![]() ![]() LA CAPITAL FRANCESA, PARÍS ✏️ Blogs de Francia
Diario de mi experiencia en la capital gala.Autor: Wendo80 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4 (7 Votos) Índice del Diario: LA CAPITAL FRANCESA, PARÍS
04: CUARTO DÍA
05: QUINTO Y ÚLTIMO DÍA
Etapas 1 a 3, total 5
Tras el viaje a realizar a la bella Italia y tras decidirme a escribir mi diario de viajes del mismo cuando regrese, me ha entrado el gusanillo y he dicho: ¿por qué no escribir el de los anteriores?. ¿Que hace 3 años que hice el viaje?, pues no pasa ná, por entonces no conocía el foro de los viajeros así que imagino que los foreros serán comprensibles y tolerantes conmigo
![]() Mi primer viaje al extranjero, así que os podéis imaginar con qué ilusión y ganas preparé todo (Me faltó conocer la web de los viajeros, cachis). Elegí como destino París, la ciudad de la luz y del amor. No tenía demasiada experiencia en esto de preparar viajes vía internet, ya que era mi primera vez, de manera que no me compliqué mucho con el tema de los vuelos. Hice honor a la patria, y me pillé el vuelo con Iberia. Salimos un martes dos de agosto, y regresamos el día 06 del mismo mes. Partimos desde Sevilla, a las 9.00 horas, llegando allí a las 11.20, al aeropuerto de Orly. Tras bajar del avión, nos llevaron en un miniautobús a la zona de recogida de maletas. Allí esperando un ratito, con los ojos como peonzas mirando de un lado a otro para buscar mi dichosa maleta roja. La encuentro, ¡¡genial!!. Me entra el susto, ahora toca salir del aeropuerto que está en el sur de la ciudad, y recorrerme París bajo metro durante una trayecto aproximadamente de una hora...uffff...¿me perderé?. Es la primera vez que viajo en este medio. Tenía reservado en el albergue Le D’Artagnan. Precio módico de 20 euros por noche con desayuno incluido. El albergue estaba situado prácticamente en las afueras de París, en la zona noreste. En el aeropuerto compré el billete de tren Orly-bus, que es el que me dijeron que me servía para llegar a mi albergue desde el aeropuerto y luego volver para largarme de Francia. Me costó 10 euros. Salimos de comprar los tickets y cogimos una especie de metro subterráneo que nos dejaría en la estación de cercanías de Anthony, con el RER B. De allí, traslados varios en varias estaciones de metro, y tras un calor asfixiante, cargada con las maletas, y expectante por estar en París, conseguí llegar al albergue, coger la habitación y dejar las maletas. Ahora ya sí que sí, sólo tocaba patearme la ciudad y disfrutar. Me había preparado mi planning para que mi estancia me cundiera lo máximo posible. Iba cargada con mi carpeta en la que figuraba el orden a seguir para hacer las visitas de rigor, los metros que tenía que coger, traslados, etc... MARTES, 02 DE AGOSTO. Tras dejar las maletas en la habitación, desde el albergue salimos disparadas a ver la Torre Eiffel. Metro y corriendo. Salimos de la estación, y cuando levanté la vista y la vi..ohhhhh...sí, estaba allí, en París. La zona de alrededor preciosa, Champ de Mars (cantidad de turistas descansando y franceses practicando deporte de pelota o directamente tirados a la bartola) y enfrente con los Jardines de Trocadero. Había una cola inmesa, y no estaba dispuesta a desperdiciar mi primera tarde en París para subir a la Torre Eiffel, así que decidimos aplazar la subida a la dichosa torre para el siguiente día a primera hora, no sin antes hacernos unas fotillos en la zona. ![]() Desde allí, nos sumergimos de nuevo en el subterráneo para ir hacia el Arco del Triunfo. Como ya he dicho, era mi primera experiencia en el metro. No sé si en todas las ciudades con este medio sucede igual, pero me resulta curioso cómo en las estaciones más emblemáticas, se colocaban los músicos para tocar. También me gustó el hecho de que nada más salir del metro, te topabas con el monumento en cuestión, era como ver la luz al final del túnel ![]() Salimos al a superficie y ohhhhh. Place de l'Etoile con ese pedazo arco, altísimo, 50 metros de altura. Una acostumbrada al arco de mi Córdoba, y cuando llego allí y veo el semejante... ![]() Llegamos a taquilla, compramos entrada, y hala!, a subir escaleras de caracol para ponerme en forma. Paramos en el museo que hay en el propio arco (dedicado a la construcción del monumento y su historia) y nada, p'arriba y ver las vistas. Me causó un gran impresión ver lo cuadriculado que era todo, lo bien dividido que quedaba, doce avenidas que convergen en la propia plaza, la claridad con la que se veía