09 de Septiembre - Los Angeles - Calico - Ruta 66 - Williams
Hoy tocaba madrugar, a las 6,15hrs sonaba el despertador, pero como todavía nos duraba el jetlag no fue tan duro. Queríamos llegar a Williams de día. Cargamos el coche y desayunamos, últimos donuts de Los Angeles. Nos despedimos del señor de recepción y sobre las 7 empezamos nuestra ruta. Salir de los Angeles no fue difícil, teníamos claro qué carreteras había que coger, las autopistas de 5 y 6 carriles acojonan un poco pero la gente es bastante cuidadosa y no corre mucho, tampoco pueden.
Nuestra primera parada del día iba a ser en Calico, pueblo fantasma con reconstrucciones de edificios de la época de los mineros de finales del s. XIX. Llegamos cuando todavía no eran las 10hrs. Pagamos de entrada 6$. Fue una visita interesante, al menos yo la encontré curiosa si no has visitado nunca un poblado típico del oeste americano. En la entrada te dan un folleto con un poco de explicación en inglés de los edificios principales.






La visita del tren no la hicimos pero sí entramos en una mina, la entrada era de 1$, no es que sea muy larga pero dentro está reproducido como se trabajaba, donde dormían, donde comían, etc. Luego vimos las tiendecitas, compramos algún recuerdo y para el coche otra vez.
Intentamos ir del tirón hasta Kingman, queríamos comer en la famosa hamburguesería que tanto se habla en el foro, “Mr D’z”. Llegamos sobre las 14’30hrs. Realmente el local te remonta a la época de Grease, la decoración está muy chula. Nos pedimos unas hamburguesas y unos refrescos que comimos con muchas ganas.


Una vez repuestas las fuerzas, coche y manta otra vez, como íbamos bien de tiempo, aprovechamos para seguir la auténtica ruta 66 hasta Sellingman, donde volveríamos a coger la Interestatal hasta Williams. Por el camino vas viendo pueblecitos típicos del oeste, con decoraciones de la ruta 66, yo lo vi muy turístico, no sé qué debe quedar de original. Bueno, pues llegamos a Sellingman sobre las 16.30hrs.



Aparcamos para estirar las piernas y ver el pueblecito, es muy mono, también está todo pensado para el turista pero tiene su gracia, el restaurante “Delgadillo’s snow cap” es una pasada de original y al lado, está la “tienda” del hermano, era un antigua barbería ahora convertida en tienda de souvenir, pero dentro ha conservado las sillas de la peluquería y está repleta de material de la ruta 66, el señor que había chapurreaba un poco de español y nos enseñó unas fotos del sr Delgadillo con un escritor español que había parado por ahí hacía años y que luego lo mencionó en un libro, nos lo enseñó pero no recuerdo el nombre del libro. Una tienda súper original, compré algunos recuerdos de la ruta 66.



Una vez hecha la visita y descansado un poco de coche, continuamos ya hasta Williams, volvimos a coger la Interestatal y más o menos en una hora y media llegamos, eran las 18.30 aprox. Quedaba aun una media hora de sol así que aparcamos en el hotel y rápidamente fuimos a pasear por el pueblecito. Al final del viaje te das cuenta de que todos los pueblos siguen el mismo patrón, tienen una calle principal, por donde pasa la carretera y están todas las tiendas y restaurantes, luego tienen algunas calles más paralelas pero sin mucho movimiento. Pues Williams nos pareció un pueblecito bien mono, ahí hacía más fresco, están a más altura y se nota.




Hicimos el check in en el “Hotel Howard Johnson Williams”, altamente recomendable, las habitaciones muy grandes y buen servicio. Después de dejar las maletas nos fuimos un rato a la piscina climatizada y jacuzzi, el agua estaba tan caliente que hasta quemaba, pero para relajarse un rato fue súper bien. Por la noche fuimos a buscar sitio para cenar y elegimos uno recomendado en la Lonely Planet llamado “Pancho MacGillicuddy’s, comida americana y mexicana, cenamos bien. Al terminal fuimos derechos a la cama.
10 de Septiembre - Williams - Grand Canyon - Mexican Hat
Hoy teníamos reservada la excursión en helicóptero del Gran Cañón a las 10 de la mañana. Desayunamos en el hotel, nos miramos el mapa de carreteras y en marcha. Tardamos más o menos una hora en llegar, cuando haces el check-in primero te pesan, luego tienes que mirar un video de 10 min sobre la seguridad y todo eso y luego pasas a otra sala para esperar que te llamen por el nombre. Era la primera vez que subía a un helicóptero, fue muy emocionante, íbamos 5 personas más el piloto. El viaje se hace corto porque hasta que llegas al Cañón son unos 8 minutos, unos 10 de vistas y otro 8 para regresar (tiempos aproximados), pero vale la pena, la sensación que tienes cuando ves el Cañón por primera vez es indescriptible, es tan enorme! tan magnífico! tan igual a todo lo que hemos podido ver en la tele y en fotos! Y es que no hay palabras. Hay que verlo.




Bueno, pues después de la excursión cogimos el coche y nos fuimos hasta el parque, compramos el pase anual de 80USD, nos dieron los mapas pertinentes y aparcamos en el “Mather Point”. Queríamos hacer el Rim Trail hasta el Bright Angel, que son unos 3.5km aprox. Hacía mucho calor pero no se me hizo muy pesado, nos íbamos parando para hacer fotos, ver el paisaje, dar de comer a alguna ardillita (aunque está prohibido) y chino-chano llegamos a nuestro destino, prueba superada! Bueno, realmente estaba ya un poco cansada, así que nos sentamos en unas mesas de picnic (a la sombra) a comernos unos bocadillos.





Después de la pausa y de coger fuerzas, cogimos el bus gratuito del parque, línea azul, y volvimos hasta el Mather Point donde teníamos el coche. Nos pusimos otra vez en marcha. Salimos del parque por la Desert View Drive, por esta carretera te vas encontrando con más miradores, es un poco más de lo mismo pero nos paramos en el último, el Desert View Point, desde aquí se ve el parque desde otro lado y también hay una torre mirador, que no subimos. Al cabo de unos diez minutos nos marchamos, nos quedaban unas 4 horas para llegar a Mexican Hat.
Cuando pasas por Kayenta y coges el desvío a Mexican Hat, ya empiezas a ver algunos monolitos, ver el primero impresiona un poco, pero nada que ver con lo que veríamos al día siguiente en Monument Valley. Durante este trayecto el sol se iba poniendo y quedaba un paisaje precioso.


Llegamos al Mexican Hat Lodge sin complicaciones, hicimos el check in y bajamos para cenar en el restaurante con la famosa barbacoa balancín. Pedimos 2 hamburguesas, una cerveza y una coca-cola, todo por 37$. Estaba todo muy bueno.




El motel pues no está mal, la habitación estaba bien y el baño también, pero creo que es algo caro para lo que es, encima no te incluyen desayuno, pero bueno, tampoco hay mucha cosa más por ahí y el lugar resulta muy original. Al acabar como tampoco puedes salir a pasear por el pueblo, ya que pueblo como tal no hay, nos fuimos ya para la camita, había sido un día duro.