![]() ![]() Nepal desconocido: el trekking de los pueblos Tamang ✏️ Blogs de Nepal
Viaje a una región aún no masificada de Nepal: la comarca del pueblo TamangAutor: Superbala Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (20 Votos) Índice del Diario: Nepal desconocido: el trekking de los pueblos Tamang
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Etapas 7 a 9, total 11
En esta jornada afrontamos el trekking propiamente dicho. eso quiere decir que ya tenemos a nuestro guía local (es fácil contratar uno allí, sobre la marcha. Milan puede orientarnos; y no debe contar mucho más de diez euros al día, más los gastos de estancia y comida - que son, por otra parte, irrisorios). El guía es, además, porteador: si sois varios viajeros y no queréis ir cargando con la mochila, podéis contratar más porteadores. Los precios de éstos ya no los sé: es cuestión de negociar por adelantado, y seguro que la cantidad que os van a pedir será más que razonable.
Pues eso: que nos levantamos bien prontito; disfrutamos del amanecer, y quizá de un café mañanero para coger fuerzas; y precedidos por nuestro guía local empezamos a caminar. La primera parte del trekking en una suave bajada que nos conducirá hasta el pueblecito de Chilime, a los pies del valle. Resulta delicioso recorrer este camino, que atraviesa una auténtica jungla hasta alcanzar la ribera. El amanecer... ¡glorioso!
![]() Ya en la zona más baja, atravesamos un arroyuelo y descubrimos que el camino está festoneado por unas curiosas plantas que... mmm... me suenan de algo, éstas las he visto yo en otro sitio. Mi guía me dijo que aquí crecen espontáneamente, y que no se hace de ellas ningún tipo de uso (son una especie de "mala hierba"; aunque seguro que muchos lectores no piensan lo mismo).
![]() Si tenemos un buen guía, seguro que se buscará la vida para que desayunemos en alguna de las casas de Chilime: una experiencia muy, muy recomendable, ya que por "la voluntad" (menos de dos euros parece un poco ridículo) disfrutaremos de un auténtico desayuno Tamang, compuesto de café o té; y roti (pan ácimo que las mujeres amasan ante nosotros, y luego tuestan en sartén o piedra) con tortilla francesa. Mmmmm... sólo de recordarlo se me hace la boca agua...
Tras desayunar, abandonamos Chilime por un puente colgante sobre el río, y comenzamos el ascenso a Tatopani. No es un ascenso muy abrupto, pero se nota que subimos.... ¡y mucho! Los paisajes son espectaculares, con vistas a todo el valle; y veremos también muchas plantas autóctonas, que los Tamang utilizan con fines medicinales o gastronómicos. Me hizo mucha gracia que, justo a mitad de la ascensión, apareciera una especie de.... ¿bar, podría decirse?, allí, en medio de la nada. El propietario es un chico encantador que vende agua, refrescos y tentempiés a los sufridos trekkistas. Merece la pena parar un rato, hacerle negocio al chaval y charlar un poco en macarrónico inglés.
![]() Un poco después del mediodía deberíamos estar alcanzando nuestro destino de hoy: la villa de Tatopani. Bueno, lo de "villa"... ¡es mucho decir! Realmente encontraremos un conjunto breve de casas y hotelitos, dispuestos en torno al principal atractivo de este lugar. Una pista: en Tamang, "tato" significa "caliente" y "pani", "agua".
![]() ¡Así es! El pueblo dispone de unos maravillosos baños termales naturales, frecuentados por locales y foráneos que, en estas rústicas piscinas, se entregan felizmente a las edificantes tareas de la higiene y el solaz. Vamos, que después de cinco horas caminando, el reconstituyente baño en las cálidas aguas de estos "hot springs" es un lujo en toda regla. Por lo demás, en Tatopani tampoco hay mucho más que hacer, salvo disfrutar de las vistas y, quizá, charlar con otros visitantes que se encuentren por la zona.
Pasaremos la noche en uno de los hotelitos del pueblo: encantadoras construcciones de madera que ofrecen alojamiento por 1,50 euros. La habitación es sencilla, pero tiene su gracia. Obviamente duchas no hay (para eso están los baños termales); pero sí cobertura de móvil y un rudimentario sistema eléctrico alimentado por una batería de coche que, a su vez, se recarga con energía solar.