París. ![]() Era la ciudad más grande que mis ojos habían visto. Oh la la. Después de contemplar una vista preciosa, asombrada, ver la amplitud de la avenida de los Campos Elíseos, ver el tráfico tan bestial que por allí circulaba, toca bajar las escaleras de caracol y darse una vueltecita por los Campos Elíseos a ponernos los dientes largos con las tiendas. Madre del amor, lujo obsceno en toda regla. Andamos la avenida inmensa, viendo una puesta de sol maravillosa. El sol pasando el Arco....ohhhh...qué bello. Cual cateta irresponsable, me lancé en plan talibán a la carretera para sacar la foto desde el mejor ángulo posible. A mí se me olvidó que por ahí pasaban coches y esas cosas, así que sentí unas cuantas voces de mi cuñada diciéndome que corriera que el semáforo se había puesto en verde y que no quería verme a mí de color rojo en la carretera, así que nada, a correr para la acera! Mi irresponsabilidad ![]() ![]() Nos fuimos a cenar al Mc’Donalds (qué sería de más de uno sin estos establecimientos en el extranjero ) de los Campos Elíseos. Eran las 22:00, todo oscurito, así que era hora de coger el metro e irnos a nuestro albergue. Etapas 1 a 3, total 5
MIÉRCOLES 03 DE AGOSTO. Lo primero del día, y antes de hacer otra cosa, era ir a la Eiffel y contemplar las vistas. ¿Habrá cola y madrugarán todos como nosotras?. Cuando llegamos, efectivamente, cola de infarto. Encontramos a una chica que daba información sobre el acceso a la torre, así que le preguntamos. ¿Hay alguna forma de no esperar cola?. Nos dice: sí, claro. Aquel acceso de allí es para subir andando. Miro para arriba y veo donde quedan las plantas. Vale, no parece que sea tanto, y con tal de evitar cola, hago un poco de ejercicio. Aparte, una que vive en una cuarta planta sin ascensor piensa: me hago la idea de que me he olvidado en casa unas cuantas cosas, y subo y bajo hasta que acabe con ellas ![]() Nos dice que la entrada es además más barata, así que mira, tampoco está tan mal..Sacamos entradita sin esperar cola, y nada, a poner el culo duro!. Subimos a la primera planta... ![]() ![]() Sigamos poniendo el culo duro, p’arriba, a la segunda. La verdad que tampoco fue tan duro, o al menos a mí no me resultó lo que en un principió pensé. Compensaba y me hacía olvidar el hecho de ir contemplando poco a poco toda la perspectiva de la ciudad, la altura, el aire que cada vez se hacía más intenso. Una vez en la segunda, sí que sí, ascensor lleno de hormiguitas, y a descansar piernas. Cuando llegué, la impresión fue bestial. Pensé: qué pequeña soy, y qué grande es el mundo. Desde allí se podían apreciar cantidad de lugares significativos de París, una maravilla. El día estaba bastante claro y se observaba todo, precioso. ![]() ![]() Bajamos, ahora sí, desde la tercera en ascensor, y continuamos el rumbo. Subimos a los jardines de trocadero, y de allí nos dirigimos a la Plaza de la Concordia, con su obelisco observando. La fuente con una ostentosidad abrumadora, al igual que sus farolas. Muy bello todo. Casi me caigo al suelo en los jardines de las Tullerías intentando subirme a una barandilla para sacar buena perspectiva..Si es que soy un desastre... ![]() ![]() En el puestecillo que había en la entrada de los jardines, nos compramos unos bocatas y unas latas de coca-cola (bocata+refresco 4 euros). Allí mismo Paseo por los jardines de las Tullerías, y de allí, a los Inválidos, antiguo hospital militar. En la parte trasera, se encuentra la tumba de Napoleón. No entré a verla, vaya a ser que se animara a saludarme. ![]() ![]() De allí a ver Notre-Dame. Cuando llegamos, había un simpático mago entreteniendo a los más pequeños (y a los no tan pequeños :-P). Algo que me sorprendió fue ver en los setos de césped, a cantidad de pájaros que ni se inmutaban ante nuestra presencia. Aquí no te puedes ni acercar, y allí son de lo más sociables. El exterior de la iglesia me pareció precioso...las gárgolas, y el interior me dejó un poquillo decepcionada, nada del otro del mundo. Eso sí, dejé mi estampa en el libro de firmas. Subimos a las torres (no habíamos tenido bastante con las escaleras del Arco y de la Torre Eiffel) y contemplamos la vista de la Ille de la Cité, el curso del Sena. Precioso. ![]() ![]() De allí, dimos un paseíto por la Isla, bajamos al río, y nos sentamos en un puestecillo al pie del mismo. Nos comimos un perrito caliente para merendar, vimos a los minicruceros del sena pasar y ponernos los dientes largos, y de allí nos fuimos a ver el exterior del museo de Orsay, andamos