo barrio pesquero de Claddagh. En el siglo XIII, los anglonormandos crearon Galway a partir del castillo y del puerto. En 1230, durante la invasión normanda de Connacht, Galway fue asediada y capturada por Richard Mor de Burgh, un invasor anglonormando que intentaría tomar el castillo defendido por el clan local de los O'Flaherty. Tras dos años de asedios, consiguió su objetivo. Desde 1232, acosada por las tribus irlandesas que habitaban en el territorio de Connemara, Galway creció amurallada y fiel a los ingleses. En la Puerta Oeste de la ciudad, que daba al territorio habitado por nativos estaba escrito “de la furia de los O’Flaherty líbrenos el Señor” y, por lo visto, no era ninguna broma. Durante el siglo XIII, de la mano de los dirigentes normandos, unas cuantas familias de comerciantes prosperaron gracias al comercio con Europa, sobre todo con España. Estas familias influyentes pasaron a dominar, no solo el comercio, sino también el escenario político y social de la ciudad. Son las que se conocen como las 14 Tribus de Galway, de ahí su apodo de “ciudad de las 14 tribus”. Las 14 Tribus de Galway estaba formada por las familias de: Athy, Blake, Bodkin, Browne, D'Arcy, Deane, Ffont, Ffrench, Joyce, Kirwan, Lynch, Martin, Morris y Skerritt. Cromwell puso fin a esta época dorada al saquear la ciudad en 1652 y el rey Guillermo III completó la tarea en 1691. Galway no se recuperó hasta la eclosión económica de la época de 1990. Llegamos a las calles comerciales que se encuentran em el lado este del río. En William St hasta llegar al cruce con Abbeygate St, donde se encuentra el Lynch’s Castle. Es una bonita torre fortificada de la saga Lynch que data del año 1320. Destacan las gárgolas de la cornisa y las decoraciones de las ventanas y el pórtico. Se puede pasar al interior y ver la sala de entrada con chimenea de piedra labrada y una exposición fotográfica del edificio. Actualmente es la sede de AIB Bank. ![]() ![]() Seguro que eso de Lynch os suena de algo. Pues sí, un miembro de esa familia, el alcalde James Lynch es el ejecutor de la “justicia en Lynch”. Se supone que, al no encontrar un verdugo para ejecutar a su propio hijo, que había asesinado a un estudiante español por mirar a su novia, efectuó la ejecución él mismo. De este hecho se deriva el verbo “linchar”. Un poco más adelante encontramos St. Nicholas Collegiate Church, del siglo XIV y reformada en los siglos XV y XVI. Se dice que Cristóbal Colon estuvo aquí en 1477, tal vez interesado en los viajes de San Brendan, monje irlandés que navegó a América en el siglo VI. Lo que sí es seguro es que, al igual que otras muchas iglesias de Irlanda, está dedicada a San Nicolás, patrón de los marineros. Seguimos paseando por calles del centro, por el barrio latino, con sus tiendas, cafés, pubs,.. Nos vamos acercando hasta el río hasta llegar a la Spanish Parade. En el otro lado de la explanada se sitúa el Spanish Arch, edificio de dos arcos donde se cree que hubo un fuerte que marcaba el fin de las murallas. Por debajo de él pasaban los navíos que transportaban mercancías desde España. Recibe este nombre por las relaciones comerciales que había con España, especialmente por la importación de vino y brandy. ![]() ![]() En esta zona del puerto se desembarcaban las mercancías que llegaban del continente, como se puede ver por las lonjas y almacenes de Merchants Road. Después del Spanish Arch hay una hilera de casitas de colores típicas del barrio de pescadores, The long walk. ![]() En esta zona está la oficina de turismo y decidimos entrar para contratar una excursión por Connemara para el día siguiente. No todos los tours son iguales y debemos decidirnos por alguno de los que nos ha recomendado. Nos compramos un sandwich y un agua y vamos comiendo mientras nos decidimos. Mientras estábamos en ello, se nos acercó un personaje, ofreciéndonos un recorrido por la mitad de precio que ofertan en