Kenia en 8 días ✏️ Blogs de Kenia

Lo interesante del viaje ha terminado, en cambio el viaje está muy lejos de haber concluido. Llegar desde Lodwar hasta casa es una carrera de fondo. Por suerte todo va según lo previsto, no como a la ida.


Llego a Eldoret sobre las 11. Como curiosidad esta región es de donde provienen muchos de los atletas de fondo kenianos por la gran altitud en la que se crían. Aprovecho para descansar y comer antes de coger el siguiente matatu que me deja en Nairobi pasadas las 20. De nuevo hago un alto en el camino y me voy a cenar y hacer tiempo a un restaurante cercano antes de irme al aeropuerto. En principio tenía mis reservas por llegar de noche a Nairobi y con equipaje a cuestas, pero mis sospechas fueron infundadas, nadie me importunó a pesar de que la estación de matatus es una zona muy concurrida.

Sobre las 23, cuando me echaron del restaurante, cogí un bolt para irme al aeropuerto y hacer tiempo hasta las 4 que salía mi vuelo de vuelta.

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Este viaje tuvo un inicio rocambolesco con varios giros de guión que, como una buena película de Hollywood, acaba bien.

Inicialmente iba a viajar con un chico que conocí en la web la vuelta al mundo, pero me dejó tirado, con lo que empecé a organizarlo por mi cuenta hasta que unos amigos me dijeron que tenían un amigo en Turkana, el norte del país. Por supuesto no me había planteado ir a esa lejana zona, no tenía información de nadie que lo hubiera hecho y está muy lejos de Nairobi, pero tras hablar con él no me pude resistir.

La noche antes de salir me informó Turkish airlines de que mi vuelo a Estambul había sido cancelado por una nevada que estaba causando estragos en el aeropuerto. Consecuencia, dos días menos de viaje y no poder visitar Masai Mara, como era mi idea inicial.

Cuento todo esto solo para reflejar que en un viaje no es todo de color de rosa, la maravillosa foto que publicamos en redes sociales no refleja la globalidad de un viaje, hay problemas, cambios y situaciones inesperadas. Para mucha gente esto puede ser un problema. Para mí nada más lejos de la realidad. Quizás sea masoquista, pero disfruto resolviendo estos inconvenientes. Viajar es una aventura, no podemos esperar que en una aventura todo vaya bien, qué aburrido ¿no?

He conocido mucha gente que me mira como si fuera un bicho raro cuando me expreso en estos términos. Supongo que de la misma forma en la que yo debo mirar a una persona que se va a un resort de Cancún a pasar una semana.

Por supuesto no pretendo juzgar la forma de viajar de nadie, siempre que sea con respeto, cada persona puede hacer lo que le plazca con su viaje. En estas líneas simplemente quiero reflejar la variedad y expresar qué entiendo yo por un viaje. Mi viaje.

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