por el barrio latino, y emprendimos rumbo para ver también el exterior del Museo del Louvre. Reposamos un poquillo en la pirámide y desde allí fuimos a ver la Ópera. Impresionante!!!!, una obra de arte. Lástima que la luz me fastidiara la foto y no se pueda contemplar la cúpula como debiera. ![]() Tras un día agotador de subir escaleras y de andar a más no poder, cogimos el metro desde Ópera hasta nuestro albergue. El día de antes llegamos tarde y no nos fijamos, pero como cuando llegamos aún era de día, decidimos dar una vueltecilla por la zona de alrededor y avistar zonas para comer. Lo típico, Mc’Donalds y sorpresa!, un restaurante tunecino que estaba a reventar de gente y pintaba bastante bien. El dueño nos escuchó hablar. Era de Túnez, pero había pasado bastante tiempo en España, así que nos habló en un cuasi perfecto español y nos sugirió probar a cenar por cantidad, calidad y económico. Así fue. Nos pedimos un plato de arroz con pollo al curry riquísimo, una pizza, más la bebida, 15 euros. Ya cenadas nos fuimos al albergue, nos duchamos y vimos un cartel en la minidiscoteca que había que decía: “noche feliz, dos por uno” (en francés, claro). Bueno, pues vamos a ver. Nos pedimos nuestra cervecita y vemos otro letrero que ponía: noche española. Buahhhh...¿esto qué é?...una cantante chileno versionando temas de Julio Iglesias, jejejeje. Al final acabamos en la discoteca a las 2 de la madrugada cantando con el chileno: Que vivaaaaa España..pasamos un buen rato. A la mañana siguiente, muelllltassssss... Etapas 1 a 3, total 5
JUEVES, 04 DE AGOSTO.
A las 8 en planta, y el día anterior, entre caminatas, subidas de escaleras, y medio borrachera..ufff..pero estábamos en París, ¡había que hacer un esfuerzo!. Ya tendríamos tiempo de descansar una vez llegáramos aquí. Hoy era mi día, mi ansiado día. Tenía un especial interés en ver la Basílica del Sagrado Corazón y su entorno, el barrio de MontMartre. Cogimos nuestro metro, y hala, a esperar un ratito mientras llegábamos. Bajamos en la parada y subimos una calle llena de souvenirs hasta que...ohhhhhh...allí estaba..tan blanquita, tan preciosa... ![]() Subimos las escalinatas y nos adentramos en la iglesia, que por cierto estaban dando misa. Salimos y nos pusimos a hacer cola para subir a la cúpula. Luego me arrepentí de haber ido a primera hora de la mañana. Lo tenía que haber hecho a última hora de la tarde, y así poder contemplar desde allí la puesta de sol, ya que las vistas desde la Basílica, son preciosas...hay tantos lugares en París desde los que divisar...Estuvimos allí un ratito reposando, con la mirada perdida, me encantó ese lugar. Bajamos para perdernos un poquillo por el barrio Montmartre, calles empinadas, estrechas, con un ambiente especial. Fue barrio donde se reunían los intelectuales del momento, artistas, escritores, pintores...La verdad que el barrio me gustó mucho., quedó anclado en el tiempo. Llegamos a la famosa Place Du Tertre, lugar donde los artistas se dedican a retratar a aquellos turistas que por allí pasean. No me pude resistir. Tras dar una vuelta a toda la plaza, vi a uno que estaba retratando a una chica exactamente igualita. Me quedé asombrada de lo bien que pintaba, así que me dije: qué leche, que yo también quiero. Cuando acabó de pintarla, acordamos el precio para mi cuñada y para mí, y nada, a posar cual top-model!!!!. Me encantó mi retrato, estaba más que conseguido (al natural soy más guapa, eso sí ![]() De allí seguimos perdiéndonos por las calles hasta llegar al lugar más erótico de la zona. Avenida llena de sex-shops, y cómo no, el famosísimo Mouline Rouge. ![]() ![]() Pasemos y curioseamos por allí durante un buen ratito. Después de ver todo tipo de artilugios, decidimos marcharnos hacia la zona del centro Pompediu, pero vimos que íbamos tardecillo de hora y dimos marcha atrás para ir hacia la zona de la Torre Eiffel para hacer un crucerito por el Sena. No me acuerdo la compañía con la que lo hice, ni tampoco el precio, pero no fue muy caro. Para mi gusto, merece mucho mucho la pena. Es una gozada. Te dan tu audioguía para indicarte qué vas viendo durante el camino y las curiosidades de algunos de los lugares. Haciendo el crucero, tomé la foto de uno de los puentes más bellos del Sena, Alexander III. ![]() Tras acabar con nuestro crucero, cogimos el metro y para cenar al tunecino. Cenita, duchita, y destrozadas para la cama. Al día siguiente esperaba Versalles. Etapas 1 a 3, total 5
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