Hoy nos levantamos sin prisa, total lo que hay que ver allí va a seguir aunque vayamos tarde


Después fuimos a las reuniones que se organizan para explicar lo de las excursiones, pues no puedes faltar, aunque vayas a ir por tu cuenta, porque aquí dan las normas para el embarque y desembarque, horarios, cubiertas, etc. Yo ya las había reservado a través de la página Web, así que no tenía problemas de plazas, pero siempre hay que enterarse.
Luego a recorrer el barco. La verdad es que es impresionante, sobre todo el hall central con un altura inmensa, ascensores transparentes, esculturas,…
Hay una gran cantidad de bares o cafeterías en las distintas cubiertas, alguno especial para fumadores, también hay biblioteca, casino, sala para juegos de mesa, en el interior y en el exterior, teatro impresionante con 3 alturas, zona para niños, etc. A nosotros nos gustó mucho un espacio que han aprovechado alrededor del teatro, es casi un pasillo pero han puesto mesitas con sillas junto a ventanales que dan al mar, muy agradable y uno de los sitios mas tranquilos del barco.
Lo que menos me gusta es la decoración, un tanto sobrecargada, llena de angelotes y dorados, la verdad es que me resultó un poco hortera de tanto lujo como se pretende dar.

También nos pasamos por la zona de tiendas. Hay varias y todas con artículos de lujo sin impuestos. No se si serán más baratos que en tierra porque son cosas que yo no compro (joyas, perfumes, licores, ropa de marca, recuerdos) pero si es agradable verlas y así matas el tiempo. Además organizan pases de modelos y “mercadillos” según las ciudades que se van a visitar y pequeñas conferencias donde te explican cómo se elaboran las muñecas rusas o como distinguir el ámbar bueno del que no, etc.
Bueno y ya nos ha dado la hora de comer. Al restaurante a comer de nuevo a mesa y mantel. También se puede comer en los restaurantes buffet o el de la piscina, pero a nosotros nos gusta más con camareros y sentaditos con poco jaleo a nuestro alrededor.
Justo unos meses antes me habían diagnosticado un problema de estómago bastante serio así que tenía una dieta muy estricta y pensé que tendría que pedir comida especial, pero no fue así, son tantos los platos que hay en el menú de cada día para elegir que no tuve problema ningún día, siempre encontré algo apropiado para mí. Había 3 entrantes, 3 primeros y 3 segundos, además plato de pasta, comida vegetariana y para celiacos.

Después a leer un poquito en el camarote y a pasear por la cubierta y disfrutar del viaje.
A las 5 la hora del te. En uno de los salones preparan un verdadero banquete a base de pastas, pasteles, tartas, canapés, bocadillitos y te, claro; te de todas clases, negro de Ceylan, de China, blanco, verde, con menta, canela…, infusiones, café. Todo ello amenizado por un dúo musical compuesto por un violín/viola y piano. Un rato muy, muy agradable acompañados por nuestros compañeros de mesa.

Y ahora toca simulacro de desembarco, ya sabéis toda la parafernalia que se monta, reunión en un punto concreto todos con los chalecos salvavidas y marcha hasta el punto de reunión predeterminado. Y no hay forma de librarse que pasan por las cubiertas abriendo los camarotes y comprobando que no queda nadie.
Más tarde teníamos hora concertada para un masaje. ¡qué delicia!

Y después, de nuevo, al espectáculo, distinto y también bueno, luego cena, un paseito a la luz de las estrellas y a dormir.
Hasta mañana.