Argentina de Norte a Sur (15 días) ✏️ Blogs de Argentina

Nuestra intención era ir a Torres del Paine en Chile, pero hablando con los locales y pensándolo fríamente, decidimos que no merecía la pena, son 10 horas de autobús mas los trámites de aduanas, demasiado para el cuerpo, además así tendríamos una excusa para visitar Chile de norte a sur.

La otra opción, El Chaltén, tampoco nos resultaba especialmente atractiva, dado que al fin y al cabo son más glaciares y montañas, paisaje al que ya nos habíamos acostumbrados. Las salidas de trekking sobre el hielo del Perito Moreno tampoco eran una opción por una lesión de rodilla de mi pareja (que no os engañen, usar crampones no es fácil ni es para todo el mundo, especialmente con problemas en rodillas, ya que hay que ir clavándolos y eso reperctue mucho en la articulación).

En lugar de todo esto decidimos improvisar y nos tomamos el día ocioso, contratamos una excursión al Cerro Frías, con varias salidas al día (9, 12, 15.30 y 18:00), a 23 kilómetros de El Calafate, donde se puede hacer trekking, 4x4, cabalgata o, lo que escogimos, tirolina. Hacer tirolina aquí no destaca por su especial caída (560 metros de desnivel total), pero sí que son tramos muy largos, probablemente la tirolina más larga de América del Sur, son cinco tramos con más de 2.000 metros de longitud total, con los Andes como telón de fondo y águilas y cóndores a tu alrededor. Divertido y diferente. Además contamos con unos monitores fantásticos que consiguieron vencer el miedo a las alturas de mi pareja, que al final, como no podía ser de otra manera, se le hizo corto. El precio es de 300$ por persona, transporte inluido, 430$ con almuerzo. Además, disponen de cafetería donde tomar algo tras liberar adrenalina(refresco + chocolate 27$).

Destacar que estos chicos de Cerro Frías fueron los más amables de todo nuestro viaje a Argentina, no sé si tuvimos mala suerte o qué, pero en general el argentino con el que nos encontramos no era especialmente amable ni cerano, como hemos visto en estos foros. Por eso, es de justicia destacarlo en este momento. Para más información tenéis su sede en Avenida del Libertador 1114, www.cerrofrias.com, cerrofrias@cotecal.com.ar

De vuelta en el hotel, nos acercamos a la ciudad, preguntamos donde tomar una parrillada argentina y nos recomendaron el Rick's (como siempre en la Avenida del Libertador). El servicio dejaba mucho que desear, pero por 255$ comimos una parrillada para dos con bebidas, lo que tampoco es especialmente barato, pero sí lo mejor calidad-precio que se puede encontrar por allí. Eso sí, los que somos del norte de España nos sentimos bastante defraudados con la fama de la carne argentina, sinceramente, el producto nacional no tienen nada que envidiar.

Tras la parrillada, paseo, helado de calafate, unas empanadas para cenar y al hotel, a dormir, que al día siguiente nos íbamos para Iguazú.

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Nos vamos al aeropuerto, facturamos, pagamos la tasa de London Supply (28$ por persona), pasamos el control de Bromotología (es un control para evitar que se introduzcan semillas o alimentos contaminados a esas zonas del país, aunque yo paseé mandarinas españolas por todo Argentina y nadie me hizo enseñar ninguna bolsa), control de pasaportes y para Iguazú, previa escala en Aeroparque porque no hay vuelo directo.

Este día lo perdimos prácticamene en el viaje, llegamos a Iguazú lo justo para que nos llevaran al hotel.

El hotel se llama La Cantera lodge, es un hotel metido en medio de la selva, en cabañas camufladas unas de otras, con hamacas en las terrazas, muy bonito y bastante caro, pero este es el tipo de cosas que hay que pagar por ellas. Nuestro operador argentino Azeta Viajes, una vez más mirando únicamente en su propio interés, no nos comunicó que si hubieramos pagado en repceción en dólares nos hubieran incluido la media pensión. Esto, considerando que fuimos nosotros quienes escogimos todos los hoteles antes de contratar el viaje con ellos, es una marranada, hablando pronto y mal, porque nos obligaba a coger el taxi dos veces cada vez que íbamos a la ciudad y buscar dónde cenar en Puerto Iguazú, un pueblo a medio hacer sin mucho dónde estar. Sin embargo, ante la adversidad, buena cara, estábamos en un entorno único, con una humedad única y con muchas camisetas para ir cambiándonos cada dos por tres, así como un par de botes de repelentes de mosquitos.

La ventaja de dormir en estos lodge es que estás en contacto total con la selva, es una experiencia única, con bichos únicos de todos los tamaños, así que los que seais algo urbanitas deberíais ir mentalizados. También tenía una piscina, no demasiado limpia. El buffet era de pena, era un desayuno continental ampliado, la verdad es que no entiendo estos hoteles que cobran tan caro el servicio y luego racanean en cosas tan nimias como el desayuno o la limpieza de las duchas comunes en la piscina. No recomendaría este hotel, hay más lodges cerca. Además, es el único hotel de toda Argentina que nos cobró por una llamada local, 1,20$, 20 céntimos.... en fin, muy triste.

