Llegó el momento de disfrutar de la playa.
Sigo pensando que las mejores playas que he visto son las de República Dominicana pero he de reconocer que nuestra escapada a playa Paraíso mereció la pena. Era domingo con lo que nos encontramos mucha gente local y muy poco turista.La playa se encuentra al sur de Tulúm. Desde allí veíamos la pirámide de las ruinas mayas sobre el acantilado y su inconfundible cala de arena blanca.

Es una playa muy ancha y larga con chiringuitos y hoteles fabricados en madera, muy pequeños e integrados en el paisaje de tal manera que no rompen el encanto de la zona. Nada que ver con la explosión turística que se puede ver entre Tulúm y Cancún. Da la sensación de que al sur de Tulúm todavía se puede disfrutar la autentica Riviera Maya.
Al norte de Tulúm se encuentra Akumal, otra de las playas que visitamos. Recomendable para hacer snorkel y si tienes suerte puedes avistar alguna tortuga. La tortuga es el animal más cuidado y apreciado en esta zona de la Riviera Maya. En las playas se delimitan zonas de desove y se cercan para que nadie pise o pueda dañar los huevos enterrados.

La playa de Akumal tiene una infraestructura propia de hoteles, restaurantes y tiendas. Comimos en un restaurante a pié de playa se llamaba Lolha. Guacamole, burritos... Excelente.
Las semifinales contra Alemania fueron especiales. En el hotel había muchos alemanes lo que le daba un “pique” y una emoción especial. Colocaron una gran pantalla en el teatro ¡que ambientazo! Y allí gritamos el golazo de Pujol, un autentico Pujolazo. Todos gritaban por igual, no importaba si fuese en catalán, eusquera, gallego… Por fin jugábamos una final del mundial.
El complejo está muy bien equipado en cuanto a ocio deportivo. Canchas de baloncesto, Tenis, minigolf, dos campos de fútbol con hierba artificial y un gimnasio con Spa. El Spa sin duda es un interesante valor añadido en un hotel. Lo malo es cuando vas con la intención de relajarte y acabas con un cabreo porque resulta que el Piscinero niño grande ahora se ha pasado al Spa y la está liando. Yo sigo pensando que si no vas a tener personal controlando estos desmanes, es mejor que no tengas Spa. Yo me iba a eso de las siete de la tarde después de jugar una “pachanga” o del gimnasio y apenas había un par de parejas muy tranquilitas. Uno de los dias fuimos a las cinco de la tarde y no me quedaron más ganas de volver.