![]() ![]() Japon 2008 Julio-Agosto ✏️ Blogs de Japon
Escribo este diario con dos motivaciones. La primera dar pistas a la gente de cosas que no te puedes perder de japón y como llegar a ellas, y en segundo lugar porder echar un ojo yo mismo desde cualquier parte para recordar esos mágníficos días.Autor: Atobalina Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.4 (9 Votos) Índice del Diario: Japon 2008 Julio-Agosto
01: Previo al viaje
02: Dia 2 - ASAKUSA - TOKYO (el día 1 nos lo saltamos que es de vuelos)
03: Dia 3 - PALACIO IMPERIAL - TOKYO TOWER - SHIBUYA - TOKYO
04: Dia 4 - KAMAKURA y PRIMERA NOCHE EN ODAIBA
05: DIA 5 - LA LONJA DE TOKYO Y AKIHABARA
06: DIA 6 - UENO Y SHINJUKU - TOKYO
07: DIA 7 - NIKKO
08: DIA 8 - LLEGADA AL MONTE FUJI
09: DIA 9 - MONTE FUJI Y HAKONE (Y DE COMO EXTRAVIARSE)
10: DIA 10 - LLEGADA A TAKAYAMA
11: DIA 11 - SHIRAKAWA
12: DIA 12 - KANAZAWA
13: DIA 13 - KYOTO (CENTRO)
14: DIA 14 - KYOTO (NORTE Y SUR)
15: DIA 15 - KYOTO (OESTE)
16: DIA 16 - NARA
17: DIA 17 - KYOTO (DIA DE DESCANSO)
18: DIA 18 - HIROSHIMA Y MIYAJIMA
19: DIA 19 - KOCHI
20: DIA 20 - HIMEJI
21: DIA 21 y siguentes - OSAKA Y TOKYO (compras y paseos)
22: CONSEJOS DESDE LA EXPERIENCIA VIVIDA
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Etapas 7 a 9, total 22
Nos alojamos en el Nikko Lodge Park. Es una casa regentada por una australiana y su familia, es de lo más peculiar pero es muy amable. Cuando nosotros fuimos tenía toque de queda pero te dejaba las llaves de la entrada por la noche... y realmente merece la pena por lo que os voy a contar de la noche.
Para llegar a Nikko cogimos un shinkansen(tren bala) en Ueno (se puede coger desde más puntos de Tokyo me parece) con dirección a la estación de tren de Utsunomiya donde cogimos un tren local de JR a Nikko. El viaje desde Ueno no duró más de 2 horas. De ese viaje recuerdo con gran asombro como en 3/4 de hora el Shinkansen fue casi todo el rato entre casas, no se dónde termina Tokyo realmente. Eso sí, coger el tren en Nikko era como coger un tren de montaña de hace 40 años, tanto por la naturaleza que te envuelve como por la carraca en que te llevan. ![]() Nikko es, como se puede adviniar del párrafo anterior, un pueblo de montaña muy turístico. Queríamos alquilar unas bicis de montaña, pero por suerte no había más que 3 y éramos 5... menos mal, porque la zona es todo bajadas y subidas, y la parte de templos todo escaleras. Tras dejar las cosas en el albergue nos dispusimos a entrar el la zona de Patrimonio de la Humanidad de Nikko, y es que es allí donde está la tumba de Tokugawa Ieyatsu, el Shogun más importante que ha tenido Japón en su historia y, como tal, no es que esté solo su tumba, sino una gran cantidad de templos a su alrededor. A la entrada del complejo tienes un puente rojo precioso, os dejo varias fotos de la zona: Hay un retablo que se hace eco de unas palabras de Confuncio que indican que no se peca cuando no se mira, no se habla y no se oye: Es genial porque los templos están en medio de la naturaleza y te encuentras cruzando trozos de bosques para llegar de un templo a otro: Comimos cerca del complejo de templos y a la tarde nos plantamos con un bus en la catarata Kegon y en el lago que la