Nos levantamos a las 8:00 de la mañana y nos dirigimos a probar el desayuno: Maquina de café, zumos, embutidos, bollos rellenos de chocolate, de crema, de mermelada, bizcocho… La verdad que muy bien. Después de juntar fuerzas salimos y vemos de día las afueras del hotel. En frente hay un bar al que nos haremos asiduos a las noches y poco más. Preguntamos a una señora que pasa por la ubicación del tren que va hasta Termini pero no nos entiende y nos manda al metro. Seguidamente pasa una chica con un carrito y dos niños que medio chapurrea ingles, con la que nos entendemos y nos acompaña hasta la parada. Muy maja, la verdad, hasta preguntó a otra señora por el andén adecuado. Desde ese día, el tren quedo bautizado como “Trenino” debido a su tamaño y su gran semejanza a un tranvía. El trenino tarda unos 30 min en llegar a Termini Laziali, justo al lado del Despar de la estación de trenes. Justo en frente, cogemos el autobús 70 que nos lleva hasta la Piazza Venezia, nuestro primer destino.

A las 10:15 ya estábamos frente al monumento a Vittorio Emanuelle II. El calor era ya insoportable y no teníamos agua. El sol pegaba fuerte y nos escondíamos, como todos, en cualquier resquicio de sombra. Subimos las escaleras del monumento, echamos algunas fotos y huimos a la sombra. Seguidamente nos dirigimos hacia la plaza del Campidoglio o Capitolio, dejando a mano izquierda la Iglesia de Santa Maria in Aracoeli. Subimos las escaleras del capitolio y nos refrescamos en la fuente, que ya hacía falta. En la bajada encontramos una fuente de agua potable que fue nuestra salvación. Fuimos contemplando el Foro Romano desde fuera hasta que llegamos a la vía de los foros imperiales, la que cruzamos para ir hasta la Columna Trajana y su correspondiente Foro y Mercado. Tras observarlo por fuera, nos fuimos acercando por esta calle hasta la entrada del Foro Romano. Al llegar, haríamos unos 5 minutos de cola y adquirimos la entrada válida para el Foro, Coliseo y Palatino, a eso de las 12.

Una vez dentro del Foro, estrenamos la Audioguia “Tutta Roma”, hiperrecomendable, sobre todo en lugares como este, del que poco queda en pie. Sin alguien que te explique algo y con los conocimientos escasos de arte e historia que teníamos, únicamente habríamos visto un montón de piedras y edificios rotos. Si no es esta guía, puede ser otra o las audioguías que tienen allí, pero como llevábamos la guía en el mp3, nos ahorrábamos todas las audioguías de los monumentos.

Ya eran las 14 y el hambre comenzaba a apretar, asique salimos del Foro por la salida del Coliseo (tiene varias mas) y fuimos a comer al archirecomendado Luzzi. Nos sentamos fuera ya que no había sitio dentro, asique a pasar calor. Comimos super bien y la verdad que muy barato. El menú se basó en dos bruschettas de tomate, una pizza Caprichosa y una Cuatro quesos. La verdad que nos llenamos y eso que yo soy de comer bien.



Acabada la digestión, fuimos a un Carrefour Express que hay en la calle paralela a comprar unas botellas de agua, básicamente para tirar el contenido y rellenar en las fuentes de agua fresca que existen en Roma. Buenísima.
A eso de las 16, como ya estábamos justo al lado del Coliseo, pues para dentro. Fuimos observando la cola que había para comprar la entrada y como avisaban de que la entrada se podía comprar en el Foro o en el Palatino, cosa que mucha gente no sabía. Nosotros como VIPs, hasta la cocina. Una vez dentro, otra vez tiramos de audioguía y nos sentamos en una de los numerosos restos arqueológicos que sirven de asiento en una buena sombra, para escuchar un poco la historia del anfiteatro. Para las 17:45 salimos del Coliseo para que nos diese tiempo a ver un poco el Palatino. Antes de eso, foto de rigor con el Arco de Constantino, que ya habíamos visto antes. Justo allí paso un carruaje típico de los de caballos con unos novios sacándose fotos en el arco y una legión de japoneses con la misma intención… muy oportuno para los novios, XD.

Eran ya las 18:00 aproximadamente, cuando entramos al Palatino con nuestra entrada conjunta. Nos quedaba poco tiempo para que cerraran pero como estábamos cansados ya, decidimos tomarlo como un paseo y disfrutarlo sin nutrirnos tanto de la historia y la arquitectura como lo habíamos hecho anteriormente en el Foro y el Coliseo con nuestra audioguía. Nos sentamos a la entrada, junto a la fuente en un poco de hierba a la sombra cuando de repente y sin previo aviso nos cae un objeto no identificado justo al lado, reventándole en la pierna a mi novia. Después del susto nos damos cuenta de que es una piña con unos piñones como canicas!!! Al principio pensábamos que habría sido algún niño de un grupo de ingleses que teníamos al lado, pero los padres no hacían más que señalarnos la copa del pino y reírse. Fue un susto pero no tuvo mayor percance. Acabamos riéndonos todos y con la piña en la mochila de recuerdo.

Para las 19:15 ya estábamos fuera de nuevo, en frente del coliseo. Decidimos ir dando un paseo hasta el Circo Massimo, aunque ya lo habíamos visto desde el Palatino. Una vez allí vimos la explanada en donde se situaba un gran circo, pero del que solo queda la forma y tierra. Nos vino bien para descansar un poco. Después de recuperar fuerzas, nos acercamos hasta la Iglesia de Santa María in Cosmedin para ver la Bocca de la Veritta, pero ya estaba cerrada, por lo que solo la pudimos ver entre las rejas, sin sacarlos la foto de rigor. Mas adelante volveríamos a probar.


Gastos del día (por persona):
Entrada Coliseo+Foro+Palatino = 7,50 €
Comida en Luzzi:
Bruschetta al pomodoro = 1,50€
Pizzas = 6,50€
Agua 1L para los dos = 2€
Botella de agua = 27 cent
Cerveza Peroni 33cc = 1,50 €