En cuanto a la comida... bueno, aquí, como en el resto de alojamientos turísticos de la zona, es posible disfrutar de una carta relativamente variada, y con unos precios más que razonables. Se ve que los "hosteleros" (ejem) del valle se han puesto de acuerdo, porque en todos sitios tienen el mismo menú, que incluye platos de arroz, fideos, huevos, patatas, sopas... ¡incluso macarrones y espaguetis! A los cerveceros (como yo) les diré que disfrutar de un botellín nos saldrá comparativamente bastante caro: hay que decir que a estos sitios no pueden acceder los vehículos a motor, así que todos los suministros son cargados sobre las espaldas de los sufridos porteadores. La cerveza en un producto pesado... y por eso cuesta más cara que otras vituallas más ligeras. De todas formas, 2,40 euros por una botella de casi un litro tampoco es para echarse las manos a la cabeza. ¡Y lo bien que sienta esa ambarina ambrosía mirando las cumbres nevadas del Langtang Lirung! Quita, quita: dinero que pago besao, y sin cargo de conciencia ninguno.
![]() Nota importante: Tatopani está ya a más de 2600 metros de altitud; y en la jornada de mañana alcanzaremos los 4.000 metros. Es importante descansar bien y beber mucha agua, porque cada organismo es un mundo y estas son ya unas altitudes que pueden pasar factura. Yo, personalmente, noté cierto mareíllo y un leve dolor de cabeza que se me pasó gracias a San Espidifén Bendito. Lo dicho: descanso, aclimatación... y si no nos encontramos bien, pues dedicamos otro día a disfrutar de las aguas termales de Tatopani y permitimos a nuestro cuerpo aclimatarse de forma más gradual. De todas formas, y según creo, es inusual que aparezcan problemas por debajo de los 4000 metros, así que... ¡a disfrutar, que mañana nos espera el día más duro de caminata! Etapas 7 a 9, total 11
Pues sí: este día es un poquito más duro que los demás, porque ascendemos ya a considerable altitud... y eso, se nota. La etapa se divide en dos partes: una primera nos lleva hasta Naghtali; y después... bueno, eso lo cuento luego.
![]() De Tatopani a Naghtali hay unas tres horas. Es importante levantarse bien temprano esta jornada, sobre todo si el viaje lo realizamos en abril / mayo: en esta época las mañanas suelen estar despejadas, pero a medida que avanza el día llegan las nubes y nos impiden disfrutar de la vista de las montañas. Como el día de hoy, si está despejado, puede ser sobrecogedor (en cuanto a los paisajes, digo)... pues eso, que hay que darse el madrugón. De todas formas, en estas latitudes lo normal es ponerse en pie a eso de las cinco o cinco y media de la mañana, hora a la que ya es perfectamente de día. Claro que a las diez o diez y media de la noche ya estás en el quinto sueño. Hay que adaptarse a las costumbres locales; a donde fueres, haz lo que vieres y tal.
Pues eso: a las cinco y cuarto, tras desayunar otro delicioso "roti" con café, ya estamos en marcha montaña arriba. De acuerdo con el mapa, la etapa debe ser bastante corta, porque Tatopani y Naghtali aparecen bastante cerquita... ¡juas! Ya he dicho que en Nepal las distancias son relativas. Advierto de que el camino se hace bastante arduo, porque ascendemos continuamente a lo largo de tres horas de continua subida. Eso sí: el camino es directamente espectacular, ya que se interna en una tupida foresta ya desde el principio. Comienzan pronto a aparecer los primeros árboles de rododendros silvestres, cuajados de flores, que nos acompañarán durante toda la jornada. Su belleza, con las montañas de fondo, es directamente indescriptible.
![]() La senda, como digo, asciende continuamente, y atraviesa varios caseríos que son, en realidad, pedanías de Chilime, aunque tienen otros nombres (la más importante - por usar un adjetivo claramente hiperbólico- es Brimdang, que incluye un precioso monasterio budista y un mirador panorámico desde el que se contemplan las cumbres de los Ganesh Himal, ya en la frontera con el Tibet). Es fácil observar a familias de monos de cara blanca (enormes, por cierto), que cruzan el techo arbolado de rama en rama, o descansan en las copas oteando el horizonte. El camino es sencillamente impresionante, ninguna foto le hace justicia: altos árboles forrados de musgo; recoletas veredas tapizadas de hojas caídas; densas frondas floridas... Yo me crucé con varios porteadores, y tuve la suerte de asistir a una ceremonia religiosa en el monasterio de Brimdang. También debo decir que hay algunos "hostels" (ejem, ejem) a lo largo del camino. No me he alojado en ellos, así que no puedo dar detalles de cómo son. Rústicos sí me parecieron... pero también encantadores, la verdad.
