Hace ya casi un año que pasamos 4 días en la capital de la República Checa. La fecha elegida: del 26 al 29 de Diciembre de 2.009. Mi novia llevaba insistiendo algún tiempo en realizar este viaje y finalmente me decidí a hacerle este regalo tan especial.
El sabado 26 de diciembre llegamos a la terminal 1 del aeropuerto de Madrid-Barajas sobre las 17:00 horas. Con mucho tiempo pero no queríamos ir corriendo. Hicimos tiempo hasta que pudimos facturar. En la cola de Wizz Air probamos nuestras maletas para ver si cumplían los requisitos de dimensiones, aunque una de ellas entraba con dificultad en el cubículo metálico, no nos pusieron pegas, ni siquiera nos las pesaron. Hicimos tiempo hasta la hora de embarcar, y después de casi 3 horas de viaje llegamos a Praga. El vuelo normal, te ofrecen comida y bebida de pago, alguna turbulencia, pero sin contratiempos, llegamos puntuales. Una vez que abrieron la puerta del avión notamos ya el frío intenso. Aunque ninguno de los días que estuvimos nevó, hacía mucho frío. Fuimos precabidos y llevabamos más capas que una cebolla, pero en algunas ocasiones se agradecía parar en algún bar a tomar un hot chocolate!!
Salimos de la terminal y allí nos esperaba un taxista con mi nombre en un cartel, cogimos el taxi y en unos 25 minutos estábamos en la puerta del hotel Sonata.
Hicimos el check-in, y después de contarnos la recepcionista un rollo en inglés, sólo entendimos "credit card", asi que se la dimos y nos bloqueó unos 50 € que pasados 3 días desde la salida del hotel nos devolvieron. Subimos a la habitación y nos gustó mucho, Tv de plama, cama grande, baño con suelo radiante, en fin bastante cómodo. Eso si no hubiera estado de más alguna manta en el armario porque a la calefacción le costaba aclimatar la habitación (o es que se nos metió el frío en los huesos).

No hicimos ni el intento de buscar algo para cenar porque llevábamos unos buenos bocadillos de jamón desde España, que nos comimos a eso de las 12 de la noche. Después a descansar para coger fuerzas para el día siguiente.