origina. Una cosa importante sobre las cataratas... es de los pocos momentos que utilicé mi poco japonés, pero es que estaba todo tan vacío a las 5 de la tarde, que nos dio cosa, y con razón, y es que todo cerraba a las 6, menos mal que nos dimos cuenta y al menos nos pudimos tomar un crep salado en un lugar para turistas... Por la noche tras dejar las mochilas pequeñas y ponernos las chanclas nos fuimos de paseo a un onsen!!! Fue genial, la verdad que fue medio una aventura. Nos lo recomendó nuestra casera australiana y de verdad que mereció la pena. Era un sitio pequeño en mitad del bosque, tras unas pistas de hielo. Lo cierto es que tuvimos que caminar unos metros por un camino de tierra, pero lo mereció. Era ya más de media noche, pero el baño de agua ardiendo y el posterior más relajante bajo las estrellas en mitad del bosque es genial. Después del baño te puedes tomar una copa, cerveza o helado con un poco de música jazz. Me parece que el onsen se llama "Ogurayama Onsen" por si alguno queréis buscar algo más. Etapas 7 a 9, total 22
Tras un primer contacto con un Japón un poco más rural nos dispusimos a afrontar la parte que menos habíamos preparado del viaje... el ascenso al Monte Fuji. Y es que pensábamos, si miles de japoneses los suben todos los días en verano que problema vamos a tener nosotros... pero eso más adelante.
Desde Nikko al Monte Fuji hay bastante dificultad para acceder, la verdad. Tardamos nuestras buenas 7 horas, pero la verdad es que lo que es el viaje merece la pena, no se puede hablar de Japón sin hablar del Monte Fuji, y si no subes hasta la 5ª estación (niveles a la cima) no te aseguras ir y verlo de verdad ya que las nubes, si las hay, quedan por debajo. Hay que coger un montón de trenes hasta alcanzar la estación de Fuji-Yoshida (el último tren no es JR, así que el Rail Pass no sirve) y después allí coger un autobús para llegar a Fujisan Gogome que es lo más alto que se puede llegar en transporte. ![]() Dormimos en un alberge a mitad del ascenso llamado SATOMIDAIRA SEIKANSO, a unos 1700 metros de altura. Una vez llegamos ya de tarde nos bajamos de vuelta a la parada de bus que es donde están los comercios y nos comimos algo rápido y frío porque ya estaban cerrando... el horario de cerrar entre las 5 y las 6 de la tarde una vez más haciéndonos una mala pasada. Ese día nos acostamos muy pronto... a eso de las 22h... pero nos levantamos a las 23:15h. No había nombrado aún que el ascenso lo hicimos nocturno para poder ver el amanecer lo más alto posible. Pero dado que el relato del ascenso sucedió en el día 9 de viaje y que es como para escribir un cuento corto lo dejo para la siguiente etapa. Lo único que sucedió es que uno de los 5 arrastraba problemas de oído desde España y cuando no había pasado aún media noche se dio la vuelta... llevándose la única linterna que teníamos... Os dejo mientras con algunas fotos de y desde la quinta estación en la que estuvimos (porque como algún compañero aprendió después hay más de una) Etapas 7 a 9, total 22
Este día fue muy especial. Todos nuestros amigos se saben este día al dedillo, no se cuantas veces hemos podido contar esta historia pero aun nos reimos un poco a día pasado de todo lo que aconteció.
