Nos levantamos más temprano que el día anterior. Fuera como fuere teníamos que entrar en el Hanauma Bay, no podíamos irnos de la isla sin nadar en el cráter.
Llegamos muy pronto y aun así el parking ya estaba casi lleno. Compramos la entrada (15$/2 personas) y cuando íbamos a acceder al camino que te lleva hasta la playa, nos paró el hombre que recogía los tickets para decirnos que no podíamos entrar sin antes ver un vídeo informativo.
Para bajar desde la entrada a la playa hay dos vías, coger un bus previo pago de 1 $ o bajar andando por una pendiente acusada de 100 metros. Nosotros optamos por la segunda porque era bajada y durante el trayecto podías apreciar la belleza de la bahía. En el vídeo te explicaban las normas a seguir para preservar el parque natural.
No hubo forma de saltarse el vídeo, lo intentamos en dos ocasiones pero al final desistimos. Fue interesante porque a parte de las normas a seguir en la bahía, te explicaba como se formó el Hanauma Bay.
Llegamos muy pronto y aun así el parking ya estaba casi lleno. Compramos la entrada (15$/2 personas) y cuando íbamos a acceder al camino que te lleva hasta la playa, nos paró el hombre que recogía los tickets para decirnos que no podíamos entrar sin antes ver un vídeo informativo.
Para bajar desde la entrada a la playa hay dos vías, coger un bus previo pago de 1 $ o bajar andando por una pendiente acusada de 100 metros. Nosotros optamos por la segunda porque era bajada y durante el trayecto podías apreciar la belleza de la bahía. En el vídeo te explicaban las normas a seguir para preservar el parque natural.
No hubo forma de saltarse el vídeo, lo intentamos en dos ocasiones pero al final desistimos. Fue interesante porque a parte de las normas a seguir en la bahía, te explicaba como se formó el Hanauma Bay.
No hacía mucho calor, no apetecía de buena mañana darse un chapuzón pero no importaba estamos en Hawaii y no había que desperdiciar ni un solo minuto en sus aguas repletas de peces tropicales.
Tras dos horas en remojo nos secamos un poco y nuestra siguiente parada era Pearl Harbor Historic Site. Es uno de los mejores puertos naturales del mundo. La entrada al recinto es gratuita pero para acceder a los puntos de interés más importantes te hacen pagar. Contiene modernos barcos de guerra, museos militares, y monumentos conmemorativos como el Arizona Memorial instalado sobre el barco que se hundió con cientos de hombres en el ataque japonés de 1941. Para visitarlo se tiene que coger un barco que te lleva hasta el monumento.
Dimos una rápida vuelta por la zona, entrando al museo donde hay una réplica en miniatura del Arizona Memorial, vimos torpedos, misiles y desde la lejanía nos hicimos fotos con el Arizona y Missouri de fondo. Con nuestra estancia no nos quisimos extender más porque con lo que vimos tuvimos suficiente y optamos por prescindir parte de la visita para conocer más a fondo la isla.
Dimos una rápida vuelta por la zona, entrando al museo donde hay una réplica en miniatura del Arizona Memorial, vimos torpedos, misiles y desde la lejanía nos hicimos fotos con el Arizona y Missouri de fondo. Con nuestra estancia no nos quisimos extender más porque con lo que vimos tuvimos suficiente y optamos por prescindir parte de la visita para conocer más a fondo la isla.
Nos montamos en nuestro buga y partimos hacía el muy recomendable North Shore de Oahu.
Atravesamos la isla por el interior cogiendo la Highway 1 hacía Haleiwa. Por el camino íbamos disfrutando de bonitas plantaciones de caña de azúcar, de macadamia y paisajes impresionantes de las montañas de la isla.
Atravesamos la isla por el interior cogiendo la Highway 1 hacía Haleiwa. Por el camino íbamos disfrutando de bonitas plantaciones de caña de azúcar, de macadamia y paisajes impresionantes de las montañas de la isla.
Haleiwa es el corazón de la comunidad surfista, tiene solo una calle principal con galerías de arte, restaurantes, tiendas y grandes almacenes. No pudimos ver Matsumoto’s, el mejor lugar par probar la especialidad hawaiana que se conoce como Shave Ice (helado de hielo de sabores exóticos) porque todavía nos faltaba visitar toda la parte del norte y queríamos ver un atardecer en Hawaii.
Ali’i Beach Park famosa por sus grandes olas, junto con Haleiwa Beach, Sunset Beach y Pipeline Beach son de las playas más importantes de la zona, donde en diciembre se celebran los campeonatos del mundo de surf. Mientras conducíamos por la carretera costera podíamos comprobar el ambiente surfero que se respira en toda la isla. Los coches, no mejor dicho, las rancheras XXL, enormes con sus gigantescas ruedas y las tablas de surf en la parte trasera, pasaban continuamente para arriba y para abajo de la carretera.
Seguíamos nuestra ruta contentos de estar en un lugar tan especial, nos detuvimos delante de Waimea Bay y de Waimea Valley (paraíso botánico con más de 36 jardines diferentes) pero no entramos como ya había comentado anteriormente no disponíamos de tiempo.
En toda esta costa están la mayoría de las localizaciones de Lost.
Llegamos hasta Kawela y volvimos sobre nuestros pasos parando en cada una de las playas hasta Sunset Beach donde, para hacer honor a su nombre, vimos la puesta de sol. En esta playa tuvimos nuestro primer contacto directo con las tortugas verdes de Hawaii, y menudo bicho vimos, allí estaba cenando plácidamente su dosis de algas.
Una vez visto el atardecer volvimos a Waikiki con un buen sabor de boca y con la única pena de no haber podido catar las olas en la cuna del surf.