También hay un asentamiento típico guaraní cerca de allí, pero es un poco teatro, porque les ves con sus pinturas y su iphone, no sé, yo el tema folkclórico cada vez lo tengo menos en cuenta, el turismo acaba por imponerse a todas estas culturas y al final se busca hacer negocio con él, lo cuál es lógico por otra parte, pero al menos el que vaya que sepa a lo que va, que no es que vivan así en realidad, al menos no en Puerto Iguazú y alrededores.

Nos fuimos a cenar al Tío Quincho, que ya ha salido por este foro. Es un restaurante muy elegante para lo que es la ciudad, se come bien (carne, claro) con parrilla para dos y agua por 146$ PERO el servicio es pésimo, lento y descortés. Un ejemplo, según nos llega la comida pedimos una sala para acompañar, veinte minutos después no había llegado y ya habíamos acabado el plato, pido la cuenta y me trae la cuenta Y LA SALSA!!!! ¿alguien me puede explicar para qué quiero la salsa en ese momento?¿para mojarla en la cuenta? Pero no lejos de eso, el camarero se dirige a mí y me explica que puedo pagar en dólares, pesos o euros y que debo dejar una propina del 10% o superior, que es costumbre. Llevo viajando décadas y he estado en muchos países en vías de desarrollo así como desarrollados, y jamás me habían forzado a pagar una propina sin ni siquiera saber si iba a hacerlo y máxime con un servicio tan nefasto. Pero lejos de acabar aquí el asunto, le dije que pagaría con tarjeta y me hizo levantarme, bajar a caja en la planta inferior y se quedó al lado mío todo el rato esperando a que le diera la propina. Esto resultó insultante y humillante, por supuesto que no le di la propina, pero es que le hubiera dado otra cosa...

En fin, que en el pueblo hay pizzerias y restaurantes menos elegantes pero más baratos y de mejor servicio, conocerás a la gente local e incluso algunas pizzerías te sirven en los lodge para que no tengas que bajarte en taxi y sin precio adicional (122$ dos pizzas medianas llevadas al lodge).

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Tocaba cataratas de Iguazú.

Hay dos lados, el argentino y el brasileño, cada cual tiene una perspectiva diferente. El argentino lleva un día entero tranquilamente o, si os pasa como con nuestro operador, una mañana a ritmo militar, que teniendo en cuenta que hacía dos días estábamos a bajo cero en El Calafate, la humedad que hacía y los 40 grados de calor pues hubiera sido ideal para el golpe de calor. Sin embargo, agua, agua y más agua, ese es el consejo, y crema solar.

La entrada al lado argentino cuesta 130$ cada uno (el resto de parques nacionales en Argentina son 100$ cada uno), mientras que las del lado brasileño 41,10 BR$ por persona. Si no queréis cambiar moneda, pues a tirar de tarjeta, de crédito y con chip, por si acaso.

La cataratas son muy bonitas, pero me defraudaron algo, quizá de tanto oirlas al final te imaginas lo que no es. Es decir, son espectaculares, hay que ir a verlas, pero no pongais el listón altísimo porque el nivel de agua además depende de los embalses que vayan abriendo o no aguas arriba, e incluso de un día a otro puede variar.

La entrada del lado argentino incluye un tren que nos subirá a la parte superior de las cataratas, la llamada Garganta del Diablo, que es la caída principal por espectacularidad y metros de desnivel. Hay un par de paradas entre medias, lo mejor es ir directamente a la aprte superior, última parada, a primerísima hora para hacer fotos. Además seguro que el agua que salpica la agradeceréis para refrescaros.

Por el camino veréis muchas mariposas, urracas (distintas a las de España), lagartos, tortugas, cigarras enormes, coatíes,... cuidado con los animales, no les déis de comer, parecen inofensivos -especialmente los pequeños coatíes- pero muerden y mucho, y además te contagian la rabia que es una enfermedad muy dolorosa y de mal pronóstico si no se coge a tiempo. La gente da de comer a los animales, eso es una mala costumbre, ellos deben de ser capaces de gestionarse su propia comida, si les damos comida de humanos con azúcares refinados generamos casos de obesidad e, incluso, diabetes, en animales que no sufren esas enfermedades en condiciones naturales, alterando el equilibrio del ecosistema.

El resto del lado argentino transcurre por pasarelas, es muy bonito.



Finalmente terminamos haciendo La Gran Aventura, que es un gomón que te mete debajo de las cascadas y, después, te lleva río abajo hasta una salida donde te recoge un camión que te da un paseo por la selva de 20 minutos y te deja en el centro de visitantes, donde agradeceréis el aire acondiconoad y tomaros un agua o tres, aunque no tienen precios populares (24$ dos botellas de medio litro). Para acceder al barco y luego desde el embarcadero al camión hay que subir bastantes escalones, de nuevo personas con movilidad reducida lo tendrán muy complicado.

Al mediodía vuelta al hotel, aunque como os he dicho intentar que el operador local no os meta prisa y tomaroslo con tranquilidad. Sabiéndolo ahora, posiblemente alquilaría un remis para ir y estar a primerísima hora y quedaría con él a eso de las 17.00 de vuelta al hotel, para estar a nuestro aire dentro del parque.

Siesta, piscina y paseo por el pueblo de Puerto Igazú, que tampoco tiene demasiado que pasear, pero era eso o la selva por la noche (taxi lodge-ciudad y vuelta 90$)

Pizza en el hotel y a dormir, que al día siguiente teníamos viaje.

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