![]() Finalmente, tras tres horas de andar lento, pero seguro... ¡llegamos a Naghtali! Lo confieso: el espectáculo que, al alcanzar la cumbre, se desplegó ante mis ojos, hizo que se me saltaran las lágrimas. Una verde alfombra, salpicada de lirios salvajes, me servía de plataforma para contemplar, en el horizonte, las imponentes; ciclópeas; colosales cadenas montañosas del Himalaya. Podría dedicar mil adjetivos a ese momento... pero os invito a vivirlo vosotros mismos: a experimentar la extraña sensación de enormidad y vacío que, si tienes un mínimo de sensibilidad, te deja el estómago metido en un puño. Nunca olvidaré aquella primera impresión, la luz tan nítida, el blanco refulgente de la nieve en los picos... Mucha tela para tan poco cuerpo...
![]() En Naghtali hay un par de hostels muy encantadores, con su madera pintada de blanco y sus pequeñas habitaciones rudimentariamente amuebladas. tengo que subrayar - esto es importante - que aquí no hay agua corriente. Las posibilidades de aseo se reducen... prácticamente a cero, pero bueno, eso, en un lugar como éste, es secundario.
![]() Dejamos la mochila en nuestra habitación (4 euros, dos personas) y seguimos nuestra caminata, porque la etapa aún nos reserva una segunda parte, si cabe aún más espectacular. Coged fuerzas, porque aún no hemos alcanzado la altitud máxima del treking... pero estamos a punto de hacerlo.
[img]fbcdn-sphotos-a.akamaihd.net/ ...otos-ak-sn [align=justify]Siguiendo a nuestro diligente guía caminaremos aún una hora y media más, siempre ascendiendo, y siempre a lo largo de un camino absolutamente espectacular: aquí el bosque de rododendros se hace exhuberante, y luego abre paso a paisajes más austeros, más limpios y típicos de la alta montaña. No, no se me ha olvidado el trabajito que me costó recorrer este sendero, porque no soy precisamente un atleta y entre la altitud (cada vez mayor) y la continua pendiente, pues tenía que pararme de cuando en cuando para recobrar el aliento. Eso sí: sólo los paisajes que contemplé a lo largo del camino merecen todas las fatigas del mundo. ![]() Y ya, cuando llegas a Taruche, que está a casi 4.000 metros de altura, y aparece ante ti semejante espectáculo de la naturaleza... Bueno... Aquí la cámara se me rebeló y no tengo ni una foto de ese lugar. Quizá sea cosa de la providencia; a lo mejor se trata de un sitio cuya contemplación se reserva a los que han recorrido ese camino por su propio pie. Tendréis que ir hasta allí para disfrutarlo.
La vuelta a Naghtali se hace por el mismo camino, que cuesta abajo resulta (lógicamente) más llevadero. Llegamos al hostel a la hora del almuerzo (que previamente habíamos encargado). Aquí los precios son un poquito más elevados (por el tema de la altitud y la falta de infraestructuras, ya lo comenté más arriba), pero dentro de lo baratérrimo, claro. El hostel lo regenta una señora encantadora (que no habla nada de inglés, por supuesto); y con ella están sus dos hijos pequeños.
Tras la inexcusable siesta; y en vista de que mi guía y yo éramos los únicos huéspedes del hostal, cené con la familia en la cocina, junto al hogar, y así conseguí protegerme del frío que cae por la noche en esas altitudes. También me tomé un par de vasos de "local wine" (un licor sorprendentemente parecido al saque, que los Tamang toman caliente y resulta de verdad muy reparador). Hubo incluso una tormenta de granizo, pero luego la noche se despejó y pude contemplar los picos nevados a la luz de la ensoñadora luna nepalesa. A ver quién supera eso... Etapas 7 a 9, total 11
Vale: ayer no me duché, pero... ¿qué importa eso cuando, a la luz del amanecer, aparece ante mis ojos el imponente Langtang Lirung casi al alcance de la mano? El plan de hoy implica, para empezar, un trayecto de pronunciado descenso que nos llevará desde Naghtali hasta el pueblo de Thuman. Después ... bueno, después hay varias rutas que podemos tomar, dependiendo del tiempo que tengamos, nuestras ganas de caminar y nuestra forma física. Pero avancemos paso a paso...