Ahora bien, yo no fui, para mi suerte, el protagonista de esta historia así que le cedo la palabra a el: Bueno, primero de todo tengo que decir que encantado de colaborar en el diario, que está de lujo y que este viaje no es que sea recomendable, son un cúmulo de experiencias y aventuras que recordaré el resto de mi vida (incluida la del calamar que me comí), agradezco a Álvaro que me convenciera para ir. y sin más ñoñeces vamos a hablar de mi ascensión y bajada del Fuji. Como ya comentó Álvaro, uno de los cinco valientes que subimos el Fuji-Yama se retiró a poco más de media hora de caminar llevándose la única linterna del grupo. Esto no me hubiera alterado si no fuera porque los japoneses subían con un casco con linterna incorporada, bastón para apoyarse, ropa de escalada y algunos hasta bombonas de oxígeno mientras que nosotros íbamos con los vaqueros y las manos en los bolsillos. Aun así ninguno dudó y seguimos adelante tratando de ver gracias a los japoneses que pasaban cerca, y poco a poco fuimos ascendiendo y fue pasando la noche. La subida fue cansada, apenas habíamos dormido y había tramos en que teníamos que apoyarnos con las manos para subir, pero mereció la pena. Cuando el sol comenzaba a aparecer estábamos a poca distancia de la cima, y había muchísima gente allí por lo que subíamos muy despacio. Mientras íbamos ascendiendo bebíamos todo lo que podíamos comprando en los puestos que hay cada cierta distancia, pero a nuestro guía y autor de este diario le afectó el mal de altura y cuando paramos se quedó frío y decidió ir bajando. Al poco de bajar los tres compañeros comentamos que alguien debería ir a buscarle por si se encontraba mal, y al ser yo el único de los tres sin cámara de fotos, me tocó la china. Álvaro llevaba una mochila con sus cosas y su dinero y atada a ella, su famoso gorro japonés, y lo recogí todo para bajar. Yo solo llevaba un pequeño bulto con dinero, y hasta dejé mi pasaporte en el albergue por no considerarlo necesario (el único momento de todo el viaje en que lo hice, nunca lo hagáis niños y niñas). Comencé a descender y visité varios albergues en los que se podía tomar sopa caliente y descansar, pero no vi a mi colega. Conociéndole, supuse que no estaba muy mal y que habría seguido el camino, y me tomé un ramen que ya me hacía falta. Después seguí bajando hasta llegar a una bifurcación con dos indicaciones en japonés. Pregunté a un señor mayor la dirección a mi albergue en la 5ª estación, pero como no estaba seguro, esperé a un grupo de jóvenes japoneses que me indicaron lo mismo y me instaron a bajar con ellos muy amablemente mientras se reían del sombrero que llevaba atado a la mochila. El camino parecía diferente al que había usado para subir y se lo comenté a los japoneses, que me explicaron que ese era camino de subida y éste de bajada. Como son tan ordenados pensé que era lo lógico y seguimos bajando por una zona que derrapaba muchísimo, ellos y ellas bajaron bastante rápido haciendo uso de sus bastones y yo, orgulloso español no podía ser menos así que eché a correr pero sin bastón. Tras varios derrapes al límite llegué a una zona en que no pude mantenerme bien y usé una rodilla para frenar, destrozando mi vaquero y empezando a sangrar levemente por la rodilla. Tras limpiar la herida y ver que no era nada, seguimos bajando hasta llegar a una parada de autobuses en donde los japoneses me indicaron cual coger para llegar a mi albergue. Pregunté y pregunté por la quinta estación, pero no sabía que no había solo una sino unas cuantas!! No es que me indicaran mal, es que yo pregunté mal. Tras subir al autobús extenuado, me quedé dormido mientras nos iba llevando de regreso, y al despertar, vi que se paraba frente a una estación, todo el mundo bajó y logré que me dijeran que estábamos en Gotemba, a unos cuantos kilómetros de mis amigos, mi albergue y mi pasaporte (y yo con todo el dinero de Álvaro en la mochila). Desesperación define bastante bien lo que sentí en ese momento, pero rápidamente hablé con varios empleados de la estación de autobuses para tratar de llegar al albergue o al menos de saber cómo reunirme con mis amigos posteriormente. Cuando todos indicaban que no entendían el inglés un sudor frío comenzó a recorrer mi espina dorsal, hasta que mi legendaria buena suerte actuó de nuevo. Un francés que esperaba su