Salimos de Madrid el día 4 de Agosto. Volamos con Egyptair, con escala en El Cairo. Como siempre, llegamos al aeropuerto con antelación para no correr, que empezar un viaje corriendo no es sano... Pero las cosas no siempre dependen de uno mismo, asi que para cuando nos damos cuenta, salimos hacia El Cairo con una hora y media de retraso, así que nuestra escala de una hora peligra!! Pregunto a ver si vamos a poder enlazar los vuelos, y todo el mundo me responde que sí aunque no lo veo nada claro.
Me paso las horas del vuelo, preocupada por qué vamos a hacer si no enlazamos, pero al llegar, despues de correr como locos buscando la puerta de embarque, vemos que el vuelo a Entebbe también tiene retraso!! así que todo solucionado, llegamos a Entebbe, tarde, pero llegamos.
En el aeropuerto nos espera un taxista que nos lleva al Airport Guesthouse, un B&B que trabaja con Gorilla Tours, la agencia con la que hemos contratado el tracking de los gorillas.
Llegamos a las 5 de la madrugada, asi que al día siguiente reponemos fuerzas durmiendo hasta tarde, y lo que queda de día lo dedicamos a visitar Kampala.
Día 1.
Como no tenemos mucho tiempo, hacemos caso a Anne, la chica que lleva el B&B, y que nos aconseja que cojamos un taxi para todo el día y que nos vaya llevando sobre la marcha. Asi que ahi llega nuestro conductor particular... De camino a Kampala, pasamos por el lago Victoria. Se ve enorme, y eso que nosotros solo vemos un trocito. Son las 12 de la mañana y hay gente por todas partes!! Es una ciudad caotica para lo que nosotros estamos acostumbrados. Huele a comida, a especias, y como no a polvo, mucho polvo.


Trafico llegando a Kampala y Matatu
Lo primero que hacemos al bajarnos del taxi es dar una vuelta a nuestro aire, Templo Hindú, Mezquita, mercados... La construcción debe ser uno de los puntos fuertes de la ciudad porque no hay mas que venta de azulejos, tubos, cementos, pintura... Y al lado un mercado de todo tipo de cosas, ropa, mas construcción, comida... Es genial sentarse un rato y ver como pasa el tiempo, como van de un lado para otro, hacen sus negocios, se rien, descansan...
Hace muchísimo calor asi que nos metemos en un "centro comercial! y la primera imagen que vemos es un pasillo totalmente ocupado por gente rezando. Intentamos sortearlos y subimos a la parte de arriba desde donde vemos parte de la ciudad.
Siguiente parada, el museo (no se si habrá mas de uno, pero nuestro taxista lo trata como si fuera el único). Es curioso, con un montón de réplicas de las distintas construcciones típicas de zonas y tribus de Uganda.

Una cosa que nos llama la atención es que nadie intenta vendernos nada, cosa que nos alegra, porque teníamos una idea equivocada...
Al volver otra vez al B&B paramos en el lago para hacer unas fotos. Esta lleno de niños jugando y gente sentada charlando tranquilamente. Se respira tranquilidad.

Ya en el B&B, nos preparan una cena espectacular... una barbacoa en el jardín, que con la temperatura que hace es el plan perfecto.
El alojamiento esta muy bien, es pequeñito, y está en Entebbe, asi que no es muy accesible si lo que se busca es estar en Kampala (tardamos como una hora en llegar), pero está genial para un par de días entre un destino y otro. La habitación es amplia, limpia, con agua caliente (en principio nos pareció lo normal, pero es que todavia no habiamos visto nada...), y la gente un encanto. Eso es sobre todo lo mejor del sitio, la gente. Siempre te atienden con una sonrisa, te ayudan y están ahi para lo que necesites.

Y se acabó nuestro primer día en tierras Africanas. A dormir que al día siguiente nos espera un duro día de carretera...
Día 2.
Nos levantamos a las 5 de la mañana, con un nudo en el estómago. Esto ya es realidad, nos vamos a Kisoro, y mañana a ver gorilas…
Desayunamos fuerte, aunque sea temprano, que luego no sabemos donde pararemos a comer… Morgan, el que va a ser nuestro nuevo amigo y conductor durante tres días, ya nos está esperando. Es un hombre alto, sonriente, y parece tímido. Hay que decir que nuestro nivel de inglés es bastante malo y estamos un poco preocupados por cómo nos vamos a entender, pero es muy atento y se esfuerza por hablarnos despacio y que nos podamos comunicar.
Para las 6 de la mañana ya estamos montados en la furgoneta verde que nos llevará 850 km al sur de de donde estamos. Son 10 horas de coche, por unas carreteras buenas al principio, no tan buenas hacia la mitad, y horrorosamente malas al final. Como dice Morgan, es el African Massage, y es gratis!



En el camino vemos un montón de pueblos, ciudades, y sobre todo un montón de gente. Muchos niños trabajando, llevando maderas y tubos al hombro, garrafas de agua… La verdad es que a mí me ha impresionado un poco, y más cuando se supone que todos deberían estar en el colegio, pero bueno, las necesidades de cada familia, supongo que hacen que ocurran estas cosas. Lo que no falta durante todo el camino es el polvo. Qué cruz con el polvo! Deberían considerarlo producto típico de África! Está por todas partes… menos mal que a todo se acostumbra una.
Comemos en Mbarara, en un bufé muy gracioso. Sólo podías servirte un trozo de cada cosa, por lo tanto si solo te gusta una cosa (como era el caso de Pablo), pues ala! Un trozo! No te vayas a empachar y a ver qué hacemos luego!!! Pobre… se le quedo una carita…
Continuamos el viaje y a mitad de camino, Morgan para la furgoneta de repente… Lo primero que pienso yo es: pero que le pasa a este hombre? Necesita un baño?
Pero ha visto algo: impalas y cebras!!! Si esto nos hubiese pasado al final del viaje no nos habríamos inmutado, pero eran los primeros animales que veíamos! Morgan nos cuenta que el Parque Nacional de Mburu está al lado y los animales suelen cruzar la carretera. Estamos emocionados y nos bajamos enseguida para verlos mejor. Parece que estén acostumbrados a los humanos porque no se mueven.
El paisaje llegando a Kisoro es impresionante, se nota que hemos llegado a una zona de bosque lluvioso...

Una vez en Kisoro, vamos al alojamiento, Traveller´s Rest Hotel. Hemos pasado de una zona muy árida a bosque lluvioso por lo que la humedad ha aumentado considerablemente y por lo tanto, los mosquitos también. Aunque de momento no nos podemos quejar, ninguno nos ha picado…

Antes de la cena nos damos una vuelta por el pueblo. Es pequeñito, y hay mucho movimiento de gente, casi todos andando o en pequeñas motos.
Mañana es el gran día.