El descenso de Naghtali a Thuman atraviesa primero un espeso bosque en el que nuevamente es fácil toparse con algún grupo de monos de cara blanca. Luego el paisaje se abre a pequeños claros tapizados de hierba, y aparecen los plantíos de cereales, los espantapájaros, las mujeres aventando el grano...
![]() Son casi dos horas de continua bajada hasta llegar a Thuman, y lo primero que encontramos, a la entrada del pueblo, es un control policial en el que debemos mostrar nuestra documentación (esencialmente pasaporte, permiso de trekking y recibo de haber pagado el "peaje" al Parque Natural del Langtang). Según parece, además del controlar que has apoquinado, este tipo de "check-points" sirve para hacer un seguimiento de los senderistas y garantizar cierta seguridad en la zona.
![]() Tras demostrar que sí, que tengo todos mis papeles en regla, seguimos hasta el pueblo de Thuman propiamente dicho. Poco que añadir a lo ya comentado: es otra de esas encantadoras villas Tamang, con algunos "home-stay" en los que se puede pernoctar. Yo desayuné en una casa a la que me llevó mi guía: el refrigerio y el descanso vienen muy bien, porque lo que resta de etapa tiene su complicación. En cuanto a los niños, los paisajes, la gente... las imágenes son suficientemente expresivas.
![]() ![]() Ahora... Bueno, aquí es donde se abren varias posibilidades que el viajero debe sopesar, porque existen varias rutas (más o menos complicadas, más o menos largas) que podemos tomar. Os propongo algunas posibilidades...
1. Si tenemos tiempo y ganas, podemos enlazar con el trekking del Langtang, a través de Briddhim - Khangjim. Esto supondrá varios días más de caminata, y nos introducirá en pleno Parque Natural. El trekking del Langtang es bastante conocido, podéis encontrar información en internet con relativa facilidad. Yo no tenía tiempo para hacerlo... Así que lo he dejado pendiente para la próxima vez... ¡espero que sea el año que viene! 2. Si queremos llegar hasta la frontera del Tibet, podemos continuar hacia el norte siguiendo el cauce del río Bhote Kosi. Conocí a algunos que han hecho este camino y no lo ponen demasiado bien. Pero como yo no lo conozco personalmente, me abstengo de opinar. 3. Otra posibilidad es ir a Briddhim (dicen que el pueblo es muy bonito) y desde allí a Shyaphru, en una o dos jornadas. Shyapru, como dije más arriba, es un pueblo sin particular encanto, pero puede ser un buen lugar para tomar el autobús si se nos acaba el tiempo y tenemos que volver a Katmandú. 4. Otra opción (es la que yo tomé) es volver directamente a Chaurhattar recorriendo un pequeño sendero que conduce desde Thuman hasta Goljung Base. Hay que decir que esta senda no es apta para personas con vértigo, y que conviene hacerla muy, muy despacio por varios motivos. Uno de ellos es que el descenso es bastante acusado, y si no andamos con ojo podemos acabar con las rodillas resentidas (lo digo por experiencia, a mí me pasó). Pero lo más importante es que parte del camino está literalmente colgado del abismo. Vale que soy andaluz y tiendo a las exageraciones... Pero en muchos momentos de esa jornada recordé "El Señor de los Anillos" y las escaleras que conducían hacia Mordor (sólo que yo, en vez de subirlas como hizo Frodo, las bajé). ![]() Cuando por fin termina el descenso, atravesamos el Chilime Kola por un puente colgante y empezamos de nuevo a ascender, hasta llegar a Goljung, que es el pueblo más grande (ejem) del valle. A la villa se accede a través de una bonita puerta con pinturas budistas.
Aquí paré muy poquito tiempo, porque mi objetivo era llegar hasta Chaurhattar, donde me esperaba la deliciosa hospitalidad de Milan y sus mujeres... ¡y una buena ducha de agua caliente! El trayecto de Thuman a Chaurhattar toma unas tres horas largas, si se hace tranquilamente. Pero también es cierto que en el Goljung contemplé algunas de las imágenes más memorables de todo el viaje...
![]() Y aquí terminó mi trekking, que, como he dicho, podía haber sido más largo si lo hubiese enlazado con el Langtang. Es algo que tengo pendiente, me gusta pensar que podré hacerlo en un futuro próximo. Pero.. ¡un momento, un momento! Ha terminado el trekking, pero no el viaje por la comarca de los Tamang. Aún quedan algunas cosas que decir antes de regresar a Katmandú. Etapas 7 a 9, total 11
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