la oficina de turismo. Nosotros, muy legalistas (y mal pensados) declinamos la oferta. Finalmente nos decidimos por una empresa llamada O’Neachtain, que está en oferta: todo el día 7,50 €: una ganga. Subimos por la orilla del río, desde el Wolfe Toone Bridge pasando por el O’Brien Bridge hasta llegar al Salmon Weir Bridge, donde se puede ver gente pescando que aprovecha los saltos y las esclusas del río. Según he leído, en época de salmones, se les puede ver saltando antes de lanzarse río arriba para desovar. ![]() Cruzando el río por este puente nos encontramos con la St. Nicholas Cathedral. Es un edificio enorme de piedra gris con una cúpula de cobre verde, construido entre 1957 y 1965 sobre el lugar en el que se encontraba la antigua cárcel del condado. La gente de Galway la conoce por el apodo del “Taj Mahal”, porque fue mandada construir por el obispo de Galway, Michael, que en irlandés suena de forma similar a Mahal, para ser enterrado en ella. ![]() ![]() Tenemos la opción de ir hacia la Universidad, pero finalmente nos decidimos por seguir la orilla del río por este lado. Nuestro objetivo es ver llegar hasta los muelles para tener enfrente las casitas de colores de los pescadores ![]() Ya nos solo nos queda pasear, disfrutando de esta ciudad y de su ambiente. Entramos en un pub donde hay música en vivo a tomarnos una pinta… ¡Qué más se puede pedir! Bueno, nos queda otra cosa: comprar la cena, en el Dunnes Store, un clásico en este viaje, porque encontramos de todo a un precio razonable. Muy cerca, a medio camino entre el super y Eyre Square está el Corbett Court Shopping Centre, un lugar muy agradable para tomar un café y disfrutar de las obras de arte que cuelgan en sus muros, y sobre todo, para disfrutar algunos tramos de la muralla normanda. ![]() Y ahora sí que nos vamos a “casita”. Etapas 10 a 12, total 15
Hoy es el día de la excursión por la península de Connemara. El tour parte a las 10:00 del Centro de Galway, pero estamos citados 15 minutos antes en el Galway Coach Station.
Cuando llegábamos a la estación, nos encontramos al mismo personaje que el día anterior nos intentaba vender un tour y, como podréis imaginar después de este rollo, ¡es nuestro guía conductor en la excursión! Así que, después de acompañarnos al mini-bus (más mini que bus), empezamos la ruta. La Región de Connemara se extiende al oeste de la ciudad de Galway y está encajada entre el Atlántico y los lagos Corrib y Mask, que son dos de los mayores lagos de Irlanda. Es una región agreste, con inmensas extensiones de páramos azotados por el viento y la lluvia. La costa de Connemara está salpicada de pequeños pueblos pesqueros, pero el interior se encuentra prácticamente despoblado. Y las escasas localidades que hay, sólo son cuatro casas a los lados de la carretera. Y a pesar de todo esto que estoy diciendo, es un lugar fascinante del que hemos vuelto enamorados. La primera parada del tour es en Spiddal donde iniciamos un paseo hasta cerca de Rossaveal. Pasamos por algunos cotagges, algunos con animales y otros que hacía tiempo que estaban abandonados. Nos explican que esta aldea se vio afectada por la hambruna y muchos de sus habitantes la abandonaron. ![]() ![]() De regreso al minibús nos recomienda entrar en la tienda de suéteres y recuerdos de Standúns, para hacer una parada “técnica”. Seguimos hacia Screeb. Ahora estamos en la zona de habla irlandesa, donde el idioma hablado mayoritariamente es el gaélico o el irlandés. Según nos explica nuestro guía, él mismo no aprendió a hablar inglés hasta los 14 años. Esta zona es preciosa, con pequeñas cabañas de pescadores en las islas que salpican los lagos. Junto al verde de la vegetación y el azul de los lagos, aparecen toques amarillos de las aliagas (el famoso “gorse”). ![]() ![]() Y la cascada de Screeb completa el panorama. ![]() La siguiente parada es en Recess, para admirar otro bello lago, a cuya orilla