Después de los fallos del día del monte Fuji la noche del día 12 al día 13 será el otro momento recordado por infame de todo el viaje.
En el tren nocturno no había ningún tipo de cama, es más, no tenía ni buenos asientos, no era un shinkansen de los nuevos que habíamos cogido hasta el momento... y encima llegamos a Kyoto antes de que abrise nada.

Esperamos un rato a que el Starbucks nos diera de desayunar y nos dispusimos a buscar nuestro hotel, el Econo-Inn KYOTO. Cuando llegamos fue uno de esos momento que me dejaron el peso de la situación... "Alvaro, lucha con ellos que el check-in sea antes" (era a las 3), me dijeron que a las 15:30 sin yo discutir nada... que ganas esperaban que tuviese de discutir despues de una noche sin casi dormir... Así que dejamos los macutos y nos dispusimos a dar una vuelta por el centro de Kyoto. Una cosa que recuerdo es que despues de 30 horas sin ducharnos con el calor y humedad que hacía a rosas no olíamos.
En mitad de Kyoto cerca de la estación central y nuestro hotel están dos templos enormes, Nishi Hongan-ji y el Higashi Hongan-ji, dos templos no gemelos pero si parecidos, el del oeste (Nishi) y el del este (Higashi). El del este es más grande si cabe, pero estaba en proceso de restauración y por tanto cubierto en su totalidad por una enorme lona, hubo un momento que mirarmos por un resquicio que había y os puedo decir que había su buena cantidad de trabajadores/restauradores japoneses trabajando en la madera exterior del templo.
Del templo del oeste os dejo un par de fotos:
La comida de ese día fue una de esas que se recuerdan por lo peculiar. Donde nos decidimos a entrar no había escaparate con reproducciones de los platos y no tenían carta que no fuese en japonés... 3 de los 5 optaron por señalar el plato de los de la mesa de al lado (opción mejor), yo opté por coger mi diccionario electrónico y traducir lo que pude (acabé comiendo lechuga asada[o eso parecía] con carne) y el quinto dijo que no se arriesgaba y pidio una bola de arroz...
Después de eso nos volvimos al hotel y tras hacer el check-in ducha y sista... de 5 horas, era de noche cuando nos levantamos y nos dispusimos a explorar la zona de Kawaramachi.
Cenamos una mezcla de comida occidental y japonesa en un sotano muy amplio lleno de jovenes japoneses y deambulamos por las callejuelas que hay entorno a la avenida principal. La zona está llena de universitarios y gente joven en general, esa noche nos tomamos una copa y volvimos un poco más tarde de lo habitual. Y aunque no lo probamos porque no somos del tipo que nos gusta, la avenida principal estaba llena de karaokes: