Región de Salzburgo ✏️ Blogs de Austria

Amanece otro día espectacular y hoy nos dirigimos hacia el valle de Gastein. Queremos subir a las alturas para tener una panorámica de todos los picos y del valle. Y qué mejor manera de hacerlo que desde la cima a la que se asciende con el StubnerKogelbahn.




Las vistas desde las plataformas dispuestas por el entorno son impresionantes. Desde la plataforma Glocknerblick, con una vista de 360 grados, se divisa entre otros, el Grossglockner.
Además, en lo alto, hay un puente colgante de 140 metros de largo, abierto durante todo el año. En uno de los extremos del puente hay un “Photo point”. Si pulsas el botón rojo, y te situas en el punto que señala en el puente, tras unos segundos, la máquina hace una foto automática y gratuita que puedes descargarte gratuitamente desde la página que te indica. Metes el día y buscas la hora aproximada y ahí está tu foto. Lo bueno es que puedes cotillear todas las fotos que se ha hecho la gente…jeje





Precio de la ascensión 22,50. Con la tarjeta: GRATIS
Caminamos un poco por la zona disfrutando de las impresionantes vistas de las montañas y del valle y bajamos a Gastein, donde nos damos una vuelta por este pueblo que se nota que tuvo épocas mejores. Compramos un poco de tarta Sisi en una elegante pastelería del centro y vamos a comprar algo para hacer un picnic.




Para comer, elegimos hacerlo en la cima del Fulseck. Desde arriba se están tirando muchos parapentistas y las vistas también son impresionantes. A pocos minutos hay un lago con un recorrido de pies descalzos que incluye una inmersión por un pequeño puente que atraviesa el lago con el agua por los tobillos.
Hace muchísimo calor, así que comemos, reposamos la comida un poco y nos bajamos.





Precio: 22,50. Para nosotros: GRATIS.



Nos vamos a casita para coger los bañadores porque ha sido un día cansado y de mucho calor y nos vamos a unas termas. Los que me conocen, ya saben mi vicio con las termas por esos países. Esta vez, vamos a Therme Amadé, en Altenmark, no muy lejos de casa. Pasamos 4 horas disfrutando como enanos en las piscinas, tirándonos por los toboganes y con mucho cachondeo en la zona de piscinas y después yo me voy a la zona de saunas donde me relajo entrando a un par de ellas y dándome un Banja- aufguss en la Panorama-Alp Sauna, que me sabe a gloria. Después al pozo de agua helada y a relajarse.
No las conocía pero para ser unas termas pequeñitas de pueblo están fenomenal. Sobre todo la zona de saunas (recordad, siempre sin bañador), con un buen programa de Aufgusse cada media hora o una hora. Además están casi vacías.

(Las siguientes fotos no son mías)





Salimos como nuevos de estas termas después de 4 horas, y nos damos cuenta de que nos hemos dejado la puerta de la furgo abierta de par en par… uuups.
Precio de las termas: 19,90. Con la tarjeta: GRATIS.
Cenita y a dormir.


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Nos levantamos, desayunamos y ponemos rumbo a la Liechtensteinklamm, osea la garganta de Liechtenstein. Es una de las más profundas de los Alpes. Llegamos a una buena hora, tempranito porque, aunque hay gente, no es demasidada, y cuando salimos sí que se ve amontonamiento y dificultades para pasar.
La garganta es impresionante, con caminos que discurren por túneles, bajo la roca y cruzando por pasarelas y puentes y al final del todo, el camino termina con la vista de una impresionante cascada. Quizá esto es lo más atractivo de las gargantas. Lo demás, si ya has visto unas cuantas gargantas, se hace un poco repetitivo.







Precio de las gargantas 4,50. Con la tarjeta: GRATIS.

Después de esta visita, tiramos para nuestro pueblo, pero paramos en Bischofshofen porque yo llevo una lista de todas las “Milchautomat” de la región que he sacado de internet. Las Milchautomat son unas máquinas de leche que nomalmente están situadas en granjas y que salen directamente de la leche recién ordeñada de las vacas. Es leche cruda y estamos muy acostumbrados a comprar tanto por Alemania, Austria y Suiza. Hace unos años, la dueña de la granja en la que nos alojábamos, todos los días, cuando no estábamos en casa, nos dejaba dos litros de leche recién ordeñada en la nevera. Así todas las tardes, cuando llegábamos, la cocíamos y teníamos leche fresca a diario. Esta vez no hay tanta suerte, porque buscamos tres o cuatro milchautomat de las que vienen en la lista, y no aparecen.
De todas formas nos damos un paseito por el centro de Bischofshofen, que la verdad, no tiene más interés que el de unas pocas fachadas bonitas.


Uno de estos días conseguimos leche en una “Alm”. La traducción literal de Alm, es pasto, pradera. En realidad en este caso, se trata de cabañas, unas más accesibles que otras, que suelen estar en medio de la montaña en las que te puedes sentar a comer productos que ellos mismos hacen: Quesos, embutidos, mantequilla, leche y en algunos casos también te hacen comida caliente. Normalmente, son muy antiguas de hace cientos de años y es genial sentarse en ellas, en medio de las montañas a tomarse algo. A mí me encantan. Ya digo que unas veces están junto a la carretera, y otras están en medio de la montaña para los montañeros o senderistas que pasen por allí.
En algunas ocasiones, tienen alojamiento y a veces, en invierno, como bajan a las vacas a los valles y la cabaña se queda sin nadie, las alquilan completas para las vacaciones de esquí.
Pues, bien, en una de estas Alm, entre Mühlbach y Dienten, conseguimos leche, pero la conseguimos a precio de como si la estuviéramos tomando allí. Normalmente, el litro sale a unos 80 centimos o 1 euros y en este caso yo creo que nos la cobran por vaso. Total que no nos convence.

Después de comer, nos vamos al Kabinenbahn Karbachalm, que son unas cabinas que salen desde el pueblo de Mühlbach y queremos subir para tener una panorámica del macizo del Hochkönig y nuestra casa desde el frente. Las vistas son impresionantes y arriba del todo hay una Alm y unos juegos chulísimos para niños (y no tan niños) para ver el funcionamiento de los pozos y el transporte de agua. Además hay una zona de picnic con barbacoa y chinchorros, genial. Estamos un ratito y por desgracia vemos que se acerca una tormenta, así que, por recomendación del chico del telecabina, nos bajamos.





Después nos vamos a recorrer el valle de Grossarl. Empieza a hacer algo de viento que cada vez se hace más fuerte. Nos vamos adentrando en el valle y vemos que la cosa se va poniendo fea cuando cruza por encima de nosotros una piscina de plástico volando, vemos un parapentista que a momentos cae en picado o cuando vemos caer delante de nuestras narices un árbol enorme. Decidimos dar media vuelta, y de camino a casa vemos que la cosa ha sido seria, porque hay carreteras cortadas, arboles caídos y coches afectados. A casita a ver la tormenta desde la terraza. Al día siguiente nos damos cuenta que la tormenta ha sido noticia en los telediarios del mundo.


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Hoy… día de lagos. Nos levantamos y nos dirigimos a uno de nuestros rincones favoritos de la región de Salzburgo. Se trata de Gosau, y su espectacular lago. Cuando llegamos, ya están ocupados muchos de los parkings, aunque afortunadamente después no se ve gente por la zona. Nada más llegar, cogemos el teleférico que te lleva hasta un lugar desde el que se tienen unas impresionantes vistas del lago desde arriba, el glaciar que hay encima y el valle de Gosau.
Impresionante.






Hacemos un caminito por arriba para disfrutar del paisaje, y nos sentamos en una Alm a tomar unos vasos de leche y unas cervecitas.





Después vamos a comer a un restaurante que hay junto al lago, que ya conocemos y en el que se come muy bien.

Aquí tenéis la carta de este restaurante, que, además es casa de huéspedes. Se encuentra en uno de los sitios más turísticos de la zona y los precios son más que aceptables, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad y la calidad de los platos.

CARTA GASTHOF GOSAU

Comemos los 6 por 72 euros, en un entorno que quita el hipo.
Después unos heladitos en una tienda cercana y listos.

Me entran unas ganas de bañarme tremendas pero no tengo el bañador ni la toalla y el coche está lejos así que me quedo con las ganas y tiramos hacia el Wofgangsee uno de los lagos más principales de la región de Salzkammergut. Esta región es espectacular… llena de lagos entre montañas de no demasiada altura hacen que subiendo un poco, tengas una panorámica impresionante de sus aguas esmeraldas.
Subimos pues en mi telecabina preferido. El Zwölferhorn-seilbahn. Esta cabina fue abierta por primera vez en 1957 y sale del pueblo de Sankt Gilgen, que es muy agradable y es el pueblo natal de la madre de Mozart.




El telecabina, que no es automático, (el señor tiene que abrir y cerrar las puertas), asciende a 1476 metros, que son suficientes para divisar hasta 7 lagos y el macizo de Dachstein. Las vistas son impresionantes. Hay un pequeño rundweg (camino circular) de una media hora que te permite divisar los lagos y reconocer todos los picos que se ven por detrás. Además hay muchos mmás caminos para hacer.










Precio de la cabina: 22 euros. Con la tarjeta: GRATIS.

Bajamos y cogemos el coche para dirigirnos a otro de los lagos, pero por el camino, nos encontramos con un castillo y un pequeño lago de aguas oscuras (que contrastan con las aguas esmeraldas de los lagos de Salzkammergut). Lo hemos visto desde lo alto y no tenemos más remedio que pararnos porque hay un baño impresionante. Nos ponemos los bañadores y al agua patos todos.

Es el lago Krotten (Krottensee)






El castillo nos recuerda un poco al de Hohenschwangau, frente a Neuschwanstein y el lago nos recuerda también al Alpsee, que es el lago que hay bajo el castillo y en el que tantas veces nos hemos bañado.
El baño nos sabe a gloria y el entorno es precioso. Pasamos allí el resto de la tarde y volvemos para casita agotaditos.



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