El miércoles 29 amaneció lloviendo de nuevo, la verdad que el martes y el miércoles apenas dejó de llover. Después de desayunar en Las Torres, decidimos coger el bus gratuito para ir a Plaza Bávaro. Un consejo: haced el cambio de $ en España. Nosotros pensábamos que podíamos pagar fácilmente en € y solo cambiamos para las tasas pero error, cuidado con esto.
Plaza Bávaro es un centro comercial como los de España, en verdad nada que salga de lo común. Las tiendas son un poco caras para lo que espera uno encontrar. Tuvimos la suerte de poder cambiar a $ en el banco al cambio más beneficioso de lo que nos daban hasta ese momento. Cuando íbamos a la parada del bus, nos dimos cuenta que lo habíamos perdido por lo el siguiente se demoraba más de una hora. Otra vez para dentro y nos tomamos unas Presidente en el Hard Rock. Ya de vuelta al hotel, nos paramos a almorzar en el Restaurante El Arrecife, que queda cerca de la parada del bus (al lado del teatro Sunset). No me gusta criticar pues todo el Resort nos ha parecido fantástico pero este restaurante nos pareció ruidoso y un poco caótico. Regular en la comida y el personal no tan amable a lo que estábamos acostumbrados hasta ese momento. Supongo que no podemos hacer comparaciones con la Zona Royal.
Tras nuestro almuerzo, cogimos el trenecito y como empezó a llover nos refugiamos en la recepción del Palace a tomar un café. Tras la lluvia, echamos la tarde en la barra húmeda de las Royal. Cenamos en el Gourmet y a dormir.
El Jueves 30 amaneció por fin soleado, hoy tenía el capricho de pasar la mañana en una balinesa y así lo hicimos.


Y por fin…….al llegar a la habitación, encontramos la cinta en nuestra puerta de Recién Casados, que llevábamos tres días pidiéndola porque se habían olvidado. Yo la verdad no estaba disgustada pero nos hacía mucha ilusión (en los próximos viajes no seremos más recién casados).


Sábado 02. A las 6.45 de la mañana en planta, para desayunar ya que nos recogía el bus a las 7.30 para la excursión de Saona. Que gracioso nuestro guía, siempre gritando, la gente de Pedrito la Hostia q no se qué, que no se cuanto, que no se separen de mí……Muy atento sí señor. El camino se hizo ameno aunque a veces un poquillo peligroso por esas maneras de conducir de los dominicanos. Parece que no tienen mucha prisa cuando van andando pero cuando cogen un coche, ay mi amolllllll
Llegamos a Playahibe y nos tocó el catamarán. Allí estábamos todos, Óscar y Cristina; Juande y Cristina; Pedro y su mujer; la pareja asturiana y servidores los sevillanos. Todo iba bien, había un grupo de solteros que empezaron a bailar y liar un poco de jaleo y de repente cuando estábamos asándonos de calor vemos un pedazo de nubarrón que no tardó en caer y caer.
Porque no nos dejó ni comer tranquilos, cada uno donde podía y de pie con su plato, que locura. Tanto llovió que no íbamos a dejar de bañarnos en Mar Caribe y allá que fuimos al agua bajo un intenso aguacero pero el agua tan calentita. Fue una experiencia única, la recomiendo. Dejó de llover un poco antes de coger la lancha rápida (lo mejor para nosotros). Paramos en la piscina natural (no voy a pararme aquí ya que hay muchas descripciones de la misma).
Ese día cenamos en el Gourmet y a dormir que estábamos agotados.
Domingo 03. Día tranquilo con sol entre la playa y la piscina. Cenamos en el Restaurante El Quijote. Sinceramente no nos gustó mucho, pedimos varias “tapas” para picar los 6 y también del buffet. Lo mejor sin duda estuvo en el buffet. Después nos dirigimos a la recepción del Bávaro que nos quedaba cerca, se escuchaba a una mujer cantando (un pelín mal) así que después de echar unas risas al ver a una pareja de extranjeros bailar un tango a ritmo de salsa decidimos que ya estaba todo visto por esa noche y solicitamos un carrito para que nos acercara a la zona Royal. Éste servicio es de lo mejor que tiene las royal, nunca te ponen inconveniente y te viene muy bien cuando está lloviendo y el tren no llega o viene lleno.
Lunes 04. A partir del lunes el Gourmet se convirtió en nuestro restaurante único para todas las comidas. Ningún día nos defraudó, ni para desayunar, ni para almorzar ni para cenar. Y como nos conocían ya cuando llegábamos nos preparaban la mesa para seis. Quiero mencionar a todo el personal del Gourmet con los que nos hemos divertido y reído mucho, y al maître Juan tan atento. ¡Felicidades chic@s!
Esa tarde queríamos ver la puesta de sol pero no tuvimos mucha suerte y las nubes no dieron tregua. Cuando regresamos a la habitación para ducharnos nos encontramos con una agradable sorpresa.

Martes 05. El día como siempre, soleado con alguna lluvia pasajera. Por la mañana en la playa y por la tarde en la piscina del Royal. Esa noche tocaba mexicano, le damos un bien. Vimos el espectáculo de Michael Jackson el teatro Sunset y fue muy espectacular.
Miércoles 06. Desayunamos y a la playa. Fuimos a almorzar muy temprano pues habíamos quedado en hacer las lanchas rápidas con Pedrito a las 16:00 h. Lo recomiendo, yo nunca había manejado ninguna pero la sensación de acelerar encima del mar es genial, no se parece a conducir un coche ni de lejos. Y por fin ese día vimos atardecer, y aprovechamos para hacernos unas cuantas. Aquí os dejó una muestra.

Y llegó el tan temido viernes 08. Desayunamos en el Gourmet y aprovechamos la piscina toda la mañana. Aunque nos dejaron una habitación hasta las 16.00 h de la tarde que no era la nuestra, preferimos arreglarnos en la de unos amigos que estaban en la misma villa, pues la otra nos la dejaron en otra distinta. Y llegó la despedida, allí se quedaban los granaínos y cuatro de nosotros nos íbamos (que jartá de llorar

El avión salió con cerca de una hora de retraso pero llegamos a Madrid a la hora prevista. Todo terminó (hasta las 18.00 de la tarde no llegamos a Sevilla por falta de sitio en los AVE anteriores), tristes pero a la vez muy contentos. Habíamos tenido la LUNA de MIEL que ni siquiera habíamos podido imaginar que llegaríamos a tener.
De este viaje no sólo nos llevamos los recuerdos del hotel, sus empleados, el viaje en sí, nos ha traído una pandilla muy bien avenida. Desde Sevilla a Barcelona, de Barcelona a Granada y de Granada a Sevilla ya existen más cosas en común.
Saludos a nuestros mayordomos: David, Máximo y Yahaira (creo que era así); al personal del Gourmet (a tod@s), a Ronny de recepción y a los maleteros.
Hasta la próxima PUNTA CANA

