![]() ![]() Kenia en 8 días ✏️ Blogs de Kenia
Pequeño viaje de una semana a Kenia para visitar Nairobi y la región de Turkana, fuera de los circuitos habituales y de los grandes parques naturalesAutor: Juannki Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (3 Votos) Índice del Diario: Kenia en 8 días
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Etapas 4 a 6, total 11
Desde el aeropuerto al centro lo más cómodo es coger un Bolt. Si te va la marcha puedes salir a pelearte con los cientos de taxistas que te abordarán a la salida de la terminal, pero ese no fue mi caso. Por 700 chelines me llevó al centro y pude por fin encontrarme con mi amigo Stewart, que estaba allí esperándome. Eran todavía las 8 de la mañana y teníamos todo el día por delante para explorar la ciudad.
Nairobi es una gran ciudad africana, con todo lo que ello conlleva. Tiene alrededor de 5 millones de habitantes, mucho ajetreo y un tráfico horroroso. Tenlo en cuenta para tus desplazamientos. ![]() El inicio de un viaje siempre es de intendencia. Tuve que cambiar dinero en el banco y comprar una sim de Safaricom para a continuación meter el dinero que tenía en efectivo en Mpesa. El orden debe ser ese porque necesitas una línea de teléfono local para poder darte de alta en Mpesa. Parece poco, pero se llevó media mañana. Hay que hacerse a la idea de que aquí todo va despacio. A los europeos inmersos en nuestra ajetreada vida en la que todo debe ser inmediato y no podemos perder tiempo ni aburrirnos, nos viene estupendamente. Terapia anti estrés. Dedicamos el resto de la mañana a visitar el museo nacional de Kenia. La entrada para extranjeros cuesta 12€. A priori me pareció cara, pero el museo, a mi juicio, merece la pena. Toca todos los palos: desde la evolución humana mostrando restos encontrados precisamente en la región de Turkana (la región en el norte a la que me dirijo) pasando por animales autóctonos disecados y algunos de sus esqueletos hasta varias salas muy interesantes acerca de las distintas tribus que pueblan el país con sus trajes y costumbres propias. Realmente interesante. También puedes aprender un poco sobre la transición desde la época colonial británica hasta su independencia en 1963 liderados por Jomo Keyatta. ![]() No soy turista urbano, no me atraen las ciudades, pero, como a todo viajero le sucede, en algún momento tienes que pasar por ellas. En el caso de Nairobi, si tienes que hacer tiempo para esperar un transporte o cualquier otra casuística, visitar el museo nacional es una buena opción. Además tienen una tienda de souvernirs, la única que vi en todo el viaje. Por la tarde nos fuimos a la zona de salida de los matatus (furgonetas) que se dirigen al norte. Está junto a la estación de tren y lo primero que podría decir es que es una zona de contrastes. Las calles aledañas son un hervidero de gente que va y viene, bien sean viajeros o bien sean oportunistas en busca de su oportunidad para sacarse unas perras (legal o ilegalmente, allá cada cual). Hay que tener cuidado, pero me encantan estos sitios, aquí está la esencia de la ciudad. Unas pocas calles más allá encuentras muchos edificios oficiales como la casa presidencial, algunos ministerios o la sede del banco central. Como podrás imaginarte en esta zona las aceras están impecables, las avenidas son anchas y hay zonas ajardinadas. Lo dicho, contrastes. Cenamos nyama choma, uno de los platos nacionales. Literalmente significa carne asada, pero según me dijeron no vale cualquier carne, principalmente se usa carne de cabra o de ternera. A las 21 cogemos el matatu que nos llevará hasta Kitale en unas 7 horas. ![]() Etapas 4 a 6, total 11
A las 4 llegamos a Kitale y en la misma estación compramos el billete para Lodwar, que saldrá a las 7. Hasta que amanece es mejor no andar mucho por la calle, con lo que nos metemos en un café a tomar un buen té y a hacer tiempo. Cuando a las 6 salimos para volver a la estación nos encontramos con una ciudad bulliciosa. Muchos puestos ambulantes situados a ambos lados de la carretera atraen a cientos de personas y otros tantos de moteros.