nos anima a acercarnos. Cuando pisamos parece que caminas sobre un trampolín, el suelo es elástico. Estamos caminando sobre una turbera. No podemos estar parados porque la turbera es una ciénaga de evolución muy lenta, es como una esponja y con nuestro peso el agua que ha absorbido nos moja los pies. Hasta hace poco se utilizaba mucha turba en la generación de energía eléctrica, pero debido al cambio climático el gobierno está reduciendo su uso. ![]() ![]() Seguimos nuestro camino. Disminuye la marcha y, tras una curva de la carretera, aparece, majestuosa la Abadía de Kylemore, un castillo convertido en abadía. ![]() Nos deja en el aparcamiento. Tenemos dos horas y media por delante para visitar todo el recinto. Como todo castillo que se precie, éste tiene su historia. En por 1852 Mitchell Henry y su esposa Margaret Vaughan estaban pasando su luna de miel en Connemara. Margaret estaba embelesada por el lugar y le comentó a su marido que le encantaría poder vivir en aquel lugar. Y como los deseos de su amada eran órdenes se empezó a construir un precioso castillo al que se trasladarían a vivir 13 años después del inicio de las obras. Y aquí tuvieron nueve hijos. Pero como todo no puede ser felicidad, en 1875, durante un viaje a Egipto, Margaret contrae unas fiebres y fallece. Su marido evita ir al castillo porque le trae muchos recuerdos. Decide construir una pequeña iglesia en recuerdo de su esposa. Mitchell falleció en 1910. Ambos están enterrados en un mausoleo junto al lago. En 1920 las monjas se hicieron cargo del castillo y lo convirtieron en un internado para niñas (aquí estudió la hija de Madonna), si bien recientemente decidieron cerrarlo. No obstante, sólo se puede visitar la planta baja, donde se encuentran las habitaciones más importantes, que se encuentran en perfecto estado (lástima que no dejaran hacer fotos). Una de las mayores cualidades de la Kylemore Abbey es su situación en la base de la montaña Duchruach, a orillas del lago Pollacappul, donde se ve reflejada su silueta. No me extraña que Margaret se enamorara de este lugar. ![]() Después de visitar la Abadía decidimos comprar la comida en la tienda, en lugar de comer en el restaurante. Así que con nuestros wraps y sándwiches nos dirigimos a los Jardines Victorianos que hay a 1,5 km. Nuestro guía nos había avisado de que la lanzadera se había averiado y que no merecía la pena subir caminando. Está claro que no nos conoce: un 1,5 km, aunque sea en subida, no es nada. El jardín está formado por dos partes claramente diferenciadas. En una parte está el jardín de flores, con los invernaderos y la casa del jardinero jefe. En la otra parte está el huerto, los árboles frutales, las hierbas aromáticas,… Además, fuera del jardín hay una plantación de robles. ![]() Después de comer, es el momento de visitar la iglesia neogótica. El camino a ella se hace por un bello sendero a orillas del lago Pollacappul. Fue construida en 1881 por encargo de Henry Mitchell en honor de su difunta esposa Margaret. Hay que mirar atentamente para ver las flores talladas, los pájaros… Es una catedral en miniatura ![]() ![]() Regresamos. Todavía queda mucho tiempo y desde luego lo empleamos en hacer fotos por doquier, porque enfoques donde enfoques, el panorama es bellísimo. ![]() Tras conseguir salir de la Abadía, porque había cola hasta para salir del parking, nuestra siguiente parada es Leenane y el impresionante Fiordo de Kilarry, considerado el único fiordo de Irlanda. Con sus 16 km de longitud sirve de frontera entre los condados de Galway y Mayo. ![]() En Maam Cross, el “cruce de caminos” de Connemara, hay una réplica de la cabaña utilizada en la película “The Quiet Man” (el hombre tranquilo) de John Wayne y Maureen O'Hara de los años 50, filmada localmente. Desde aquí regresamos a Galway. Nuestra última noche en Galway. Etapas 10 a 12, total 15
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