autobús estaba parado cerca de mí, y me dirigí a él para tratar de explicarle mi situación. Tras alabar mi buen inglés (creía que yo era) me ayudó a encontrar la dirección de un ciber-café, preguntando en el hotel Gotembakan, uno de los más lujosos de Gotemba. Tras agradecerle infinitamente su ayuda, fui al lugar indicado, y pedí usar internet, pero la chica que me atendió me dijo que necesitaba mi pasaporte. Tras dedicarle mis mejores sonrisas y suplicarle en inglés y japonés le dije que me hospedaba en el hotel Gotembakan a lo que abrió mucho los ojos con incredulidad. Y es que, con mi pantalón roto y sucio y la ropa sudada no daba el perfil del mencionado hotel. Aun así me dejó usar internet pero me dijo que quedara entre nosotros porque se podía meter en un lío. Finalmente accedí a la red, vi el teléfono del albergue en que estábamos hospedados y llamé a mis amigos. Misión completada, ellos tenían que pasar por Gotemba para llegar a Hakone y me recogerían de paso. Tras superar el susto me fui a desayunar por segunda vez (ya ni me acordaba del ramen) me compré calcetines nuevos y tiré los viejos y me lavé un poco de los restos de tierra que tenía en las zapas. Tras acabar me di una vuelta por la ciudad con el sombrero a cuestas, viendo tiendas y aprovechando para visitar la zona. Después de almorzar y tomar un postre contundente me tumbé en un banco enorme a descansar. A los dos minutos aparecieron tres colegialas japonesas y se sentaron al lado. Después otras tantas y me senté para que cupiesen sin agobios, y después otras más que se quedaron de pie mirándome hasta que sintiéndome incómodo decidí levantarme y me fui a la estación, y ellas se sentaron y me agradecieron que me largara. Qué gente… Cuando apareció Álvaro yo estaba medio dormido de tantas emociones, pero al ver a los compañeros me animé enseguida de nuevo, y tras algunos comentarios sobre mi odisea seguimos hacia Hakone, pero nunca me olvidaré de Gotemba y de la gente que tan amablemente me ayudó, un saludo al francés viajero y a la dependienta del ciber-café! Como alguno podréis a ver pensado... fuimos un tanto insensatos... la verdad es que fué el primer viaje de verdad que organizamos y con los años hemos ido preparando mejor las cosas. Os comento algunos detalles más sobre el día que no tienen desperdicio: Primero, yo efectivamente en cuanto baje de los 3500 de altura me recuperé y baje del tirón sin necesidad de descansar, me dió tiempo a domir una horita antes de la hora de check-out. Segundo dos amigos llegaron a la cima y os dejo aquí unas cuantas fotos más al respecto: Y tercero el momento fue cuando los 2 fotógrafos del grupo llegaron de vuelta al albergue: Ellos: "Donde está x?" (x el que se volvió a la media hora de empezar) Yo: "Se ha ido de paseo a la 5ª estación. Y?" (y el que se nos perdió) Ellos: "Bajó detrás de ti" Yo: "Como que bajo detrás de ti?" Ellos: "Que bajó detrás de ti" Yo: "No xxxxxx. Donde xxxx está?" A partir de ahí fue un poco estresante, de los 4 que quedábamos no llevabamos móvil ninguno (para los listos en ese año solo unos poco moviles tenian 3G en España y en Japón el resto de móviles españoles no funcionaban). "X" se quedó en la 5ª estación, los fotógrafos en el refugio y yo acabé en la koban (garita de policia) de nuestra ruta de ascenso hablando con un policía... y costó pero con su poco inglés y mi aun menor japonés (Mi diccionario electrónico de japonés en la mochila que llevaba "Y") conseguí que entendiera que había perdido a un amigo y que tuviese una descripción. Hay que decir que cuando "Y" consiguió llamarnos habían pasado 2 horas desde que yo supiese de la situación y que la policia había dado aviso ya a todas las 5ª estaciones y algunos de los pueblos de alrededor... ![]() La verdad que finalmente tuvimos suerte. Gotenba, el pueblo donde estaba el extraviado nos pillaba de camino a Hakone que era nuestro siguiente objetivo. Cuando le alcanzamos era ya media tarde y la verdad que pocas veces me he alegrado más de ver a un amigo. Hakone es un sitio bonito, pero llegamos muy cansados y no pudimos disfrutarlo. Alguno no salió del albergue... que por cierto fue horrible, era el Hakone Lake Villa YH, no lo recomiendo la verdad, de aquel viaje fué el peor alojamiento que tuvimos. Etapas 7 a 9, total 22
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