![]() El segundo tramo de matatu termina sin incidencias más allá de las frecuentes paradas y el calor cada vez más sofocante. Sobre las 13:30 llegamos a Lodwar, hago el checkin en el hotel (nada del otro mundo) y tras un rato de relax y una buena ducha salgo a patear la ciudad. Voy a intentar describir Lodwar entre lo objetivo y lo subjetivo. Se trata de una pequeña ciudad lejos de la capital, lejos de la costa y lejos de cualquier ruta comercial importante, eso condiciona mucho. Tiene una carretera bien asfaltada que atraviesa la ciudad y ramificaciones en forma de anchas calles a los lados sin asfaltar, con lo que es bastante polvorienta. Todo el que puede se mueve en moto (boda-boda) y quien no, que son la mayoría, caminando. Suele haber gente en la calle yendo y viniendo, pero sin hacer nada. En general con buen humor y una sonrisa, aunque eso no quita que tengan hambre y te pidan dinero. Me sentí con la libertad suficiente para hacer fotos por la calle, lo cual en otros países africanos me había resultado difícil. Eso me dio pie a hablar con los locales. Teniendo en cuenta que el idioma oficial es el inglés era muy fácil comunicarse. ![]() ![]() Así pasé la tarde, merodeando por el mercado y la calle principal hasta que Stewart vino a recogerme y a llevarme a la casa de su madre para presentarme a su familia y pasar una noche muy agradable con ellos. Estar sentados en el patio en unas sillas de plástico al fresco y charlando, sin más. No necesitamos farolas, ni teléfonos, ni piscina ni nada por el estilo, ¿para qué? Después me invitó a cenar en su casa un pescado del lago Turkana, pisto y ugali. Todo muy rico. Después de dos noches sin pillar la cama me merezco un buen descanso. ![]() Etapas 4 a 6, total 11
Después de desayunar me recoge Stewart con su hermano Patrick para ir a su aldea natal. Es una de las partes más especiales para mí. Estaré siempre agradecido a Stewart por haberme dado la oportunidad de vivir dos días en la aldea junto a él y su familia como si fuera uno más. Pude experimentar eso que deseamos todos los viajeros: llegar a un lugar y no ser un turista. En general eso no es posible, de alguna manera esta vez tampoco lo fue, pero al menos durante un par de días pude vivir con la comunidad.
Para quien quiera buscarlo el pueblo se llama Nakamane, pero eso es lo de menos. Este lugar es especial para mí por la gente que ahí conocí. Cualquiera puede llegar, pero verá un grupo de casas dispersas a los lados de una carretera sin asfaltar, quizá algunos niños jugando a los lados de la carretera que le saludan desde la distancia. Lo especial es entrar en la comunidad. Fuera de las zonas turísticas, que yo sepa, no es posible salvo que tengas la suerte de conocer a alguno de sus miembros, como es mi caso. ![]() Para seguir el orden de mi narración, cuando me recogieron con el coche fuimos a comprar comida y agua antes de partir. Tardamos menos de una hora en llegar. Un grupo de gente estaba delante de un edificio (creo que el único del pueblo), algo así como un centro cívico construido por una ong rusa, o eso creí entender. Allí charlaban y pasaban la tarde. Stewart me presentó a su tío, su primo y algunos otros familiares. Cuando estaba atardeciendo nos dirigimos a una zona más abierta. Stewart había convencido a algunos de los ancianos de la comunidad para hacer uno de sus bailes. Lo que empezó con 4 o 5 hombres cantando y bailando acabó atrayendo a más de 30 personas. Bailé, sí, y mucho. Canté, no, ojalá hubiera sabido. Creo que la mejor forma de describir la escena es que me sentí dentro de un documental de La2. ![]() Después del baile fuimos a saludar a la persona más anciana de la comunidad, una persona reverenciada por todos. Cuanto más mayor, más sabio, y ahí se mantiene ese respeto y esa admiración. Fuimos a cenar a la casa de una tía de Stewart y, tras eso, a dormir. Etapas 4 a 6, total 11
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